LA ESPECIE HUMANA Y LA AMNISTÍA

AMNISTÍA INTERNACIONAL.

  Tener que hablar de amnistía en el siglo XXI demuestra el fracaso vergonzoso de la especie humana. Una especie animal que se autodenomina racional y superior: si es racional, ¿por qué comete sin cesar actos tan monstruosos que son rechazados y no realizados por ningún otro ser vivo?, si es superior, ¿por qué somete, tortura y asesina a seres de su misma especie y a todos los seres que habitan este planeta nuestro llamado Tierra?

  No es racionalmente superior porque no posee los dones del amor, comprensión y tolerancia. Todos los seres vivos de La Naturaleza, excepto la especie humana, poseen normas de convivencia lógicas, de supervivencia y de unidad en función de los hábitats en donde se desarrolla su existencia. Muchos seres de la especie humana, que ha ocupado la prácticamente totalidad de los espacios del planeta, los destruye, los menosprecia y cuando ya son irrecuperables para la vida en ellos los abandona. Muchos seres de la especie humana secuestran la libertad de sus congéneres, los torturan y los asesinan, a veces incluso por divertimento.

  Muchos seres humanos son los más inferiores de los seres vivos. Su tan orgullosa y dilapidada superioridad lo único que ha conseguido, en la larga historia de la vida, es destruir por la fuerza, por avaricia y por ansias de poder. Muchos seres de la especie humana, sencillamente, deben pertenecer a una mutación maligna en la armonía  sorprendente  e irrepetible de la Tierra.