martes, 16 de febrero de 2010

APRENDER A ENSEÑAR



OTRA FORMA DE ENSEÑAR – ii

Antonio Campillo Ruiz

La realidad también se debe enseñar. La vida se debe beber, comer, agarrar con todas las fuerzas y vivirla, saborearla, disfrutarla y exprimirla para crear un bebedizo que nos transforme en seres activos, diferentes, innovadores y con una inmensa fuerza interior que rompa con lo vulgar, lo normal y lo patético del inmovilismo correcto.

Este es el fin último de la enseñanza superior: enseñar a vivir. Para ello, el alumno requiere una predisposición especial hacia todo lo que le rodea, todo lo que conforma su pequeño espacio en este diminuto planeta, de una diminuta galaxia que se encuentra en los confines de un inmenso Cosmos.

Cuando se comprenda que nuestra capacidad para pensar es capaz de llegar al infinito comprenderemos la frase “CARPE DIEM”.


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