lunes, 19 de septiembre de 2011

INSTINTO

CORRECCIÓN CINEMATOGRÁFICA

María Luisa Arnaiz Sánchez

Cine en Nueva York, E. Hopper

CORRECCIÓN CINEMATOGRÁFICA

   Cuando el aterrado público esperaba ver al inmenso King-Kong tomar entre sus manazas a la hermosa Fay Wray, el gorila con paso firme salió de la pantalla, y pisoteando gente que no atinaba a ponerse a salvo, buscó por las calles neoyorquinas hasta que por fin dio con una película de Tarzán. Sin titubeos -y sin comprar boleto-, con toda fiereza, destrozando butacas y matando espectadores, se introdujo en el film y una vez dentro, ansiosamente buscó su verdadero amor: Chita.
René Avilés Fabila

6 comentarios:

  1. Te lo robo para mis amigos del FB, gracias. Curioso relato.

    ResponderEliminar
  2. jaja!En el amor no hay imposibles! Magnífico, me encantó, gracias por compartirlo
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Un poco de metacine no viene mal, ¿verdad, Enrique? Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Es claro, María, que el amor impulsó a la bestia. ¡Cómo batió el récord de marcha a pie!

    ResponderEliminar
  5. La llamada del amor traspasa calles, cines y protagonistas. Muy divertido.

    ResponderEliminar
  6. Desde luego, Mariano, que es un placer que lo traspasa todo.

    ResponderEliminar