sábado, 12 de noviembre de 2011

ALADINO

LA PAGODA DE BABEL

Antonio Campillo Ruiz

El abismo, Alphonse Mucha

LA PAGODA DE BABEL
  
   Ese cuento del agujero en el suelo, que baja quién sabe hasta dónde, siempre me ha fascinado. Ahora es una leyenda musulmana; pero no me asombraría que fuera anterior a Mahoma. Trata del sultán Aladino; no el de la lámpara, por supuesto, pero también relacionado con genios o con gigantes. Dicen que ordenó a los gigantes que le erigieran una especie de pagoda, que subiera y subiera hasta sobrepasar las estrellas. Algo como la Torre de Babel. Pero los arquitectos de la Torre de Babel eran gente doméstica y modesta, como ratones, comparada con Aladino. Sólo querían una torre que llegara al cielo. Aladino quería una torre que rebasara el cielo, y se elevara encima y siguiera elevándose para siempre. Y Dios la fulminó y la hundió en la tierra abriendo interminablemente un agujero, hasta que hizo un pozo sin fondo, como era la torre sin techo. Y por esa invertida torre de oscuridad el alma del soberbio Sultán se desmorona para siempre.
Gilbert K. Chesterton

16 comentarios:

  1. Y es que cuanto más se aspira en altura, más profunda es la caída en el abismo. Así que saquemos la oportuna conclusión: la de ser humildes en nuestros deseos y aspiraciones.

    Por cierto, Chesterton tiene una lectura deliciosa. Su sentido del humor, tan inglés e irónico, siempre me ha gustado.

    Un beso, querido Antonio, y que paséis un buen fin de semana.

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  2. Cuando se llega tan alto nos falta oxigeno,
    que tengas un feliz fin de semana.
    un abrazo.

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  3. El sultán cayó en un agujero negro de la eternidad, el que engulle a los malditos, como Luzbel, devenido en Lucifer.
    Este cuento me ha recordado el pecado de soberbia que despeñó al abismo a los ángeles rebeldes. desde luego hay concomitancias notables con las historias bíblicas del tiempo de la Torre Babel, como muy bien dices, pero enlaza con la anterior rebelión de Luzbel.

    Un abrazo

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  4. No hay nada que hacer contra el poder absoluto. El deseo de mejorar y soñar, siempre es abatido por quien realiza lo mismo que condena.

    Me encantó el cuento.
    Un abrazo, Antonio.

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  5. Los mitos nos dominan y nos organizan los sentimientos, las normas y hasta la fe. Se usan para administrar nuestras conductas y se establecen como dogmas, como fuste, como armas para corregir nuestros comportamientos y ......, vaya, despues de tanto nombrarlo, ... A mi me parece bien, me gusta que sea así, Antonio.

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  6. Que interesante historia, no la conocía en absoluto. Y sabes qué? incluso ahora tengo una idea para un relato. Gracias.

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  7. Posiblemente la soberbia del poder produce unos sentimientos de grandeza que casi siempre es inmerecida.
    Lo inmerecido produce el efecto contrario al de la grandeza, la introversión y la destrucción interior.
    En cuanto a la humildad creo que debe ser la precisa. ni un gramo más ni uno menos, ni la falsedad orgullosa ni la mentira discreta. Todos sabemos quienes somos y hasta dónde llegamos. Comportémonos con siempre con sinceridad.

    Un fuerte abrazo, querida Isabel.

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  8. Sí, Ricardo, y el oxígeno es bueno y es malo.
    Es bueno porque permite la asimilación de compuestos necesarios para la vida. Es malo porque es un elemento oxidante y por tanto puede eliminar muchas células.
    El equilibrio entre dos efectos de consecuencias contrarias debe ser tan exacto como primoroso.

    Un gran saludo, Ricardo.

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  9. Sí, Rosa, con tu imaginación configuras la simbología que se expresa antes que la palpable realidad que, en realidad, es ficción.
    La relación con una u otra historia, ambas pertenecientes a un texto que es ejemplo de ficción simbólica, depende de los conocimientos personales.
    Posiblemente, el abismo del ya inexistente infierno tenga un ejemplo en este relato.
    Es posible que podamos pensar también en el horror de la grandeza injustificada que tiene como habitat un interminable abismo interior.

    Un fuerte abrazo, Rosa.

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  10. Marisa, me parece una opinión que se acerca más a una sensación que provoca un desagradable hedor a poder.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo.
    El poder absoluto realiza con una mano lo que destruye con la otra. Su irracionalidad es simplemente la que se establece a sí mismo. Su mediocridad es caldo de cultivo de lo inadmisible y genera unas inaceptables tensiones que se hunden el el pozo de la desdicha.

    Un fuerte abrazo, Marisa.

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  11. Pues muy bien, Enrique.
    La justificación de un mito creo que se encentra asociada a un pensamiento que revive ideas y explica aspectos que, en general, pueden ser de difícil explicación.
    Claro, como en casi todos los aspectos de la vida de los humanos, sus tribus o grupos sociales, existen mitos, su aceptación es una parte muy importante de los hechos sociales que existen en cada una de las sociedades o comunidades integradas por dichos seres humanos.

    Un abrazo, amigo Enrique.

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  12. Raquel, tu entusiasmo me entusiasma.
    Me alegro mucho de que este relato haya abierto una perspectiva que será muy fructífera en tu pluma.

    Un fuerte abrazo, Raquel.

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  13. Amigo Antonio, hoy nos dejas un bellísimo cuento, y como siempre nos haces reflexionar, cada uno desde nuestra mirada interna.

    Es positiva la superación personal, el intentar esforzarnos por superarnos tanto en los valores humanos como a nivel personal, pero cuando se intenta alcanzar lo inalcanzable yo no lo llamaría superación, sino todo lo contrario caer en el orgullo y la soberbia por querer "ser más que los demás".

    Un beso.

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  14. La impronta del poderoso siempre ha de quedar como inmensa estela insuperable. Faraones, reyes, gobernantes egocéntricos e incluso pueblos denominados "civilizaciones", han querido dejar marcado su paso por este pequeño mundo, de una galaxia pequeña, en los confines de un inmenso Cosmos.
    Es el recuerdo de lo imperecedero.
    Quienes llegaban tras ellos rehacían todo lo realizado adaptándolo a sus peculiaridades no sin antes destruir los vestigios anteriores.
    La locura del poder.

    Un fuerte abrazo, María.

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  15. De vuelta de los Filabres, me encuentro con este agujero, como el sindrome de China, traspasando el pequeño planeta que soñamos infinito en nuestra pequeñez.Que buenos ratos nos haceis pasar con vuestros textos y las magnificas imagenes. Un abrazo.

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  16. Sí, Mariano, es tan inmenso como los barrancos de la sierra de Filabres.
    Esta nueva apreciación tuya es muy interesante. La inicialmente torre inmensa podría tratarse de un monstruo nuclear con su edificio de contención y todo. El inmenso agujero pertenecería al núcleo del reactor al fundirse y crear un síndrome de China. Excelente y fascinante, Mariano.

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