lunes, 31 de octubre de 2011

Y 30: WOODY ALLEN

REFLEXIONES

Antonio Campillo Ruiz

30 Days, Fax-Image, Friedensreich Hundertwasser

Reflexiones

   1. Las ventajas del nudismo saltan a la vista.
   2. Solo quien ha comido ajo puede darnos una palabra de aliento.
   3. Morir es como dormir, pero sin levantarse a orinar.
   4. La inactividad sexual es peligrosa, produce cuernos.
   5. Hoy en día la fidelidad solo se ve en los equipos de sonido.
   6. Hay estudiantes a los que les apena ir al hipódromo y ver que hasta los caballos logran terminar su carrera.
   7. El negocio más expuesto a la quiebra es el de la cristalería.
   8. El matrimonio es como las libretas de ahorro: de tanto meter y sacar se pierde el interés.
   9. El diabético no puede ir de luna de miel.
   10. Cuando todo sube, lo único que baja es la ropa interior.
   11. Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas.
   12. Los japoneses no miran, sospechan.
   13. El único animal que después de muerto da muchas vueltas es el pollo asado.
   14. Cuando un médico se equivoca le echa tierra al asunto.
   15. La música japonesa es una tortura china.
   16. El eco siempre dice la misma palabra.
   17. En los aviones el tiempo pasa volando.
   18. Las polillas mueren entre aplausos.
   19. Mi padre vendió la farmacia porque no había más remedio.
   20. Los japoneses quieren abrir los ojos al mundo.
   21. Arreglar los problemas económicos es fácil, lo único que se necesita es dinero.
   22. Disfruta el día hasta que un imbécil te lo arruine.
   23. Amaos los unos sobre los otros.
   24. La amistad es como la mayonesa: cuesta un huevo y hay que tratar de que no se corte.
   25. Hazlo bien y no mires con quien.
   26. Es curioso que se denomine sexo oral a la práctica sexual en la que menos se puede hablar.
   27. Las canas ya no se respetan, se tiñen.
   28. Bígamo: idiota al cuadrado.
   29. El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y desapareció la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago.
30. Woody Allen

NOTA: JUGUETE PROGRAMADO.

domingo, 30 de octubre de 2011

FATALIDAD

EL ANILLO DE CARLOMAGNO

Antonio Campillo Ruiz

Retrato del Papa Inocencio X (detalle), Velázquez

EL ANILLO DE CARLOMAGNO

   El emperador  Carlomagno se enamoró, siendo ya viejo, de una joven alemana. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque el soberano, poseído de ardor amoroso y olvidado de la dignidad real, descuidaba los asuntos del Imperio. Cuando la joven murió repentinamente, los dignatarios respiraron aliviados, pero por poco tiempo, porque el amor de Carlomagno no había muerto con ella. El emperador, que había hecho llevar a su aposento el cadáver embalsamado, no quería separarse de él.    El arzobispo Turpín, asustado de esta macabra pasión, sospechó  un encantamiento y quiso examinar el cadáver. Escondido debajo de la lengua muerta encontró un anillo con una piedra preciosa. No bien el anillo estuvo en manos de Turpín, Carlomagno se apresuró a dar sepultura al cadáver y volcó su amor en la persona del arzobispo. Para escapar de la embarazosa situación, Turpín arrojó el anillo al lago de Constanza. Carlomagno se enamoró del lago Constanza y no quiso alejarse nunca más de sus orillas.
Ítalo Calvino

NOTA: CUENTO PROGRAMADO.

sábado, 29 de octubre de 2011

PERSPECTIVA

LA SOSPECHA

Antonio Campillo Ruiz

The Woodcutter, Ferdinand Holder

LA SOSPECHA

   Un hombre perdió su hacha y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho: exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven: como la de un ladrón. Observó también su forma de hablar: igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable del hurto.
Pero más tarde encontró su hacha en un valle y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecieron muy diferentes de los de un ladrón.

Anónimo chino

NOTA: RELATO PROGRAMADO.

viernes, 28 de octubre de 2011

CELOS

HISTORIA DEL JOVEN CELOSO

Antonio Campillo Ruiz
Retrato, Óscar Domínguez

HISTORIA DEL JOVEN CELOSO

   Había una vez un hombre joven que estaba muy celoso de una joven muchacha bastante voluble.
   Un día le dijo: “Tus ojos miran a todo el mundo”. Entonces le arrancó los ojos.
   Después le dijo: “Con tus manos puedes hacer gestos de invitación”. Y le cortó las manos.
   “Todavía puede hablar con otros” pensó. Y le extirpó la lengua.
   Luego, para impedirle sonreír a los eventuales admiradores, le arrancó todos los dientes.
   Por último, le cortó las piernas. “De este modo -se dijo- estaré más tranquilo”.
   Solamente entonces pudo dejar sin vigilancia a la joven muchacha que amaba. “Ella es fea -pensaba- pero al menos será mía hasta la muerte”.
   Un día volvió a la casa y no encontró a la joven muchacha; ella había desaparecido, raptada por un exhibidor de fenómenos.
Henri Pierre Cami

NOTA: CUENTO PROGRAMADO.

jueves, 27 de octubre de 2011

SINO

EL OBSTÁCULO

Antonio Campillo Ruiz
Ureña Rib

EL OBSTÁCULO

   Por el sendero misterioso, recamado en sus bordes de exquisitas plantas en flor y alumbrado blandamente por los fulgores de la tarde, iba ella, vestida de verde pálido, verde caña, con suaves reflejos de plata, que sentaba incomparablemente a su delicada y extraña belleza rubia.
   Volvió los ojos, me miró larga y hondamente y me hizo con la diestra signo de que la siguiera.
   Eché a andar con paso anhelado; pero de entre los árboles de un soto espeso surgió un hombre joven, de facciones duras, de ojos acerados, de labios imperiosos.
   - No pasarás -me dijo, y puesto en medio del sendero abrió los brazos en cruz.
   - Sí pasaré -respondile resueltamente y avancé; pero al llegar a él vi que permanecía inmóvil y torvo.
   - ¡Abre camino! -exclamé.
   No respondió.
   Entonces, impaciente, le empujé con fuerza. No se movió.
   Lleno de cólera al pensar que la Amada se alejaba, agachando la cabeza embestí a aquel hombre con vigor acrecido por la desesperación; mas él se puso en guardia y, con un golpe certero, me echó a rodar a tres metros de distancia.
   Me levanté maltrecho y con más furia aún volví al ataque dos, tres, cuatro veces; pero el hombre aquel, cuya apariencia no era de Hércules, pero cuya fuerza sí era brutal, arrojome siempre por tierra, hasta que al fin, molido, deshecho, no pude levantarme…
   ¡Ella, en tanto, se perdía para siempre!
   De muy lejos me envió una postrer mirada de reproche.
   - ¿Me dejas partir? -parecía decirme.
   Aquella mirada reanimó mi esfuerzo e intenté aún agredir a aquel hombre obstinado e impasible, de ojos de acero; pero él me miró a su vez de tal suerte, que me sentí desarmado e impotente.
   Entonces una voz interior me dijo:
   - ¡Todo es inútil; nunca podrás vencerle!
   Y comprendí que aquel hombre era mi Destino.
Amado Nervo

NOTA: RELATO PROGRAMADO. VACACIONES.

lunes, 24 de octubre de 2011

GARCÍA LORCA Y EL CIERVO VULNERADO

SONETOS DEL AMOR OSCURO

María Luisa Arnaiz Sánchez

Venus disarming Cupid, François Boucher

          ¿Adónde te escondiste,
          Amado, y me dexaste con gemido?
          Como el ciervo huyste
          aviéndome herido;
          salí tras ti clamando y eras ydo.

   Así comienza el “Cántico espiritual” de Juan de Yepes, luego san Juan de la Cruz, y lo primero que quiero destacar es esa figura del ciervo, cuya significación erótica es harto conocida. Este animal tradicionalmente ha simbolizado al hombre y ha aparecido siempre herido por un cazador en las pocas ocasiones en que ha representado a la mujer. Desde la “Eneida”, donde la reina Dido “cual corza traspasada de improviso” sale huyendo, hasta García Lorca, el tópico amoroso del ciervo herido se ha repetido innúmeras veces y esta clave hay que tenerla en cuenta a la hora de interpretar el “Cántico espiritual” u otros poemas. Es innegable que el marco de expectativas ofrecido por la primera estrofa del Cántico lleva al lector a intuir que el Amado, el ciervo, está tan herido como la Amada.  

Pequeño ciervo, Frida Kahlo

   La estrofa número trece, una de las más difíciles y complicadas del Cántico en palabras de Domingo Ynduráin, nos ofrece de nuevo la imagen del ciervo con resonancias excitantes:

           ¡Apártalos, Amado,
           que voy de buelo! Buélvete, paloma,
           que el ciervo vulnerado
           por el otero asoma
           al ayre de tu buelo, y fresco toma.

   Lo irresoluble de quién habla en “Buélvete, paloma”, a excepción de que se trate del amado hablando de sí mismo en tercera persona como ciervo vulnerado, y lo incoherente de la estrofa en su contexto evidencian que la unión de los amantes acaba de ocurrir -“buelo” es innegablemente la posesión-, tal como preludiaba la “fuente” de la estrofa décimo segunda pues, según el tópico, en ella el ciervo cura sus heridas.

Irina Elén González

   Pues bien, Federico García Lorca, que dijo de la poesía: “es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio…poesía es: ciervo vulnerado”, reutilizó los tópicos de la tradición literaria para hablar de sus relaciones amorosas en “Sonetos del amor oscuro”. En “El poeta habla por teléfono con el amor” aparece en el verso duodécimo la imagen clásica del ciervo herido, “corza herida”, con la que el yo poético, melancólico, compara la voz de su amado, confirmando el símbolo el deseo erótico por el ausente.

           Tu voz regó la duna de mi pecho
           en la dulce cabina de madera.
           Por el sur de mis pies fue primavera
           y al norte de mi frente flor de helecho.
           Pino de luz por el espacio estrecho
           cantó sin alborada y sementera
           y mi llanto prendió por vez primera
           coronas de esperanza por el techo.
           Dulce y lejana voz por mí vertida.
           Dulce y lejana voz por mí gustada.
           Lejana y dulce voz amortecida.
           Lejana como oscura corza herida.
           Dulce como un sollozo en la nevada.
           ¡Lejana y dulce en tuétano metida!

Las tres gracias (detalle de los ciervos), Rubens

   En “Soneto de la guirnalda de rosas” reaparece otro tradicional motivo de la unión amorosa: la guirnalda de flores, “rosas” en clara alusión a Afrodita. La fogosidad del amante se manifiesta en cómo urge al amado por medio de los imperativos para que teja “deprisa” y llegar a la consumación.

          ¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
          ¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
          que la sombra me enturbia la garganta
          y otra vez y mil la luz de enero.
          Entre lo que me quieres y te quiero,
          aire de estrellas y temblor de planta,
          espesura de anémonas levanta
          con oscuro gemir un año entero.
          Goza el fresco paisaje de mi herida,
          quiebra juncos y arroyos delicados.
          Bebe en muslo de miel sangre vertida.
          Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
          boca rota de amor y alma mordida,
          el tiempo nos encuentre destrozados.

Las tres gracias (detalle de la guirnalda), Rubens

      Por último, en “El poeta pide a su amor que le escriba” las huellas de san Juan son notorias: en “viva muerte” y en “que si vivo sin mí quiero perderte” se reconoce “Vivo sin vivir en mí / y de tal manera espero / que muero porque no muero” (reminiscencia del castrante amor cortés) y en “déjame vivir en mi serena / noche del alma para siempre oscura” reaparece “la noche serena” combinada con “En una noche oscura / con ansias de amores inflamada”.

           Amor de mis entrañas, viva muerte,
           en vano espero tu palabra escrita
           y pienso, con la flor que se marchita,
           que si vivo sin mí quiero perderte.
           El aire es inmortal. La piedra inerte
           ni conoce la sombra ni la evita.
           Corazón interior no necesita
           la miel helada que la luna vierte.
           Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
           tigre y paloma, sobre tu cintura
           en duelo de mordiscos y azucenas.
           Llena pues de palabras mi locura
           o déjame vivir en mi serena
           noche del alma para siempre oscura.

Las tres gracias (a la derecha, la fuente), Rubens

   Por tanto, confirmado el sentido sexual de la relación, “sobre tu cintura / en duelo de mordiscos y azucenas”, solo cabe concluir que la paz del abrazo amoroso alcanzada por el abulense se resuelve en el granadino como anticipo del desengaño de la posesión, “Llena pues de palabras mi locura / o déjame”, sin que exista contradicción alguna entre la experiencia mística del primero y el amor carnal del segundo. 

domingo, 23 de octubre de 2011

VOCABULARIO

¡ARRIAD EL FOQUE!

María Luisa Arnaiz Sánchez

Alfred Guillou

¡ARRIAD EL FOQUE!

   ¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.
Ana María Shua

sábado, 22 de octubre de 2011

PASIÓN


Un tercero en discordia

Antonio Campillo Ruiz

Gabriel Bonmatí

Un tercero en discordia

   En su “Vida de Apolonio” refiere Filostrato que un mancebo de veinticinco años, Menipio Licio, encontró en el camino de Corinto a una hermosa mujer, que tomándolo de la mano, lo llevó a su casa y le dijo que era fenicia de origen y que si él se demoraba con ella, la vería bailar y cantar y que beberían un vino incomparable y que nadie estorbaría su amor. Asimismo le dijo que siendo ella placentera y hermosa, como lo era él, vivirían y morirían juntos. El mancebo, que era un filósofo, sabía moderar sus pasiones, pero no ésta del amor, y se quedó con la fenicia y por último se casaron. Entre los invitados a la boda estaba Apolonio de Tiana, que comprendió en el acto que la mujer era una serpiente, una lamia, y que su palacio y sus muebles no eran más que ilusiones. Al verse descubierta, ella se echó a llorar y le rogó a Apolonio que no revelara el secreto. Apolonio habló; ella y el palacio desaparecieron.
Robert Burton

viernes, 21 de octubre de 2011

EXTERMINIO POLÍTICO

TOPOS

María Luisa Arnaiz Sánchez

The hand in the clouds, Yves Tanguy

TOPOS
  
   Después de una larga experiencia, los agricultores llegaron a la conclusión de que la única eficaz arma contra el topo es el agujero. Hay que atrapar al enemigo en su propio sistema.
   En la lucha contra el topo se usan ahora unos agujeros que alcanzan el centro volcánico de la tierra. Los topos caen en ellos por docenas y no hace falta decir que mueren irremisiblemente carbonizados.
   Tales agujeros tienen una apariencia inocente. Los topos, cortos de vista, los confunden con facilidad. Más bien se diría que los prefieren, guiados por una profunda atracción. Se les ve dirigirse en fila solemne hacia la muerte espantosa, que pone a sus intrincadas costumbres un desenlace vertical.

Juan José Arreola

jueves, 20 de octubre de 2011

ESPERO EL ALBA

EL CANDELERO

Antonio Campillo Ruiz

In thoughts of you, Jack Vettriano
  
EL CANDELERO

   Contempla en la vela que lleva este candelero, a quien doy a luz, aquello que clarificará ciertas sombras de ideas... No hace falta que te instruya en mi creencia. El tiempo todo lo da y todo lo quita; todo cambia pero nada perece. Uno es inmutable, eterno y dura para siempre, uno y el mismo consigo mismo. Con esta filosofía mi espíritu crece, mi mente se expande. Por ello, no importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquellos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, mantente íntegro si puedes, y  devuelve amor por amor.
Giordano Bruno, fragmento

miércoles, 19 de octubre de 2011

SONG OF SOLOMON

CANTAR DE SALOMÓN

María Luisa Arnaiz Sánchez

Sleeping Venus, Artemisia Gentileschi

   Urías pereció cuando David lo envió a la muerte para casarse con Betsabé, su mujer, de la que esperaba un hijo, el cual murió siendo niño. Después tuvieron a Salomón, tercer y último rey de los reinos unificados de Israel y Judea donde reinó en el siglo X a.n.e., a quien se atribuye el “Cantar de los cantares”, una compilación del siglo III a.n.e. debida a varios autores. La composición es un ardiente canto dialogado sobre el fracaso de un rey por conquistar a la sulamita, una joven enamorada de un pastor. En la Edad Media los comentaristas judíos lo consideraron una alegoría de las exclusivas relaciones de Yhavé y su pueblo y acto seguido los exégetas cristianos hicieron lo mismo y tomaron al amado como Cristo y a la amada como Iglesia.

Bathsheba at the Fountain, Rubens

La amada

¡Béseme con besos de su boca!
Son tus amores más deliciosos que el vino;
son tus ungüentos agradables al olfato.
Es tu nombre un perfume que se difunde;
por eso las doncellas te aman. […]

Yo soy la rosa de Sarón
y el lirio de los valles. […]
Como el manzano entre los árboles silvestres,
así es mi amado entre los jóvenes:
bajo la sombra del deseado me senté,
y su fruto fue dulce a mi paladar. […]

En mi lecho, por la noche,
busqué al amado de mi alma;
busquele y no lo hallé.
Me levanté y di vueltas por la ciudad,
por las calles, y las plazas,
buscando al amado de  mi alma.
Busquele y no lo hallé. […]

Ven, amado mío, y salgamos al campo;
haremos noche en las aldeas;
madrugaremos para ir a ver las viñas,
veremos si brota ya la vid,
si se entreabren las flores,
si florecen los granados,
y allí te daré mis amores. […]

Bathsheba, Cézanne

   He seleccionado este fragmento para aclarar el porqué de que los judíos en sus actas de matrimonio pinten rosas en evocación del “Cantar de los cantares”, tomando como referente el versículo: “Yo soy la rosa de Sarón / y el lirio de los valles”. ¿De qué rosa se trata? En realidad no hay que pensar en la flor de Afrodita. La palabra rosa en hebreo es “shoshaná” y procede del étimo ‘sasón’, alegría, posible cruce con “sšn”, flor de loto en egipcio y lirio en arameo, de donde procede el nombre de Susana. Ahora bien, según los hebraístas la identificación más plausible de la flor tendría que ser el “narcissus tazetta” y aducen como prueba el que los dioses de la fertilidad hallados en yacimientos cananeos porten un narciso, símbolo de la fecundidad. Como no tener descendencia es nefasto para una mujer judía (las hijas de Lot se quedaron embarazadas de su padre para tenerla), la costumbre de pintar rosas en los certificados matrimoniales judíos atestigua el deseo de procrear.

Narcissus tazetta

   Una de las interpretaciones que el jesuita John F. Craghan dio al “Cantar de Salomón” es la posibilidad de que encubra un ritual sobre la fertilidad. En apoyo de esta teoría relacionada con los ritos agrarios está el hecho de que los hebreos lean el octavo día de Pesah, la Pascua judía, el primer opúsculo del “Shir hashirim” -“Cantar de los cantares” en hebreo- tal vez en imitación de los himnos cananeos en honor de Ishtar y Tammuz que se cantaban el octavo día de su culto (los judíos adoptaron el monoteísmo en el siglo VI a.n.e. por influencia de los persas). La ceremonia a la que se hace referencia era la del matrimonio sagrado entre la diosa y su amado, hierogamia, cuya celebración tenía lugar en primavera para atraer la fecundidad de la tierra, lo mismo que sucedía con otras parejas divinas: Inanna y Dumuzi, Isis y Osiris, Astarté y El, Afrodita y Adonis, etc. (la Iglesia católica también lee versículos del cantar durante el ritual de las bodas).

Acta matrimonial hebrea

martes, 18 de octubre de 2011

GÓTICO

FINAL PARA UN CUENTO FANTÁSTICO

Antonio Campillo Ruiz

Dino Valls

Final para un cuento fantástico

   - ¡Qué extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente. ¡Qué puerta más pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto con un golpe.
   - ¡Dios mío! -dijo el hombre. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Nos han encerrado a los dos!
   - A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.
   Pasó a través de la puerta y desapareció.
I. A. Ireland

lunes, 17 de octubre de 2011

EL PERMISO


CONCEPTOS CLAVE DEL MUNDO MODERNO

"EL PERMISO”

Antonio Campillo Ruiz

Hércules, Gliptoteca de Munich

   “La Real Academia llama “permiso” a la aprobación de alguien para hacer algo”. Así, con el dictamen de un relevante organismo, nace “El permiso” de Elías León Siminiani, 2001. 

   Con el firme trazo de una línea recta que corta a varias paralelas, e incluso inclinadas, con una complejidad similar a fórmulas matemáticas para poder calcular el ángulo de corte y las longitudes de las líneas, Siminiani, como Pitágoras, encuentra la solución a parte del complicado entramado de la sociedad actual: la relación entre la clase poderosa, los triunfadores (héroes), y la clase débil, los lacayos.


   Pero, como en alguna demostración matemática, aparece un elemento nuevo que distorsiona lo establecido, lo natural y admitido: el burócrata. Este subproducto, no fiable en la estructura matemática organizada, debe quedar anulado por la misma demostración que lo ha creado: el medio natural.



   Sin embargo, no es así. Siminiani deja que el medio natural estudie al intruso y, ante su potencial sabiduría, tanto los triunfadores como los lacayos lo aceptan por su complejidad. El nuevo teorema, el burócrata, se establece, y, sin encarnar ni a un triunfador ni a un lacayo, maneja a ambos con la connivencia y desprecio del primero. Los lacayos no tienen posibilidad de decidir nada sobre ningún nuevo elemento de convivencia porque todo le es suministrado ya resuelto y le es impuesto.    



domingo, 16 de octubre de 2011

MIRTO

EL VIENTO

María Luisa Arnaiz Sánchez

 Hombre con perro, Fernando Botero

EL VIENTO

   La Palazón se bañaba alegre y desnuda en el viento. El sol era mareño en la mañana azul. La basura iba y venía, arrastrada por la mecida del aire. Hojas que rodaban como caracoles, polvo como espuma sucia en aquella marea.
   Los charcos, en medio del camino barrioso y barrido, se secaban dejando prieta la tierra, y blandita como para meter el pie. Un ruidal de ramadas llenaba la costa entera, desde aquí quera verdeante, hasta allá lejoslejos quera azul.
   También las yeguas sintieron dentrar el viento en su alegrón y se echaron a correr por el llano. A la par de las yeguas del viento, iban las yeguas de sangre, atropellándose unas con otras, soplando las narices valientes, la crin al cielo y el casco al suelo; ¡patacán, patacán, patacán!… Dejaban jumazón en la fueya, como si quemaran su libertá. Paraban su desboco, cuando ya no sentían el suelo, por miedo al vuelo desconocido. El heroísmo es un exceso de vida que puede a veces producir la muerte.
   A ratos, el norte ponía mujeres de polvo, bailando vertiginosas por las veredas; bailando en puntas y cogiendo al paso mantos de nube, para enrollarse girámbulas.
   Venía el chuchito perdido, arrastrando una larga pita por el camino: era negro, lagartijo, encogido y despavorido. Echaba las orejas hacia atrás; la cola entre las patas; un vivo amarillo de espanto le rodeaba los ojos polvosos. En aquella anchísima soledad, ensordecida por el viento era como un dolor extraviado. La fuerza del oleaje le hacía tambalearse. Se paraba y ponía vanos empeños por amarrar el cabo del olfato. Volvía tímido la cabeza, para mirar cuán solo estaba. Entonces su grito lastimero hacía un rasguño en el viento. Volvía atrás con igual premura; miraba al andar hacia el cielo, como si nadara. La pita lo seguía dócil, marcando un surco en el polvo por un instante. Era como un amor náufrago. Buscaba al amo, perdido en el ventarrón. A lo lejos, como un punto negro en la explanada, iba nadando hacia lo incierto. Aquella cosa tan mísera, bajo el furor del cielo, era un dolor grandioso.
   Entre madejas de polvo y cáscaras doradas, apoyado al tanteyo en el palo y al tanteyo la mano en el cielo, el viejo topó a una alambrada y llamó ya sin esperanza:
   - ¡Mirto, Mirto!…
Salarrué

sábado, 15 de octubre de 2011

ELTRÁNSITO


CONCEPTOS CLAVE DEL MUNDO MODERNO

"EL TRÁNSITO”

Antonio Campillo Ruiz


   “Se denomina “tránsito” a la franja de la jornada empleada por un profesional en desplazarse al trabajo y volver a casa”. Así se inicia el  cortometraje “El tránsito” de Elías León Siminiani, 2009. 





   En este matemático y exacto cortometraje, realizado con medios técnicos que facilitan un montaje digital y su visionado en alta definición, Siminiani es implacable con el mundo moderno. Supongo que el no prestar demasiada atención a los planos desequilibrados, a la gente ni al caos general, ratifica la impresión de inmediatez que quiere comunicar.



   Las hipótesis sobre conceptos básicos: produccionismo, diversión, conversación y pensamiento toman forma y el espectador se encuentra inmerso en el desarrollo programático que activa enormemente su percepción mediante alteraciones visuales, sazonadas con un texto demoledor, que impiden el conformismo y saturan su identificación con el razonamiento expresado. 


    La propia percepción de realidades personales provoca un estado opresivo y de indignación que casi se convierte en pequeña sonrisa de alivio cuando se descubre, como en otros muchos hechos sociales, que solo se trata de “el sueño americano”. Ese sueño se encuentra lejos o cerca del ciudadano según su implicación en “el tránsito” para producir ... ¡y poder descansar!



A LOS LECTORES.- El vídeo “El tránsito” posee calidad HD. Es posible que, según los servidores y la velocidad contratada, se detenga la proyección para cargar una y otra vez. Una vez iniciada la proyección se recomienda pausarla durante unos minutos y seguir con el visionado posteriormente.