jueves, 31 de mayo de 2012

LUIS DE GÓNGORA

ROPA SUCIA

María Luisa Arnaiz Sánchez

Adoración del becerro, Picabia, 1941-42

   Hablaba el día 27 de este mes acerca de las denuncias vertidas contra los inquisidores corruptos, si bien me ceñía a dos que hubo en mi ciudad. Decía que esos prepotentes eran amparados por su propia institución, que “aun cuando pudiese no aprobar sus actos, siempre los apoyaría frente a las quejas…La Suprema…rara vez castigaba y siempre protegía a los ofensores”. Pues bien, cuánto me ha alegrado el descubrimiento de la hispanista Amelia de Paz, nada menos que cinco hojas manuscritas de Góngora sobre un inquisidor de Córdoba, Alonso Jiménez de Reynoso, al que denunció por estar amancebado con María de Lara y por haber hecho “a costa del rey” una entrada en la muralla que le facilitara la comunicación directa entre dos dependencias. Que tuviera una amante es indiferente pese a que la relación era “muy pública y escandalosa” según la investigadora, pero una vez más vuelvo a la hipocresía e intolerancia de quienes quitaban la vida y la honra pretendiendo que se profesara una sola fe: el catolicismo. Mi cita de H. C. Lea confirma lo dicho por Amelia de Paz: “Reynoso fue sancionado. Lo suspendieron y lo trasladaron a otro tribunal, algo que en realidad fue un ascenso porque lo mandaron a Valladolid, que era una plaza más importante que Córdoba”.

Dresseur d’amimaux, Picabia, 1937

   Fragmento del texto gongorino:

   “Ýtem, e oýdo deçir a Áluaro de Vargas, paje que fue del dicho ynquisidor, como la dicha doña María era su amiga y entraba y salía en su casa muy de hordinario, y la tenía veinte y treinta días en un aposento alto que llaman de la Torre, donde la entraban por una escalera falsa que está en la prinçipal que sube a su quarto, y para tener correspondençia a su aposento hiço romper a costa del Rey la muralla de nueue pies en ancho, y el dicho Vargas la bio abrir y trabajar en ella como agora se puede ber por vista de ojos; y que quando el dicho ynquisidor dormía con la susodicha doña María lo echaba él de ber en quatro y seis camisas que abía él mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas las immundiçias y suçiedades hordinarias de semejantes actos, como lo dirá el dicho Áluaro de Vargas.

La nuit espagnole, Picabia, 1922
  

miércoles, 30 de mayo de 2012

TRIDIMENSIONALIDAD

PERCEPCIÓN Y TERCERA DIMENSIÓN

Antonio Campillo Ruiz


   La proyección de un film, en cualesquiera de los medios que la ciencia ha investigado e inventado para ello, se ha realizado siempre en una pantalla de dos dimensiones. En las proyecciones clásicas el espectador siempre ha considerado que las imágenes poseían tres dimensiones y nunca ha sido así. La tercera dimensión espacial es fruto de una ilusión cuando se proyecta de forma clásica y es una ilusión virtual gracias a la técnica especial de superposición de imágenes y a las gafas polarizadas, pues entre ambas se produce la sensación virtual de tridimensionalidad.


   Pero, ¿cómo se imaginaba el espectador la tercera dimensión inexistente? La respuesta es tan sencilla como la propia ilusión de apreciarla: por el movimiento virtual de la imagen. Sí, virtual. El movimiento no existe en la imagen, existe en la mente del espectador, es decir, en la pantalla sólo se proyectan imágenes estáticas. La velocidad de proyección y la persistencia retiniana son las que se ocupan de hacer que el espectador perciba el supuesto movimiento y mediante este se aprecia la sensación tridimensional. Ahora bien, ¿se percibe en dos direcciones de proyección o sólo en una?


   Dos investigadores de la percepción, Norman McLaren y Evelyn Lambart, trabajadores en The National Film Board of Canada, L’Office National du Film Canada, preocupados por estos fenómenos fisiológicos que la técnica aprovecha para conseguir que el espectador capte, en su posible realidad, la imagen proyectada, iniciaron un estudio para demostrar que la sensación de movimiento, percibida mentalmente por el espectador, era capaz de producir la sensación de tridimensionalidad en la pantalla.

   El estudio se realizó con “Lines vertical”, “Lignes Verticales”, 1959, y en él Norman McLaren y Evelyn Lambart demuestran la teoría de la percepción tridimensional.

La atención visual y el visionado a plena pantalla favorecen la percepción del vídeo.

¿Han percibido ustedes supuestas imágenes tridimensionales conforme las líneas se mueven más o menos rápidas y hay más o menos de ellas en la pantalla?

   Del mismo modo, con “Lines horizontal”, “Lignes Horizontales”, 1960, Norman McLaren y Evelyn Lambart completaron su investigación demostrando que en sentido horizontal el movimiento genera igualmente una sensación tridimensional. 

La atención visual y el visionado a plena pantalla favorecen la percepción del vídeo.


¿Han percibido ustedes supuestas imágenes tridimensionales conforme las líneas se mueven más o menos rápidas y hay más o menos de ellas en la pantalla?

martes, 29 de mayo de 2012

SAN SEBASTIÁN, UN TRÍO

TRIÁNGULO PIADOSO

María Luisa Arnaiz Sánchez

San Sebastián atendido por Santa Irene y su criada,
 Dirck van Baburen (atribuido), c. 1615

   Del siglo XVI al XVII hubo un cambio en la imaginería de san Sebastián, el santo que ocupó el lugar de Apolo y del mítico Adonis llorado por Afrodita. Si en el Renacimiento su imagen sirvió como pretexto para pintar desnudos masculinos, dando salida a las pulsiones de algunos artistas, en el Barroco ganó terreno la leyenda hagiográfica de Irene, una viuda compasiva, y fue representado por lo general acompañado de la luego santa y su criada en una composición triangular estable, salvo excepciones como la inestable del cuadro que abre la página. ¿Qué llevó a la modificación iconográfica?, ¿se la incitó a propósito? El hecho es que la Iglesia católica aprovechó el renovado motivo para difundir su idea de caridad.

San Sebastián cuidado por Santa Irene y su criada,
Hendrick Terbrugghen, 1625

San Sebastián atendido por Santa Irene a la luz de una linterna, 
George de La Tour, 1630

San Sebastián curado por Santa Irene y una esclava,
Matthias Stomer, 1640-50

Saint Sébastien soigné par Sainte Irène, Antonio Zanchi

San Sebastián curado por Santa Irene, Antonio de Bellis

San Sebastián atendido por Santa Irene y su criada, Ribera

San Sebastián atendido por Santa Irene, Antonio Belluc

lunes, 28 de mayo de 2012

TÉCNICA Y TENSIÓN

ARGUMENTO Y ANIMACIÓN

Antonio campillo Ruiz


   A veces la animación ha sido considerada como un género sencillo: caricaturas graciosas y acciones imposibles de imaginar de ser los intérpretes actores humanos. Sin embargo, a pesar de sus miles de dibujos de costosa realización la principal atracción de estos corto o largometrajes no reside en ellos, pues con mucha frecuencia es el contenido argumental su verdadero atractivo. Por orden cronológico vamos a disfrutar de tres cortometrajes animados de muy diferentes características.


   Cuando en el lejano 1977 del siglo pasado The National Film Board of Canada presentó “The Bead Game”, “Histoire de Perles”, de Ishu Patel, la animación se realizaba con dibujos reales en transparencias superponibles. No existían los ordenadores. La velocidad de transformación de las imágenes y la perfección de enlace entre las mismas determinaba su costoso trabajo y calidad y todo ello con una base argumental que profundizaba en conceptos, hechos o sensaciones importantes. La visión de este cortometraje animado es sorprendente por sus cualidades técnicas irrepetibles en la actualidad y por la dura pero sencilla explicación de la evolución.

Es importante visionar el documento audiovisual a plena pantalla



   Continuando con el orden de producción cronológica, la productora Exclusive Short Films presentó en 1989 “Balance” de Christoph Lauenstein y Wolfgang Lauenstein, que obtuvo el Óscar al mejor cortometraje de animación junto a gran cantidad de premios. Realizada con tecnología digital, su técnica no es tan importante como su base argumental. ¿Avaricia, sed de mal, competitividad irrefrenable, impasibilidad ante el daño ocasionado? Estos cinco personajes, prisioneros de sí mismos y de sus pasiones, nos enseñan aspectos duros de la personalidad humana.
  

domingo, 27 de mayo de 2012

CORRUPCIÓN

INJUSTICIAS

María Luisa Arnaiz Sánchez

Kenne Gregoire

   Mientras leía ayer la denuncia hecha a mediados del siglo XVI contra el doctor Salazar y el licenciado Jerónimo Manrique, dos inquisidores que actuaron en Murcia, la estaba relacionando con la interpuesta por José Manuel Gómez, vocal del Consejo General del Poder Judicial, contra el presidente de dicho organismo, Carlos Dívar, por haber pagado con dinero público sus viajes particulares. Sigue lo que ocurrió en estos pagos.
   Cuando el notario Gregorio de Ardid los denunció ante la Suprema por amenazar y comprar testigos y por tener “hambre de que hubiese procesos”, ellos mandaron la genealogía del notario al Consejo de la Suprema y fue cesado fulminantemente (después sería procesado y condenado por transgredir “en cosas muy graves” el secreto del Santo Oficio). A raíz de las protestas Felipe II ordenó que se visitara el tribunal de Murcia y el licenciado Ayora abrió un proceso contra el inquisidor Manrique y lo acusó de noventa y tres cargos. Este solicitó ayuda al inquisidor general y se le exigió a Ayora que olvidara el asunto (quizás por eso fue nombrado obispo de Oviedo en 1567).

 Kenne Gregoire

   Pues bien, como escribía ayer en El País Mario Fernández Bravo: “Con el apresurado carpetazo que se ha dado al escándalo de los viajes…se viene a evidenciar los feudales y vergonzosos privilegios de que gozan los poderes públicos…De igual modo que el actual Gobierno indulta a políticos y militares sentenciados por sus excesos, se evidencia que la ciudadanía no goza de igualdad ante la ley cuando asistimos a estas tropelías. Todo huele a corrupción”. 

Kenne Gregoire

   H. C. Lea en su “Historia de la Inquisición española”, 1983, afirma respecto de los abusos que cometían los inquisidores: “Era el inevitable resultado de confiar un poder irresponsable a hombres generalmente…arrogantes que solo reconocían obediencia a la Suprema y pronto advirtieron que, aun cuando pudiese no aprobar sus actos, siempre los apoyaría frente a las quejas, y…dudaría mucho antes de comprometer la pretendida infalibilidad del Santo Oficio con su destitución o cualquier intervención pública…La Suprema…rara vez castigaba y siempre protegía a los ofensores”.
   Mutatis mutandis...

Kenne Gregoire

sábado, 26 de mayo de 2012

EL NIÑO DE VALLECAS

ALTAR DEL ARTE

Antonio Campillo Ruiz

El niño de Vallecas, Ramón Gaya, 1987

   “Es cierto que en la pintura de Velázquez no hay, propiamente, colores, pero no se trata de una carencia, sino de una... elevación, de una purificación…El niño de Vallecas es todo él como una elevación, como una ascensión. Todos los retratos velazqueños vienen a ser como altares, pero El niño de Vallecas es el altar mayor de su obra, el escalón supremo de su obra desde donde poder saltar, pasar al otro lado de todo, más allá de todo. En ese rostro tierno, manso, santo, animado por una sutil mueca agridulce, es donde con más limpieza parece producirse el sacrificio de la realidad, y también el sacrificio del arte.”

“Velázquez, pájaro solitario”, Ramón Gaya

viernes, 25 de mayo de 2012

THE PANIC

EPIGRAMA CONTRA STALIN

María Luisa Arnaiz Sácnchez

El coloso, Goya (atribuido), 1808-12

EPIGRAMA CONTRA STALIN

Vivimos sin sentir el país bajo nuestros pies,
nuestras voces a diez pasos no se oyen.
Y cuando osamos hablar a medias
al montañés del Kremlin siempre evocamos.
Sus gordos dedos son sebosos gusanos,
y sus seguras palabras, pesadas pesas.
De sus mostachos se carcajean las cucarachas,
y relucen las cañas de sus botas.
Una taifa de pescozudos jefes le rodea,
con los hombrecillos juega a los favores:
uno silba, otro maúlla, un tercero gime.
Y sólo él parlotea y a todos, a golpes,
un decreto tras otro, como herraduras, clava:
en la ingle, en la frente, en la ceja, en el ojo.
Y cada ejecución es una dicha,
para el recio pecho del oseta.

Osip Mandelstam, noviembre de 1933

jueves, 24 de mayo de 2012

AISLADOS

LOS ZOÉ

Antonio Campillo Ruiz

Joven mujer Awás

   Cuando Mitch Anderson habla o escribe de los Awás, una de las muchas tribus aisladas de la Amazonia, dice: “Si no podemos respetar el derecho de las últimas tribus del planeta que viven en aislamiento a decidir su propio destino, ¿en qué nos diferenciamos de los conquistadores de hace 500 años, a quienes con tanta contundencia condenamos por su violencia y avaricia?”

 Adolescente Awás

   Aislados y sin defensas del estado, los Awás están huyendo de los madereros ilegales que han invadido sus tierras. El ministro de Justicia de Brasil puede enviar a la policía para arrestar a los madereros e impedir que vuelvan pero se necesita dar un paso para que la injusticia no se consuma: la voluntad política del Estado para preservar a unos habitantes que viven en paz en sus tierras. Repito, en sus tierras.

La destrucción del medio

   ¿Cuántas tribus como esta sobreviven en la actualidad en una precariedad motivada por la ambición desmedida y la destrucción del medio? Muchas. Son muchas las tribus que en la Amazonia tratan de sobrevivir en un estado seminómada a causa de la desaparición de tierras de cultivo, caza y pesca, debido a la inmensa contaminación y deforestación que se consiente desde todos los países en desarrollo del mundo.

Deforestación de la Amazonia

   Los Awás empiezan a desaparecer de forma inexorable. Los cambios en sus costumbres, vestidos e incluso modernas herramientas, no dan tiempo a una evolución progresiva y lenta, muy lenta, como deben ser los hitos evolutivos para que el brutal choque cultural y de medios no contribuya a una asimilación, que no evolución.

Adolescentes Zoé

   Otra tribu, menos conocida debido a que la ubicación de su territorio es secreta, los Zoé, no posee nada que pertenezca al mundo moderno. La única excepción, claro está, ha sido posiblemente su sorpresa ante el avión que llevó a los reporteros del documento que se adjunta, al frente de los que se encuentra Luis Miguel Domínguez, y las extrañas vestimentas de estos humanos. Su vida cotidiana, sus costumbres, sus ritos, su respeto por todos los seres vivos, incluso los que cazan para comer, son un ejemplo a seguir frente a la suprema locura en la que vivimos las autodenominadas personas modernas.

El descanso de los Zoé 


NOTA URGENTE DE ÚLTIMA HORA:

Si está interesado en las últimas noticias, 3:34 de 24/05/12, acerca del maltrato a la Amazonia, entre en este enlace: 



Es muy importante visionar el reportaje a plena pantalla


miércoles, 23 de mayo de 2012

UNA AMANTE DE PICASSO

MARIE-THÉRÈSE WALTER

María Luisa Arnaiz Sánchez

Femme nue dans un fauteuil rouge 
(Marie-Thérèse), Picasso, 1932

   El 5 de octubre de 1935 nació una niña, inscrita como de padre “inconnu”, a la que su progenitor llamó María Concepción. Era Maya, la hija de Picasso y Marie Thérèse Walter. El pintor había conocido casualmente en 1927 a Marie Thérèse, suiza de diecisiete años, y solo cuando ella se quedó embarazada vio cómo su vida se complicaba. Aceleró los trámites para divorciarse de Olga Koklova, pues Marie Térèse quería casarse, y la madre de su hijo Paulo dejó el hogar. Convivieron hasta 1936 y el malagueño siempre achacaba a la situación que atravesaba España el no conseguir los documentos para la bodaMarie-Thérèse, en principio, significaba la paz, de la que estaba tan necesitado. Pero en cuanto esa paz tampoco fue posible a su lado, todo se fue precipitando hacia su desenlace finaldijo Picasso y así, cuando en enero de 1936 conoció a Dora Maar y empezó a compartir a las dos mujeres, la suiza se eclipsó. Rosalind E. Krauss afirma en “Los papeles de  Picasso” que “hasta 1940, la mantuvo encerrada como un enigma que repetidamente flotaba en sus lienzos” y, aunque el pintor no dejó de enviarle dinero, un día de 1977 Marie Thérèse apareció ahorcada en el garaje de su casa en Juan-les-Pins. Tenía sesenta y ocho años.

Marie-Thérèse coiffée d'un béret, Picasso, 1927

 El sueño, Marie-Thérèse, Picasso, 1932

Marie-Thérèse, Picasso, 1935

Marie-Thérèse, Picasso, 1937

Marie-Thérèse avec une guirlande, Picasso, 1937

Marie-Thérèse, Picasso, 1937

Marie-Thérèse acodada, Picasso, 1937

martes, 22 de mayo de 2012

¿CLONACIÓN?

EL TREN DE LAS SEIS

Antonio Campillo Ruiz

El viaje angustiado, Giorgio de Chirico

   Si al salir del colegio, vengo directamente a casa y por el camino no me paro con nadie, si hago los deberes a todo correr y meriendo en un periquete las seis galletas y el vaso de leche que mamá me deja sobre la mesa de la cocina todos los días, si salgo como un bólido a las cinco en punto y no me caigo rodando al bajar por la escalera como aquel día que me esperaba toda la familia montada en el coche para salir de vacaciones y a mí se me habían olvidado los patines, y subí y bajé como una exhalación, y rodé dos pisos seguidos, rompiéndome una pierna, y hubo que decir adiós a las vacaciones y pasar todo el verano largo y horrible, quieta en la cama sin moverme, aguantando encima las malas caras de todos, que parecía como si yo me hubiera roto la pierna para fastidiar.
   Bueno, pues si, como os decía, salgo a las cinco en punto de casa, y cojo el autobús que para cerca de la estación, y este no encuentra en el trayecto demasiados semáforos en rojo, y en las paradas no suben muchas de esas personas que se eternizan sacando los cambios del monedero, tal vez logre llegar a tiempo para coger el tren de las cinco y veinte. Y suponiendo que éste llegue puntual a Köln, quizá pueda entonces comprobar que es mentira cuanto papá dice sobre la inexistencia de esa otra niña rubia, idéntica a mí, de la que cada vez con más frecuencia nos habla la gente, esa niña que toma todas las tardes en Köln el tren de las seis.
   Porque la podré ver con mis propios ojos. Y me acercaré a ella, y tal vez hasta me atreva a hablarle. Pero entonces ¿qué puede ocurrir? Quizás me cuente cosas que no deseo oír, como por ejemplo que en otras estaciones de otros países también cogen el tren de las seis niñas copias como yo, que todo es cuestión de irlo verificando. Cosas así de horribles y muchas más y peores que no me puedo ni imaginar.
   Pero también puede suceder que acabe los deberes, me coma las galletas, me beba el vaso de leche y no salga de casa para nada, y nunca más pregunte por esa otra niña que coge en Köln el tren de las seis, y me olvide de toda esta historia para siempre, y no vuelva a pensar en ella, ni siquiera ese día probable en que me encuentre a esa niña esperándome a la salida del colegio o mirándome con ojos extraños como ahora desde el umbral de la puerta de mi cuarto.
   Porque si hago como que no la veo, y soy prudente y sensata y todas esas cosas que suelen ser los mayores, e intento además, escapar siempre como de la peste de todo aquello que no entiendo, como aconseja mi padre, tal vez consiga entonces llegar a ser una persona adulta, capaz y aburrida como ellos.
Julia Otxoa


PUBLICACIÓN PROGRAMADA

lunes, 21 de mayo de 2012

INFIDELIDAD

TRAGEDIA

Antonio Campillo Ruiz

Mujer con camisa, André Derain

TRAGEDIA

   María Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga. Se casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas, reglamentadas como árboles de paseo. Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos. Ella no podía comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. María era fiel, perfectamente fiel. ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba a su amante. ¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo?
   Así, cuando el marido cogió el revólver, ella abrió los ojos enormes, no asustados sino llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo. Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue feliz, muy feliz, sintiendo solo que es un poco zurda.

Vicente Huidobro

PUBLICACIÓN PROGRAMADA

domingo, 20 de mayo de 2012

CAPRICHO XXXII

PORQUE FUE SENSIBLE

María Luisa Arnaiz Sánchez

Porque fue sensible, Goya. Capricho nº 32

1.    La mujer de Castillo. Las muchachas incautas vienen a parar a parir a una prisión por demasiada sensibilidad.
2.    ¡Como ha de ser! Este mundo tiene sus altos y bajos. La vida que ella traía no podía parar en otra cosa.

   Camón Aznar se preguntó: “¿Qué quiere decir Goya al explicar que esta mujer está en prisión por ser sensible?” El más reciente y completo comentario del Capricho número 32 es el de Arturo Ansón en la edición de los Caprichos realizada por Caixavigo: De gran patetismo resulta la figura de esa mujer encarcelada, que llora su desgracia. Fue sensible al amor, que sólo le trajo desdichas...Sin duda, el caso de esta joven, María Vicenta Mendieta, que, en unión de su amante Santiago San Juan, mató a su marido, Francisco Castillo, fue un suceso muy célebre, que causó gran sensación y apasionamiento en varias regiones de España. Goya conoció bien el caso sucedido en marzo de 1798, pues como ha dado a conocer recientemente Antonio Astorgano -“La mujer de Castillo, Goya y Meléndez Valdés”-, fue su amigo Meléndez Valdés, fiscal de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte de Madrid, quien se encargó de la acusación, demostró brillantemente su culpabilidad en el asesinato del marido, hecho con premeditación, y logró una sentencia de muerte para ambos encausados”. Los dos murieron a garrote vil.

PUBLICACIÓN PROGRAMADA.
  

sábado, 19 de mayo de 2012

CAPRICHOS XXIII Y XXIV

AQUELLOS POLVOS

María Luisa Arnaiz Sánchez

Aquellos polvos, Goya. Capricho nº 23

1.    Auto de fe. Un vulgo de curas y frailes necios hacen su comidilla de semejantes funciones. Perico el cojo que daba polvos a los enamorados.
2.    ¡Mal hecho! A una mujer de honor, que por una friolera servía a todo el mundo diligente, tan útil, tratarla así. ¡Mal hecho!

   El tribunal de la Inquisición se abolió definitivamente en España por decreto de 15 de julio de 1834, aunque, como dijo Caro Baroja, no desapareció el espíritu inquisitorial en nuestro país. Incluso esta lámina fue denunciada al execrable tribunal, que pervive bajo el nombre de Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe con el fin de controlar las conciencias (Joseph A. Ratzinger fue su prefecto antes de ser Benedicto XVI). Mientras el público asistía a la vejación impuesta a una mujer, el albañil Casimiro Sánchez era encerrado indefinidamente en un convento porque, espoleando a su burra, había mentado a la Virgen y otros santos y la había llamado “Fernando VII”.

No hubo remedio, Goya. Capricho nº 24

1.    Encorozada: era pobre y fea, ¿cómo había de haber remedio?
2.    A esta señorita la persiguen de muerte; después de escribirla la vida, la sacan en triunfo. Todo se lo merece y, si lo hacen por afrentarla, es tiempo perdido. Nadie puede avergonzar a quien no tiene vergüenza.

   El primer comentario, el de Ayala, es cínico aunque resuma el porqué de la condena; el segundo, el atribuido a Goya, es mordaz, “sacan en triunfo”, y taimado, “se lo merece”, tal vez porque quería el pintor precaverse de posibles pesquisas.

PUBLICACIÓN PROGRAMADA.

  

viernes, 18 de mayo de 2012

CAPRICHOS XXI Y XXII

¡CUAL LA DESCAÑONAN!

María Luisa Arnaiz Sánchez

¡Cuál la descañonan!, Goya. Capricho nº 21

1.    Los jueces hacen capa a los escribanos y alguaciles para que roben a las mujeres públicas impunemente.
2.    También las pollas encuentran milanos que las despluman y aun por eso se dijo aquello de: “Donde las dan, las toman”.

   Otra escena que prolonga el tema de las dos precedentes porque, con la protección de un juez, dos representantes de la justicia, un escribano y un alguacil con cara y uñas de perro, despluman a una puta, caracterizada como ave con cara de mujer. El despropósito es parecido al que les sucedía a los hombres en las láminas anteriores aunque en esta hay algo inquietante: el ensañamiento de la Justicia con las que satisfacen sexualmente a quienes las buscan. En “El arte de las putas” Nicolás Fernández de Moratín escribe que los alguaciles acosaban a las rameras “no con deseos de extinguir lo malo, pues comen con sus delitos”. O sea, la extorsión se protegía.

¡Pobrecitas!, Goya. Capricho nº 22

1.    Las rameras pobres van a la cárcel; las de rumbo adonde les da la gana.
2.    Vayan a coser las descosidas. Recójanlas, que bastante anduvieron sueltas.

   Como se ve, Goya no era hipócrita ante el tema de la prostitución (incluso se retrató en la lámina número diecinueve presumiblemente  porque acudía a las putas), de manera que solo ofrece una realidad tolerada en las sociedades de todos los tiempos. Lo que critica es la diferente vara de medir con que se juzga a las pobres, que aquí son conducidas al penal de San Fernando (Cádiz), donde el 14 de julio de 1816 murió Francisco de Miranda, el general que, inspirándose en Colón, concibió la gran Colombia.


PUBLICACIÓN PROGRAMADA.

jueves, 17 de mayo de 2012

CAPRICHOS XIX Y XX

TODOS CAERÁN

María Luisa Arnaiz Sánchez

Todos caerán, Goya. Capricho nº 19

1.    Toda especie de avechuchos, militares, paisanos y frailes, revolotean alrededor de una dama medio gallina; caen y las mozas los sujetan por los alones, los hacen vomitar y les sacan las tripas.
2.    ¡Y que no escarmienten los que van a caer con el ejemplo de los que han caído! Pero no hay más remedio: todos caerán.

   Una muchacha despluma un ave-hombre que vomita, mientras por el culo otra le mete un tubo o palo; entre tanto una contrahecha vieja mira rogando al cielo, donde diversos pájaros-hombre (incluso Goya a la izquierda) acuden al señuelo de un ave-mujer con un lunar cerca del ojo (como Goya había pintado a la infanta María Josefa). La estampa habla de los beneficios de la prostitución.

 
Ya van desplumados, Goya. Capricho nº 20

1.    Después de desplumados, los avechuchos son arrojados a escobazos; uno baja cojo y bizmado, y dos padres reverendísimos, con sus rosarios al cinto, les guardan las espaldas y celebran las burlas.
2.    Si se desplumaron ya, vayan fuera, que van a venir otros.

   Esta composición continúa la anterior por lo que solo diré que la escena es contemplada por dos frailes a tenor del rosario que lleva uno en la cintura.

PUBLICACIÓN PROGRAMADA.

miércoles, 16 de mayo de 2012

CAPRICHOS XVII Y XVIII

BIEN TIRADA ESTÁ

María Luisa Arnaiz Sánchez

Bien tirada está, Goya. Capricho nº 17

1.    No puede haber cosa más tirada por los suelos que una ramera. Bien sabe la tía Curra lo que conviene estirar las medias.
2.    ¡Oh!, la tía Curra no es tonta. Bien sabe ella lo que conviene que las medias vayan estiraditas.

   La “madre”, la encargada de una casa de lenocinio (si hombre, “padre”), contempla a la joven que se viste, apoyando su pie en un brasero. El doble sentido de “tirada” juega su papel en el título, pues alude tanto a la mujer como a la media. Baudelaire se refirió a esta lámina en “Las flores del mal”: “Goya, cauchemar plein de chose inconnues, / de foetus qu’on fait cuire aun milieu des sabbats, / de vieilles au miroir et d’enfants toutes nues, / pour tenter les démons ajustant bien leurs bas”.

Y se le quema la casa, Goya. Capricho nº 18

1.     No acierta a ponerse ni quitarse los calzones un viejo que se arde todo de lascivia.
2.     Ni acertará a quitarse los calzones ni dejar de hablar con el candil hasta que las bombas de la villa le refresquen. ¡Tanto puede el vino!

   Resulta llamativa la diferencia entre los comentarios de Ayala y de Carderera. El hombre, sin duda, parece obnubilado y no se percata de que el candil colgado en la silla acaba de prenderle fuego. Pero, si se atiende al comentario del dibujo preparatorio de este capricho, donde se lee: “Espartero borracho que no acierta a desnudarse y dando buenos consejos a un candil incendia la casa”, se comprende que se trata simplemente de un borracho. La relación entre lascivia y fuego solo ocurre en la mente de Ayala.

PUBLICACIÓN PROGRAMADA.