FANTASÍA SUBMARINA
Antonio Campillo
Ruiz
CHAPITRE I
RUMEURS ALARMANT!
«Dans l'année 1868 le
monde maritime a été alarmés par les rumeurs d'un monstre vengeur sur le lâche.
Une série d'événements étranges s'est abattue sur certains navires de croisière
des mers du Sud...”
Así iniciaba Julio Verne una de sus obras más famosas: “Vingt mille lieues sous les
mers”.
CHAPTER I
ALARMING RUMOURS!
“In the year 1868 the shipping world was alarmed by rumours of an
avenging monster on the loose. A series of strange events befell certain
vessels cruising the great South Seas and travel …” Así se inicia “20,000 Leagues Under the Sea”, “20.000 Leguas de viaje submarino” de Richard Fleischer, 1954.
Basada en una de
las novelas más leídas de su autor y con un espléndido guión de Earl Felton,
Richard Fleischer realizó la versión que más fielmente representa la inmortal
novela. La imaginación, la visión futurista y su fascinante atractivo, hacen de
Julio Verne un visionario científico que, basándose en hechos cotidianos (noticias
o supercherías sociales), ideó un mundo por llegar con un acierto sorprendente.
En 1868 hablar de un submarino que viajaba gracias a una “energía potentísima”, que poseía una base con los “generadores de esa energía” vital para la nave, resultó una teoría tan fantástica como posible ha sido en el futuro.
Cuatro grandes
personajes representan el espectro de una sociedad en la que se han
desarrollado en función de sus vivencias: Nemo,
(James Mason), exigente y convincente Capitán
del Nautilus cuya tripulación ha vivido una situación similar a la suya y se muestra fiel y confiada en alcanzar su objetivo; Ned Land (Kirk Douglas), arponero, pendenciero, vividor y de grandes principios éticos; Profesor
Pierre Aronnax (Paul Lukas), entusiasta de la ciencia y su posible
aplicación mundial; y Conseil
(Peter Lorre), personaje oscuro y taimado. Entre ellos surgen unas diferencias
acerca de diversos sucesos que van definiendo progresivamente los caracteres y
acciones de cada uno.
Una fotografía de Franz Planer
difícil para la época de rodaje, unos efectos especiales que
parecen simples pero que fueron los pioneros para llegar a
los que disfruta el cine hoy, más la dirección artística de John Meehan y
Harper Goff (fuera de créditos), lograron que en unos decorados demasiado
grandes para el espacio de los verdaderos submarinos se consiguiese
uno de los filmes de aventuras que más hizo soñar y leer a los
adolescentes interesados por esos “monstruos metálicos” y sus “fuentes
energéticas”.
En la importante
conversación entre el Capitán Nemo y el Profesor Pierre Aronnax
el espectador comprende y empieza a identificarse con ambos personajes:
Nemo: “¿Sabe usted por
experiencia hasta dónde puede llegar el amor?”
Prof. Aronnax: “Sí, no
tiene límite”
Nemo: “Pero lo que no
comprenderá nunca es el poder inmenso del odio. ¡Puede llenar tanto el corazón
como si fuera el propio amor!”
Prof. Aronnax: “Lo
siento por usted. Es un amargo sustituto.”
“20.000 Leguas de viaje submarino” obtuvo dos Óscar: mejor dirección artística y
mejores efectos especiales, tres nominaciones a otras secciones y
numerosos premios nacionales e internacionales.