viernes, 28 de septiembre de 2012

FÍSICA CUÁNTICA I

FÍSICA Y CREATIVIDAD: PARTÍCULAS

Antonio Campillo Ruiz


              “Gravitation is not responsible                   “Sin ciencia, el amor es impotente;
                for people falling in love”.                         sin amor, la ciencia es destructiva”.
                               Albert Einstein                                                         Beltrand Russell


   Los cimientos históricos de la física moderna se han construido con dos tipos de materiales y con irascible enfrentamiento entre ambos, aunque los dos sean ciertos pero separadamente. Por fortuna, esta superada enemistad ha llegado a su fin y fue creada por tres conflictos. El primero de ellos se refiere a la desconcertante propiedad del movimiento de la luz, descubierto nada menos que en el siglo XIX. La diferente interpretación de Isaac Newton, que aseguraba que, si alguien era capaz de correr tan veloz como la luz, podría ir paralelo a un rayo de ella, y la de James Clerk Maxwell que defendía que tal hecho era imposible, fue resuelta por Albert Einstein y su teoría especial de la relatividad, haciendo que nuestro entendimiento del espacio y el tiempo cambiase. El segundo llegó de la mano de una de las conclusiones de Einstein, que exponía que ningún objeto podía viajar a más velocidad que lo hace la luz (300.000 km/seg). Esta conclusión ocasionaba una grave distorsión en la teoría de la gravedad de Newton y su perfecto funcionamiento experimental, de modo que Einstein volvió a resolver el conflicto en su teoría de la relatividad general de 1915, en la que enunciaba un nuevo concepto de gravedad. Esta nueva teoría llevó al tercer conflicto, el más importante y trascendental en este momento: la relatividad general y la mecánica cuántica son incompatibles. Ambas son ciertas independientemente pero no a la vez. Y este sí que es un verdadero conflicto porque los grandes avances en la investigación de la materia que se han realizado en los últimos cincuenta años, el estudio de lo enormemente pequeño, no se aviene con el estudio de lo enormemente grande.


   Durante tres décadas Einstein buscó incansablemente la teoría unificadora de la Física, una teoría que fuese capaz de tejer con los dos tipos de hilos, el de la relatividad y el de la mecánica cuántica, una tela bordada por la belleza y delicadeza de las dos teorías. No lo consiguió. No tenía ni los avances técnicos que existen en este momento ni los medios para aproximar el bello y ordenado caos de las partículas subatómicas a las majestuosas galaxias y cúmulos estelares.


   En la década de 1930 Thomson, Rutherford, Bohr, Chadwick, y otros investigadores, establecieron la estructura del átomo como un sistema solar en el que el núcleo semejaba un sol con sus planetas, los electrones, que orbitaban sin cesar a su alrededor. Este modelo, que no se asemeja a la realidad de la estructura de la materia, se sigue reproduciendo y estudiando en los libros de texto actuales. En 1968, gracias a las experiencias con aceleradores de partículas, se descubrió que los protones y neutrones, partículas inicialmente tratadas como fundamentales componentes del núcleo, no eran tales ya que estaban constituidas por otras más pequeñas y Murray Gell-Mann, que ya las había intuido con anterioridad, las denominó quarks.


   Así, el quarks existe en dos variedades: "arriba" ("up") y "abajo" ("down"). Un protón está formado por dos "up" y un "down" y un neutrón por dos "down" y un "up". A principio de la década de 1930 Wolfgang Pauli predijo la existencia de una tercera partícula en el núcleo, el neutrino, la "partícula fantasma" por su difícil interacción con otras y por ser rara de ver, si bien confirmada en 1950 por Frederick Reines y Clyde Cowan. Utilizando experimentos con tecnología cada vez más poderosa, cuatro nuevos quarks: "encanto" ("charm"), "extraño" ("strange"), "fondo" ("bottom"), "cima" ("top"), y un pariente más pesado del electrón, "tau", se añadieron a la larga lista de partículas subatómicas encontradas.


   Desde este momento histórico la Física cuántica brilló con una espléndida luz propia y se iniciaron descubrimientos científicos tan sugerentes e importantes que la estructura íntima de la materia, lo enormemente pequeño con su caos desenfrenado, ayudó a entender hechos que jamás habrían podido ser soñados por quien provocó este torrente de descubrimientos: Albert Einstein.

Es importante visionar el documental a plena pantalla. 


miércoles, 26 de septiembre de 2012

LA MÚSICA Y LOS SENTIDOS

OIGAMOS Y VEAMOS

Antonio Campillo Ruiz


   Cuando Temistocle Solera escribió el libreto y Giuseppe Verdi compuso la música de“Nabucco”, sumido en una destructiva depresión por su desgracia familiar, ninguno de los dos pudo imaginar que un tema bíblico, y especialmente su “Va pensiero”, se convertiría en el símbolo e himno del Risorgimento contra la dominación austriaca. A la vez que VERDI pasó a ser el acrónimo de Vittorio Emanuele Re d’Italia, Giuseppe Verdi imprescindible figura de la lucha contra el invasor, dedicó casi toda su vida a la política pero, independientemente del anecdotario histórico que no puede ser obviado, cuando escuchamos ese coro de lamentos, esa multitud de vidas esclavizadas, con las cuidadas y casi mínimas notas de un violín que se entrecruza entre ellas, la sensibilidad del espectador fluye hacia el exterior de su piel y eriza los cabellos de toda ella por este alarde de tristeza y fortaleza ante la adversidad.



   No solo en la ópera se manifiesta una belleza y creatividad que brilla con luz propia. La cantante y compositora inglesa Beth Gibbons, del grupo de trip-hop Portishead, ocupaba el tiempo de descanso de su trabajo en la granja familiar en leer poemas, prosa y escuchar música. Nadie de su familia comprendía este extraño comportamiento. Lentamente, el aprendizaje autodidacta de Beth dio sus frutos y actualmente poder escuchar una de sus composiciones, interpretada por ella, es un deleite para los sentidos. Su canción “Mysteries” lo confirma.





   Romeo y Julieta”, Op. 64, “Ромео и Джульетта”, es un ballet que terminó de componer Sergéi Prokófiev, basándose en una síntesis de Adrian Piotrovsky sobre la obra “Romeo y Julieta” de William Shakespeare en 1935, para el Ballet Kirov. El Bolshoi lo rechazó y la obra sufrió modificaciones hasta que el 30 de diciembre de 1938 se estrenó completa en el Teatro de Mahen en la República Checa. Su “Danza de los caballeros”, Танец рыцарей”, en el cuadro 13 perteneciente a la escena segunda, posee una música tan espléndida, marcial, impetuosa y delicada, como una presentación hablada por los personajes.



   Alain Souchon, cantautor, al igual que Beth Gibbons, a pesar de su fama como cantante y actor desde los años 80 del siglo pasado, sigue siendo casi desconocido para el resto del mundo. Le sucede lo mismo que a los cantautores españoles, a los que en más de una ocasión me he referido en estas páginas. Su canción “Foule sentimentale”, “Multitud sentimental” (para mí ”Somos unos sentimentales”), fue compuesta en 1993 y obtuvo innumerables premios y reconocimientos. En 2005 se la reconoció como la mejor canción original de los últimos 25 años con el premio “Victoire des Victoires”.





   “Boléro”, ballet créé par Maurice Béjart en 1960. Il peut être dansé par une femme ou par un homme… La conjunción de cuerpos y la gran imaginación de quien realizó escenografías tan famosas como “La consagración de la primavera”, nos envuelve lentamente, como la entrada de los distintos instrumentos, en un mundo de fantasía visual y auditiva. Pareciese que Béjart aplica uno de sus célebres pensamientos: “Si puedes bromear sobre algo tan serio es que has alcanzado la libertad”.



lunes, 24 de septiembre de 2012

ENCUENTRO APREMIANTE

MAX FUND Y SU CUARTO VIII

Antonio Campillo Ruiz

El callejón, Max Fund

      En esta imagen de la serie “El cuarto” Max Fund utiliza medios digitales para crear la representación de un encuentro sexual acuciante y furtivo dentro de un callejón, a cuya entrada ha situado “Étude de chien de Terra-Nuova” de Gérôme, conocido también, para mayor sarcasmo del espectador, como “L'Attente”, “La espera”. ¿A quién aguarda el perro? No importa. En breve las pulsiones estarán satisfechas y la pareja desaparecerá. ¿Cada uno por su lado? ¿Juntos? Ha sido un encuentro efímero y de servidumbre pública el escenario. A veces, estas secretas escaramuzas pertenecen a unos sueños que jamás se realizarán y son el sustrato de excitaciones buscadas. En otras ocasiones, conseguida la especial situación soñada, el placer alcanzado es suficiente para volver a procurar otro momento como el vivido.

Étude de chien de Terra-Nuova, Jean-Léon Gérôme, 1852 

viernes, 21 de septiembre de 2012

IMPERIALISMO

UNA GUERRA LLAMADA IMPERIALISMO

Antonio Campillo Ruiz

Acorazado Maine 

   Al redactar y lograr que se aprobase una enmienda a la resolución de guerra contra España, que el presidente William McKinley presentó en un discurso ante el Senado el 11 de Abril de 1898, el senador por el estado de Colorado, EEUU, Henry M. Teller, expresaba que EEUU no quería ejercer la soberanía, el poder, ni la jurisdicción sobre Cuba, sino lograr su pacificación y, una vez conseguida, dejar el control y el Gobierno de la isla al pueblo cubano, consiguiendo que su aparente gesto altruista tuviese una gran importancia futura. El presidente William McKinley, republicano, hacía poco tiempo que había ganado las elecciones presidenciales al demócrata Grover Cleveland. 

Senador Henry M. Teller


   Años antes, a un acorazado de segunda clase, el Maine, que nació obsoleto el mismo día de su botadura, el 18 de noviembre de 1889 (ni siquiera sus cuatro pobres cañones de 25 cm. podían disparar hacia las bandas de babor ni estribor y debía mantener unos cañones adicionales), se le ordenó proteger los intereses de EEUU en La Habana el 25 de enero de 1898, cuando Cuba se rebeló contra el dominio colonial de España. Este destino fue el más cercano que tuvo el Maine, símbolo del poderío norteamericano, durante la guerra porque a las 21h 40 m. del día 15 de febrero de 1898 la explosión de más de cinco toneladas de explosivos destruyeron totalmente 30 metros de la proa del barco, hundiéndose, casi instantáneamente, el resto. De los 374 oficiales y tripulación del Maine, que se encontraban en sus lugares de descanso, murieron 274 marinos, casi todos tripulantes puesto que tenían sus camarotes en la zona de proa. Los oficiales sufrieron menos bajas puesto que sus camarotes se encontraban en la zona de popa. 

El acorazado Maine hundido

Presidente Grover Cleveland 

Presidente William McKinley

   El último discurso del presidente Cleveland dio paso a otro, del presidente McKinley, más controvertido y azuzado por publicaciones que, aunque ya se difundían desde hacía meses, ahora eran más exaltadas. Los grandes de la información periodística, “New York Journal” publicado por William Randolph Hearst y “New York Word” de Joseph Pulitzer, se encargaron de minar y desprestigiar con falsas noticias a España, sin tener en cuenta si la colonización de Cuba, a pesar de las escaramuzas entre españoles y cubanos, se encontraba en proceso de solución: “Al infierno con “la justicia y el honor” de España” decía uno de los titulares de un periódico de Hearst en 1898.

William Randolph Hearst

                             Joseph Pulitzer

   Uno de los motivos que arguyeron estos periodistas de pacotilla amarilla fue la explosión del Maine: a primeros de Marzo, un tribunal de investigación concluyó, inexplicablemente, que el suceso se había debido a la explosión de una mina. Investigaciones posteriores demostraron que la causa de la explosión del Maine fue la combustión espontánea de las municiones del barco. A pesar de todo, se siguió declarando que España no “había protegido” adecuadamente al acorazado.


   En cualquier caso, y sin tener en cuenta motivaciones preexistentes, el periodista Albert Shaw escribió en abril de 1898: “Al margen de quién sea el responsable del incidente del Maine, resulta obviamente cierto que la gran mayoría del pueblo estadounidense espera que el presidente McKinley aproveche la ocasión para asegurar la completa pacificación y la independencia de Cuba. Hay muy pocas personas –no más de un centenar en una población de 75 millones– que crean que Estado Unidos deban unir sus esfuerzos a los de España para obligar a los insurgentes a que entreguen las armas y acepten la soberanía de España como una condición permanente pero respetando su idiosincrasia. No se debe olvidar que –en opinión de los estadounidenses– semejante proposición rayaba la insolencia y la infamia… El pueblo estadounidense no pretende ayudar a España para que conserve Cuba. Por el contrario, está dispuesto a ayudar –de una forma u otra– a los cubanos a expulsar a los españoles del hemisferio occidental. Si no aprovechamos la ocasión y la dejamos pasar permitiendo que los cubanos mantengan una lucha indefinida, el pueblo americano habrá perdido muchos puntos en lo que se refiere al amor propio y, por supuesto, no habremos hecho nada bueno en opinión de la humanidad.”


   España había concedido a McKinley todo lo solicitado por vía diplomática y la descolonización era un hecho. A pesar de ello, el 20 de abril de 1898 el “Lousville Courier-Journal” publicó un artículo, escrito por Henry Watterson, titulado “El derecho de demostrar nuestro poderío” (léase para establecer la “iluminación” de tal personaje). Esta era la cuestión: ¡se debía demostrar el poderío de EEUU! La guerra de Estado Unidos contra España fue votada y aceptada en el Congreso de Estados Unidos el 20 de abril de 1898, empezó el 10 de junio de 1898 y acabó en Puerto Rico y Filipinas el 12 de agosto de 1898 mediante un protocolo y posterior tratado, firmado el 10 de diciembre de 1898, denominado “Tratado de París”, en el que, si bien se respetó la enmienda de Teller, como no aludía a Puerto Rico (actual estado asociado), Guan, ni a Filipinas, EEUU se apoderó de todos estos territorios tras un terrible debate en el Senado sobre el "Tratado de París". Los defensores del mismo afirmaban que era un deber de EEUU servir al mundo como representantes de la civilización cristiana y los opositores tachaban a Estados Unidos de imperialista. Finalmente se aprobó por 57 votos a favor y 27 en contra: un voto más de los necesarios para obtener la mayoría de dos tercios.

Firma del Tratado de París



   Posteriormente, Cuba fue el paraíso de paniaguados golpistas y el vertedero de los estadounidenses hasta que la Revolución llevada a cabo por Fidel Castro cortó en seco su irresistible colonialismo capitalista, quedando a merced de un embargo que dura cincuenta años. La alineación del gobierno cubano con regímenes contrarios a los intereses de EEUU provocó no pocos problemas en “esa zona del hemisferio occidental” y en el mundo entero. En la actualidad se encuentra en un lento proceso de democratización pero luchando siempre contra el imperialismo de cualquier signo.


   La guerra declarada por Estados Unidos de América contra España fue la primera de las guerras activada, gestionada y provocada, fuera del territorio estadounidense y justificada por el sentir imperialista que se ha convertido en una peculiaridad de la política exterior y del “sueño americano” de EEUU. Y… ¡hasta hoy!   



miércoles, 19 de septiembre de 2012

INFORMACIÓN Y DNA

La evolución sigue siendo más inteligente que sus criaturas

Antonio Campillo Ruiz.

Estructura animada de DNA

   A mediados del siglo XX un transistor tenía un tamaño similar a un guisante. Hoy posee el tamaño de un virus. Uno de los logros de la tecnología moderna, por medio de la nanotecnología, reafirma la desenfadada y hasta jocosa ley del ingeniero norteamericano Gordon Moore que expresó, en esa época, que la potencia de los chips se duplica cada año y medio, así como disminuye su tamaño en igual medida. Parece ser que a finales de esta década los chips de silicio alcanzarán su máximo límite de miniaturización.


    Sin embargo, no han sido los seres humanos, con su descubrimiento de los chips los inventores del almacenamiento de información. Fue la Naturaleza. El ADN, ácido desoxirribonucleico (DNA en iniciales inglesas), la famosa molécula de doble hélice que constituye y almacena la información genética es la base de datos más pequeña que utilizamos todos los seres vivos desde hace unos 3.000 millones de años. Su unidad de información es difícil que sea más pequeña: una simple molécula formada por unos cuantos átomos. Su compactación, igualmente, no puede ser más grande. La genética es la nanotecnología más perfecta que existe.


   El ADN está constituido por largas ristras de cuatro tipos de bases: adenina(“a”), guanina(“g”), citosina(“c”) y timina(“t”). Supongamos que cada base es una letra con una secuenciación determinada, por ejemplo atccagtt... Usando palabras de dos bases sólo salen 16, 42, palabras distintas; con tres bases salen 64, 43, palabras diferentes y esta es la estructura del código genético real en el que cada palabra que contiene tres bases significa un aminoácido, los bloque con los que están constituidas las proteínas. 


   Los genetistas George Church y Sriram Kosuri, de la Universidad de Harvard, Boston, acaban de escribir un libro en una molécula de ADN, el mismo material genético que los seres vivos usamos como base de datos desde hace 3.000 millones de años. Para ello se requiere sintetizar moléculas de ADN y después leerlas siendo ambas operaciones de muy alta precisión. El ADN permite una densidad de información por unidad de espacio que no posee competidor conocido en la computación convencional ni en la cuántica. Ya no se mide en megas (millones de bytes); ni en gigas (miles de millones de bytes); ni siquiera en teras (miles de billones de bytes). Hay que medirla en exabytes (trillones de bytes). Para entenderlo mejor podríamos decir que un gramo de ADN puede empaquetar 455 exabytes (455 trillones de bytes), cifra fácil de decir pero muy difícil de imaginar, superando a los discos duros actuales un millón de veces. El ADN es el soporte de información más compacto que conoce la tecnología contemporánea y puede ser la próxima locomotora del progreso industrial.

Cromosomas

   George Church basó sus investigaciones en el propio libro en el que las explica, (“Regénesis” una serie de TV canadiense vista en varios países del mundo, en España canal de pago, explica muchos de los fenómenos científicos que poseen casi categoría de ciencia ficción), que tiene 53.426 palabras en versión HTML, el lenguaje estándar de Internet. Su punto de partida es una ristra de unos y ceros, el código binario, que utilizan todos los ordenadores y convertirla en una molécula de ADN del mundo real. El sistema de los científicos de Boston se desentiende de sutilezas biológicas y se limita a traducir cada cero de la información binaria por las bases “a” o “c”; y cada uno de la ristra binaria por las bases “g” o “t”. El resultado no tiene ningún significado biológico y como la molécula de ADN es un texto, una ristra de letras que son sus bases “a”, “g”, “c”, “t”, forman las palabras según el orden de su unión y poseen un significado determinado. El texto en ADN es similar a las palabras en una novela: su significado depende del orden exacto de las letras en las palabras y de estas en el texto.


   Otra ventaja del ADN es su estabilidad. Church asegura: “El papel biológico esencial del ADN provee acceso a las enzimas naturales que sirven para escribirlo y leerlo, y garantiza que el ADN se mantendrá como un estándar de lectura de datos en cualquier futuro previsible”. Hay futuros previsibles en los que no existirá Internet ni Windows, ni siquiera Silicon Valley, pero no hay ninguno en que no existan los sistemas de codificación y lectura de ADN. Ninguno, salvo la extinción masiva de la vida en la Tierra.



lunes, 17 de septiembre de 2012

LA REVELACIÓN

MAX FUND Y SU CUARTO VII

Antonio Campillo Ruiz

La revelación, Max Fund

   En esta imagen de la serie “El cuarto”, Max Fund se vale de dos obras de Brueghel, el Viejo, “El labriego y el ladrón de pájaros” y “Parábola de los ciegos”, y de una obra de El Bosco, “El prestidigitador”, para presentar, tal como deduzco del título, a una esplendorosa mujer que se encuentra ante los doctos médicos y consultores de la época en una revisión (observemos su pudor tapándose los pechos) o ante la cohorte de jueces y testigos en una exploración ritual, previa a su conducción al acostumbrado martirio que precedía a la acusación, por cualesquiera de los delitos que eran frecuentes en el período histórico representado: envidia, brujería, celos, adulterio, etc.

 El labriego y el ladrón de pájaros, Pieter Brueghel, 1568

Parábola de los ciegos, Pieter Brueghel, 1568

El prestidigitador, El Bosco, 1575-80