lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
FELICIDAD
ESTADO DE ÁNIMO
Antonio
Campillo Ruiz
Fractal
La felicidad se
alcanza cuando
lo que
uno piensa,
lo que uno dice y
lo que uno hace
están
en armonía.
GANDHI
Probablemente
mañana deseemos felicidad, palabra que la RAE define mediante tres
acepciones:
felicidad.
(Del lat. felicĭtas,
-ātis).
1. f. Estado
del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
Tras este año que
acaba mañana, poco podemos explicar de esta felicidad que nos dicta la RAE
puesto que muchos seres humanos no hemos disfrutado de ella. Ni siquiera la aberrante primera
acepción se ha podido conseguir. A ello, debemos añadir opiniones que no
se tienen en cuenta o teorías, siempre denostadas pero que son absolutamente reales. Gobernantes honrados, que haberlos haylos, explican deseos
y una peculiar filosofía de la convivencia social que no es escuchada ni
siquiera por quienes se encuentran bajo la terrible indignidad de la sumisión a
poderosas entidades, grupos o gobiernos, que absorben hasta su última gota de
sangre. ¿Cómo es posible que la RAE defina felicidad con estas acepciones?
¿Cómo es posible que el fin último de la vida, ser felices y disfrutar de
nuestro entorno, nos esté vedado por estructuras sociales irracionales? ¿Cuál
es la causa de la enseñanza para no pensar que establecen estos mandatarios
indignos, con poderes alcanzados gracias a los propios no pensadores? Posiblemente
lo podamos entender, someramente, escuchando a quienes poseen una visión de la
sociedad occidental moderna más racional.
viernes, 28 de diciembre de 2012
DOS CONCIERTOS Nº 1
OIGAMOS Y VEAMOS VI
Antonio
Campillo Ruiz
En una de las más de mil cartas que
intercambió Piort Ilich Tchaikovsky con su mecenas Nadezhda von Meck, entre los
años 1877 y 1890, le explicaba:
“Hay algo tan especial sobre
nuestra relación que a veces me deja atónito. Como te he contado más de una
vez, creo que tú eres para mí la misma mano del Destino, vigilándome y
protegiéndome. El mismo hecho de que no te conozco personalmente, junto con
el hecho de sentirme tan cerca de ti, hace que te imagine como una presencia
oculta pero benevolente, como una Providencia divina”.
Antonio
Campillo Ruiz
En una de las más de mil cartas que
intercambió Piort Ilich Tchaikovsky con su mecenas Nadezhda von Meck, entre los
años 1877 y 1890, le explicaba:
“Hay algo tan especial sobre
nuestra relación que a veces me deja atónito. Como te he contado más de una
vez, creo que tú eres para mí la misma mano del Destino, vigilándome y
protegiéndome. El mismo hecho de que no te conozco personalmente, junto con
el hecho de sentirme tan cerca de ti, hace que te imagine como una presencia
oculta pero benevolente, como una Providencia divina”.
Con von Mack,
Tchaikovsky fue tan abierto en su correspondencia que le explicó sus
sentimientos cuando componía y sus inmensas dudas acerca de la vida y sus
pasiones. Para Brown, en el New Grove (1980), las melodías de
Tchaikovsky van del “estilo occidental al
estilismo de canciones populares y en ocasiones, a las mismas canciones populares”.
El empleo de repeticiones con melodías, reflejan el estilo secuencial de las
prácticas occidentales. Tchaikovski las extendía en una inmensa longitud,
construyendo “una emocionante experiencia
de intensidad casi insostenible”.
Wiley cita a Tchaikovsky como “el primer compositor ruso de un nuevo tipo, totalmente profesional,
que asimiló con firmeza la maestría sinfónica de la tradición de Europa
Occidental; en un estilo profundamente original, personal y nacional en el cual
unificó el saber hacer de Beethoven y Schumann las obras Glinka y transformó
los logros de Liszt y Berlioz en la música programática en materia de elevación
shakesperiana y de importancia psicológica”. Personalmente, creo que Tchaikovsky creó una
pintura orquestal con una escala de tonos que colorean los diferentes
instrumentos con definición y brillantez.
En sólo cuatro meses, noviembre de 1874 y
febrero de 1875. P.I. Tchaikovsky compuso El concierto para piano y orquesta nº 1 en Si Bemol
menor, opus 23, estrenándose
el 25 de octubre de 1875 en Boston, EEUU. En la actualidad es considerado una
de sus obras más populares.
En menos de un mes,
marzo de 1878, P.I. Tchaikovsky compuso El concierto para violín y orquesta nº 1 en Re
Mayor, Opus 35, después
de su fracasado matrimonio y posterior separación de Antonina Ivanovna
Milyukova. Dedicado inicialmente a Leopold Auer con la intención de que lo
estrenase él, fue rechazado por el violinista por considerarlo intocable (está
considerado como uno de los más difíciles de interpretar para el violín), al
igual que hizo Nikolái Rubinstein con El concierto para piano y orquesta nº 1 en Si Bemol
menor, opus 23, equivocándose
en ambos casos los afamados virtuosos del violín y el piano. Se estrenó el 22
de noviembre de 1881 en Viena, Austria, siendo recibido por la crítica como muy
largo y pretencioso, no como la obra maestra que se considera desde poco después
de su estreno hasta la actualidad. Creo que El concierto para violín y orquesta nº 1 en Re
Mayor, Opus 35,
deja dos impresiones imborrables al oírlo: el virtuosismo casi impropio de un
solo instrumento y la belleza de sus melodías, que provocan una oleada de
emociones difíciles de olvidar.
martes, 25 de diciembre de 2012
POSTALES DESDE OTRO MUNDO
¡MUCHAS FELICIDADES!
Antonio
Campillo Ruiz
Hace un minuto, en la mayor parte de Occidente, en toda
la cristiandad, se ha empezado a conmemorar el nacimiento de su Profeta, Jesús.
En fecha tan señalada, millones de personas celebran, con sus seres queridos, tan
importante y satisfactorio evento. Las palabras feliz, buenaventura, familia, suerte,
amor o paz, son reiteradamente intercambiadas una y mil veces. Sin embargo, es
frecuente que en muchas ocasiones, estas palabras tan importantes sean vanas. La mayoría de Occidente, rico y poderoso, olvida con demasiada frecuencia otros lugares del
mundo que XXI siglos y doce años después del comienzo de su nueva era, se
encuentran en un proceso evolutivo muy delicado y su fragilidad, despreciada por quienes han carecido de racionalidad para no provocar choques de
culturas tan dispares, ha tenido como resultado desolación y muerte.
A pesar de ello, desde varios lugares del mundo he recibido
postales para que las hiciese llegar al Occidente cristiano, con los modernos
medios que facilitan los mensajes. Teniendo en cuenta la dificultad de traducción de
tantas lenguas, creo que son suficientemente inteligibles para todas las personas que saben leer español, e incluso, para quienes pueden imaginar su sentido a través de las imágenes plasmadas en ellas.
domingo, 23 de diciembre de 2012
PREPOSICIONES I: A
A LA SOLEDAD
Antonio
Campillo Ruiz
Oksana Zhelisko
A través de las grandes cristaleras del restaurante vio a Mariano, el camarero, que la miraba y al instante se dirigía, levantando
levemente el cuerpo y mirando entre las mesas, hacia donde se encontraba el
periódico del día. Ella empujaba la enorme puerta cuando Mariano salió presto
a su encuentro y la ayudó tirando del asa.
- Buenas tardes, señorita Silvia. ¿Cómo está? -dijo entregándole el periódico doblado.
- Bien, Mariano, muy bien. Gracias. ¿Y usted y los chicos?
- Pues ahí andamos, señorita, creciendo y haciéndome viejo.
Muchas gracias por su interés.
Decía esto mientras la acompañaba por entre los comensales
que ocupaban sus lugares en el amplio salón.
- Hoy, señorita le he podido reservar la mesa del rincón,
frente a las cristaleras. Estará muy cómoda.
- Gracias, Mariano. Ha hecho usted muy bien porque como es
viernes me quedaré un rato tranquila después de comer.
La amplia sonrisa del camarero denotaba su satisfacción al
haber acertado con la elección de la mesa y se felicitó por su ojo profesional.
¡Eran ya muchos años!
- ¿Lo de siempre señorita? -Preguntó cuando ella se acomodó-
- Sí, Mariano pero hoy me va a traer una copa de un buen vino.
Elija usted porque yo entiendo poco de vinos y usted es un experto.
- Tranquila, señorita, le voy a abrir una botella que es de
la mejor cosecha desde hace años…
Aquella mañana había sido ajetreada. En el trabajo resolvió
problemas acumulados que se amontonaban. Nadie le quería hincar el diente a
pesar de que tampoco admitían, de buena gana, que fuera una mujer quien los solucionase. Estaba cansada. El lugar que le había reservado Mariano era ideal
para comer tranquila y relajarse. Los viernes siempre comía una ensalada y lenguado.
Le encantaba el pescado fresco y cómo lo cocinaban en aquel restaurante. Desde
niña, cuando iba de pesca con sus amigos y en realidad lo que hacían era
colocar las cañas, dejarlas con la carnaza y hablar de sus cosas, le había
parecido un misterio la pesca mediante redes. Todos los días miraba ensimismada cómo los pescadores extendían las redes sobre la explanada del malecón y
arreglaban las redes. Sus ojos trataban de seguir el rápido movimiento de
aquellas agujas especiales pero las manos recias, de piel requemada, poseían una
habilidad difícil de explicar.
Le hubiese gustado ir de pesca en una gabarra a
alta mar, ayudar en las labores de tirar y recoger las redes, y ver el plateado
de los peces cuando, a la luz intensa de las grandes farolas, caían sobre la
cubierta. Quedaba prendada mientras sus amigos iban al baño. Siempre llegaba
tarde y todos la recriminaban por ello. Ahora, sólo podía ver el pescado cuando
lo comía. Era difícil que pudiese desplazarse hasta el mar como cuando el
veraneo era algo normal. Siempre pensó que al acabar sus estudios había terminado una larga y bella etapa de su vida. Desde que su trabajo la
embebió, primero por el interés propio de su juventud y poco a poco por la
responsabilidad que iba adquiriendo, cuando veía el mar, caminaba por la playa
o se bañaba sintiendo el salado arrullo de las olas, su interés por aquellos
recuerdos había desaparecido. Era como si realizase todo mecánicamente. Nunca
supo por qué, a pesar de aquella experiencia tan agradable al
oler el potente aroma a sal, algas y pescado, de las redes extendidas sobre el
malecón jamás volvió a mirar sin parpadear aquel trabajo. Estaba convencida de que su desinterés por ver de nuevo, día tras día, recoser los mismos cosidos y posiblemente las mismas redes, se debía a lo reiterada que era aquella labor que parecía no acabar nunca.
Mariano le trajo la ensalada, el vino y sin decir nada
esperó, con cara de preocupación, hasta que ella bebió el primer sorbo de vino.
- Mariano, ¡es buenísimo este vino! No sé nada de ellos, pero me ha llenado la
boca de un suave sabor igual que una caricia bajo la lengua y los carrillos.
Además, posee un aroma a campo delicioso.
La cara preocupada de Mariano se tornó en un gesto de
placer, una amplia sonrisa. Sin poder decir nada, dio la vuelta y se marchó
presuroso para traerle el segundo plato. Sorbió con lentitud el vino y lo
paladeó con placer. Qué lástima no poder beber aquel delicioso vino acompañada. A la
soledad deberían ponerle una medalla por realizar tan bien su trabajo. Ella
siempre había estado sola, hasta cuando estaba acompañada. Su mente, a veces,
caminaba por unos caminos que no precisaban de ayuda ni compañía. Se lo recriminaba ella misma siempre que tenía
tiempo y ganas de hablar con su mente de estos temas tan raros. Había convivido
con dos hombres y los dos fueron un fracaso total. Bueno, el segundo fue de
nota, porque además de orgulloso y oportunista, trataba de dirigir su vida. ¡Su vida! Era suya, sólo suya. Las amigas pensaron que estaba un poco apagada y le
ofrecieron vivir con dos de ellas. Aceptó por la amistad que las unía. Cerró su casa, recogió unas cuantas cosas y allá fue. Era escéptica del resultado de una
convivencia tan continua y así fue. A los tres años, siguieron siendo amigas
pero se volvió a casa, sola pero con su mente intacta. Si hubiese seguido con aquella convivencia individualizada, forzada por su carácter de comprensión, su mente no
habría podido soportarlo. A sus veintisiete años no quería perder su libertad y
su vida. Era demasiado joven. Ahora ya estaba casi diez años sola y tenía
ordenaba hasta a la soledad.
Mariano se acercó con un enorme plato en el que,
con una presentación que invitaba a tener más apetito, el lenguado estaba
cocinado con delicadeza y sobre todo con acierto. Comió con rapidez ayudada por
una leve gula.
- Mariano, todo estaba exquisito, felicita al cocinero de mi
parte.
- Señorita todos los días me dice lo mismo y, bajando la voz
y acercándose a ella: ¿sabe qué? No le digo nada al cocinero porque se lo cree
y entonces cocina peor.
Quedó casi toda la tarde en aquel sillón rojo, corrido, del
restaurante y tomó dos copas más de vino. Mariano estaba encantado y hablaba de
ella con los demás camareros explicando su acierto con el vino y lo amable que
era la señorita Silvia. Mariano decía en aquel momento: - ¡Siento tanto que siempre hable directamente a la soledad...!
Antonio Campillo Ruiz
viernes, 21 de diciembre de 2012
SOMBRA EN EL ESPEJO
INVISIBLE PARA TI
Antonio
Campillo Ruiz
“Eros y Psiqué” de Antonio Canova
Museo El Hermitage
Esperaba
ansiosa poder entrelazar mis brazos a los tuyos, amor. Cuando pude tocar
levemente tus cabellos no sabía si eras real o un vago sueño. Creo que hoy eres
cierto, eres mío. La evidencia de tu abrazo provoca en mi ardiente cuerpo, entregado, un tumulto de pasiones que confirman tu realidad. Enamorada del
amor, ese es mi principio y fin. Jamás posees rostro, jamás vienes cuando te
llamo, espero y espero poder tocarte y modelar tu rostro sin recordarlo de un
instante al siguiente. Te vislumbro como una sombra de espejo en espejo, de
imagen en imagen, sin realidad, sin alcanzarte, sin saborearte pero sabiendo
que vienes, que me abrazas con la delicadeza de quien me sabe rendida y siempre
dejo escapar un suspiro como sombra que es incapaz de tener vida propia. ¿Qué
nombre tienes, amor mío? ¿Por qué tengo que amar a quien sin nombre me ha
enseñado el amor? Sé que jamás te sentiré materializado. Sé que, aunque te
busque, siempre tendrás un pretexto para no aparecer. Sé que te encontraré en el
interior de una tormenta que nos destruirá. Sé que, cuando el sol apague los
últimos rayos, te habré visto y que seré invisible para ti. Ahora, amor, déjame
disfrutar del calor de tu aliento y acariciar levemente tu pelo.
Antonio Campillo Ruiz
“Eros y Psiqué” de Antonio Canova
Museo El Hermitage
miércoles, 19 de diciembre de 2012
GALAXIAS, ISLAS DEL UNIVERSO
LEJANAS, BELLAS, MISTERIOSAS
Antonio
Campillo Ruiz
La Galaxia de
Andrómeda desde GALEX
© GALEX equipo,
Caltech, NASA
¿Por qué la galaxia
de Andrómeda tiene un anillo gigante? Vista a la luz ultravioleta, la galaxia más grande y cercana a la nuestra, la Vía Láctea, parece más una galaxia anillo que
espiral. El anillo se destaca con gran perfección en este mosaico fotográfico de
la nueva imagen de Andrómeda (M31) tomada por el explorador Galaxy Evolution
(GALEX). Jóvenes estrellas azules dominan la imagen, indicando el anillo de
formación estelar, así como otras regiones de formación de estrellas aún más
lejos del centro galáctico. El origen del anillo, de 150.000 años luz de radio,
es desconocido. Es probable que se encuentre relacionado con las interacciones
gravitatorias con pequeñas galaxias satélites que orbitan cerca de esta gigante
galáctica. La Galaxia de Andrómeda, la M31, la más cercana a nosotros no lo olvidemos, se
encuentra a unos tres millones de años luz de distancia y es lo
suficientemente brillante como para ser vista sin binoculares hacia la constelación
de Andrómeda.
La galaxia espiral NGC
5033
© Adam Block. Lemmon SkyCenter
Universidad de Arizona
La magnífica isla en
el Universo NGC 5033 se encuentra a unos 40 millones de años luz de distancia, al
norte de la constelación Canes Venatici. Este excepcional fotografía
telescópica revela detalles sorprendentes de sinuosos senderos de polvo cerca
del núcleo brillante de la galaxia y majestuosos brazos espirales, relativamente débiles. Manchada con regiones rosadas formando estrellas masivas
y cúmulos de estrellas azules, sus más de 100.000 años luz de tamaño son muy
similares a los que posee nuestra Vía Láctea espiral. Es probable que su gran emisión de
energía sea debida a un agujero negro supermasivo. Su núcleo brillante y centro
de rotación de la galaxia parecen estar ligeramente desviados, lo que sugiere que
la bella NGC 5033 es el resultado de una fusión de galaxias bastante antiguas.
La galaxia espiral NGC
3982
Antes de producirse una Supernova
© Stephen Smartt (U.
Cambridge), HST, ESA, NASA
¿Qué estrellas son
visibles en la Galaxia NGC 3982, justo
antes de explotar una supernova? Para descubrirlo, los astrónomos están tomando
imágenes detalladas de las galaxias cercanas ahora, antes de que cualquier
supernova sea visible. Parece ser que una estrella, en uno de los cientos de
imágenes de alta resolución de la galaxia, va a explotar en los próximos años.
Si es así, imágenes de archivo, como la que se adjunta y que fue realizada por el
telescopio espacial Hubble, pueden ser inspeccionadas para encontrar la
estrella que aparecía en un principio. Esta información es probablemente
importante para una mejor comprensión de cómo y por qué se producen las
supernovas, así como por qué algunas supernovas parecen más brillantes que
otras. NGC 3982, que se extiende por cerca de 30.000 años luz, se encuentra a
unos 60 millones de años luz de la Tierra y puede verse con un pequeño
telescopio en la constelación de la Osa Mayor.
Galaxia Anillo NGC 922
© Nick Rose, NASA,
ESA,
¿Por qué esta
galaxia tiene tantos agujeros negros grandes? Nadie está seguro. Lo cierto es
que NGC 922 es una "galaxia anillo" que se formó por la colisión de una galaxia grande
y y otra más pequeña hace unos 300 millones de años. Al igual que una piedra
arrojada a un estanque, la antigua colisión envió ondas de gas de alta densidad
desde el punto de impacto, cerca del centro, que en parte se condensa en
estrellas. La imagen de la NGC 922, con su anillo hermoso y complejo a lo largo
del lado izquierdo, fue fotografiada recientemente por el Telescopio Espacial
Hubble. Las observaciones de la NGC 922 con el Chandra X-ray Observatory, sin
embargo, muestran varios focos brillantes de rayos X: probablemente grandes agujeros negros. El
elevado número de agujeros negros fue algo sorprendente, ya que la composición
del gas en la NGC 922 -rico en elementos pesados- debería haber desaparecido
en el choque tan masivo y violento que provocó su formación. La investigación continuará
hasta conseguir una explicación que abra un nuevo camino hacia el conocimiento de estas galaxias. La NGC 922 se extiende alrededor de un espacio de 75.000 años luz, se
encuentra a unos 150 millones de años luz de distancia, y se puede ver con un
pequeño telescopio en la Constelación del Horno (Fornax).
lunes, 17 de diciembre de 2012
LA DAMA NEGRA
UNA PROTAGONISTA DE
EXCEPCIÓN
Antonio Campillo Ruiz
La muerte en el
cine ha sido representada tan misteriosa como natural, tan absurda como
terrible. Con excesiva frecuencia se ha banalizado tanto su significado que,
siendo un hecho inherente a la naturaleza humana, ha parecido cómica, ridícula
o necesaria. Unos autores la han personalizado en función de quién muere y por
qué hasta el punto de recrearse en ella con imágenes que representan desde la
obscenidad de la muerte en un asesinato, hasta la justificación, irreal, de la
misma en una guerra.
A pesar de no
tener razón alguna la muerte violenta o injustamente disculpada, los
espectadores, a veces, aplauden frenéticamente la muerte del personaje
antipático, malo o causante de una distorsión en la historia relatada.
Podríamos decir que “nos han enseñado” cómo es, cómo se muere, qué
aspecto posee una persona antes y después de morir. Algo verdaderamente
horrible pero casi tan real como nuestra vida.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que la realidad no
puede existir en la imagen dinámica ya que ni siquiera esta imagen dinámica
existe. La sensación de movimiento solo es producto de nuestro cerebro motivado
por un pequeño defecto de nuestros ojos: lo proyectado son simples fotografías estáticas
que se suceden a una velocidad determinada. Solo puede existir una ficción que
va más allá del pensamiento del espectador y es consecuencia de quienes
realizan la obra. Mi realidad, cuando percibo el movimiento inexistente, debe
ser solamente mía, no puede estar condicionada por hechos o acciones
dependientes de la ficción. Solo así se logra la verdadera vivencia de lo
contado, de lo sentido. Por ello, la muerte nunca representa la realidad vivida
sino la percibida.
Cuando la
representación de la muerte se produce de “forma elegante”, sin recrearse en
los aspectos fisiológicos sino en los intuidos y sentidos por el espectador,
con frecuencia desde un espacio fílmico abierto, genera una sensación personal
muy potente y de especial sensibilidad. No se ve la muerte, se imagina,
se siente con una fuerza tan potente que, a veces, el espectador se
acongoja y con frecuencia le sobrecoge. Excepcionalmente, algunos
autores, aprovechando la intemporalidad e inmaterialidad de la muerte, le
asignan un papel relevante en la historia narrada hasta el punto de ser
protagonista principal de la misma. Es en estos casos donde la
perspicacia del narrador y receptor se deben encontrar en su cota más alta. La
especial naturaleza de su protagonista lo requiere ya que no de otra forma
podría representar el director, ni comprender el espectador, dimensiones
paralelas, tiempos y espacios distorsionados de nuestra concepción física,
acciones relatadas pero siempre inexistentes e incluso vivencias humanas de
quien es, precisamente, lo contrario de ellas.
Desde su
inicio, el cine ha tenido una honda preocupación por la muerte tanto como
suceso irrepetible e ineludible como protagonista con cualidades, aspecto y
sentimientos humanos pero el espectador debe conocer que la muerte posee género
femenino en países occidentales cuyo idioma tiene sus raíces en las lenguas
románicas y género masculino en los países de centro y norte de Europa. Es un
dato cultural tan interesante como importante para poder representar y comprender
a un/a protagonista tan temido/a como atrayente.
¿Nos permiten ustedes, señores poderosos de la imagen y nuevos medios tecnológicos, pensar que alguna malsana influencia deben poseer las imágenes violentas e incluso desagradables, en la personalidad de quienes asesinan, como en el caso de la escuela “Sandy Hook” en Newtown, Connecticut, a sólo una hora de New York, y poseen una concepción de la muerte que va más allá de lo inhumano y racional?
sábado, 15 de diciembre de 2012
LIZA Y JULIE
CANCIONES MÍTICAS DEL CINE III
Antonio
Campillo Ruiz
Rodar un musical en
el interior de una trama dramática es tan extraño como hacer que las canciones
estén totalmente justificadas en su interpretación: es el trabajo de quienes son
los cantantes de un cabaret. Estos especiales puntos de vista en los que
ininterrumpidamente la cámara antepone en primer plano a los asistentes al
espectáculo, el paso de un camarero, la entrada o salida de algún figurante, no
es muy compartida con aquellos directores que cortan la acción para centrar la
actuación de quien interpreta canciones. En “Cabaret” de Bob Fosse, 1972, con
actores tan importantes como Liza Minnelli, Michael York, Helmut Griem o Marisa
Berenson, entre otros, y con música de John Kander, el espectador de la película
aprecia una gran diferencia con respecto a los musicales al uso: la justificación
de las canciones, alrededor de las que no gira la acción dramática
Es conveniente visionar la escena a plena pantalla
Personajes libres,
fantasmas de la realidad y los deseos, bufones y homosexuales, que pululan sin
rumbo por el Berlín pronazi que plantean unos caracteres irónicos
y plenos de sarcasmo en sus números musicales. Liza Minnelli y, posiblemente Michael York, realizan las interpretaciones de sus vidas en papeles tan dramáticos
como perfectos. La película consiguió ocho Óscar y gran cantidad de premios
nacionales e internacionales, avalando con este éxito su excelente guión,
montaje, música, canciones y la interpretación del elenco de artistas y sus
interpretaciones.
Es conveniente visionar la escena a plena pantalla
Un brillante y
divertido guión de Blake Edwards, basado en una idea de Hans Hoemburg y remake,
como otras producciones anteriores, de “Viktor
und Viktoria” de Reinhold Schüzel, 1933, fue dirigido por el propio Blake
Edwards en 1982: “¿Víctor o Victoria?” Una deliciosa confusión de géneros con absoluto predominio de la comedia musical y
un reparto coral de primera categoría destacando, en primer lugar, el excelente
Robert Preston y al que le siguen de cerca Lesley Ann Warren y Alex Karras.
Julie Andrews realiza un trabajo digno de la dirección del que era entonces su
marido y su lucimiento personal se debe a su valía, que es incontrovertible y a
un papel hecho a medida. Por el contrario la interpretación de James Garner, no
habitual en este subgénero, se introduce en un polémico papel con una soltura
digna de su categoría profesional.
Es conveniente visionar la escena a plena pantalla
El guión literario posee diálogos dignos de recordar y gran
número de situaciones que siempre recuerdan el cine de Blake Edwards y provocan, con mucha frecuencia, la complicidad del espectador. Al mismo tiempo, se admite
como natural la manifiesta falta de continuidad en el desarrollo de la acción
para ocupar con los números musicales estas pausas. Y Edwards se permite poder
hacerlo porque tanto la música del gran Henri Mancini y letra, de las seis canciones
que se interpretan en el filme, escrita por Leslie Bricuse, son excepcionales. Lo que el
espectador puede adivinar, sin demasiado temor a equivocarse, es la oportunidad
de la acción que gira siempre en torno a la música del ambiente que posee la
película. El gran éxito de la producción, como en el caso anterior, se materializó
consiguiendo gran número de premios nacionales e internacionales entre los que se
encontraba el Óscar a la mejor música, siete nominaciones, Bafta, Globos de Oro
y David de Donatello, entre otros.
Es conveniente visionar la escena a plena pantalla
Es conveniente visionar la escena a plena pantalla
jueves, 13 de diciembre de 2012
STANLEY KUBRICK I
VIDA Y MUERTE EN "PATHS OF GLORY"
Durante la Primera
Guerra Mundial la muerte de soldados en ambos bandos fue inmensa e innecesaria como en todas las guerras. En ésta tuvo especial relevancia durante años la ocupación
de los mismos lugares en la denominada guerra de trinchera. Los mandos que
enviaban a la muerte a muchos de sus soldados presumían de jugar una partida
de ajedrez sobre el tablero de Europa por medio de unas cuadrículas especiales de
avances y retrocesos. Su mortal juego supuso una catastrófica derrota tras otra en los frentes estáticos. En el terrible juego de tomar y dejar colinas una unidad del Ejército Francés no es capaz de alcanzar su objetivo y retrocede a
sus líneas. Este acto, considerado como cobardía por el general que había
ordenado el irracional ataque, provoca una orden tan injusta como disparatada:
ante la imposibilidad de castigar a todos los supervivientes, se sortean tres
nombres y se acusa a los "afortunados" de cobardía ante el enemigo. El resultado del juicio sumarísimo
es el que Stanley Kubrick en “Paths of Glory”, “Senderos de
Gloria”, 1957, rodó
con la parsimonia y boato que merece una injusticia. Las palabras del general
egocéntrico y belicista explican toda la secuencia: “Me alegra que pudieses asistir
George. Estas cosas siempre son malas pero hubo cierto esplendor en la
ejecución”.
Los soldados acaban de
presenciar obligatoriamente lo ocurrido a sus tres camaradas e incluso alguno de ellos ha formado parte del pelotón de fusilamiento. En los pocos momentos libres que poseen, se dirigen a la cantina para vivir
como únicamente pueden entre tanta destrucción: bebiendo para no pensar. El cantinero ofrece un
espectáculo especial. La espléndida planificación de Stanley Kubrick potencia
la comprensión del brusco cambio de actitud de los condenados a matar. En poco tiempo su sensibilidad, su lamentable tristeza y sus
convicciones, podrán estar tan muertas como ellos.
martes, 11 de diciembre de 2012
LA MIRADA
SOLO
Antonio
Campillo Ruiz
Oksana Zhelisko
Al beber el último
sorbo de café, ya frío, quedó mirando los posos en el fondo de la taza. La
mantuvo en el aire un momento y pensó como todas las tardes: “…Bien, ya se ha
acabado. Contigo el tiempo se bebió la tarde y ya ha pasado un día más”. El
local era su preferido. Clásico, con paredes pintadas de colores suaves e
indefinibles, con gente, mucha gente que ella miraba siempre con ilusión, admiración o desdén. Como todas las tardes, al entrar, las viejas tablas del
antiguo entarimado se quejaron de sus altos tacones, por eso procuraba caminar despacio. Como todas las tardes, el
camarero la miró sin fuerza para mover un músculo de disgusto. Se sentía cansado
de oír el desagradable sonido de la madera. Pensó que le volvería a pedir un café solo y largo y un vaso de
agua, repitiendo su ritual de todas las tardes. Ella se sentó en su mesa
habitual. Le parecía muy mal que alguien pudiese sentarse en su mesa porque
desde otra no podía ver totalmente el salón. Hoy, como era martes, había tomado un aperitivo-comida con tres de sus
íntimas amigas: la gordita Piti, que siempre estaba a régimen y nunca dejaba de
engordar, la arrugadísima Mati, que no se explicaba cómo podía tener tantas arrugas
con la de cremas que se echaba y la escandalosa Virtuditas, que sólo
tenía el nombre para contrarrestar lo fresca que era. Tres soles. Tres amigas
de siempre que se encontraban todos los martes. Y como todos los martes, comían
informalmente mientras charlaban. Virtuditas se había echado un nuevo novio y
ella disfrutaba al escuchar sus avances en los métodos de conquista e intimidades. Como todos los martes, su actitud de desinterés
fingido pero muy bien interpretado, las engañaba haciéndolas creer que su
madurez como mujer de mundo era muy superior. Conforme Virtuditas hablaba, ella
absorbía todo como si fuese propio, como si lo hubiese vivido y la envidia la
corroía por su interior hasta hacerla suspirar. ¡Habría deseado tanto poder
tener una aventura como las que contaba Virtuditas! ¡Lo procuraba tanto! Las
largas tardes que pasaba en su salón favorito no le eran propicias. Y creía,
como todas las tardes, que aquella iba a ser otra similar a las muchas
anteriores. El primer sorbo de café le pareció demasiado amargo. Quizás era por
el disgusto de lo contado por Virtuditas. Reaccionó y se dijo que debía ponerse
en pose o no conseguiría nada. Su fina cara, todavía sin
una sola marca del tiempo, bellos ojos y perfilados labios, poseían un
atractivo natural. Sacó un espejo y se corrigió el perfil de los labios. Al
aumentar el trasiego de gente, quedó con
una mirada lánguida, en pose de mártir esperanzada. Afianzó un brazo
semidoblado en el respaldo de la silla y se dispuso a mirar a la gente como
todas las tardes. La pequeña taza de café dejó de humear. Cada período de tiempo
estudiado, cambiaba de brazo sobre el respaldo de la silla y tomaba un leve
sorbo de café. La gente entraba y salía,
unos advirtiendo su presencia y otros sin mirarla siquiera. “¡Ay! -pensó- si
supiera predecir los sucesos con vosotros, pequeños despojos de café, no habría
pasado la tarde como todas las tardes desde hace tanto que ni lo recuerdo…” Dejó la taza en el pequeño plato
y, al ir a coger el vaso de agua, una voz a su izquierda le dijo:
“Perdón, señorita…” Volvió rauda la cabeza y se encontró con un hombre de pie
junto a ella. Quedó muda, petrificada. Con un hilo de voz pudo exclamar:
“¿Sííí…?” “¿Podría sentarme en su mesa? Estoy toda la tarde de
pie”. Miró el salón moviendo la cabeza nerviosamente. Estaba vacío y los
camareros recogían los manteles. Con cara de estupor dijo: “¡Peero si
no... hay gente” “Ya lo sé. Como todas las tardes, estoy
esperando que me mire aunque sólo sea una vez…”
Antonio Campillo Ruiz
sábado, 8 de diciembre de 2012
KARAJAN, LA PASIÓN POR LA MÚSICA
OIGAMOS Y VEAMOS V
Antonio
Campillo Ruiz
Entre enero y mayo
de 1893 Antonín Dvořák, que se encontraba en el nuevo mundo, EEUU, compuso la
que quizás se ha convertido en la más conocida de sus composiciones, La Sinfonía nº 9 en mi menor, Op,
95 “Sinfonía del Nuevo Mundo”. Se estrenó el 15 de diciembre de 1895 en el Carnegie Hall de
New York e interpretada por la Orquesta Filarmónica de New York dirigida por
Anton Seidi.
La obra del prolífico
compositor austrohúngaro Franz von Suppé
ha caído en el olvido excepto Leichte Kavallerie, Caballería Ligera y Dichter und Bauer, Poeta y
Aldeano. En algunos países europeos se continúa representando alguna de sus
óperas, siendo “Des ist mein Österreich”
el segundo himno nacional de Austria.
Una inmensa
representación de la Naturaleza. Una expresión de sentimientos que nos envuelve
cuando la escuchamos. En 1808 Ludwig van Beethoven compuso La Sinfonía nº 6 en fa mayor,
Op. 68, "Pastoral", una sinfonía que, posiblemente, se fue gestando durante
sus largos paseos por el campo. Fue compuesta simultáneamente con la Quinta Sinfonía y estrenadas juntas en
Viena el 22 de diciembre de 1808. La brillantez de la Quinta Sinfonía apagó su recibimiento a pesar de que la Sexta Sinfonía contiene alguno de los pasajes más
bellos del maestro.
El mariscal de campo austriaco y conde Joseph Wienzel
Radetzky, en honor de quien Johann Strauss (padre) compuso La Marcha Radetzky en 1848, nunca podría imaginar que llegaría
a ser la marcha oficial de presentación de la Escuela Miltar del Libertador
Barnardo O’Higgins del Ejército de Chile ni que sería, por su popularidad, la última
composición interpretada en el mundialmente famoso Concierto de Año Nuevo de
Viena. Ha sido una composición que pasó de ser el honor de Austria a un símbolo
reaccionario.
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