viernes, 1 de febrero de 2013

PREPOSICIONES: CONTRA

CONTRA LA SOLEDAD

Antonio Campillo Ruiz

Oksana Zhelisko

   Le gustaba pensar, repasar anécdotas que la ayudaron a ser mujer. No quería soñar nunca más. Consumió demasiada vida soñando cómo luchar contra la soledad. Jamás pudo recuperar su capital de tiempo pasado pensando en un futuro que quedó atrás. Ahora, la pintura era una obsesión que fluía de su paleta a una velocidad inusitada y lo mejor era su éxito. Siempre pensaba en su mundo en el jardín, recostada sobre la fresca hierba. A veces, se dormía tan plácidamente que las pequeñas arañas tejían su suave seda como presurosas sastras cuando le confeccionaban un vestido. Un día fue Virtuditas quien la despertó de entre las flores y hojas, con pequeños gritos histéricos que pregonaban su muerte por picaduras de arañas malvadas. Piti y Mati corrieron presurosas hacia la casa avisando a mi chico…, bueno, es un decir, mi chico adulto, Luis, que reía con ganas cuando comprendió lo que sucedía. “¡Ay! Desde que tenéis esta casa en pleno campo entendemos menos a Luis…” “No chicas, no, -respondió ella- está acostumbrado a desvestirme de la seda que tejen para mí estas hacendosas arañas si me duermo entre las flores”.

Oksana Zhelisko

   En tan poco tiempo habíamos cambiado tanto las cuatro… Ahora los novios de Virtuditas ya no me interesaban, Piti por fin había adelgazado cuatro kilos y Mati encontró a un fisioterapeuta que le estaba poniendo la piel en su lugar correcto. Las cuatro luchábamos con nuestras artimañas contra la soledad. La comida informal de los martes se había trasladado a su casa de las afueras de la ciudad y habían admitido a un nuevo comensal. El cambio no fue traumático, teniendo en cuenta que se trataba de un hombre entre cuatro mujeres. Estaba con nosotras el tiempo justo para tomar unos pocos alimentos y marchaba a la ciudad toda la tarde. Muchos días, sin arrancar siquiera el coche, Mati decía ansiosa, “¡Cuenta, cuenta…!”

Oksana Zhelisko

   No habían cambiado ni una pizca desde hacía ya tantos años que hasta éramos jóvenes. Seguían siendo tres soles. Tan simples, tan soñadoras, tan entusiastas de notar la felicidad a su alrededor...
Ella, que ocupó días y noches en la nada de los sueños, las comprendía y las quería ahora más que en aquellos días de zozobra y ansiedad, de tenaz y nunca ganada batalla contra la soledad. Le parecía imposible haber pasado de joven caprichosa a casi adulta indolente, despectiva, y de ahí, a adulta amante de la vida. Muchas veces se comparaba con una flor, bella, esbelta, creída por sus cualidades pero que no debía desperdiciar su néctar, su olor, porque quedaría ajada con la velocidad que su naturaleza impone. Le disgustaba, ahora que conocía la cárcel del tiempo ordenado, no haber organizado el suyo jamás. La futilidad de su desconocida búsqueda acabó aquel día en el que, como un pasmarote, un chico adulto se paró a su lado en el viejo salón de su local preferido. Sus mejillas no explotaron pero parecían dos volcanes. ¿Quién era? ¿Qué quería? Cuando le dijo “… Como todas las tardes, estoy esperando que me mire aunque sólo sea una vez…” Creyó hundirse hasta desaparecer. Él se presentó, se sentó en la mesa y empezó a hablar mientras ella quedó sorda, muda, anonadada. A partir de ese día, no por haberle conocido, ni por llamarse Luis, ni por ser un hombre normal con unas canas prematuras, sino por su eterna lucha contra la soledad, comprendió que aquel encuentro, tan buscado y tan fortuito, cambiaría oportunamente su vida. Siempre pensó que la sorpresa forma parte del instante en el que te enamoras.

Antonio Campillo Ruiz

34 comentarios:

  1. Que hermoso texto Antonio. Lo he leído varias veces para saborear cada frase. Me parece palpar a esa mujer adulta amante de la vida ...

    Recibe un gran saludo y un enorme abrazo de mi parte.

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    1. Muy agradecido, Tere. Sabes que tu opinión, cuando se trata de comentar un relato, al igual que en otra publicación, la tengo tan presente siempre que tu ayuda es imprescindible par mí. Me alegro que puedas comprender a esta mujer.

      Un fuerte abrazo, querida Tere.

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  2. Hola, genial pasar por tu blog, es bien interesante, un gusto estar aquí, te invito cordialmente a visitar el Blog de Boris Estebitan y leer un poema cómico mío titulado “El baile de Snoopy”

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    1. Amigo Boris, ya lo he hecho y me parece estupendo el blog y tu poema. Daré un repaso general a todo el blog cuando este tiempo que tenemos la obligación de cumplir me deje un hueco.

      Un gran saludo, amigo.

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  3. Todo belleza, Antonio. Apasionada y pura.

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    1. Me alegro que te guste, Tecla. Sí esta mujer es apasionada pero serena, Esa serenidad se debe a su vida, ya semivivita, en la que ha tenido que realizar acciones no muy agradables.

      Un fuerte abrazo, querida Tecla.

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  4. Una bella historia con final feliz.
    Como tú, pienso que el amor combate la soledad, la doma, y consigue que nos sintamos acompañados por el ser amado. Además, ese elemento de sorpresa me ha gustado, porque qué sería de la vida sin sorpresas, sin esas chispas que salvan de la rutina a lo cotidiano.
    Un texto muy bonito, Antonio.
    Un abrazo muy grande.

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    1. Sí, Isabel posee un final feliz, de momento. Y estamos de acuerdo: no solo estar con alguien supone estar acompañado.
      Siempre he sido fiel al pensamiento que exige para la existencia de un enamoramiento un elemento de sorpresa, de un impacto, de una solución sin pregunta. Esta mujer así lo entendió cuando se enamoró casi inmediatamente después de ver a su amante.

      Un fuerte abrazo, querida Isabel.

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  5. Qué linda historia Antonio!!!
    Las pinturas, sobre todo la última, me parecen preciosas...
    Un beso, que tengas un buen fin de semana

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    1. Me alegro de tu placer al leer el relato, Eva. Sí, las pinturas de Oksana Zhelisko son extraordinarias. Si te fijas, en todas las “Proposiciones”, así como otros relatos de mujeres, estoy utilizando pinturas de ella. Son muy sugerentes y expresivas.

      Un fuerte abrazo, querida Eva.

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  6. Siempre pensó que la sorpresa forma parte del instante en el que te enamoras.
    Me quedo con esta verdadera frase.
    Preciosa historia amigo antonio. Un abrazo enorme

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    1. Sí, Alicia, yo también. Siempre he sido partidario de esa sorpresa porque, de no haberla pareciese que todo es plano, sin fuerza. Un sobresalto ante un gesto, una palabra, una acción, siempre es imprescindible para que inmediatamente surja un leve escalofrío, un cosquilleo, un suave erizón, que te empuja a sentir algo más que el instante que se vive.

      Un fuerte abrazo, querida Alicia.

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  7. El amor, ese desconocido, amigo Antonio. Aprender a enamorarse, si, eso es una virtud.

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    1. Y tan desconocido, amigo Enrique. Como bien dices, es una de las mejores virtudes aprender a enamorarse así como saber cuando estás enamorado. Y es un arte mantener ese amor.

      Un gran abrazo, querido amigo Enrique.

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  8. Precioso, querido amigo. Hermosa historia.
    Volví con ganas de ser feliz.
    Muchos besos

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    1. ¡Ajajá! ¡Perteneces al grupo de Chicas! Bueno, pues hablaremos. Me alegro que te haya gustado este pequeño relato, igual que te gustó “La mujer ardiente”.
      Ser feliz es el mejor de los objetivos. Me alegro de que así sea.

      Un fuerte abrazo, Chicas.

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  9. Soledad, sorpresas y sentimientos, siempre los encontraremos en nuestro camino.
    Me ha gustado la pintura, me ha sorprendido ese colorido, su fuerza y expresión.
    (y los vídeos de la entrada anterior son preciosos. Hacía tiempo que no tenía la posibilidad de leer)

    Un abrazo.

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    1. Me alegro mucho, Pilar. Me alegro de que poseas un tiempo para lo que te gusta y me alegro de haber acertado con las pinturas. Casi todos los relatos de mujeres que he escrito últimamente poseen pinturas de Oksana Zhelisko, una pintora ucraniana que posee una gran fuerza expresiva.
      Me agrada igualmente que hayas podido visionar los documentales anteriores. Son una preciosidad.

      Un fuerte abrazo, querida Pilar.

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  10. Uma história comovente! Gostei da escolha das pinturas!!!
    Tudo por aqui tem maestria!!!

    Feliz domingo.
    Beijos e flores.

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    1. Querida Teca, cuanto me alegro de que te haya gustado el relato y las pinturas. Su color y expresividad son muy buenos.
      Esta mujer, que ya ha vivido días de mucha soledad, se encuentra en un momento óptimo y es debido a la inmensa sorpresa que le produjo saber que se enamoraba. Es un pensamiento que siempre me ha agradado.

      Un fuerte abrazo, querida Teca.

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  11. Aprendiendo a pasear por ese camino que se llama vida. Un placer leerte, me entretuve mucho.

    Un abrazo, Ann@

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    1. Sí, Anna, a pesar de las pobres experiencias semiexpiatorias que ha vivido, por fin ha encontrado su sorpresa y, como bien dices, ha empezado a caminar sola por la senda de la vida. Me agrada que te haya entretenido la lectura de este relato.

      Un abrazo, Anna.

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    1. ¡Hola, Lola! ¿Cómo no te he conocido antes? Buen, le echaremos la culpa a los electrones. Acabo de venir de tu blog y es muy, muy interesante. Tus publicaciones también lo son pero las leeré desde el principio cuando vaya teniendo tiempo. Con serenidad. Encantado.

      Un abrazo, Lola.

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  13. que bueno es leerte
    Eres un arte de las letras

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    1. Bueno, Lola, me limito a escribir de mujeres… y otras muchas cosas que me atraen y que no puedo dejar de interesarme por ellas. Estas mujeres saben bastante de la vida y así lo cuento. Me agrada que te gusten estos relatos. Seguiremos leyéndonos.

      Un abrazo, Lola.

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  14. Siempre pensó que la sorpresa forma parte del instante en el que te enamoras
    El instante ifinito de atraccion entre dos
    al cual no lo llamo amor sino la quimica que sientes amor es otra cosas un beso inmenso

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    1. Así es, MuChA. El amor es otra cosa pero interviene ésta porque si no es así se apaga. Sin embargo, estamos de acuerdo en la unión invisible de química que es capaz de atraer irresistiblemente a dos amantes. ¿Qué es? Bueno, para mí han sido muy diversas causas y motivos. Sospecho que como a casi todo el mundo.
      Un fuerte abrazo, querida MuChA.

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  15. Me maravillan tus escritos limpios transparentes como el agua que estoy tomando

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    1. Muchas gracias MuChA, son así porque son sinceros y siempre dicen verdades vividas, pensadas o soñadas. Aunque alguna vez escondan alguna alegoría difícil de interpretar, procuro que la lectura tenga voz de mujer sincera.

      Un fuerte abrazo, querida MuChA.

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  16. Que bueno, Antonio "Como todas las tardes, estoy esperando que me mire aunque sólo sea una vez". Y, desde luego, la sorpresa forma paqrte del instante en que te enamoras. Ya me gustaria a mi decir las cosas asi!. Un abrazo.

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    1. Mariano, no me sonrojes ni te minusvalores. ¡Hasta ahí podríamos llegar! El escritor eres tú, no yo. Me limito, y lo sabes, a relatar pequeñas anécdotas cotidianas de mujeres que han vivido o están en trance de hacerlo. Esos pensamientos son de ellas no míos. Me haces sonrojar, maestro, pero con gusto se me mueve un gusanillo por dentro cuando me piropeas.

      Un fuerte abrazo, Mariano.

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  17. Enamorarse como tu dices sigue siendo una sorpresa. Esos misterios del ser humano, aunque le llamemos química. Pienso que hay cosas que nos suceden que guardan algo de encanto si la ciencia no los descubre.
    Será el misterio, no lo sé. Lo que estoy segura Antonio que tienes un don para relatar y describir que me alegro de haber conocido tu blog. Sinceramente.
    ¡Un abrazo!

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    1. Querida Lou, estamos absolutamente de acuerdo. No querría que la Química, a pesar de ser de la profesión, descubriese esa magia, esa sorpresa, ese aroma, ese sabor… que hace que un instante sea tan especial. Sería como la incansable búsqueda de la Piedra Filosofal… ¡jamás se ha encontrado pero existe!
      El piropo, Lou, es tan inmenso que me lo guardo en mi interior con todo cariño… y magia.

      Un fuerte abrazo, querida Lou.

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