domingo, 31 de marzo de 2013

DAVID LEAN II

VIDA Y MUERTE EN LAWRENCE DE ARABIA

Antonio Campillo Ruiz


   En la vida de un militar la muerte se entrecruza con demasiada frecuencia. “Lawrence of Arabia” de David Lean, 1962, inicia su largo camino histórico con la muerte del protagonista cerca de Warehan, Dordet, Inglaterra. Amante de las motocicletas Brough, de la que tuvo varios modelos, el 13 de mayo de 1935, al tratar de evitar a unos niños que marchaban en bicicletas, T. H. Lawrence (Peter O’Toole), salió despedido de la motocicleta golpeándose la cabeza. Tras seis días en estado de  coma murió el 19 de mayo de 1935 a la temprana edad de 46 años. Así, un militar que se había convertido en una figura controvertida, amado y odiado, que luchó y estuvo en peligro de muerte en multitud de ocasiones, desapareció en el silencio de una muerte accidental en su patria.
A Thomas Edwar Lawrence, 
que estudió en el Jesus College de la Universidad de Oxford con meritos sobresalientes, siempre le atrajo la historia de los Cruzados y la injusta ocupación de pueblos que, por vivir mediante el nomadeo no poseían poder para defenderse de naciones vecinas que ocupaban con violencia sus tierras. 
El protagonista de excepción es el desierto. Bello, silencioso, desconocido e implacable. El desierto pertenece a sus habitantes. Sólo ellos pueden caminar por él sin peligro.
Lawrence participa de esta belleza y con lentitud aprende los caminos sin trazar. En ellos descubre la vida con su amigo Sherif Alí ibn el Kharish (Omar Sharif), el Principe Feysal (Alec Guinness) y Auda Ibu Tayl (Anthony Quinn), iniciando la lucha por la unión de los pueblos árabes contra la invasión turca durante la Primera Guerra Mundial. 

Es importante visionar las secuencias a plena pantalla

   David Lean avanza mucho más que unas impresionantes imágenes del desierto, buscadas durante cerca de dos años por él y miembros de su equipo, y rodadas en España y Jordania, llevando al espectador hacia el lugar que verdaderamente quiere representar: los espacios luminosos e inmensos del desierto sirven para describir los siniestros vericuetos de un espíritu atormentada, de un espíritu que proyecta sobre la película el texto que existe en el lugar de su accidente mortal: 
“Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día... esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad.” 
Esta era la verdadera personalidad de Thomas Edwar Lawrence. Mientras, la muerte para Lean es un suceso que se puede representar con delicadeza, con la complejidad del propio efecto que produce en los humanos, su desaparición. En la inmensidad de la llanura desértica, en el silencio, tiene lugar una secuencia narrada cinematográficamente para que el espectador cree su apreciación fílmica. Realizada en un espacio cerrado y representada en un espacio abierto, el espectador sólo aprecia las consecuencias de la muerte, creando en su mente el hecho pero no apreciándolo en imágenes. La muerte es personal y cada uno percibe “su” muerte, no la muerte. Es tan difícil realizar esos pocos segundos en los que el espectador sabe lo sucedido sin haberlo visto que participa de la secuencia como si se encontrase él mismo en pleno desierto. Es una de las muertes más abiertas de la Historia del Cine, siendo que no es visible. Posteriormente, con la delicadeza de toda la escena, el cadáver posee la cara tapada y una mancha roja. Lean cede al espectador cómo ha sido la muerte del guía de Lawrence.

Es importante visionar las secuencias a plena pantalla


viernes, 29 de marzo de 2013

AMENAZA

EL ECLIPSE

Antonio Campillo Ruiz

Rubén Belloso

   Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
   Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.
   Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
   -Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
   Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
   Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
Augusto Monterroso

miércoles, 27 de marzo de 2013

EL EMPERADOR

OIGAMOS Y VEAMOS IX

Antonio Campillo Ruiz.


   El Concierto para Piano Nº 3 en C Mayor, Op. 15 fue escrito por Ludwig van Beethoven entre 1809 y 1810. Conocido como "El Emperador", el nombre asignado a él de una forma totalmente espuria y no relacionado con Napoleón Bonaparte, que se refiere más bien a la Tercera Sinfonía de 1804, conocida como “La Heroica". El concierto fue dedicado a Rudolph Archiduque de Habsburgo-Lorena. La primera composición se estrenó en Viena, sienso en Leipzig, al año siguiente cuando se recompuso parcialmente y se estrenó el 28 de noviembre de 1811, con el pianista Johan Shneider y bajo la dirección de Cristian Johann Philip Schulz
En Viena se estrenó el año siguiente ante un público que mostró una cierta frialdad hacia la obra maestra de Beethoven, posiblemente por la longitud temporal de su ejecución, unos cuarenta y cinco minutos. La versión seleccionada está interpretada por la Wiener Philharmoniker Orchesta, dirigida por Leonard Bernstein y como solista al piano, Krystian Zimerman.El concierto, en mi bemol mayor, se divide en tres movimientos: 1. Allegro con brio 2. Largo 3. Rondó, Allegro scherzando. El alegro se abre con una cadencia de carácter virtuoso a la que sigue la exposición de los temas para formar parte de una orquesta de todos. La trayectoria armónica en esta primera parte es bastante compleja. 
Beethoven es probable que haga hincapié en la búsqueda cada vez más frecuente de su juventud, como se ha demostrado en algunas sonatas y diversas composiciones que forman parte de su tercera etapa como compositor. Grandes coreógrafas han acompañado las espectaculares notas de Beethoven en este movimiento para interpretar, mediante ballet, una historia en la que juventud y amor se entremezclan en unas imágenes inimitables. El adagio posee un tema de lirismo extremo combinado con la dulzura sublime típica de su segundo movimiento. Lleno de trinos, que se utilizan para provocar el efecto de sonido para pianos pobres, el solo de piano es simple pero fundido en una  orquesta que acompaña al primer tema realizado por el piano, para después, exponer el registro alto del instrumento (este movimiento será utilizado por Peter Weir para acompañar la atmósfera misteriosa de su “Picnic en Hanging Rock”). Con una modulación repentina de un descenso cromático se conecta con el Rondó que provoca ánimo y alegría.. La propuesta central se convierte en una constante del tema por el piano, con detalles delicados, que siempre sigue la orquesta.. Después de una especie de diálogo entre piano y orquesta, esta se va estrechando hasta la llegada de la cadencia final bastante delgada para cerrar el concierto.


lunes, 25 de marzo de 2013

REALIDAD FICTICIA

ILUSIONES ÓPTICAS

Antonio Campillo Ruiz


¿Es cierta nuestra percepción? Posiblemente. Percibimos aquello que es capaz de ser captado por el cerebro estando completamente seguros que nuestro cerebro no nos puede engañar, ¿por qué lo iba a hacer? En otras etiquetas del blog podemos repasar qué leves diferencias existen entre los órganos que captan lo externo a nosotros y quien procesa la información que le llega y decide qué hacer con ella. Las ilusiones ópticas lo son a causa del ojo, no del cerebro. Si fuese así, se llamarían ilusiones cerebrales. El ojo humano envía datos al cerebro que poseen dos dimensiones cuando se trata de representar tres. Este dato, percibido en función del entorno en el que se encuentran los objetos de atención, ocasiona que el cerebro los capte como deben ser y no como una perspectiva alterada.


A pesar de haber comprobado que las velas se han encendido sobre una superficie plana, el suelo, cuando la cámara realiza un traveling suave y modifica sustancialmente el punto de vista, la percepción varía hacia el aspecto normal de representación en el espacio, la tridimensionalidad. Comprobamos, además, un hecho que es incontrovertible cuando el realizador sube a lo alto del paralelepípedo inexistente.

   
   El artista Francois Abelanet juega con los visitantes en un jardín de París. En este caso utiliza la técnica conocida como anamorfis para dar la impresión de relieve. Una anamorfis es una deformación reversible de una imagen producida mediante un procesamiento óptico. Se suele utilizar como efecto de perspectiva en el arte para forzar así al espectador a mantenerse sobre un determinado punto de vista preestablecido



viernes, 22 de marzo de 2013

PREPOSICIONES: DESDE

DESDE LA SOLEDAD

Antonio Campillo Ruiz

Mstislav Pavlov

- ¿Os acordáis cuando la profesora al querer decir “¡Silencio!”, se le trabó la lengua y le salió “¡Saencio!”?
- Eso no es nada comparado con el batacazo que se dio la directora cuando se sentó en una silla coja…
- Sí, ahí yo me partía. Casi tuve que ir al lavabo…
No se explicaba cómo había aceptado la invitación. En fin, hecho está, pero su disgusto era insufrible. ¿Cómo era posible que cuando le dijeron que iban a celebrar su trigésimo aniversario de fin de bachillerato hubiese aceptado asistir? ¡Treinta años! Bueno, treinta más el chorrito perteneciente a los estudios que celebrábamos. Al entrar al salón, como la invitación se la enviaron por correo e iba firmada por una tal Piluca, se dirigió hacia el camarero para preguntar dónde se celebraba la cena. Antes de llegar a él dos chicas, más o menos como ella. La alcanzaron y preguntaron casi al unísono; - ¡Tú debes ser Mari…! Sorprendida y sin reconocerlas dijo tímidamente: - No, soy Gertrudis…
¡Ah!, sí, Gertrudis, la escritora soltera que no sabíamos cómo encontrarla para enviarle la invitación. Menos mal que Alfredo nos dijo dónde trabajaba y así, pudimos ir tirando del hilo hasta encontrarte.
¿Qué relación había entre ser escritora y la soltería? ¿Cómo era posible que hubiesen hecho una labor de investigación para encontrarla? Increíble. Y preguntar, precisamente, al hombre que fue su martirio durante veinte años… En ese momento miró la puerta y se preguntó si debía escapar de aquel lugar. Se vió cogida de los brazos y arrastrada hacia un salón interior del local en el que ya había unas doce compañeras. La presentaron a voz en grito y le aplaudieron al saber quién era. Todas iban engalanadas para la ocasión, Vestidos arreglados, recién estrenados o con corchetes demasiado forzados, configuraban una cromática chillona y deslumbrante a la fría luz de las lámparas de bajo consumo. Ella se había arreglado para asistir a una reunión de antiguas compañeras pero no para una fiesta que, queriendo ser una celebración por todo lo alto, no llegaba ni siquiera a una mediocre exhibición de los poderes adquisitivos de cada una de las asistentes. El camarero se acercó servicial y le ofreció una bebida. Eligió una y, con ella en la mano, se incorporó al grupo inicial.
- Sí, porque Mari fue tonta. Si me pasa a mí, se acuerda para toda la vida… Decía una pelirroja que le recordaba a Isabel, Isa en la clase.
- Y además de acordarse de mí, le llevo al juzgado, que mi novio es abogado y le pongo una demanda… ¿Novio? ¿Isabel, a estas alturas tiene novio? Se separó un poco del grupo y miró una a una a sus antiguas compañeras. El tiempo había hecho estragos en todas. A unas, la belleza las había olvidado completamente, mientras a otras, con esmerados cuidados, suponía, las empezaba a abandonar lentamente. Era lo normal, tenían una edad en la que la batalla contra el tiempo la perdieron hacía años. Bien, a pesar de todo, era consciente de las ansias de vivir que ella misma tenía y, por extensión, se debería aplicar a todas sus compañeras. Este era un factor muy importante y poder detener el tiempo había sido una de las razones, quizás la más importante, para asistir a aquel reencuentro. Se sentía un poco aturdida de besos, nombres, recuerdos, preguntas y más preguntas. Alguien dijo, casi chillando, “¡A la mesa….!” Hubo una especie de desbandada general, se formaron pequeños grupos que ocupaban asientos contiguos y ella, cansada ya del tiempo pasado de pie quedó mirando dónde sentarse. Se dirigió a una silla pero le dijeron que era la silla de Eva. 

Por fin, hacia el extremo de la mesa encontró una silla y ocupó su lugar. Conforme pasaba el tiempo las voces eran más elevadas y como la mesa era recta, las voces pasaban volando, por encima de las viandas, de un extremo a otro. Observó que muchos platos eran retirados por los camareros y sustituidos por otros que parecían salidos de una clínica de regímenes. Por el contrario, las bebidas alcohólicas, de dudable calidad, corrían de mano en mano, a veces con avidez. Le sorprendió el hecho porque parecía que bastantes compañeras eran, en exceso, aficionadas al alcohol. Del grupo que estaba junto a ella escuchó todo tipo de lindezas acerca de quienes, por su posición en la mesa, no podían oírlas. No le pareció correcto pero lo más extraño era que se conocían e incluso se habrían tratado a lo largo de tanto tiempo. Las bodas arregladas de tal o cual, los divorcios, amantes, hijos e incluso nietos, de unas u otras fueron siendo protagonistas de todo tipo de comentarios, tanto de alabanza como corrosivos. Ahora entendía el interés de su estado a pesar de suponer que sabían de su relación con Alfredo. En aquella época ella era una chica que había acabado sus estudios superiores y empezaba a abrirse un camino de difícil futuro y mucho trabajo.
Conoció a Alfredo en un momento en el que desde la soledad, su ánimo estaba muy decaído, casi al filo de dejar todo el esfuerzo ya realizado. Él la ayudo mucho. Sabía explicarle y consolarla con tal maestría que ella se sentía tan halagada como acompañada. Siempre pensó que, al igual que ella, desde su soledad, buscaba eliminar aquella desagradable sensación.. Con el tiempo, lentamente porque ella era bastante tradicional y pacífica con respecto a las relaciones humanas y especialmente el sexo, se desearon con fuerza, con la pasión que ella jamás había experimentado y se sorprendió, se entusiasmó y se enamoró. Creía que él sentía lo mismo durante el tiempo que vivieron juntos, más de quince años. Jamás hablaron de unirse para toda la cida, de casarse, de hijos, de familia, de nada. Fue como un mutuo acuerdo sin explicaciones ni razones. Ambos pensaban de forma similar. Ella se encontró a sí misma cuando sólo se conocían seis meses escasos y, desde ese día, su vida dio un brusco cambio y su trabajo se desarrollaba con suficiente éxito como para olvidar los malos momentos que pasó. Esa fue la gran obra de Alfredo para con ella. Vivian, se amaban, viajaban, salían a pasear y poseían una actividad conjunta que era la envidia de amigos y conocidos. Un día pudo percibir que Alfredo se encontraba ausente, con sus cosas. Poco a poco fue aumentando su encapsulamiento. No manifestaba interés, atención y, lo que es peor, ni quería manifestarla. Las atenciones se fueron acabando y la rutina empezó a adueñarse de sus vidas. Desde la nueva soledad, lo vulgar que, a veces, era desesperante y anodino se instaló nuevamente en ellos. 

Ella se introdujo en su trabajo y en sus personajes, en un mundo que era pura ficción y manejaba a su antojo y, sin apreciarlo, se apartaba de la realidad que había vivido aquellos años. Casi sin darse cuenta, sin hablar, sin acuerdos tácitos, reproches, ni recuerdos, ambos se fueron alejando hasta que Alfredo compró una casa en la playa y se trasladó a ella solo. Sabía que a Gertrudis el mar le gustaba en verano pero que no soportaba un invierno largo en la playa. Desde la soledad de ambos, continuaron viviendo, más lejos que cerca, durante otros cinco años. Salían a cenar, viajaban, pasaban juntos una semana, tres días, y tras ellos, un largo tiempo de separación marcaba el ritmo de un calendario imparable, irrecuperable. Una de sus compañeras le preguntó: “Tú, ¿no estás casada?” Ella respondió: “No, no estoy casada”. “Pues no lo entiendo. Yo no puedo concebir la vida sin estar casada… Sin dar placer y si puedo, incluso sentirlo, no podría vivir”. Dijo con voz pastosa llevándose a los labios una copa de vino que bebió completamente.     

Antonio Campillo Ruiz

miércoles, 20 de marzo de 2013

TRANSGÉNICOS I

MANIPULACIÓN GENÉTICA PELIGROSA

Antonio Campillo Ruiz


En sus décadas finales, el siglo XX ha destacado, entre otras muchas investigaciones, por los descubrimientos tecnológicos de la ingeniería genética. De indudable importancia, ha tenido lugar una revolución científica sin precedentes que continúa a gran velocidad en el momento actual. Perfeccionadas las técnicas de manipulación genética en el laboratorio y con una visión de futuro para un rápido enriquecimiento, multinacionales fabricantes de herbicidas, pesticidas, insecticidas y fertilizantes sintéticos agroquímicos, cuyas ganancias habían descendido de forma muy importante, centraron su atención en la posibilidad de realizar  transformaciones genéticas en plantas que produjesen dos efectos: uno, la resistencia a herbicidas y por tanto la obtención de los mismos para eliminar las malas hierbas, excepto el cultivo principal, aumentaría su fabricación; la generación en las propias  plantas y por tanto en sus semillas, de compuestos químicos insecticidas producidos por la propia planta; un desmesurado aumento de fertilizantes sintéticos que contaminan suelo y aguas subterráneas, y todo ello con la promesa de una mayor cosecha que evitase el hambre en el mundo subdesarrollado.
Para ello debieron influir decisivamente en los medios políticos  consiguiendo algo que hasta hace muy poco tiempo era inconcebible: la patente de las semillas que, generalmente, los agricultores guardaban o intercambiaban. Instituciones importantes en la lucha por los derechos de todos, en este caso Greenpeace, empezaron a  trabajar por una agricultura beneficiosa para la Tierra y los seres que la habitan. Rechazaron la liberación de cultivos transgénicos (OMG, organismos modificados genéticamente). Los OMG  amenazan nuestra salud, deterioran el medio ambiente y destruyen la agricultura familiar o sostenible, agravando el hambre en el mundo. 


La demostración de las afirmaciones anteriores las podemos analizar desde los informes que se poseen sobre esta nueva y oscura lacra que para la alimentación humana y animal suponen los cultivos transgénicos:

1 - Sólo diez multinacionales controlan casi el 70% del mercado mundial de semillas lo que significa que los agricultores poseen muy poca capacidad de elección.
2 - El 80% del cultivo de transgénicos está concentrado en sólo cuatro países, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Canadá. Y a pesar de esa concentración, también en estos lugares son minoritarios. Además, en EEUU, primer país productor de transgénicos, los agricultores están pensando en volver a las semillas tradicionales debido a los bajos rendimientos en las cosechas por el aumento de la resistencia de las plagas y la proliferación de malas hierbas. 
3 – Los cultivos transgénicos no alimentan al mundo. El 99,5% de agricultores no los cultivan. En Europa están restringidos ya en 11 países y de los cinco que los cultivaron en 2012 en tres ha disminuido la superficie, con la vergonzosa excepción de España, cuyo gobierno sigue apostando por ser el único país de la Unión Europea que cultiva maíz transgénico MON810 a gran escala (116.306 hectáreas en 2012, según estimaciones del Ministerio basadas en la información de la industria).
4 - La agricultura industrial usa fertilizantes sintéticos que contaminan nuestros suelos y aguas, poseen dudosa rentabilidad debido a la adicción que crean en las plantas para conseguir un crecimiento rápido pero se derivan graves carencias de microelementos esenciales en una alimentación equilibrada de los cultivos vegetales.
5 - El excesivo uso de herbicidas, pesticidas y fertilizantes de síntesis en la agricultura industrial contribuye al agravamiento del cambio climático. Después de 16 años de comercialización, el 75% de estos cultivos se han diseñado para ser resistentes a los herbicidas producidos por las mismas empresas que comercializan los cultivos transgénicos. No aumentan los rendimientos, sino que impulsan las ganancias de un puñado de empresas multinacionales, siendo éste el verdadero objetivo, nada que ver con solucionar el hambre en el mundo que sigue aumentando. Los fracasos en la producción de maíz y el inmenso escándalo y decepción de la patata transgénica Amflora de Basf produjo un efecto sin precedentes: Basf anunció el fin de sus cultivos transgénicos en Europa. Es urgente aplicar el principio de precaución y parar el experimento genético que se está llevando a cabo a escala mundial.


lunes, 18 de marzo de 2013

TRES JOYAS

PERSONAJES DE FÁBULA

Antonio Campillo Ruiz


   La tecnología ha potenciado la infografía de forma exponencial. La herramienta que simplificaba, completaba y perfeccionaba técnicas complejas de animación, en determinados planos de una producción, se ha convertido en un tiempo muy corto en la cámara oculta que soluciona cualquier anomalía o engrandece una secuencia. No se aplica exclusivamente en animación, aunque en esta, toda la producción se realiza mediante complejos programas informáticos que han cumplido el objetivo inicial para el que fueron diseñados.
Incluso, podríamos decir que la relativa facilidad para poder expresarse mediante personajes de fábula, dibujos animados, ha potenciado la imaginación de sólidos guiones que poseen todos los elementos y puntos de vista de una cámara e incluso la superan. La planificación de secuencias que podrían suponer más tiempo de lectura fílmica y por tanto de comprensión para el espectador es, en muchas ocasiones, solucionada en pocos planos, grandes elipsis espacio temporales y una perfección de postproducción impensable hace tan solo unos años. Tres ejemplos importantes lo demuestran.


   Realizada en la Ecole Supérieure des Métiers Artistiques de Montpellier por Simon Bau, Clémentine Choplain, Marie Ecarlat, Benoît Huguet, Julien Soulage en 2012, “Cupidon”, nos hará reir y soñar y posee un ritmo insólito. La secuencia de las once dimensiones espacio temporales, en un mundo que no percibimos pero que se encuentra a nuestro alrededor, descubre que los cinco realizadores son seguidores de la teoría de cuerdas.

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla

   Producida por The Animation School en 2011 y dirigida por Ian van Heerden, “In Sickness”, ganadora del premio de oro del Festival de New York, es un cortometraje que posee una animación tecnológicamente de vanguardia y un argumento desasosegante. No de otra forma se podría explicar la pesadilla que sufre el protagonista y su encuentro con esa especie de hada que le ayuda a superar sus miedos. Ahí se encuentra su base argumental: la ayuda en momentos tan importantes como irrepetibles.

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla

   Valentin Gueu, Romain Maleyrot, Jérôme Oudot y Shirley Pons realizaron, en la Ecole Supérieure des Métiers Artistiques de Montpellier, en 2006, “In Memoriam”, un recuerdo personal de la felicidad vivida que un anciano relojero tratará de recrear, en su buhardilla de trabajo. Su belleza posee una delicadeza en la que fábula y realidad se mezclan para alcanzar el objetivo de un precioso recuerdo.

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla

 

jueves, 14 de marzo de 2013

EL TAÑIDO DE LA CAMPANA

LA DAMA DEL LAGO

Antonio Campillo Ruiz

 John William Waterhouse

  El vapor de agua que salía como dos inmensos cañonazos por los ollares del caballo se condensaba en las monedas que iban cayendo sobre aquella mano endurecida y fuerte. El silencio se quebraba con cada respiración del caballo. Sobre la inmensa mancha negra se posaba, suave, una neblina tan fría y densa que impedía vislumbrar más allá de unos pocos metros. El sol no había podido romperla en el amanecer que había tenido lugar hacía una hora. Un caballo pasó raudo, a esa hora, por la estrecha senda que bordea el inmenso lago. 
Desde el costillar de una barca amarrada a un grueso poste hundido en el fango, un hombre maduro, fuerte, despertó y trató de distinguir si el caballo galopaba solo o lo montaba un jinete. Fue tragado por la niebla dejando tras si  remolinos de vapor que se cerraban tras él. Al instante los cascos dejaron de oírse amortiguado por la alta vegetación. La barca se zarandeaba con el hombre de pie sobre ella. Recogió la ropa con la que estaba protegido de la húmeda noche y volvió a escuchar el sonido de un galope desde donde había desaparecido el caballo. De repente, como una aparición tan blanca como la niebla, un caballo agitado y nervioso, con un jinete cubierto por una capa con capucha negras, se detuvo caracoleando frente a él. Estaba asustado. Una voz autoritaria solicitó su servicio para cruzar el lago, a la vez que descendía del caballo aquella figura sin formas. Contestó que no podrían cruzar el lago hasta que sonase la campana, requiriendo con prestancia el jinete una explicación de tal causa. 
Pacientemente, explicó que para cruzar el lago necesitaba una guía y la campana situada en la orilla contraria era la que indicaba con su sonido el rumbo preciso para no errar. El jinete bramó una maldición y preguntó cuánto tiempo deberían esperar. Casi encogido por el pavor, el barquero sólo pudo pronunciar que tardaría todavía un rato, cuando la niebla levantase o se iluminasen un poco sus blancas capas. El caballo mordía nervioso el bocado. El jinete subió a la barca, que se movió a babor y estribor con fuerza, y con un brazo tendido, con la ancha manga de su capa hizo ademán al barquero para que pusiera su mano abierta. Las monedas, frías, recogiendo el vapor que lanzaba el caballo en su agitada respiración, se humedecieron inmediatamente. No acababa de echar todas las monedas en una bolsa el barquero, comprobando la generosidad del jinete, cuando tañó tres veces una campana aguda que apenas alcanzaba a oírse. ¡Bong! ¡Bong! ¡Bong!
El barquero balbuceó que ya podían partir, que su oído era muy fino y que llegarían antes de la tarde a la otra orilla. Terminó de ordenar con rapidez el fondo de la barca, aparejó los remos y deshizo el nudo de margarita que la anclaba al enorme poste de madera. La figura, tan alta como él, no se movió de su lugar y permanecía de pie. ¡Bong! Un solo tañido sordo y lejano. El barquero, sentado en la bancada, remaba con fuerza. La pesada barca se movía con lentitud y suavidad. Al poco tiempo dejaron de ver la orilla de partida y sus altos árboles al tiempo que unas fuertes voces de mando, órdenes y gritos, mezclados con bufidos y relinchos, llegaron hasta ellos  ¡Bong! Otro tañido. El barquero dejó de remar y levantándose de la bancada miró sin ver hacia su mínimo embarcadero. Su acompañante, que se encontraba a popa, de pie, dejó caer la capucha de su gruesa capa. 
El fuerte hombretón quedó impresionado y absorto por aquella larga cabellera rubia y la belleza de la faz de una dama joven. Hacia estribor, sonaron unos silbidos muy agudos y la mujer gritó: ¡Agáchese en el fondo de la barca! Su grito, posiblemente, favoreció la corrección de los siguientes silbidos y el barquero, que se mantuvo erguido, sintió un fuerte pinchazo en la parte derecha del pecho, al que siguieron dos más, uno en el abdomen y otro en una pierna. Las saetas continuaron su camino emitiendo su mortal silbido. La joven se encontraba acostada sobre las cuadernas y fuertemente cogida a ellas. El barquero, emitiendo un apagado sonido ininteligible cayó por la borda de babor al agua fría del lago. Los mortales sonidos continuaron durante un tiempo y las saetas se clavaron en la popa de la barca quedando atravesadas en la vieja madera. ¡Bong!, la campana. Pasado un tiempo los silbidos se desplazaron hacia babor y se fueron alejando. Tratando de no emitir sonido alguno, la mujer se levantó, se desprendió de sus ropas de protección descubriendo a una joven vestida con ricos ropajes y pedrería. ¡Bong! Otro golpe de badajo. Los remos poseían un puño tan grueso que las suaves manos de la joven casi no los podían abarcar. La pesadez de su guión y caña, así como de su pala, a la vez que la falta de grasa en los luchadores y el escálamo, casi le impedían remar. ¡Bong! Otra vez la campana y ella no había podido bogar nada más que tres veces. El frío y el esfuerzo le provocaban un sudor helado que la atería. ¡Bong! Otra vez la campana. Giró la cabeza para tratar de vislumbrar de dónde provenía el sonido. 
La niebla seguía tan densa que parecía que el cielo había girado a la tierra y sus nubes se habían apoderado de ella. Le ardía el cuerpo y tenía sed. Se doblo sobre su cintura por la orla de babor y alcanzó, no sin dificultad, la negra agua. Tomó una poca haciendo un cuenco con la mano y la sorbió. Su sabor era áspero. ¡Bong! La campana. Se sobresaltó. El sonido no provenía del mismo lugar que hacía unos momentos. Al volver a sentarse sobre la bancada para continuar remando, comprobó que su peso al alcanzar el agua había variado el rumbo de la barca. ¡Bong! Se oía más lejos. Sus nervios le provocaban unos fuertes espasmos de frío y terror. Continuó remando con todas sus fuerzas. ¡Bong! Casi inaudible. El frío y su calor interno provocaron en su cuerpo unas convulsiones incontrolables y dejando los remos se acurrucó bajo el destartalado  castillo de proa. ¡Bong! El tañido era audible pero muy lejano. Al poco, la joven quedó dormida y la barca permaneció flotando sin moverse. Una suave brisa formó una inmensa pared blanca de niebla tras la que navegaba lentamente la barca. La niebla, dirigida hacia un punto indeterminado parecía arrastrar a la barca que hacía agua por babor debido a los desperfectos de alguna de las saetas. Con lentitud iba hundiéndose hasta que niebla y barca desaparecieron de la superficie del agua.


Vicky Narváez

   Nunca volvió la niebla pero todas las noches una campana tañe desde diversos lugares del lago y se aprecia el navegar de una pequeña barca con una  joven y bella dama, sentada en la bancada, portado una campana en su mano. ¡Tannn…! Tañe con asiduidad. Zigzagueando por las negras aguas, entre los juncos de las orillas, bajo los árboles muertos, orientando el rumbo de quienes navegan y buscando un lugar donde poder atracar, la barca y la dama recorren los invisibles caminos del lago sin niebla. ¡Tannn…!    

Antonio Campillo Ruiz

lunes, 11 de marzo de 2013

FÍSICA CUÁNTICA IV: MULTIUNIVERSALIDAD

SUPERSIMETRÍA Y GRAVITÓN

Antonio Campillo Ruiz


   Calmar el caos. Admitir que el espacio y el tiempo son mucho más complejos que su comparación con una cinta numerada o un reloj. Este era el desafío de las hipótesis iniciales sobre la teoría de cuerdas. ¿Por qué? Bien, el espacio podría ser comparado a una membrana, en las dimensiones enormemente pequeñas, que puede sufrir roturas. Esta peculiaridad nos conduciría a dos posibles efectos muy diferentes: a la formación de un agujero de gusano o a una destrucción total del espacio dañado. Cuando se descubrieron los agujeros de gusano, nuevas direcciones del espacio capaces de poder rasgar el tejido espacial en un punto, para poder unirlo a otro que se  encuentra a distancias cercanas o interestelares, se supuso que estas roturas no podrían tener existencia sin suturar inmediatamente la rasgadura provocada. Por tanto, no era posible que el espacio se pudiese romper. En esta dualidad se mantuvieron defensores y detractores de las cuerdas hasta que, precisamente, su existencia podía favorecer que el tejido espacial se autorreconstruyese: Las cuerdas pueden formar, en su caóticamente ordenado movimiento, tubos que englobarían las rasgaduras espaciales y volverían a su estado inicial las roturas provocadas.


   El espacio y su posible transformación explicaría el problema, bastante incomprendido e irresoluble para muchos científicos, de la multiuniversalidad. La existencia de múltiples Universos paralelos al nuestro, concebible y donde nos encontramos. La naturaleza de nuestro Universo no implica la inexistencia de múltiples espacios paralelos que no podemos ni apreciar ni asemejar al nuestro. No se trata de la existencia de miles de millones de Universos diferentes, sino de múltiples dimensiones que, con las nuevas teorías se unifican en una única. El reflejo de ésta en unos teóricos espejos, posee imágenes idénticas porque todas las dimensiones no son nada más que diferentes enfoques de idéntica existencia. Así, las cuerdas, desde las distintas imágenes de una sola teoría pueden corregir y formar tejidos espaciales. Resuelta la hipótesis de las cuerdas, la armonía de su vibración supondría conocer la simplicidad de los Universos paralelos. Es la Teoría del Todo, La teoría M, aunque no se sabe muy bien qué significa la letra M: ¿misteriosa, mágica, matriz?


   Aparentemente el grave problema de la multidimensionalidad estaba resuelto pero, antes de la teoría M, la explicación de las cuerdas precisaba de la existencia de diez, ¡diez!, dimensiones: una para el tiempo, tres par el espacio conocido y seis para la existencia cuántica de la cuerda. Tras la teoría M que, aparentemente, unificaba en una sola dimensión todos los posibles enfoques de la teoría, el problema fue que, para su explicación, se necesitaba una nueva dimensión. Así pues la existencia de ¡once dimensiones! tomó cuerpo y, por supuesto, los espacios/tiempos paralelos y los Universos multidimensionales.


   La explicación de la aparente debilidad de la fuerza de gravedad frente al resto de fuerzas de la materia, se deduce mediante las cuerdas y la posibilidad de que éstas sean cerradas y, por tanto, puedan escapar fácilmente desde nuestro Universo a las dimensiones paralelas de Universos próximos. Las cuerdas que estuviesen ligadas a la gravedad, conformarían una membrana que podría llegar a ser tan inmensa como todo el Universo conocido. Esta es la ampliación de la actual teoría de cuerdas. Si es así, no podríamos tocar jamás dicha membrana en otra dimensión pero sí notaríamos su presencia y posibles consecuencias. El gravitón es la clave. Si  dos membranas formadas por cuerdas, una de ellas encerrando a nuestro Universo, y la otra, cercana pero en la que también existe vida inteligente, pretendiesen ponerse en contacto, sólo podrían hacerlo mediante las consecuencias de la gravedad, porque su debilidad se basa en la posibilidad de poder salir de su dimensión y alcanzar otra perdiendo fortaleza. Nunca podríamos comunicarnos con la otra membrana dimensional excepto con la presencia del gravitón.


   A pesar de no saber con exactitud lo que sucede cuando dos membranas de cuerdas chocan, las nuevas teorías del Big-Bang, derivada del choque entre membranas conteniendo una de ellas nuestro Universo y la otra un Universo paralelo, pueden provocar una expansión energética de inmensas dimensiones, no del inicio del todo, sino de la repetición energética derivada de ese potente choque. Encontrar las partículas S, la supersimetría, y el gravitón, en los enormes aceleradores de partículas Fermilab y Cern, será fundamental para probar la veracidad de teorías que, hasta el momento actual, son hipótesis no experimentadas.  


Es importante visionar el documental a plena pantalla. 

sábado, 9 de marzo de 2013

NAVEGANDO

EL BARCO DE LOS ADIOSES

Antonio Campillo Ruiz

Miguel Solana

   Desde la eternidad, navegantes invisibles vienen llevándome a través de atmósferas extrañas, surcando mares desconocidos. El espacio profundo ha cobijado mis viajes que nunca acaban. Mi quilla ha roto la masa movible de icebergs relumbrantes que intentaban cubrir las rutas con sus cuerpos polvorosos. Después navegué por mares de bruma que extendían sus nieblas entre otros astros más claros que la tierra. Después por mares blancos, por mares rojos que tiñeron mi casco con sus colores y sus brumas. A veces cruzamos la atmósfera pura, una atmósfera densa, luminosa que empapó mi velamen y lo hizo fulgente como el sol. Largo tiempo nos deteníamos en países domeñados por el agua o por el viento. Y un día -siempre inesperado- mis navegantes invisibles, levantaban mis anclas y el viento hinchaba mis velas fulgurantes. Y era otra vez el infinito sin caminos, las atmósferas astrales abiertas sobre llanuras inmensamente solitarias.
   Llegué a la tierra, me anclaron en un mar, el más verde, bajo un cielo azul que yo no conocía. Acostumbradas al beso verde de las olas mis anclas descansan sobre la arena de oro del fondo del mar, jugando con la flora torcida de su hondura, sosteniendo las blancas sirenas que en los días largos vienen a cabalgar en ellas. Mis altos y derechos mástiles son amigos del sol, de la luna y del aire aromoso que los prueba. Pájaros que nunca han visto se detienen en ellos después de un vuelo de flechas, rayan el cielo, alejándose para siempre. Yo he empezado a amar este cielo, este mar. He empezado a amar estos hombres...
º
Jacer Yerka

   Pero un día, el más inesperado, llegarán mis navegantes invisibles. Llevarán mis anclas arborecidas en las algas del agua profunda, llenarán de viento mis velas fulgurantes... Y será otra vez el infinito sin caminos, los mares rojos y blancos que se extienden entre otros astros eternamente solitarios.

Pablo Neruda

viernes, 8 de marzo de 2013

A LA MUJER

CANTAR DE SALOMÓN

Antonio Campillo Ruiz

 
Helena Nelson Reed

Mi amado habló y me dijo:
levántate, oh amiga, hermosa mía, y ven.
Porque ha pasado el invierno,
se ha mudado, la lluvia se fue;
se han mostrado las flores en la tierra,
el tiempo de la canción ha venido,
y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.
La higuera ha echado sus higos
y las vides en ciernes dieron olor;
levántate, oh amiga, hermosa mía, y ven.
Paloma mía que estás en los agujeros de la peña,
en lo escondido de escarpados parajes,
muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz;
porque dulce es la voz tuya y hermoso tu aspecto.

Cantar de Salomón, II

miércoles, 6 de marzo de 2013

VALORES PERSONALES

EL HOMBRE QUE PERDIÓ SU BROCHA DE MARTA

Atonio Campillo Ruiz

Los valores personales, Magritte

   Cuando llegó a Madrid de vuelta de Berlín, abrió la maleta y se encontró con que le faltaba su brocha de pelo de marta.
   Inquieto, desolado, paseando de un lado a otro de la habitación, saltándose las butacas, comprendió que aquella brocha de marta era como una de esas esposas muy pequeñitas, con las que a veces suelen casarse los hombres.
   Todas las brochas de las perfumerías se le ofrecían como las mujeres al viudo reciente. A todas las despreciaba porque sabía por experiencia de otros olvidos, que ninguna sustituiría a la brocha pequeñita y verdadera, la única que no despeluchaba, la única fiel en guardar su pelo para todas las afeitaciones, la única que le superviviría y le cuidaría hasta el final de su vida.
   Rehizo la maleta y salió para Berlín en el tren de la noche dispuesto a encontrar su brocha de marta.

Ramón Gómez de la Serna

D. Ramón orador.  A Marián.

domingo, 3 de marzo de 2013

DIOSES

COSMOLOGÍA

Antonio Campillo Ruiz

M51: The Whirlpool Galaxy in Dust and Stars
Image: N. Scoville (Caltech), T. Rector (U. Alaska, NOAO

   La diversidad de fenómenos naturales y sus innumerables consecuencias han supuesto una gran preocupación para tribus, pueblos y civilizaciones. Desde la aparición del hombre en la Tierra hasta el momento actual, el conocimiento de la Cosmología y su posible correlación con lo acaecido en el entorno cercano, ha sido motivo de  estudios tan complejos, afortunados y desafortunados, que algunos de los habitantes de cualquier lugar y época han tratado de suplir irracionales investigaciones con dogmáticas explicaciones favorables a sus ambiciones de poder. El resto de coetáneos de las miles y miles de explicaciones nacidas al amparo de quienes adquirían el supuesto saber, de cuyo fruto nacía tanto el temor como rígidas doctrinas, se debían limitar a aceptar, acatar o creer aquello que, aunque no explicase la totalidad o gran parte de sus preocupaciones, satisfacía, no sin esfuerzo, alguna de las múltiples preguntas ininteligibles que se hacían en su vivir cotidiano. La aparición del concepto de religión y su posterior transformación en mito, realizada por los propios hombres, propone, en muchos casos, que el ser humano es la creación o sueño de los dioses cuando en realidad tendríamos que pensar sin lugar a dudas, que son los dioses el sueño de los hombres. Explicar en unidades de  tiempo de Hubble, el eón (mil millones de años), la edad del Universo ha sido tan dramático para civilizaciones precedentes como lo es para nosotros en la actualidad, aún teniendo un punto de partida desde el que podemos investigar: el Big-Bang. Científicos y filósofos deben seguir los pasos, siempre precavidos, de quienes han acatado, sin mensajeros ni sabios del miedo, la Cosmología como guía de su vida en la Tierra.   

Es importante visionar el montaje audiovisual a plena pantalla