sábado, 22 de febrero de 2014

LA MELANCOLÍA: FRANZ P. SCHUBERT I

OIGAMOS Y VEAMOS XIV

Antonio Campillo Ruiz

Franz P. Schubert

   Franz Peter Schubert acabó de componer en noviembre de 1827 una composición musical para tres instrumentos que, con respecto a los trabajos que se componían en la época, bastante más breves, era un poco larga, unos cincuenta minutos: El Trio No. 2 en mi bemol mayor para piano, violín y violoncello, D. 929 (Mayor op Klaviertrio mi bemol. 100, 2. Satz). Consta de cuatro movimientos:

1 – Allegro.
2 – Andante con moto.
3 – Scherzo. Allegro moderato.
4 – Allegro moderato.

   El segundo movimiento hace sentir, a quien lo escucha, una melancolía, una tristeza y un sabor a dolor que resuena de su lento movimiento, de su ritmo pesado. Está inspirado en una melodía sueca Se Solen sjunker (Mira, el sol se pone), de Isaac Berg. Las monótonas notas del piano pueden llegar a sugerir, antes de que el violoncello emita las suyas y el violín las doble, un sonido fúnebre que va creando, progresivamente, un ensombrecido clima cual canto romántico, que queda en una larga y desasosegante tragedia.

Es importante escuchar nítidamente la composición

   Estos sentimientos acentúan imágenes que se pueden presentar a un espectador al que se le cuenta una historia tan bella como infortunada y dramática. Es la sabia decisión que directores de cine realizan al utilizan El Trio No. 2 en mi bemol mayor para piano, violín y violoncello, D. 929 (Mayor op Klaviertrio mi bemol. 100, 2. Satz) en alguna de sus películas.  Stanley Kubrick ha sido uno de los grandes realizadores que, enamorado de la música clásica, la ha utilizado en sus películas con una sensibilidad tan precisa como decisiva. En “Barry Lyndon”, 1975, con guión del propio Kubrick, basado en la novela de William Thackeray, esta música es capaz de elevar la sensación de la penosa vida del protagonista y su familia. Michael Haneke dirigió en 2001 “La pianista”, también con guión suyo basado en la novela de Elfriede Jalinek. Una historia tan trágica como la música de Schubert, de la que era amante la profesora de piano protagonista. “The Hunger”, “El ansia”, 1983, de Tony Scott es otra de las películas que, inundada con la música de Schubert, representa a unos personajes atormentados en momentos tan trágicos como la vida y la muerte. Estos tres ejemplos son suficientes para poder apreciar la misma banda sonora creando un clima de lento infortunio romántico y triste. 

Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

 Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

 Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

16 comentarios:

  1. Maravillosa maestría, y que bella melodía. Aunque hable de melancolía.
    Besos

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  2. Qué belleza!!!! Ay Antonio, cómo me gusta este rincón de tu blog "oigamos y veamos"! Además me traes a la mente viejas películas que he disfrutado tanto...como Barry Lyndon. Muchas gracias por este "repaso" de una música inmortal. Gran abrazo!

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  3. me lleno de arte cuando te visito
    La melancolia que a los artistas une..
    creo que de ahi nace la mejor musica con letras
    mil besos

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  4. ¡Sensacional querido amigo! Sensacional la entrada. Bellísima música y composición. Aprendo mucho cada vez que entro a tu sitio. Te agradezco el trabajo minucioso que te tomas. Es impecable.
    Te mando un abrazo enorme desde Argentina y buen fin de semana.

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  5. Bendita pieza de Schubert, me tiene hipnotizada!
    Puedo escucharla mil veces seguidas sin cansarme.
    Un fuerte abrazo, querido amigo.

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  6. Adoro esta música. Es una maravilla.

    Gracias por traerla a tu precioso espacio.

    Un fuerte abrazo

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  7. Entrada bien preparada y magistral como solo tu sabes hacerlo. Sentir la música de Schubert es lo mismo que codearse con los dioses. Cuanta expresividad y sentimiento.
    GRACIAS, Antonio.

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  8. Qué preciosidad Antonio!, y qué sería de la creatividad de los artistas sin la melancolía! supongo que el sufrimiento ayuda a que germine la magia que nos transmiten en sus obras.
    Un abrazo y disculpa que no me pase más a menudo, estoy "atrapada"...

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  9. Extraordinaria recopilación, amigo Antonio. Gracias por difundir el arte de la música y por instruirme a mi en ella.

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  10. Um místico de tristeza e romantismo... melancolicamente bela a música de Schubert.

    Beijo.

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  11. Como aprendiz de todo, mi enhorabuena por los registros de tu blog.
    Es un placer visitarlo.

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  12. Cuántas veces he oído esa pieza de Schubert y cada vez me gusta más.
    Un beso

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  13. Dicen que la música es el lenguaje del alma, no tiene idiomas, y es comprendida por todos. Me encanta Schubert y en especial esta melodía, entre la tristeza y la melancolía.

    Son vitaminas para el alma el visitar tu blog, por tus entadas tan bien elaboradas y con los temas qué tratas.

    Abrazos desde un lugar del corazón.

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  14. Muchas gracias por estos momentos musicales que nos ofreces, Francisco, un oasis en este mundo plagado por el estrés, las prisas y la dependencia de las nuevas tecnologías.
    Un abrazo

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  15. Extraordinaria música, Antonio, y muy interesante el tema que podemos extraer de tu planteamiento: el de la semanticidad de la Música, lo que expresa, o lo que puede expresar, el arte de las musas: en este caso, segúntu texto, tristeza, melancolía...; hablas de un sonido fúnebre, de una música capaz de elevar la sensación de la penosa vida... En fin… ¿la música expresa eso o somos nosotros quienes la asociamos a eso? ¿Es la música un lenguaje? ¿Cómo el hablado? Aquí te dejo unas cuantas citas. A ver si te gustan.
    La música no posee significación, pero rebosa de sentido (Eugenio Trías)
    La música es el idioma que no habla en ningún idioma, precisamente porque habla en todos los idiomas posibles. (Felipe Benítez Reyes).
    Entiendo la música… como un lenguaje. Un lenguaje que no necesita palabras. (Josep Colom).
    La música es un esperanto sonoro (Emanuel Levy).
    La música es el idioma universal (Richard Wagner).
    Generalmente se acepta que la música expresa algo (Arnold Schönberg).
    La música comienza donde acaba el lenguaje (E.T.A. Hoffmann).

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