lunes, 29 de septiembre de 2014

EL SON DIVINO

DESPERTAR LOS SENTIDOS

Antonio Campillo Ruiz

Fray Luis de León 

ODA III - A FRANCISCO DE SALINAS

A Francisco de Salinas
Catedrático de Música de la
Universidad de Salamanca

Órgano original en el que el ciego músico y catedrático Francisco de Salinas interpretaba la música que entusiasmaba a Fray Luis de León 

El aire se serena 
y viste de hermosura y luz no usada, 
Salinas, cuando suena 
la música estremada, 
por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino 
el alma, que en olvido está sumida, 
torna a cobrar el tino 
y memoria perdida 
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce, 
en suerte y pensamientos se mejora; 
el oro desconoce, 
que el vulgo vil adora, 
la belleza caduca, engañadora.

Traspasa el aire todo 
hasta llegar a la más alta esfera, 
y oye allí otro modo 
de no perecedera 
música, que es la fuente y la primera.

Ve cómo el gran maestro, 
aquesta inmensa cítara aplicado, 
con movimiento diestro 
produce el son sagrado, 
con que este eterno templo es sustentado.

Y como está compuesta 
de números concordes, luego envía 
consonante respuesta; 
y entrambas a porfía 
se mezcla una dulcísima armonía.

Aquí la alma navega 
por un mar de dulzura, y finalmente 
en él ansí se anega 
que ningún accidente 
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso! 
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido! 
¡Durase en tu reposo, 
sin ser restituido 
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

A este bien os llamo, 
gloria del apolíneo sacro coro, 
amigos a quien amo 
sobre todo tesoro; 
que todo lo visible es triste lloro.

¡Oh, suene de contino, 
Salinas, vuestro son en mis oídos, 
por quien al bien divino 
despiertan los sentidos 
quedando a lo demás amortecidos!







Cara sur del órgano de la catedral de Salamanca


5 comentarios:

  1. El inicio de esta oda es de una hermosura aplastante:
    "El aire se serena
    y viste de hermosura y luz no usada".
    Como lo es la estrofa siguiente según mi criterio:
    "¡Oh, desmayo dichoso!
    ¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
    ¡Durase en tu reposo,
    sin ser restituido
    jamás a aqueste bajo y vil sentido!"

    Fray Luis..., qué olvidado y cuánta belleza existe en sus versos. Hace unos pocos meses, releí su poesía para mi disfrute. Hoy, en tu hermoso y culto blog, releo esta oda y levito, casi como si escuchara a Salinas, aunque la música de órgano no se halle entre las que más me gusten.

    Un beso lleno de cariño, querido Antonio, y gracias por Fray Luis.

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  2. Todo lo que rodee la obra de Fray Luis de León es garantía de lucidez, docencia, decencia, humildad y sabiduría, amigo Campillo. MB.
    La música de Bach y su oportunidad aquí, genial.

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  3. Bellísima entrada y la música... el órgano........¡.me transporta..!. Un abrazo

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  4. Una hermosa oda .
    Imágenes, música... ¡¡magnífica entrada!!.

    Un abrazo grande.

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  5. Bravo, Antonio, por esa sensibilidad a la que nos tienes acostumbrados.

    Cuando en algún momento —en una conversación, en una clase— ha salido el tema Salinas, he recurrido a los versos —por lo menos los 5 primeros— de Fray Luis de León, para que la gente se diera cuenta de la importancia del “genio ciego” que ocupó la cátedra de música de la Universidad de Salamanca. Y estoy seguro de que casi todo el mundo que visita este lugar se fija en el aula de Fray Luis, pero se olvida de la de Salinas.

    Un abrazo.

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