miércoles, 17 de septiembre de 2014

MÉRITOS

CANONICEMOS A LAS PUTAS

Antonio Campillo Ruiz

Henri de Toulouse-Lautrec

   Santoral del sábado: Betty, Lola, Margot, vírgenes perpetuas, reconstruidas, mártires provisorias llenas de gracia, manantiales de generosidad.

   Das al placer, ¡oh!, puta redentora del mundo, y nada pides a cambio sino unas monedas miserables. No exiges ser amada, respetada, atendida, ni imitas a las esposas con los lloriqueos, las reconvenciones y los celos. No obligas a nadie a la despedida ni a la reconciliación; no chupas la sangre ni el tiempo; eres limpia de culpa; recibes en tu seno a los pecadores, escuchas las palabras y los sueños, sonríes y besas. Eres paciente, experta, atribulada, sabia, sin rencor.

   No engañas a nadie, eres honesta, íntegra, perfecta; anticipas tu precio, te enseñas; no discriminas a los viejos, a los criminales, a los tontos, a los de otro color; soportas las agresiones del orgullo, las asechanzas de los enfermos; alivias a los impotentes, estimulas a los tímidos, complaces a los hartos, encuentras la fórmula de los desencantados. Eres la confidente del borracho, el refugio del perseguido, el lecho del que no tiene reposo.

   Has educado tu boca y tus manos, tus músculos y tu piel, tus vísceras y tu alma. Sabes vestir y desvestirte, acostarte, moverte. Eres precisa en el ritmo, exacta en el gemido, dócil a las maneras del amor. Eres la libertad y el equilibrio; no sujetas ni detienes a nadie; no sometes a los recuerdos ni a la espera. Eres pura presencia, fluidez, perpetuidad.

   En el lugar en que oficias a la verdad y a la belleza de la vida, ya sea el burdel elegante, la casa discreta o el camastro de la pobreza, eres lo mismo que una lámpara y un vaso de agua y un pan. ¡Oh, puta! amiga, amante, amada, recodo de este día de siempre, te reconozco, te canonizo a un lado de los hipócritas y de los perversos, te doy todo mi dinero, te corono con hojas de yerba y me dispongo a aprender de ti todo el tiempo.

 Jaime Sabines

Henri de Toulouse-Lautrec

5 comentarios:

  1. Antonio, me ha gustado esta loa a las putas de Jaime Sabines, la profesión más antigua, desde que el mundo es mundo...

    Un fuerte abrazo, amigo

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  2. Son más decentes que las señoras de sociedad. Sabines lo supo.
    Abrazo.

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  3. Vaya, hoy se lo he puesto a mis nietos y ... se lo he explicado. ha sido fácil, se han aburrido y se han ido a la Tablet.

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  4. Leyéndote he recordado un viaje recorriendo Nicaragua y cómo la mirada es la clave y uno ve lo que lleva dentro.
    No es lo mismo una cortesana de Alma Tadema que lo que veía Munch en su visita a un burdel; fila de mujeres con las sayas subidas hasta la cintura pasando una inspección de venéreas.
    Cuando la lírica es potente aguanta lo que le echen, y así, el mundo rico de Jaime Sabines era capaz de encontrar musas donde otros encuentran tragedias.
    Y lo he imaginado pensando sus “recetas de luna” mientras dedicaba esta loa a quienes, quizá, en lugar del diván del psiquiatra y por mucho menos le ofrecieron el cálido refugio de su vientre, mucho más efectivo contra la soledad.

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  5. Seguro que son más honestas y de buen corazón.
    Un abrazo fuerte.

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