jueves, 18 de diciembre de 2014

EVOLUCIÓN MALSANA

HELIOTROPOS  IV

Antonio Campillo Ruiz

Heliotropo amarillo anaranjado

 Arbe Berberyan

   En los albores de lo que se ha venido en llamar el eslabón perdido en el paso de sencillo animal mamífero a animal racional, el hombre se vio subyugado por unas sensaciones que le provocaron algunos beneficios inmediatos, los cuales perdía y ganaba en función de su evolución cada vez más perfecta en el aspecto cerebral. Así, es posible que por necesidad se ejercitase, sintiendo gran placer con un vocablo que surgía de su capacidad de pensar y sentir: poder. En sus inicios el poder suponía la supervivencia, muy dura en la convulsión evolutiva, tanto de él mismo como del espacio en el que moraba. Con el paso del tiempo el poder le provocaba un placer más allá de las satisfacciones materiales que congéneres y entorno le podían proporcionar. Como día a día su mente desarrollaba novedosos pensamientos más y más complejos, se percató de la necesidad, cada vez más perentoria, que le requería su poder. Llegó a tal extremo, que algunos animales racionales, muy poderosos, no eran capaces de alcanzar a visitar las tierras ni disfrutar de tantas riquezas arrebatadas a quienes fueron su dueño. A estos animales racionales rendidos y humillados se les denominó enemigos, palabra novedosa que separaba por primera vez al conjunto de seres de la misma especie y el precio del poder arrebatado, se pagaba con una moneda que se utilizaba con mucha frecuencia, la Muerte. 

Arbe Berberyan

   Con su enorme capacidad evolutiva, el hombre se fue perfeccionando progresivamente, hasta conseguir que la adquisición del poder pudiese depender también de otras monedas menos llamativas que la Muerte, a pesar de ser esta el mejor y más rápido método de alcanzarlo. Concibió sofisticados sistemas y los sustituyó mediante artilugios ladinos y eficaces. Algunos de ellos los contaba un bardo respetado en las regiones más pobladas de la Tierra en su época. 

 Arbe Berberyan

   “A la Srta. Incultura, le presentaron a un mozalbete que, por entonces, se decía que poseía unos antepasados cuyo árbol genealógico era de tal abolengo que su escudo heráldico se perdían en el principio del tiempo, D. Intransigente. A pesar de no sentir un impacto atractivo instantáneo y mutuo, muchos familiares de la primera insistían para que aceptase tan buen partido a pesar de que el posible novio se comportaba bastante insolente con ella, afeaba constantemente desde sus puntos de vista hasta acciones y conocimientos que, muy propios de su edad, tan inocente como muchos amigos y amigas, desconocía por completo. Tanto insistieron personas con mucho juicio y sabiduría que se unieron durante un breve tiempo y los días fueron pasando con pocas ganas de aprender por parte de ella y exabruptos inapropiados por parte de él. Llegaron al solemne matrimonio. Su primera hija era una criatura tan fea, tan fea, que era muy frecuente el desánimo de muchas personas al verla. La pareja, ilusionada, la llamó Agresividad.

Arbe Berberyan

   Desde su nacimiento, médicos especialistas advirtieron su excesiva rapidez de crecimiento. Pareciese que cada día que transcurría se podía considerar como un año de vida, tal era su desmesurado tamaño. Los padres poseían opiniones contrarias. La madre no sentía ningún reparo ante tal acontecimiento, decía que cuanto más creciese mejor, así podría ser una gigantesca y fornida muchacha. Al padre, cuyo carácter siempre suponía un enfado si alguien no estaba de acuerdo con él, creía que habían engendrado un monstruo que lo desplazaría, tras tantos años de dignos antepasados. Ambos tenían razón pero se equivocaban en los motivos de su apreciación. Agresividad, la niña que crecía con dimensiones gigantescas, poseía características similares, genéticamente, a las de sus progenitores pero adquirió más maldad que su padre y muchos menos conocimientos  que su madre.

Arbe Berberyan 

   Desde niña empezó a sentir la vocación de discursear entre quienes dirimían dudas o desentrañaban entuertos. A tal punto llegaba su irracional intervención en estos casos que terminaban, con harta frecuencia, en parte de las características que poseía su padre, siempre causadas por las heredadas de su madre. Se sentía feliz a pesar de la intensidad del trabajo que debía realizar cada día y en millones de lugares diferentes. Su tamaño aumentaba a tal velocidad que los adelantos técnicos del hombre eran sus aliados más queridos. Por ejemplo, cuando se inventaron los caminos para unir a los pueblos, el transito de carruajes, animales racionales e irracionales, aumentó notablemente y las llamada a Dª Agresividad para que discurseara con ellos acababan, con mucha frecuencia, rompiendo, maldiciendo e incluso matando, al insolente que era más débil. Igual sucedía cuando un orgulloso servidor perteneciente a la nobleza o cortesano, utilizaba tretas estimulantes de una prima hermana de Dª Agresividad, Dª Mentira, para forzar la intervención de la primera y reafirmar decisiones de la segunda.

Arbe Berberyan

   Tal fue el crecimiento de esta fea niña, convertida ya en mujer, que su sombra abarcaba todo el orbe mundial y gran parte de los seres racionales empezaron a preocuparse de este estado desestabilizador que se había creado entre ellos. Para evitar este levantamiento contra la gran sombra que protegía a quienes poseían el poder, fueron llamados diversos familiares de Dª Agresividad para ayudar en su trabajo contra los supuestos sediciosos. Así, se contrataron a D.Odio, Dª Desvergüenza, Dª Belicosidad, D. Provocación, etc. Entre todos le declararon la guerra a un movimiento que había surgido para que la evolución de los seres racionales fuese progresando. Se llamó Paz y hasta hoy, año de desgracia 2014, el enfrentamiento camina hacia un vencedor que se perfila como ganador, aunque todavía no se ha proclamado como tal: Dª Agresividad y sus familiares”. En el instante que el Bardo acabó su cuento, una afilada lanza le atravesó el corazón y quien la lanzó dijo: “¿Quién ha sido? ¿Quién ha osado lancear al Bardo del rey? Todos los presentes quedarán arrestados inmediatamente”. Y todos los animales racionales, que se miraban entre sí sorprendidos, fueron conducidos, con la serenidad de los corderos, a las mazmorras.

Antonio Campillo Ruiz    


 Arbe Berberyan

17 comentarios:

  1. Cognio ANtonio, como me has dejado esta mañana al leer este post, me he tenido que tomar el café mas de prisa que de costumbre para centrarme y aclarar ideas, pues parece que entre todos la mataron y ella sola se murió, o quizás la Paz esté secuestrada?
    Un abrazo Antonio

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    1. Siento mucho el soponcio, amigo Toni. Pues sí. Algo similar a lo que expresas está sucediendo: la Paz está secuestrada y no solicitan rescate por ella. Pretenden, muchos de los llamados animales racionales, que su condena sea de por vida y sin posibilidad de redención de condena. La desgracia es que lo están consiguiendo.

      En abrazo, Toni.

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  2. Genial escrito!!.
    Sería maravilloso que la Paz (esa hermosa palabra) triunfara siempre

    Un placer leerte
    Un fuerte abrazo

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    1. ¡Ay!, Amalia, esto es lo que querríamos muchos de los seres de esta especie a la que pertenecemos. El problema es que han colocado una barrera perniciosa alrededor de aquello que
      les parece pligroso: la Libertad y la Paz.
      ¡MUY FELICES FIESTAS, QUERIDA AMALIA!

      Un cariñoso abrazo, querida Amalia.

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  3. De eso seguimos necesitando y mucho en este planeta, parece que sus habitantes no sabemos como llegar a ella por igual.
    Bellas pinturas suplementan esta entrada.
    Desde Tenerife felices fiestas.

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    1. Amiga Gloria, estamos de acuerdo. La necesidad de una vida plena de paz es tan necesaria como importante es, para algunos, demostrar que su existencia es vana. La necesidad de cambiar este pensamiento y sus consecuencias es cada día más perentoria. Es muy agradavble que te gusten las pinturas. Te deseo, que pases unas ¡MUY FELICES FIESTAS! en esa maravillosa tierra que tienes la suerte de disfrutar cada día.

      Un cariñoso abrazo, querida amiga Gloria.

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  4. Un buen augurio, maestro Camillo, la paz esté con nosotros ... espero. No obstante, ya sabes, suerte el que cree y puede decirlo: No hay dolor en la tierra que el cielo no puede curar
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Así es, querido amigo Enrique. Necesitamos que se encuentre con nosotros y nos envuelva con su manto de seda. Solo así nos separará de quienes constantemente la está ensuciando y maldiciendo. La falta de Paz es el negocio de muchos que se proveen de la familia de elementos que deshacen la Verdad.
      ¡MUY FELICES FIESTAS, QUERIDO ENRIQUE!

      Un gran abrazo, amigo Enrique.

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    2. Una muy Feliz Navidad para ti, también, maestro Campillo

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  5. la paz está al revés, zap-ato para pisotear al otro, ¿quién la pone del derecho?. Seguro que no es el derecho.
    Muy bueno, Antonio.

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    1. Desde luego, Cecilia. Poner correctamente escrita esta palabra, tan dañina para muchos, es un gran error para los súbditos del poder. Llamémoslos de esta forma antes de pronunciar los cargos que desempeñan en esta sociedad, cuya cúpula de poder se encuentra en plena podredumbre.
      ¡MUY FELICES FIESTAS, QUERIDA CECILIA!

      Un cariñoso abrazo, querida Cecilia.

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  6. Parece mentira que algo tan fácil como la paz, nos resulte inalcanzable. Me pregunto, querido Antonio, realmente seremos racionales? Creo que como hombres, nos hemos sobreestimado. Demasiado pequeños resultamos ser. Da. Soberbia anda dando vueltas entre nosotros. "Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas."
    (Oscar Wilde). Gran abrazo, y Muy Felices Fiestas!

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    1. Oscar Wilde tenía razón, querida Patzy. Realizar y consentir constantemente la estupidez de despreciar los bienes inmateriales que posee el hombre en una sociedad justa, implica que debemos de apartarlo de palabras altisonantes para él como son “humano” y “racional”. Tendríamos que estudiar la posibilidad de establecer una subespecie que englobase a quienes destruyen los bienes que definen la naturaleza del ser humano.
      ¡MUY FELICES FIESTAS, QUERIDA PATZY!

      Un cariñoso abrazo, querida Patzy.

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  7. Muy buen relato. Desgraciadamente la Sra. Agresividad, no se si se habrá casado, siempre termina triunfando. Quizás su marido sea el Sr. Dominio, no lo se, pero juntos tienen muchas propiedades. La cuestión es que a la paz la ponen siempre de espaldas, la obligan a rogar y explicar y la abandonan entre los mendigos rezos y las harapientas oraciones.

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    1. Amigo Amílcar, has definido con tal precisión los gravísimos acontecimientos, en general, aceptados por muchos, que podemos vislumbrar en tus palabras a todos los personajitos que influyen, decisivamente, en el infinito complot que favorece la maldad de unos pocos contra la felicidad de muchos. Tu visión del problema es tan sutil como acertada. Te felicito, amigo Amílcar. ¡MUY FELICES FIESTAS!

      Un abrazo, amigo Amílcar.

      P.E.: Tus blogs son excelentes. Los leeré con la atención que merecen.

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  8. Antonio, sea Navidad o cualquier día, te deseo felicidad, con todos los ingredientes para que la logres.
    Feurte abrazo.

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    1. Muchas gracias, querida Sara. ¡TE DESEO FELICES FIESTAS Y UN AÑO 2015 PLENO DE LA ALEGRÍA DE VIVIR QUE SIEMPRE NOS TRANSMITES Y UNA INMENSA FELICIDAD Y PAZ PARA YI Y TODOS TUS SERES QUERIDOS!

      Un cariñoso abrazo, querida Sara.

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