jueves, 27 de febrero de 2014

PACO DE LUCÍA

A UN GENIO QUE SE ENCUENTRA EN EL COSMOS

Antonio Campillo Ruiz


Envía un poco de tu luz, genio e ilusión, maestro.  

Paco De Lucia - Entre Dos Aguas , Live TVEspanola (1976) from JipC on Vimeo.
 

Además, se puede escuchar su portentosa interpretación de "El Concierto de Aranjuez"  en



martes, 25 de febrero de 2014

CAMBIO DE IMAGEN

PERSONALIDAD Y SOCIEDAD

Antonio Campillo Ruiz


Todos ven lo que tú aparentas;
pocos advierten lo que eres.

Nicolás Maquiavelo

   ¿Es necesario un cambio que nos muestre un aspecto representado, aparentemente, solo por la visión externa de un ser humano? Probablemente. Es posible que todos los seres humanos estemos en posesión de tal peculiaridad, en todo caso, suele ser frecuente que muchos nos valoren a través de ella. No, no nos conocen. No saben nada, como tampoco nos es fácil saberlo a nosotros mismos, de nuestras aptitudes, contingencias y eventualidades más íntimas, aquellas que han formado nuestra personalidad. Es complejo adquirir una mente racional que posea los elementos que, en cada momento, demanda una sociedad en continuo proceso de cambio y que requiere, a su vez, un cambio similar en quienes la conforman. La estructura externa de cada uno no representa sino el embalaje que protege celosamente la grandeza de todos los seres humanos: su mente, su raciocinio, su capacidad de entendimiento. Sea cual fuere la tribu, el pueblo, la ciudad, la nación, en la que nos encontremos, el aspecto físico podrá ser apreciado e incluso envidiado pero jamás podrá sustituir la sensibilidad, la delicadeza, la belleza o fealdad interior de quien puede sentirse defraudado por un defecto físico que, con sorpresa, percibimos que no posee la importancia que le hemos querido atribuir.    
El cortometraje “L’Homme san tête”, “El hombre sin cabeza” de Juan Solanas, 2003, puede ser un ejemplo de lo expuesto. Este cortometraje obtuvo el premio especial del Jurado en el Festival de Cannes 2003.

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla.


sábado, 22 de febrero de 2014

LA MELANCOLÍA: FRANZ P. SCHUBERT I

OIGAMOS Y VEAMOS XIV

Antonio Campillo Ruiz

Franz P. Schubert

   Franz Peter Schubert acabó de componer en noviembre de 1827 una composición musical para tres instrumentos que, con respecto a los trabajos que se componían en la época, bastante más breves, era un poco larga, unos cincuenta minutos: El Trio No. 2 en mi bemol mayor para piano, violín y violoncello, D. 929 (Mayor op Klaviertrio mi bemol. 100, 2. Satz). Consta de cuatro movimientos:

1 – Allegro.
2 – Andante con moto.
3 – Scherzo. Allegro moderato.
4 – Allegro moderato.

   El segundo movimiento hace sentir, a quien lo escucha, una melancolía, una tristeza y un sabor a dolor que resuena de su lento movimiento, de su ritmo pesado. Está inspirado en una melodía sueca Se Solen sjunker (Mira, el sol se pone), de Isaac Berg. Las monótonas notas del piano pueden llegar a sugerir, antes de que el violoncello emita las suyas y el violín las doble, un sonido fúnebre que va creando, progresivamente, un ensombrecido clima cual canto romántico, que queda en una larga y desasosegante tragedia.

Es importante escuchar nítidamente la composición

   Estos sentimientos acentúan imágenes que se pueden presentar a un espectador al que se le cuenta una historia tan bella como infortunada y dramática. Es la sabia decisión que directores de cine realizan al utilizan El Trio No. 2 en mi bemol mayor para piano, violín y violoncello, D. 929 (Mayor op Klaviertrio mi bemol. 100, 2. Satz) en alguna de sus películas.  Stanley Kubrick ha sido uno de los grandes realizadores que, enamorado de la música clásica, la ha utilizado en sus películas con una sensibilidad tan precisa como decisiva. En “Barry Lyndon”, 1975, con guión del propio Kubrick, basado en la novela de William Thackeray, esta música es capaz de elevar la sensación de la penosa vida del protagonista y su familia. Michael Haneke dirigió en 2001 “La pianista”, también con guión suyo basado en la novela de Elfriede Jalinek. Una historia tan trágica como la música de Schubert, de la que era amante la profesora de piano protagonista. “The Hunger”, “El ansia”, 1983, de Tony Scott es otra de las películas que, inundada con la música de Schubert, representa a unos personajes atormentados en momentos tan trágicos como la vida y la muerte. Estos tres ejemplos son suficientes para poder apreciar la misma banda sonora creando un clima de lento infortunio romántico y triste. 

Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

 Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

 Es importante visionar a plena pantalla la secuencia.

miércoles, 19 de febrero de 2014

PREPOSICIONES: SEGÚN

SEGÚN LA SOLEDAD

Antonio Campillo Ruiz

Akzhana Abdalieva

   Aquella noche, como muchas otras, debieron quedarse en casa a pesar de tener adquiridas unas entradas para platea, séptima fila, del teatro. La obra que representaban era clásica y dramática. Suponía una contrariedad porque según la soledad en la que ella se encontraba, disfrutar de una buena interpretación dramática sería como la fuerte respiración de una ballena. Necesitaba un inmenso suspiro de tranquilidad. Nunca comprendía cómo soportaba estos repentinos reveses que tanto la contrariaban. No preguntó los motivos que provocaban aquella repentina decisión, ¿para qué? Siempre estaban relacionados con el cansancio o estado de ánimo de él, acostumbrado a realizar en cada momento aquello que, supuestamente, mejoraba sus relaciones con ella. ¡Un fastidio! Ni mejoraban nada ni ayudaban a nada. Marchó a su habitación y empezó a desnudarse con lentitud. Se miraba en los grandes espejos de un armario y su observación se fue haciendo cada vez más cuidadosa. No, no era la misma. Sus largos brazos, aunque no deformados, no poseían aquella tersura que siempre le había gustado.
Al desprenderse de la fina camisa de seda, lo hizo con voluptuosidad, dejando aparecer sus pechos mortificados por aquella prenda que los realzaba, Se gustó. Siempre le habían gustado sus pechos. Con igual lentitud soltó el cierre de aquella prenda y sus pechos quedaron sueltos. Se observó con lentitud. No, no era la misma. Aunque guardaban parte de la esbeltez que había sido una seña de identidad, ya no poseían aquel desafío que entusiasmaba a los chicos cuando la miraban con deseo en la playa, luciendo aquellos atrevidos bikinis con desenvoltura. Se sentó en la cama y derramó unas solitarias lágrimas. Todo se lo había ofrecido a él, entre desagradables trabajos en la casa, el lento paso del tiempo y noches nunca disfrutadas, como la de aquel mismo día. ¿Qué pensaría él? A veces, según la soledad en la que se encontraba, dejaba la mente vagar sin medida y pensaba si sus desplantes, sus dolores, que ella creía inexistentes, sus cansancios, eran fingidos porque había percibido un leve descenso en el deseo de uno por el otro, aunque ella, siempre más desinhibida que él, conducía los encuentros placenteros con habilidad. Incluso llegó a pensar en la posibilidad de que otra mujer se hubiese cruzado en sus vidas y él estuviese entusiasmado con esa otra. Se tendió boca arriba con el torso desnudo y pensó en estas locas deducciones y preguntas que se hacía según la soledad en la que se encontraba cuando se encontraba pensando. Cerró los ojos y dejó, otra vez, vagar su mente sin freno. No, no era posible tal hecho. Después de las décadas que convivían juntos, ¿quién iba a escuchar de él ese largo período de su vida y soportar los dolores imaginarios, la anulación de salidas con tanta frecuencia, sus cansancios…? ¿Alguien le podría querer  tanto como para dedicar la mucha o poca juventud que le quedase por vivir para cuidarle, siempre cuidarle? No, estaba convencida que sólo en determinados momentos era soportable la convivencia con él. Al deseo le ocurría lo mismo que a sus pechos: era compatible con el tiempo pero no fogoso. Sin embargo, ella lo amaba y él a ella, estaba segura. Habían empezado a desbrozar el nuevo camino que, desafiante y sintiendo el cansancio de la vida, les llevaría inexorablemente hacia la nada. Pero, iban juntos, de la mano, con sus pequeñas virtudes y muchos defectos. Él lo sabía y junto a ella, con su fuerte personalidad, se sentía amparado. Ella, según la soledad en la que se encontrase, a veces, cometía pequeños deslices pensando en un pasado que nunca regresaría y en un aspecto físico que debía ser igual de admirado que aquel día de principio de verano, en el que se conocieron y se enamoraron.   Había comprado para la ocasión, el día anterior, aquella ropa que se estaba quitando y fue colocando todas las prendas en los mismos paquetes y bolsas, con cuidado, suavemente. Seguro que en otra ocasión podría disfrutar de su tacto y bellos colores. Se colocó una bata de casa y con una sonrisa de felicidad salió al salón y sentándose junto a él se arrebujó en sus brazos y le beso suavemente en la mejilla. Él pasó un brazo por los hombros de ella y la atrajo suavemente hacia su pecho.

Antonio Campillo Ruiz

Akzhana Abdalieva

lunes, 17 de febrero de 2014

INJUSTICIA E INMORALIDAD

CON LOS PIES EN ESPAÑA

Antonio Campillo Ruiz

¿Qué piensas?

   Al contrario que muchos sesudos dirigentes que desvían los caminos lógicos, impidiendo la existencia de una verdadera precedencia de los hechos estudiados, que poseen una causa y una secuencia lógica siempre, un comienzo y un fin en los sucesos, realizados o no por los humanos, para tratar de alcanzar un comienzo de la sabiduría, es nuestro deber abrir nuestro corazón para cultivar nuestros conocimientos, aunque nos lo traten de impedir con cantos patéticos plenos de directrices infames. No es fácil poseer la voluntad sincera de unir a la vida personal la ilusión por alcanzar un entorno familiar y social que nos valore y nos empuje hacia la cimentación sólida, firme, de nuestra propia naturaleza, en muchas ocasiones desconocida y jamás dilucidada. Sin embargo, el esfuerzo del ser humano por alcanzar un estado de racionalidad, libertad y justicia, es tan intenso que cuando, conscientemente percibe que se atenta contra estos principios queda inane, sorprendido y desilusionado. Se acrecienta esta sensación al percatarse que se pretende delegar en superestructuras deformantes, destructoras y sin principios racionales, la capacidad de decidir la secuenciación de los conocimientos que se adquieren confiando en aquellos que, supuestamente, deben ayudar a crear una sociedad ordenada y en paz.   

La pobreza

   Constreñir mediante leyes nacidas al amparo de ideologías personales las emociones, el dolor o la incapacidad por alcanzar una paz personal cuando, previamente, se ha cercenado la verdad mediante hechos o mandatos, que han variado gravemente la secuencia de conocimientos, evitando así que se produzcan los denominados pensamientos impropios en el seno de la sociedad, no es  una maldad, es un desafuero que repercutiría gravemente en generaciones futuras de humanos racionales, consiguiendo así, la progresiva irracionalidad que degeneraría en un retroceso de la especie hasta límites insospechados. Lo cierto es que, dadas estas circunstancias, la palabra estabilidad se deberá sustituir por guerra, el saber por necedad hipócrita, la libertad por vigilancia, la prosperidad por pobreza…, tal cual se está empezando a producir en un estado que, en no más de tres años, inició un camino que en este poco tiempo es preocupante por la descomposición tan avanzada en la que se encuentra. Este país se llama España y pertenece a un conjunto de naciones de la vieja Europa tan corrompidas que el precio por infectarse de tal corrupción las están destruyendo. 

Clase en la Universidad de Sevilla

   Admirado sabio Confucio, existe en este lugar de la Tierra, España, un ser y su cohorte que están procurados, con un sorprendente resultado positivo que se va extendiendo como persistente y extenso diluvio, en alterar gravemente el orden precedente, como resultado previsible por él y sus acólitos pero imprevisible para muchos millones de conciudadanos que han observado y padecido la ruptura de la armonía moral y, por tanto, el camino hacia la sabiduría. Se debe saber lo que se ordena que se sepa. Se deben despreciar los estados emotivos provocados, por supuesto, por una falta de conocimientos que se han anatemizado previamente por quienes son inspiradores de pensamientos humanos irracionales. 
Se debe abandonar la persecución de la injusticia universal para favorecer o mejorar relaciones, provechosas económicamente, con aquellos que son culpables demostrados e incluso confesos. Se debe potenciar la construcción de tejados dejando que los cimientos del aprendizaje se hundan en arenas movedizas que desestabilizan el edificio, aunque el peso del mismo recaiga en estafadores, ladrones, malversadores, etc. Se debe potenciar el miedo a la vida, ¡la única que viviremos!, porque el adocenamiento y la carencia de generosidad de corazón recto, son inalcanzables, predicando su no existencia. Se debe potenciar la explotación de quienes son los verdaderos artífices de un estado socialmente compartido y regulado, porque es el medio de activar la injusticia, la pérdida de libertad, el enfrentamiento y la perenne competitividad, subastada al mejor postor, no a quien posea la mejor armonía moral. Para que lo entiendas, sabio Confucio, nos encontramos en el más allá del más allá de la sinrazón, la injusticia, la pasividad, el deshonor, el miedo, la falta de libertad y la inarmonía moral. Te seguiremos leyendo y aprendiendo de tu serena y armónica precedencia hacia la sabiduría. 
Antonio Campillo Ruiz

Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.


viernes, 14 de febrero de 2014

EN LA OSCURIDAD

DESDE LA TIERRA

Antonio Campillo Ruiz

From the Northern to the Southern Cross
© Nicholas Buer

   Desde la Tierra, a simple vista, podemos disfrutar de la noche asombrándonos de una bóveda de belleza sin igual. Para ello, solo debemos encontrarnos en un lugar oscuro, con poca o nula contaminación lumínica provocada por el hombre o la Naturaleza. En la carretera que discurre desde el norte de La Cruz del Sur hacia Laguna Cejar en Salar de Atacama, al norte de Chile, se nos presenta la banda central de nuestra galaxia, la Vía Láctea, con todo su esplendor. Podemos observar la brillante Luna en el interior del arco; Venus encima de la Luna y, Saturno y Mercurio debajo de ella; las Nubes de Magallanes, otras galaxias y satélites en el extremo izquierdo de la fotografía, y las luces de varias ciudades pequeñas en el horizonte. Todo se encuentra en movimiento y adaptar a la velocidad de la Tierra la cámara fotográfica permite observar una imagen nítida e inédita.

 Mars and Orion over Monument Valley 
© Wally Pacholka (Astropics TWAN)

   En esta visión del mundo de la noche realizada en Monument Valley, EE.UU., se aprecian las Manoplas, los dos cerros a la izquierda de la imagen y Merrick Butte, a la derecha. Realizada en diciembre de 2007, esta fotografía nos muestra al planeta Marte a la izquierda, en el cielo: se identifica mediante su luz brillante de color naranja. A la derecha de Marte se encuentra la constelación de Orión. Betelgeuse es la estrella rojiza cerca del centro y el Cinturón y la Nebulosa de Orión están más a la derecha. Por último, la estrella azul brillante Rigel, aparece sobre Merrick Butte, en esta impresionante fotografía en donde la noche muestra su cabellera de perlas de luz.

Auroras Over Norway
© Terje Sørgjerd

   Adaptémonos a la oscuridad y observemos con ojos asombrados un cielo tan espectacular como sorprendente. En marzo de 2011 se produjo uno de los fenómenos usuales, siempre mágicos, de la Aurora, nombre dado por Galileo Galilei a este fenómeno atmosférico en recuerdo de la diosa Aurora. En este caso, fue una de las mayores Auroras que se había producido durante años en la frontera entre Noruega y Rusia. En la película animada, a cámara lenta, las Auroras fluyen como espectaculares lluvias de color sobre la nieve que cubre el paisaje, sobre los árboles, nubes, montañas y lagos que se encuentran cerca de Kirkenes, Noruega. El color verde se debe al choque de partículas de alta energía, debidas al viento solar, con el oxígeno de la atmósfera de la Tierra, produciendo un brillo en el aire como si la energía del campo magnético terrestre y los electrones ocupasen lugares en las moléculas de oxígeno. Otros colores se muestran cuando interviene en este proceso el nitrógeno atmosférico. Se pueden apreciar durante el visionado del vídeo en las secuencias en donde la Luna y las estrellas ascienden. De igual forma, las Auroras pueden ser visibles cuando el Sol se encuentra cerca de su máxima actividad, teniendo la oportunidad de observarlas, poseyendo formas tan impresionantes como las del vídeo, incluso en áreas mucho más cercanas a la línea ecuatorial de la Tierra.

Es importante visualizar el vídeo a plena pantalla


miércoles, 12 de febrero de 2014

ARMONÍA MORAL

ORDEN DE PRECEDENCIA Y SABIDURÍA

Antonio Campillo Ruiz

Pieter Brueghel, El Viejo

   El pueblo antiguo que deseaba tener una clara armonía moral en el mundo, ordenaba primero su vida nacional; los que deseaban ordenar su vida nacional regulaban primero su vida familiar; los que deseaban regular su vida familiar cultivaban primero sus vidas personales; los que deseaban cultivar sus vidas personales enderezaban primero sus corazones; quienes deseaban enderezar sus corazones hacían primero sinceras sus voluntades; los que deseaban hacer sinceras sus voluntades llegaban primero a la comprensión; la comprensión proviene de la exploración del conocimiento de las cosas.
   Cuando se gana el conocimiento de las cosas se logra la comprensión; cuando se gana la comprensión, la voluntad es sincera; cuando la voluntad es sincera, el corazón se endereza; cuando el corazón se endereza, se cultiva la vida personal; cuando la vida personal se cultiva, se regula la vida familiar; cuando se regula la vida familiar, la vida nacional es ordenada, y cuando la vida nacional es ordenada, el mundo está en paz.
   Desde el Emperador hasta el hombre común, el cultivo de la vida personal es el cimiento para todo. Es imposible que cuando los cimientos no están en orden se halle en orden la superestructura. Jamás ha habido un árbol de tronco delgado cuyas ramas superiores sean pesadas y fuertes. Hay una causa y una secuencia en las cosas, y un comienzo y un fin en los asuntos humanos. Conocer el orden de precedencia es tener el comienzo de la sabiduría.

Confucio

lunes, 10 de febrero de 2014

DILUCIÓN

AYUDAS GRATIFICANTES

Antonio Campillo Ruiz


Grábame como un sello sobre tu corazón,
como un sello sobre tu brazo,
porque el Amor es fuerte como la Muerte

Cantar de los Cantares, 8,6

   Las alegorías cinematográficas nos sorprenden por la verosimilitud que pueden expresar. No, no se trata de la repetición de situaciones que son frecuentes en la sociedad que nos acoge y a la vez conformamos, sino de aspectos que no hemos podido resolver en nuestro devenir cotidiano, en nuestras fantasías o sueños. ¡Es tan complejo poder conocerse! A veces, nosotros mismos somos culpables de nuestro fracaso. Pero, ¿podemos considerarlo fracaso o por el contrario, se debe al azar? No es fácil admitir ninguno de los dos conceptos. El fracaso siempre posee un culpable que soporta su mal hacer con amargura por los desacertados resultados de sus acciones. El famoso azar, el destino, pretendido por muchos y denostado por otros, provoca no pocos enfrentamientos cuando tiene lugar un hecho admitido o rechazado. Lo cierto, suceda el hecho como haya sucedido, es que el encuentro perseguido conlleva una dificultad, a la que debemos unir la aceptación o rechazo del mismo. ¡Ah!, pero una vez realizado, por la vía de comunicación que hayamos podido seleccionar, empieza el problema de la comunicación para dilucidar si el encuentro puede llegar a ser el idóneo. En este punto es cuando las dificultades surgen y emprenden una andadura cada vez más compleja, tan alocadamente, que debemos dejar que sea el tiempo quien dilucide su solución, asistido, como no, por pequeñas ayudas gratificantes para quienes se comunican. Si todo se desarrolla como los deseos y el tiempo consideran adecuado, se conseguirá que sea real la unión de quienes se han encontrado y comunicado. En nuestra sociedad es difícil que se pueda producir una fusión, una dilución, un encuentro tan eterno como el que se nos muestra en esta pequeña obra de arte pero siempre, siempre, desearíamos que fuese tan fuerte, tan entretejido, tan indisoluble como el que, alegóricamente, da sentido al texto de El Cantar de los Cantares.  

Written, directed, animated, edited, and sound by Kirsten Lepore
Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla
Bottle from Kirsten Lepore on Vimeo.

jueves, 6 de febrero de 2014

AVENTUREROS ACOMPAÑANTES

JACINTO

Antonio Campillo Ruiz

Georges Lemmen
  
   A Jacinto le dijeron que el remedio que solicitaba para su problema le produciría un penetrante e intenso dolor de cabeza. Jacinto, incrédulo recalcitrante, gustaba de experimentar todo aquello que no estuviese explicado sin lo que él denominaba probada teoría. Sin embargo, ante este consejo, debía recapacitar, buscar y, si era posible, obtener la mayor experimentación. Este sereno pensamiento, poco normal ante su costumbre de inmediata acción y aplicación práctica, le sorprendió a él mismo. Consideró que todo se debía a los dos largos años que su mente parecía un torbellino, un huracán. Todo empezó aquel día de densa niebla. El valle se encontraba cubierto de un manto blanco que reflejaba toda la luz y los ojos parecían empañados de aquel frío vapor. Jacinto que acababa de leer un libro sobre el intrépido capitán de un barco de vela, una goleta de dos palos, que se encaramaba con agilidad hasta el puño de driza para observar, con su potente catalejo, el límpido horizonte, se entusiasmó con tal veneración de esta lectura que, saliendo de su casa con los prismáticos que le había regalado su tía Obdulia, subió con rapidez al primer árbol que encontró en su jardín y comenzó a otear la nada contenida en la espesa niebla. Desde aquel día, nunca se separó de los prismáticos que colgaban de su pecho a la vez que comprobó que su comportamiento era idéntico al del capitán de la goleta y uno de sus trabajos cotidianos consistía en trazar rutas y calcular coordenadas. Jacinto comenzó a leer y leer todo tipo de historias y Mariana fue descubriendo los cambios que, personaje a personaje, se producían en Jacinto. Acabado cada libro, los  protagonistas del mismo eran interpretados durante un tiempo con detalle y, cada uno, conllevaba cambios importantes en su carácter porque, como decía Jacinto: todos debían vivir a la vez en su cabeza. Mariana confió en las palabras de Jacinto pero siempre tenía miedo de dejarlo solo. Procuraba explicar tiernas mentiras a sus padres para acompañar casi todo el día a Jacinto. Le observaba leer y leer sin recordar ninguna otra necesidad física. Ella se sentaba cerca escudriñando su perenne agitación conforme pasaba las páginas de los libros en donde se encontraban sus aventureros acompañantes, como llamaba a los personajes que se apoderaban de él. Día tras día, especialmente en invierno, las alucinaciones se apoderaban de Jacinto y su comportamiento cambiaba a gran velocidad. Empezaron las vigilias. El sueño desapareció y su actividad aumentó. Una mañana, en pleno verano, Jacinto anunció a Mariana que se había acabado, que ya no tenía sitio para más aventureros acompañantes en la cabeza y que dejaba la lectura. El semblante de Mariana se relajó hasta tal extremo que se ruborizó de alegría. Que poco a poco iba a deshacerse de los que creía amigos porque era prisionero de sus mentiras y sus sueños, continuó hablando Jacinto, porque no podía pensar, porque no podía sentir. Cuando le aconsejaron que tomase la decisión contra su alocada mente, a pesar de sentir aquel premonitorio dolor de cabeza, Jacinto ocupo una minúscula parte de su pensamiento durante tres días, sin descanso, con pasión, para alcanzar cuanto antes una solución. Y la encontró. Sus experiencias anteriores no dieron lugar a sueños ni a fantasías. No supo si le dolió la cabeza o no. No supo qué sucedió con sus aventureros amigos. No supo quien de los dos, el viejo revólver de su abuelo o él, llegaron antes al suelo de tablas en el desván de su casa.

Antonio Campillo Ruiz

 Georges Lemmen

martes, 4 de febrero de 2014

UN EXISTENCIALISTA EN EL ESTRADO

ALBERT CAMUS

Antonio Campillo Ruiz


   Como es costumbre durante la celebración de la entrega de los Premios Nobel, la persona premiada con el Premio Nobel de Literatura pronuncia un discurso en nombre del resto de premiados, aunque también es costumbre que el discurso verse sobre el mundo de las letras, el arte de la escritura, los escritores, la comunicación y la sociedad en general, siempre bajo el personal punto de vista y pensamiento del orador.


   A pesar de haber desarrollado una variada obra basada en el humanismo fundado en la conciencia del absurdo de la condición humana durante unos años convulsos de la historia mundial, el 10 de diciembre de 1957, Albert Camus, filósofo existencialista y humanista absurdista, ensayista, dramaturgo, novelista y periodista, nacido en Agelia y de nacionalidad francesa, a la temprana edad de 44 años, tuvo el honor de dirigirse a los presentes, en el Palacio de Conciertos de Estocolmo, como distinguido con el Premio Nobel de Literatura otorgado por La Academia Sueca, La Academia Real de Ciencias y La Asamblea Nobel del Instituto Carolino. En su discurso, del que solamente se hacen unos pocos extractos, se aprecia su gran amor por la Literatura, por un Humanismo tolerable y libre, por el gran arte de la escritura y por la satisfacción de sentirse escritor.   
- Solo se utiliza el francés en el primer párrafo, siendo el resto traducción libre del texto original-
“Le rôle de l’écrivain, du même coup, ne se sépare pas de devoirs difficiles. Par définition, il ne peut se mettre aujourd’hui au service de ceux qui font l’histoire : il est au service de ceux qui la subissent. Ou sinon, le voici seul et privé de son art.”
“Del mismo modo, el papel de escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición no puede ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren. Si no lo hiciera, quedaría solo y privado de su arte.”
“Nadie es lo bastante grande para semejante vocación. Sin embargo,  en todas las circunstancias de su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la tiranía o libre para poder expresarse, el escritor puede encontrar el sentimiento de una comunidad viva, que le justificará sólo a condición de que acepte, tanto como pueda, las dos tareas que constituyen la grandeza de su oficio: el servicio a la verdad, y el servicio a la libertad. Y puesto que su vocación consiste en reunir al mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mentira ni a la servidumbre porque, donde reinan,  crece el aislamiento. Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperativos difíciles de mantener: la negativa a mentir respecto de lo que se sabe y la resistencia ante la opresión.” 

“¿Qué escritor osaría, en conciencia, proclamarse orgulloso apóstol de virtud? En cuanto a mi, necesito decir una vez más que no soy nada de eso. Jamás he podido renunciar a la luz, a la dicha de ser, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esa nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, indudablemente ella me ha ayudado a comprender mejor mi oficio y también a mantenerme, decididamente, al lado de todos esos hombres silenciosos, que no soportan en el mundo la vida que les toca vivir más que por el recuerdo de breves y libres momentos de felicidad, y por la esperanza de volverlos a vivir.” 


domingo, 2 de febrero de 2014

CAFÉ

YO TE DARÉ

Antonio Campillo Ruiz


   Nadie podía haber imaginado que el convulso año 1931, irracional fecha en la que odios ancestrales y derechos pisoteados, confluyeron en un enfrentamiento brutal en España, se produjesen obras en todas las artes. Ese año, el maestro Araburo realiza una lujosa orquestación de la canción española que se acostumbraba a cantar en las rondas por tunos e incluso por coros y charangas desde finales del siglo XIX. El arreglo musical lo llevó a cabo Araburo para una canzonetista, de cierta fama, que interpretaba sus números musicales en teatros de variedades, Paquita Robles Lebastina, “La Pitusilla”. A partir de ese momento, la canción fue cantada en fiestas y aprendida incluso por los niños. Su título es conocido en todos los rincones de nuestro país: “Yo te daré”.


   Sublevado el ejército, a pesar de su juramento de lealtad a la constitución legalmente aprobada, una cruenta guerra civil destruyó y dividió a la sociedad española. El terror a los bombardeos nazis alemanes y a los obuses de las tropas fascistas italianas, obligaron a los dirigentes políticos republicanos a decidir la protección de los niños enviándolos a Rusia, su supuesto aliado y en realidad un aprovechado más de los países que miraron para otro lado antes que decidir una verdadera ayuda a la legalidad española. Estos niños, tristes exiliados políticos infantiles, en plena guerra, 1937, cantaban la pegadiza canción “Yo te daré” a la vez que entre las milicias falangistas y conspiradores militares se cantaba a su vez, para infundirse ánimo y generar un espíritu combativo. Así pues, era cantada en Rusia por niños y en España por los cuadros directivos y miembros de la Falange Española que añadieron una palabra, al finalizar la letrilla de la estrofa:

”Yo te daré,
te daré, niña hermosa,
te daré una cosa,
una cosa que yo solo sé:
¡CAFÉ!”

   Esta palabra quería ser, y es, un secreto que escondía, y esconde, un acrónimo que significa: “Camaradas: Arriba Falange Española”. Así que, mientras los niños exiliados cantaban en un país lejano la pegadiza canción, bien pudo suceder un hecho que cambió completamente esta antigua tonadilla en una música tan maravillosamente orquestada, que ha llegado a nuestros días con merecida fama y éxito: de alguno o varios de las niñas y niños, de entre los más de tres mil que se encontraban en Rusia desde marzo de 1937, Dmitri Shostakovich, pudo escuchar un estribillo que posteriormente, en 1938, formó parte de Symphonic Jazz Suite nº 2 como la segunda parte, tras la Polka I. Se trata del Waltz nº 2 de dicha Sinfonía.

   Jamás pronunciaré, como quizás muy alegremente expresa algún autor, la palabra copia. Creo que Shostakovich pudo inspirarse en este reiterado tema para orquestar de forma excepcional el núcleo de su Vals nº 2. Y, aparentemente, es probable que oyese no pocas veces “Yo te daré”, de ahí a copiar su música existe una distancia tan grande como podemos comprobar en


de este mismo blog, leyendo la complejidad de la composición y escuchando la Sinfonía completa.

  
   La fama de esta composición de Shostakovich ha llegado a rincones de gran difusión, así grandes realizadores cinematográficos, empezando por Stanley Kubrick, en su película “Eyes Wide Shunt”, 1999, impregna de una belleza añadida unas escenas y un argumento tan intenso y fascinante como “Relato soñado” de Arthur Schnitzler, novela en la que está basada la película. Del mismo modo, Joe Wright en su “Anna Karenina”, 2012, utilizó con precisión emotiva el Vals nº 2. con estética preciosista, en la película, adaptación de la gran novela homónima de León Tolstói.

Es importante visionar las escenas a plena pantalla.

Es importante visionar las escenas a plena panatalla.
  
Es importante visionar las escenas a plena pantalla.