domingo, 29 de marzo de 2015

SIRENAS Y FAUNOS

EL HOMBRE QUE CONTABA HISTORIAS

Antonio Campillo Ruiz

Elena Nelson Reed

   Había una vez un hombre muy querido de su pueblo porque contaba historias. Todas las mañanas salía del pueblo y, cuando volvía por las noches, todos los trabajadores del pueblo, tras haber bregado todo el día, se reunían a su alrededor y le decían:

   –Vamos, cuenta, ¿qué has visto hoy?

   Él explicaba:

   –He visto en el bosque a un fauno que tenía una flauta y que obligaba a danzar a un corro de silvanos.

   –Sigue contando, ¿qué más has visto? –decían los hombres.

   –Al llegar a la orilla del mar he visto, al filo de las olas, a tres sirenas que peinaban sus verdes cabellos con un peine de oro.

   Y los hombres lo apreciaban porque les contaba historias.

   Una mañana dejó su pueblo, como todas las mañanas… Mas al llegar a la orilla del mar, he aquí que vio a tres sirenas, tres sirenas que, al filo de las olas, peinaban sus cabellos verdes con un peine de oro. Y, como continuara su paseo, en llegando cerca del bosque, vio a un fauno que tañía su flauta y a un corro de silvanos… Aquella noche, cuando regresó a su pueblo y, como los otros días, le preguntaron:
  
   –Vamos, cuenta: ¿qué has visto?

   Él respondió:

   –No he visto nada.
Óscar Wilde

Johann Heinrich Wilhelm Tischbein

12 comentarios:

  1. La realidad desbordó su fantasía.

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  2. Qué gran cuento, me ha encantado.
    Un saludo.

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  3. Tenía razón Wilde, maestro Campillo, la realidad es muy aburrida.
    Un abrazo.

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  4. Muy bueno Antonio !! Si hubiera contado lo que realmente vio, no se lo creía nadie... ¡¡ buenísimo! Un abrazo, amigo.

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  5. Para él ver de verdad al objeto de sus fantasías no era más que comprobar la rutina de un día cualquiera. Bonita historia.
    Un saludo

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  6. Un gran relato.

    Siempre me ha encantado Oscar Wilde.

    Un abrazo fuerte.

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  7. A la realidad, el contador la viste con su imaginación, transformando la cotidianidad en algo mucho más atractivo. Si se limitara a contarla exactamente no sería un narrador, sino un loro repitiendo lo que ve.

    Wilde sabía de eso, querido Antonio. De ahí que al contemplar algo extraordinario, para él ya no hubo historia.

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  8. Fantástica historia. Es emocionante descubrir en tus palabras cómo la fantasía puede adueñarse de las vidas de personas que pertenecen a un mundo muy real y que la necesitan como alimento de sus almas.
    Cómo evitar sentir miedo por lo desconocido, aunque en sueños ya lo hubiéramos inventado un millón de veces.
    Un abrazo muy grande mi queridísimo Antonio.

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  9. Qué maravillosa historia lo que hoy nos has traído. Para disfrutar y aprender de los grandes maestros.
    Cariñoso abrazo Antonio

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  10. Como apuntan los compañeros, se puede opinar sobre el tema expuesto, unos distinto a otros.
    También se podría pensar,que el hombre se llego a asustar al llegar a creerse sus propias
    historias o fantasías,¿O no?

    Tengo sus obras completas y si en verdad estaba loco, para mi, jajaja, era uno de los hombres
    mas cuerdos que conozco.

    Un abrazo querido amigo

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  11. La realidad bloqueó su imaginación. Me encanta Wilde.
    una placer pasear por las letras que nos traes.

    una lluvia de besos

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  12. Será q acá me pueden ayudar con unas preguntas sobre el cuengo

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