sábado, 30 de mayo de 2015

LA ANGUSTIA DE LEONCIO

MALA SUERTE
  
Antonio Campillo Ruiz

 La indiferencia

   Desde el paradero del bus Leoncio observa los esfuerzos de un hombre por permanecer asido a la viga de un edificio. Algunos automóviles se detienen y los transeúntes empiezan a agruparse, y ya en calidad de testigos susurran palabras apresuradas sin atreverse a emitir un presagio. Angustiado, Leoncio piensa en que el bus puede venir sin asientos libres y, abstraído, recorre con la mirada el trayecto del hombre desde la viga hacia el suelo. Cuando el bus aparece, Leoncio sube de prisa y busca sin éxito un puesto vacío. Mala suerte, piensa.

Luis Fayad


6 comentarios:

  1. Muy polémico este tema que nos traes sobre la indiferencia amigo ANtonio, Leoncio siguió su camino sin interferir en el del otro, creo que hizo bien y que cada uno es libre de irse cuando quiera, aunque no siempre debemos ser indiferentes ante una actuación de emergencia
    Un abrazo Antonio

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  2. Muy polémico este tema que nos traes sobre la indiferencia amigo ANtonio, Leoncio siguió su camino sin interferir en el del otro, creo que hizo bien y que cada uno es libre de irse cuando quiera, aunque no siempre debemos ser indiferentes ante una actuación de emergencia
    Un abrazo Antonio

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  3. Un micro que estremece y da que pensar. Así vivimos en relación a los otros: una mera mirada de curiosidad y, luego, nos olvidamos totalmente, anteponiendo nuestras pequeñas porciones de interés a grandes tragedias.
    Un abrazo, querido Antonio.

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  4. Me recuerda aquella historia del Rey que cada dia tomaba un poquito de veneno hasta que ya no le hacía efecto. Cada vez mas egoistas, subiendo mas altos los muros ante el projimo, así nos vá. Ahora seguimos mojando el pan el la yema del huevo, mientras miramos el ultimo fusilamiento en la tele. ¡Que nos vendrá después?.

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  5. No es bueno mostrarse indiferente ante las circunstancias de la vida. Siempre tiene que existir un sentimiento pues eso contribuye a que la relación de los seres humanos pueda mejorarse.
    Un fuerte abrazo. Feliz comienzo de semana.

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  6. TAN CIERTO COMO LA VIDA MISMA, MAESTRO CAMPILLO. RECUERDO ESE GRÁFICO QUE ME MANDASTE EN EL QUE SE VE A UN HOMBRE AHOGÁNDOSE, PIDIENDO SOCORRO, EN EL MAR, FRENTE A UNA ESCOLLERA Y SE VE A UN GRUPO DE ESPECTADORES GRABANDO CON SU MÓVIL SIN QUE NADIE SE TIRE A SALVARLO.

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