sábado, 26 de noviembre de 2016

PENSANDO EN TI. LA ESPIRAL DEL TIEMPO

LA LARGA BÚSQUEDA  IX

Antonio Campillo Ruiz


   Nada más lejos de mi mente que hablar y hablar de aspectos que, no por conocidos, trazan, queramos o no, caminos inesperados e insondables. Pero, en fin, así nos sucede siempre. Nuestra inesperada sinceridad, a veces, puede conducir hacia un camino espinoso y podemos sufrir algún rasguño en el alma.


   Tres hechos han confluido en una especie de meditación inesperada: unas canciones, un día y una soledad. Las canciones prepararon un terreno muy abonado para la siembra de una añoranza, siempre reclamada y jamás atendida con la rapidez requerida. Su lento desgarro del espíritu produce imágenes recordadas que nunca existieron, soñadas, preparadas en primera línea de partida pero todavía sin escuchar el pistoletazo de salida. Un día, que ha sido fruto de esa terrible añoranza y ese sentir del mundo en derredor vacío, sin la mirada que habla con mil palabras cerca de quien la ama, admira y se mira en ella. Un día henchido de plomizas y rebosantes nubes de amor que no pueden descargar, no pueden siquiera dejar fluir las gotas que tratan de resbalar por mejillas secas, no dejan cuajar el asombro, el amor o la tensión que poseen. Una soledad como la que cantaba Bécquer “… Dios mío, ¡qué solos se quedan los muertos!...” Y por extensión, que solos quedamos cuando los vivos no somos pacientes, con razón, sin dudarlo. Posiblemente, la impaciencia por no perder ni un segundo de existencia, algo muy normal y habitual, nos lleva a tratar de trazar caminos que no se encuentran sobre terreno duro, fuerte, sino sobre arenas movedizas que nos hunden poco a poco en un mar de nada que llegará a ahogarnos, irremediablemente, en la desesperación cuando el tiempo haga los estragos a los que está acostumbrado.
   

   Así que, seré paciente porque más vale vivir un día de pie que mil años de rodillas. Y los mil años han pasado ya. El día para poder estar de pie se encuentra a la vuelta de la esquina si se desea que un mínimo tiempo pase tan veloz y feliz como se prevé el futuro. ¿Qué no existe el futuro todavía? ¡Ese es su mayor atractivo! Cuando se alcance, no sólo se estará de pie sino que se saltará, caminará y correrá veloz hasta el fin de los tiempos.

   ¿Que no se quiere conseguir nada de lo expresado? Bien, no habrá sido por no intentarlo. Y esta, esta es la clave: intentarlo a pesar de ser duro, difícil y complejo. Cuando se intenta con pasión se consigue con serenidad, duración y verdad. ¿Que a pesar de todo no se quiere intentar? Bien. Habrá un punto y aparte que será de mucha categoría en el mundo de los signos gramaticales.


   No cabe duda, me gustaría saber qué se piensa y las bases para pensar de esa forma. Me gustaría introducirme en los pensamientos para bucear sin molestar ni corregir en el mundo de ideas que  rondan por ellos. Me gustaría saber si alguien, sea quien fuese, es conocedor de parte de los pensamientos de los demás, puede desentrañar lo que sucede al pensar y, por supuesto, de aquello que deriva de ellos emotivamente: deseos, pasiones, sueños, delirios, vehemencias, arrebatos.... Me gustaría que hablásemos con la absoluta y total confianza de que somos niños que poseen el aspecto de adultos. Sí, sin menosprecios ni pasadas alusiones a un carácter que es libre. Me gustaría depositar toda la confianza que poseen unos en los otros. Me gustaría que nos supiésemos para comprender lo que es la añoranza, la ilusión y la vida.


   En la infinita espiral del tiempo, lo que ha sido, es y será, confluyen cuando se entremezclan momentos vividos y por vivir. Este dilema acaba cuando la vida continúa y sigue su camino anormalmente normal, a pesar de no poder existir ya ningún tiempo que pueda ser revivido, reemprendido o renacido. 

Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.
  

4 comentarios:

  1. Qué bellos textos se pueden escribir desde la nostalgia, la añoranza...bellos pero tristes. Así te siento, Antonio,en tus reflexiones. Triste.
    Y dices algo en lo que yo también he caído algunas veces. En la nostalgia de lo que nunca ha existido. Esa es la peor. Una nostalgia vacía, sin el sustento de un recuerdo. Una nostalgia estéril, seca, áspera.
    Y esas "rebosantes nubes de amor que no pueden descargar" estoy segura que serán capaces de seguir almacenando ese amor hasta que llegue su tiempo y el terreno adecuado donde vaciarse.
    Ánimo amigo, estás convaleciente y atado a un posoperatorio que se te hace interminable y de ahí tu impaciente añoranza. Pero todo llega (para algo bueno sirve el paso del tiempo) y en nada tus pensamientos y tu ánimo serán libres y positivos como tú.
    En cuanto al paso del tiempo...qué hacer? El vídeo sobre ello es de lo más bonito que he visto por estas páginas. Delicado, elocuente. Un abrazo

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  2. Muy bonitas imágenes en este vídeo, el mensaje de tu post, para mi, podría ser lo que bien has querido representar
    esos momentos de que se compone la vida y que tendremos que saborearlos, no queda otra
    Un abrazo ANtonio

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  3. Eres realmente un alma envuelta en arte, en amor, en esencias, en vida ...
    Un abrazo, amigo Antonio

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  4. Te veo girar en esa espiral del tiempo, absorto de tus propios pensamientos, de tus emociones y sentimientos vividos y por vivir...
    Déjame cogerte la mano el día que disfrutarás de pie, porque lleva la esencia de aquellos otros mil que pasaste arrodillado. Cuéntame de tu pesar, de tu sentir, será la única forma de introducirte en ese lugar donde nace la emoción.
    Camina de mi mano como si de un niño se tratase, al fin y al cabo tenemos demasiadas cosas por vivir.
    Cuéntame de esa añoranza, ya conocía parte de aquel camino en tu mirada, quiero saber de cada suspiro olvidado.
    Adoro esa espiral que nos vuelve locos, nos atrapa y nos abraza, al fin y al cabo reconozco en mi persona esa prisa por vivir, esas ansias.. y me gusta que sea así.
    Te quiero Antonio, con todo mi corazón.

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