jueves, 27 de enero de 2011

CÓDIGO SECRETO

Nushu

Mª Luisa Arnaiz Sánchez

Court Ladies, Jiao BingZhen. Palace Museum, Beijing

   el patriarcado, por inveterado y útil, parece imposible de erradicar. No son suficientes las pocas leyes que conceden sobre el papel la igualdad de hombres y mujeres, si los padres de la Patria dan una mano de barniz progresista en los Parlamentos que luego ignoran en sus casas (como también muchas madres), que no cumplen los empresarios, que entienden de un modo sui generis algunos jueces, que llevan a que socialmente se considere la maternidad un lastre,  etc. Los estados comprometidos con los Derechos Humanos serán muchos pero la realidad va por otro lado. La ONU, como en tantas ocasiones (cuando no cómplice), puede cantar la palinodia.

Grabado

   Dejando a un lado a Aristóteles y santo Tomás de Aquino, los de “la mujer es como un varón impotente” que asentaron la inferioridad de la mujer, y recordando a los defensores del Derecho Natural que proclamaron cínicamente la disposición de “servidumbre voluntaria” (idéntica a la de la mujer) para justificar la esclavitud, mencionaré a Hobbes que a mediados del siglo XVII sostenía que la dominación del hombre sobre la mujer no era sino una convención arbitraria. Spinoza, que rebatió su tesis, afirmó, no obstante, que el poder y la cultura son las concausas que diferencian a los humanos. De ahí la importancia de la Educación. 

Grabado

   Pues bien, a raíz de enterarme de la desaparición de una suerte de idioma, me quedé perpleja; tantos pueblos, flora, fauna, y ahora ¡una “lengua”! La noticia, poco más o menos, decía así: En 2004 había muerto la última mujer china que escribía el NUSHU, una “lengua” con cuatro siglos de antigüedad localizada en la sureña provincia de Hunán, y había donado sus escritos a la Universidad de Qinghua para su estudio. El nushu había sido dado a conocer mundialmente en 1983 y la señora Yang Huan-Yi había participado en 1995 como representante de China en la Conferencia sobre la Mujer, celebrada en las Naciones Unidas. 

Libro del tercer día

   Las leyendas cuentan que este sistema de escritura fue inventado por Hu Yuxin, una concubina del harén imperial, que halló el modo de combatir su extrañamiento escribiéndole a las que compartían su mismo sino. Como en toda fabulación, algo de verdad aflora en esta sugestión porque habla de soledad. El nushu, a diferencia del chino mandarín, en que cada signo gráfico representa una palabra o parte de una palabra, es fonético y se ha transmitido de madres a hijas como un código secreto. Posee unas dos mil grafías y sus dibujos proceden tanto del idioma chino como de trazos inventados que se ejecutan de arriba a abajo y de derecha a izquierda.

Grabado

   Sobre su creación se especula con lo siguiente. Como todos los que dirigían los pueblos, sabían leer y escribir en nanshu, “escritura de los hombres”, es posible que alguna inteligente y decidida mujer, emparentada con estas autoridades, lograra aprender, motu proprio o enseñada, el código que utilizaban e imitara la escritura de forma rudimentaria; después compartiría el nushu o “escritura de mujeres”. La difusión del sistema, “lengua” marginal o jerga pues se reducía a círculos femeninos, puso al alcance de las mujeres un código con el que poder comunicarse, utilizando el ajuar, las piezas decorativas de la casa, los objetos de adorno personal, etc.

Grabado

   Tradicionalmente la mujer china pasaba a la familia del marido en el momento de casarse y abandonaba todos sus lazos familiares, por tanto, no solo su vida afectiva se veía desamparada sino que tenía que iniciar nuevas relaciones, viviendo tanto o más recluida que en Occidente. Se dice que los maridos les reducían los pies para que no pudieran alejarse del hogar, mutilación que demuestra el dominio masculino que los excitaba en la cama. Afortunadamente los “pies de loto” han dejado de existir, no así la mayor parte de los textos en nushu porque antes de la Revolución Cultural china era costumbre quemar todos los enseres de los difuntos.

Pies de loto, ilustración de “El erudito de las carcajadas”

   El misionero portugués Gaspar Cruz escribió en 1556: “En general ellas no salen…en toda la ciudad de Catam no se ve a ni una sola mujer. Cuando salen, no se las ve porque van en sillas cerradas, ni siquiera se las ve cuando alguien va a sus casas, a menos que por curiosidad asomen por detrás de la cortina de la puerta para observar a los visitantes extranjeros”.

 Bordado y escritura nushu

   TESTIMONIOS:

   - En un abanico: “Debemos establecer relaciones de hermanas y comunicarnos a través de la escritura secreta”.
   - En un libro del tercer día: “Los hombres salen de la casa para enfrentarse al mundo exterior, pero las mujeres no son menos valientes al crear un lenguaje que ellos no pueden entender”.

Escritura nushu

   Al tercer día de la boda, las recién casadas recibían, de parte de sus madres y hermanas de sangre, un libro denominado “Cartas del tercer día” para desearles felicidad. Incluía canciones o poemas en  versos de cinco a siete caracteres, rebosantes de dolor y nostalgia por la separación; los hombres desconocían el arte esteganográfico en que se reproducían. Si Herodoto contó que los griegos escribían mensajes en el soporte de madera cubierto de cera de las tablillas para transmitir información y que bastaba quitarla para leerlos, las mujeres chinas bordaban, pintaban y lucían todas sus pertenencias con textos en nushu, que descodificaban solo las iniciadas.

Pintura costumbrista china

   “En el mundo existen cincuenta y una lenguas que son habladas por un solo locutor” se lee en “Languages of the world”, fifteenth Edition, Dallas, SIL International, 2005. No sé el número de mujeres chinas que escribían en nushu durante el último siglo, pero en sus postrimerías solo quedó una. El gobierno chino fundó en Jiangyong el Jardín de Nushu, un aula que reúne una colección de bordados, “cartas del tercer día” y objetos salvados del celo de los guardianes rojos. La Revolución China alfabetizó a todos los ciudadanos y llegó tarde para mujeres como aquella que, tras perder a su hijo, solo supo expresar su dolor en nushu según cuenta Orie Endo.

Escritura en nushu

   Michèle Petit, investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, dice: “No leemos solamente para dominar la información…el lenguaje no puede reducirse a un instrumento de comunicación…Muchas mujeres y algunos hombres…leen por el gusto de descubrir y para inventarle un sentido a la vida. Para salir del tiempo, del espacio cotidiano, para abrirse a lo desconocido… deslizarse en la experiencia de otra u otro, acercarse al otro que vive en uno mismo”. 

Lady, Tang Yin. Siglo XVI

   Es evidente que las mujeres que leen no se salvan de la tutela patriarcal, a pesar de que se diga que encuentran un camino hacia su liberación. Se necesita más que eso. La vocación lectora de las mujeres, como bien saben los mercados, confirma su dependencia, su sujeción, al igual que la de las mujeres que escribían en nushu. Si la “educación” no estuviera al servicio del poder, otro sería el modo de “conducirse”. Que ambas voces deriven etimológicamente de un mismo concepto debería alertar sobre los intereses que se extienden al derecho a la educación. “Seducir”, de la misma raíz, no es enseñar. La ignorancia beneficia a los de siempre.

¿Sometimiento? ¿Liberación?


2 comentarios:

  1. Es increible María Luisa... de nuevo me quedo prendada de la entrada que nos traes...

    Muy interesante...

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  2. ramondelaguila.com12 de febrero de 2011, 8:52

    Marisa y Antonio, leeré tranquilamente vuestros artículos, son bastantes interesantes.
    Un abrazo.

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