TERRAZA DE VERANO II
Antonio Campillo Ruiz
Las corrientes de pensamiento, modas e incluso escuelas, han sido muy diferentes a lo largo de la historia del cine. Cuando se “descubrió” la estética de la fotografía o “la gratificante” música que era el hilo conductor de esa estética, se realizó un cine para “unos sentidos” que pudieran parecer dormidos en el espectador.
Nada más lejos de la realidad. La complejidad del lenguaje cinematográfico no puede pivotar sólo en alguna de las diferentes artes que lo componen. Entre todas deben conformar un mundo tan diferente de la propia película que sólo el espectador sea quien lo organice, lo adapte y lo armonice, para “crear” su propia e inteligible sensación fílmica.
“Bilitis” de David Hamilton, 1977, es un ejemplo de la incapacidad de crear con uno solo de los elementos artísticos que componen el lenguaje cinematográfico . Y digo uno solo porque la música, compuesta por Francis Lai en plena etapa de creatividad exitosa, es “la suplente” de unas imágenes que, siendo estáticas, quizás resultasen atractivas, pero en el contexto en el que se encuentran no lo son. Acaso, su peculiar éxito se deba a las inocentes pero explícitas escenas de un ingenuo y cándido lesbianismo que, en aquel momento, se magnificaron y rechazaron.
Diez años antes de la producción de “Bilitis”, la imagen “creativa” había aportado al cine un pretexto de "aguda" ficción perceptiva. David Hamilton, enfrascado en un mundo de púberes adolescentes femeninas, sospecho que consideró que el momento para deleitar con sus juegos de puntos de vista había llegado. Fotografió a estas dulces, inocentes y caprichosas jovencitas, de incipientes pechos, homo y bisexuales, desde todos los ángulos posibles sin tener en cuenta algo que es esencial para el espectador: la sensación fílmica le pertenece a él, no al realizador.
¡Ah!, pero se bañan. Se bañan en el mar en un verano tan pleno de sol como el que tenemos estos días.
Es muy recomendable visionar el montaje a plena pantalla
Es muy recomendable visionar el montaje a plena pantalla
Haces unas críticas muy buenas, Antonio, y la verdad es que me gustaría ver esta película que no la conocía.
ResponderEliminarHe visto un vídeo, me quedo viendo el otro.
Gracias, Antonio.
Besos.
Gracias por tu apreciación, Carla.
ResponderEliminarCreo que escribir acerca de una película no es contar su argumento, algo que es harto frecuente.
Procuraré que la puedas visionar.
Un fuerte abrazo.
Hola, bellísimas letras visten este precioso y luminoso blog, si te gusta la palabra elegida, la poesía, te invito a mi casa, será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen domingo, besos errantes...
No tienes nada nuevo pero te dejo mis huellas para desearte una feliz semana, y gracias por las instrucciones que me has dado para poder ver la película.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por su visita, D. Vito.
ResponderEliminarLlamándote así no tengo más remedio que ser respetuoso.
D. Vito, ha sido un placer, que repetiré, visitar tu casa.
Ahora me queda la larga lectura de lo que contiene en todas la habitaciones.
Seguiremos hablando.
Un fuerte abrazo.
La música no hace la película, pero ayuda a conseguir llegar a esas sensaciones donde a la palabra e incluso a la imagen, les puede costar llegar.
ResponderEliminarNo conocía esta película, Antonio, pero el análisis que haces de determinados aspectos, y los vídeos que dejas, conducen a interesantes sensaciones, y más teniendo en cuenta el año en que se estrenó, 1977. Curioso lenguaje cinematográfico.
Gracias por esta sugerente presentación.
Un abrazo.
Carla, espero que lo pases estupéndamente en, quizás..., ¿ese sugerido viaje que realizarás esta semana?
ResponderEliminarSi es así, como puedes imaginar, querida Carla, te deseo que sea muy feliz. Si me equivoco..., seguiremos hablando.
Un fuerte abrazo.
Querida Marisa, así es: una parte del todo cinematográfico. ¿Sugerente? Lo es. ¿Preciosista? Lo es.
ResponderEliminarComo parece ser que con los ejemplos se conduce por sensaciones interesantes te propongo un juego y un diálogo: visiónala y hablamos.
Recuerda siempre el primer párrafo de la "Introducción" a la temporada de "Terraza de verano" y no habrá problemas en hablar y hablar.
Un fuerte abrazo.