USOS DE FOTOGRAFÍAS
Antonio Campillo Ruiz
Recogiendo a los muertos, Gutiérrez Solana
Simone Weil en “La Ilíada o el poema de la fuerza” afirma: “todo lo que la guerra destruye o amenaza está envuelto de poesía en La Ilíada ; los hechos guerreros, jamás” y cita estos versos homéricos:
Entonces saltaron sus dientes; vino por ambos lados la sangre
a sus ojos; la sangre que por labios y narices derramaba
la boca abierta; la muerte con su negra nube lo envolvió.
Censurar por “políticamente incorrectas” las fotografías sobre los horrores de la guerra me parece una estupidez digna de los que se tienen por salvapatrias, sobre todo porque a nadie se consulta para llevar la muerte a la Humanidad pero, eso sí, después de sembrar la destrucción con la mayor hipocresía (léase obtención de beneficios de cualquier índole), se velará por los sentimientos de las personas para no herirlos. El dolor es consustancial al ser humano, luego ¿qué pantomima es esta de “crear” individuos ajenos al mismo? Me parece un invento “avant la lettre” apelar al limbo para disimular la barbarie planificada. Con la advertencia de herir la sensibilidad y aun a sabiendas de que las fotos sobre atrocidades producen reacciones encontradas, doy comienzo a la siguiente truculenta miniserie.
Taliban Execution, Tyler
Taliban Execution, Tyler
Taliban Execution, Tyler
Antes de haber transcurrido un mes desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center y el Pentágono, EEUU inició un gran asalto aéreo contra Afganistán. En la primera página del periódico neoyorquino de 13 de noviembre de 2001 y en su sección “Una nación desafiada” se publicaron las anteriores fotografías. En la primera un soldado afgano herido es capturado por soldados de la Alianza del Norte; en la segunda el soldado, aterrorizado, mira a sus enemigos que intentan levantarlo; en la tercera yace rematado por la tropa en su avance hacia Kabul.
Creo que el problema no está en mostrar las atrocidades sino en la utilización que los medios hacen de tales atrocidades.
ResponderEliminarUn abrazo, Antonio
Que razón tienes, Antonio. Lo importante no es la realidad, si no como nos la presenten. Sobre todo, "no herir la sensibilidad". Cuanta memez de hipocresía. un abrazo.
ResponderEliminarUna entrada dura, mi amigo... Y no por ello imprescindible, claro para los que quieran saber y ver la cruel realidad.
ResponderEliminarOsea que de no visionar fotografías de asesinatos o masacres podemos vivir felices y contentos... No, ignorar las realidades no nos hará más felices, más necios sí...
Debemos saber y ver, de otra manera como podremos trabajar para la Paz y la Justicia???...
No estoy a favor de la censura en nada, pero te confesaré que este tipo de imágenes, como películas o documentales violentos, los paso de puntillas, sin mirar apenas. Me conmueven demasiado y la violencia es una de las cosas en este mundo que me sacan de quicio.
ResponderEliminarUn beso bien grandote, querido Antonio.
Asquerosa realidad, Antonio, las fotografias son armas que deben servir a todos esos amantes de la guerra para que sepan que no son impunes. Lo otro, la realidad, es otra cosa.
ResponderEliminarMagnificas y horrorosas fotografias, Antonio, asi es nuestro mundo, cruel, bello y, especialmente, digital.
Una brazo.
Oi Antonio! Essas imagens são chocantes.É falta de amor nas pessoas. Beijos e ótima semana amigo!
ResponderEliminarLo cierto es que vemos imágenes atroces por la TV mientras comemos y no nos quitan el apetito.
ResponderEliminarLo siento Antonio pero marcho a la entrada de Marisa "Nínfulas" a ver a esa chiquita de Samsonov. Me he enamorado, como James Mason.
Un abrazo, abuelo.
Coincido con tus palabras, Antonio, me identifico con ellas plenamente.
ResponderEliminarEstoy harta de las hipocresías del poder y los medios.
Si pensaran en clave de paz, de reconciliación, de diálogo, esas escenas dantescas jamás hubiesen existido.
Lo que quieren ocultar es su crueldad, la excusa: proteger nuestra sensibilidad como si fuesemos niños de pecho.
Un abrazo querido amigo. Un gusto leerte, siempre.
Siento el retraso en las habituales respuestas a vuestros siempre acertados comentarios.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
Cuando la censura reduce a la nada determinadas informaciones, gráficas, como este caso, escritas o habladas, el problema, Torcuato, es que no sabemos ni una palabra de ellas.
ResponderEliminarCuando una de estas informaciones aparece, por cualquier motivo, se producen los miles de opiniones y, como dices, la utilización peculiar de esa imagen o información.
Un fuerte abrazo, Torcuato.
Los subterfugios, las tergiversaciones, los retoques o simplemente la negación de la verdad, Mariano, nos tiene totalmente desinformados en plena "explosión de la información".
ResponderEliminarCon imágenes como las que se adjuntan "se hiere la sensibilidad". Con la chica muerta por un homicida obnubilado por sustancias tóxicas que crean adicción pero están permitidas, y que te presentan en plena cena los irresponsables autodenominados periodistas, "no se hiere la sensibilidad".
País...
Un fuerte abrazo, Mariano.
Efectivamente, Beatriz, tan dura como la respuesta que debemos darle: ¡solicitar información!¡Que no nos ninguneen más informaciones! Que, en fin, no nos enseñen sólo lo que se realiza con cámara, micrófono o lápiz ocultos.
ResponderEliminarLa información de los desmanes que se realizan cada segundo en este nuestro mundo, el mejor de los posibles, como decía Cándido, debe saberla el contribuyente que paga el microchip que conserva el material grabado.
Pero..., es tan fácil borrarlo... por nuestro bien, claro está, para que no padezcamos y no observemos escenas violentas que hieren nuestros puros ojos de dóciles seres superiores.
Un fuerte abrazo, Beatriz.
Isabel, tienes razón, son anímicamente demoledoras .
ResponderEliminarA pesar de ello, puede salvarse este aspecto personal, y justo, pero no debe salvarse la existencia de unos archivos públicos en donde se recoja la veracidad diaria de todo lo que sucede en nuestra "sociedad mundial".
Se posee una falta de ética profesional tan grande, tan aparatosa y tan necia, que es nuestro deber requerir informaciones veraces y nuestros gobiernos deben dárnoslas.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Sí, Enrique, asquerosa realidad.
ResponderEliminarCuando se ven estas imágenes o películas que han sido rodadas de forma improvisada pero han captado una realidad que sería escamoteada, debemos preguntarnos hasta dónde puede llegar la maldad del mejor ser creado en este mundo.
He seleccionado estas tres fotografías, Enrique, porque de ellas me dijo "un conocido", "... algo habría hecho ese terrorista... ¡verás como ya no hace nada más!".
En ese momento dejo de pertenecer a la sagrada palabra de "amigo" y pasó a la de "conocido".
La vida humana no debe pertenecer a otro ser excepto al que la vive.
Un fuerte abrazo, Enrique.
Sí, Smareis, estas imágenes poseen una falta de amor y una frialdad en la muerte de un ser indefenso que asustan. Pero son reales. La organización que las respalda es fiable y veraz.
ResponderEliminarAsí se escriben las barbaridades humanas.
Sé feliz.
Un fuerte abrazo, Smareis.
Thornton, yo le llamo el horror de la hora de la comida y cena en lugar de telediarios.
ResponderEliminarOye..., y el resto del día se lo pasan tan felices con unas programaciones de famosillos diciendo tonterías que, inocentemente, considero sano el reír comiendo en vez de asquearte con el picadillo de jamón.
¡Verde, que eres un verde! ¡Abandonar las masacres por las Lolitas...! Eso, hasta sé hacerlo yo.
Un fuerte abrazo, Manri.
Este es el hecho, María, que jamás deberían haberse producido.
ResponderEliminarPero lo peor es que, una vez provocado el mal, se nos escamotea, se nos adocena con la historia de la sensibilidad y con el "Top secret" o la pavada de "seguridad nacional"... ¡Será seguridad del desalmado asesino que las ha cometido...! Claro que, cuando este asesino es tu jefe de estado entonces las cosas varían para la nación en cuestión.
Los inútiles políticos siempre velan por nuestro bienestar... ¡qué preocupados por nuestra salud mental! ¡Qué papanatas!
Un fuerte abrazo, María.
No estaría mal que le dieras el crédito de tus ideas a su autora: Susan Sontag, el plagio también es inmoral...
ResponderEliminar