María Luisa Arnaiz Sánchez
Catinou Knitting, Anna
Klumpke
Marie Rosalie
Bonheur, 1822-1899, tuvo un padre pintor y una madre que fue adoptada por el
rico comerciante Jean Baptiste Dublan de Late, en realidad abuelo de la que se
conoció como Rosa Bonheur en el mundo del Arte. Manifiestamente homosexual, “yo era el más muchacho de todos”, se enamoró
a los catorce años de Nathalie Micas, de doce, y ya no se separaron hasta que
esta murió en 1889, fecha en la que entró en escena la estadounidense Anna Klumpke,
1856-1942, pintora que se trasladó en esa fecha a París con el propósito de
hacerle un retrato y que se enamoró y convivió con ella en Fontainebleau. Rosa
Bonheur, que rozó la gloria en el Salón de 1853 con su “Feria de caballos”, fue
recibida por la reina Victoria y por la emperatriz Eugenia de Montijo, que le
impuso la Legión de Honor en 1865 -fue la primera mujer en
recibirla-. De esta militante feminista y pintora de animales se fabricó una muñeca, “Rosa”, con la que había
jugado Anna, que se hizo pasar por intérprete de un tratante de caballos para
contactar con ella. Anna había nacido en San Francisco y a los tres años sufrió
una caída que la dejó coja de por vida. Cuando tenía quince años sus padres se
divorciaron y vivió en distintos países europeos hasta recalar en Francia. En
1884 recibió una medalla en el Salón de París y comenzó a tener éxito, luego se
trasladó a Boston. Aunque había
publicado la biografía de Rosa en
1908, editada en inglés en 1998, contó su vida en “Memoirs of an Artist”. Rosa la
hizo su heredera y ella fundó el prestigioso premio y el museo que llevan su
nombre.
Feria de caballos,
Rosa Bonheur, 1853
Rosa Bonheur, Anna Klumpke, 1898
Smiling Girl, Anna Klumpke
Portrait of a Seated Woman, Anna Klumpke
Rosa y Anna
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