UN SEGUNDO DE AMOR
Antonio
Campillo Ruiz
Nunca es fácil
tomar decisiones que pueden cambiar tu vida. Por lo general, no se está
acostumbrado a hacerlo. Probablemente, sea más difícil reflexionar sobre la
decisión adoptada y seleccionar el camino a seguir por la pesada locomotora que
nos dirige en la vida. La cuestión es si las fantasías pueden sustituir a los
sueños o sólo acariciarlos. La absoluta discreción, la aceptación de las
pruebas iniciales y la relajación por haber podido conseguir lo pretendido,
dirige a los personajes hacia un camino de una sola dirección. El estudio de
los recuerdos, uno de los objetivos del director, por separado de cada uno de
los protagonistas, Ella (Nathalie
Baye), El (Sergi
López), es un aspecto fundamental para que el espectador pueda realizar un
breve estudio comparativo sobre la importancia de unos hechos u otros. En un
sincero y bello filme sobre los sentimientos, “Une liaison pornographique”, “Una relación privada” de Fréderic
Fonteyne, 1999, con guión de Phillippe Blasband, se disecciona sin acritud,
con sensibilidad y sin utopías trascendentales, las relaciones entre dos de los
miles de seres humanos que querrían poder ser tan sinceros y tan limpios como
ellos.
Dos referencias
explicativas, una del director, Fréderic Fonteyne: "En la entrevista descubren que los dos vivieron esa historia de
amor tres años antes y no se la han quitado de la cabeza, por eso necesitan
contárselo a alguien, si no dejaría de existir. Lo pornográfico de la película
es precisamente eso, que se desnuden ante una tercera persona. Eso me sirvió
para trabajar sobre distintos niveles de emoción. Lo que se siente al
enamorarse y luego al recordarlo, y resulta que lo más emocionante es ese
recuerdo". Y otra en el culmen del filme cuado, uno frente a otro, en
el bar habitual de sus citas, Ella se
dirige a El y le hace una confidencia
que es el fin que se ha alcanzado con la satisfacción de su fantasía: “Una declaración de amor no es para ligar.
Una declaración de amor es para declarar tu amor. A veces no te apetece ligar,
ni seducir, ni jugar; a veces amas tanto a alguien que lo único que puedes
hacer es declararle tu amor. ¿Nunca has sentido eso? Un sentimiento tan fuerte
que no puedes evitarlo, que te obliga a declararte”.
Se trata de un
mundo al revés, de unas sensaciones tras un acertada unión material y no al
contrario como es frecuente que suceda. Se trata de un amor utópico pero que la
pareja que se ha atrevido a experimentarlo lo ha hecho realidad previamente a
su conocimiento personal. Precisamente la utopía y maravilla del mismo está en
lo poco convencional que es. En la libertad que se dan una parte a la otra para
vivir sus vidas, reservando un jueves para su intensidad apasionada. En no
permitir que la monotonía en que incurren, con demasiada frecuencia, todos los
amantes cuando acuerdan pasar todos los días y noches, todo el tiempo juntos,
llegue a asfixiar su enamoramiento. Son determinantes estas circunstancias para
que un amor tome cuerpo de inolvidable y se conforme como una sensación que sea
buscada, querida y lograda. La aparición del amor y la solicitud de “hacer el
amor” y “no tener sexo” exclusivamente, es una luz que ilumina la cara de Ella
con intensidad, con la satisfacción de haber podido alcanzar este sueño que jamás
fue buscado ni se planteó en esta relación tan metódica como emocionante.
En los aspectos
cinematográficos no posee nada especial, aunque sí en los fílmicos. Por no
tener ni posee efectos que sean destacables. Es lineal y únicamente el método
narrativo, siempre en flashbacks, es el recurso que se utiliza para que el
espectador considere los puntos de vista de Ella
y El. Como única virtud podríamos
destacar la perfección y solidez de los planos de una cámara seria y fija. El
espectador podría considerar que es un asistente a esos encuentros casi sin
palabras y esos encuentros amorosos que se realizan tras una puerta cerrada. Los
planos desenfocados de las personas que llenan las calles y que poseen sus
vidas, posiblemente similares a las de los protagonistas, poseen una gran carga
emotiva: alguno de ellos podríamos ser nosotros mismos. En el
festival de Venecia 1999 le fue otorgado a Nathalie Baye el Premio a la Mejor Actriz por el perfecto trabajo que
realizó en esta película.
“Una relación privada” es un filme en el que se puede apreciar algo del brillo que transmite una singular historia de amor, donde la aventura, lo extraordinario, el salirse de las formas habituales, el estilo diferente, la hace además de especial una experiencia para trascender y eternizarse. Es el nacimiento del amor entre una mujer y un hombre que sobrepasa lo convencional y por ello posee un alto grado de atracción y estética, como si fuese un bello cuadro que podemos interpretar con libertad.
Es importante visionar la película a plena pantalla.
Siempre le he dado una gran importancia a las relaciones dentro de la pareja, y es imprescindible estar conquistándose siempre, y que exista mucho dialogo y ganas de ser novedoso para con el otro.
ResponderEliminarLa repetición mecánica ha de producir hastío.
Todo lo que has expuesto aquí, Antonio, como parte de tu crítica a la película, ha conformado un texto maravilloso que, casi te diría, me ha atrapado más que el film mismo! Como representante del género femenino, debo decirte que, al menos en otras épocas, esto de "hacer el amor" en lugar de "tener sexo", era algo que algunas representantes de mi género solía recriminar a algunos representantes del tuyo pues, en muchos casos, y escudados en lo biológico, no trascendían en sus relaciones más allá de la búsqueda de la intimidad momentánea, privándose de la maravillosa experiencia que conlleva el sexo como consecuencia del amor. Sin embargo, te diré, que hoy esta "escasa profundidad amorosa", por llamarla de alguna forma, ya acontece tanto a hombres como a mujeres, más aún en la adolescencia y, sin temor de generalizar, creo que las relaciones amorosas, más allá de una "ligazón" rápida y eventual, conforman y hasta contentan! Será por eso que en alguna parte de tu texto me ha resonado el término "utopía"? Espero que no, que sólo sea cuestión de edad y que, finalmente, la madurez de las nuevas generaciones traiga un poco de todo esto que debería ser más perenne de lo que parece ser. Excelente artículo, y otra película que se suma a mi lista de "pendientes"! Gran abrazo.
ResponderEliminarya te añoraba, amigo Antonio. Feliz tarde
ResponderEliminarUna delicia de pelicula y los actores buenísimos.
ResponderEliminarEl cine europeo es mi debilidad, :)
Un fuerte abrazo amigo mio.
Antonio Nunca dije que el cine no me gustara
ResponderEliminarVoy al cine poco me encuentro con la tele y las peliculas desde mi casa
Es un honor leerte y estar compartiendo con vos tus escritos
Vir aqui é como atualizar os ares cinéfilos. Um prazer estar na sua casa, querido Antonio. Sempre, sempre.
ResponderEliminarObrigada por compartilhar filmes e belos comentários.
Beijos e flores.
Siempre hay que mantener la llama del amor avivada...
ResponderEliminarMe encanta como lo has echo.
Besos amigo
Vi la pelicula en freances con subtitulos Ayer
ResponderEliminarEs una obra de arte
En cuanto al calor del cual hablas en mi blog
me ha causado gracias otra respuesta
Te invito a que vengas a contestarla
Adoro el intercambio de palabras que van mas alla que nuestros textos
Abrazos
Se trata de un mundo al revés, de unas sensaciones tras un acertada unión material y no al contrario como es frecuente que suceda. Se trata de un amor utópico pero que la pareja que se ha atrevido a experimentarlo lo ha hecho realidad previamente a su conocimiento personal. Precisamente la utopía y maravilla del mismo está en lo poco convencional que es. En la libertad que se dan una parte a la otra para vivir sus vidas, reservando un jueves para su intensidad apasionada. En no permitir que la monotonía en que incurren, con demasiada frecuencia, todos los amantes cuando acuerdan pasar todos los días y noches, todo el tiempo juntos, llegue a asfixiar su enamoramiento. Son determinantes estas circunstancias para que un amor tome cuerpo de inolvidable y se conforme como una sensación que sea buscada, querida y lograda. La aparición del amor y la solicitud de “hacer el amor” y “no tener sexo” exclusivamente, es una luz que ilumina la cara de Ella con intensidad, con la satisfacción de haber podido alcanzar este sueño que jamás fue buscado ni se planteó en esta relación tan metódica como
ResponderEliminarme lo llevo a mi blog
si queres podes venir y opinar mas
me gusto mas la segunda vez que la vi que la primera