Pida
la palabra, pero tenga cuidado
Antonio Campillo Ruiz
Cuando el
catedrático doctor Lastra tomó la palabra, ésta le zampó un mordisco de los que
te dejan la mano hecha moco. Al igual que más de cuatro, el doctor Lastra no
sabía que para tomar la palabra hay que estar bien seguro de sujetarla por la
piel del pescuezo si, por ejemplo, se trata de la palabra ola pero que
aqueja hay que tomarla por las patas, mientras que asa exige pasar
delicadamente los dedos por debajo como cuando se blande una tostada antes de
untarle la manteca con vivaz ajetreo. ¿Qué diremos de ajetreo? Que se
requieren las dos manos, una por arriba y otra por abajo, como quien sostiene a
un bebé de pocos días, a fin de evitar las vehementes sacudidas a que ambos son
proclives. ¿Y proclive, ya que estamos? Se la agarra por arriba
como a un rabanito, pero con todos los dedos porque es pesadísima.
¿Y pesadísima? De abajo, como quien empuña una matraca. ¿Y matraca?
Por arriba, como una balanza de feria. Yo creo que ahora usted puede seguir
adelante, doctor Lastra
Julio Cortázar
Ajetreo
genial, Cortázar.
ResponderEliminarGenial, el texto elegido
Un saludo, Antonio
Así lo creo yo también, María Pilar. Cortázar es capaz de enlazar las palabras como si fuesen cerezas cuando las tratamos de coger de un cesto: se forma una cadena que, sin poseer, aparentemente, relación unas parejas con otras, siempre poseen matices que, al comerlas, su sabor es diferente.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Pili.
¡Ay, Antonio, si vieras lo que estoy disfrutando con Cortázar!...Y ahora vas tú y nos pones este post...
ResponderEliminarDon Julio Cortázar es un verdadero genio de la Palabra...y un creador de palabras nuevas; una fuente inagotable para los que disfrutamos con esas cosas...estoy leyendo un primer tomo de sus obras completas, y para mi ha sido un verdadero descubrimiento...
Un besazo, y muchísimas gracias, Antonio.
Marián, mi satisfacción es inmensa cuando observo que una querida amiga se entusiasma con lo que, a la vez, me agrada a mi..Termínalas, léelas con la satisfacción con la que lo estás haciendo. Cratázar es un mago que con sus geniales Final del juego, Bestiario, Las armas secretas, Historias de cronopios, Bestiario o Rayuela, por nombrar algunas de sus obras más conocidas, nos enseñó a utilizar imaginación y palabras con una agilidad, deliciosa socarronería y delicada ternura que un estilo tan peculiar como atractivo ha creado escuela.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Marián.
Cuánto he disfrutado leyendo este párrafo de Julio Cortázar que hoy nos has traído. y ¿divertimento? se la agarra como cuando cogemos agua para que pasando entre los dedos contagie a los demás. Lo que tú hoy has hecho publicando este texto. Gracias Antonio.
ResponderEliminarTu comentario, María Pilar es tan bello que enriquece el texto que he seleccionado, con el único objetivo de que todos los lectores disfrutaran de la agilidad para enseñar cómo son las palabras en función de su significado. Me gusta especialmente ajetreo. Por ello he tratado de destacarla un poco. Estoy encantado de tu comentario. Gracias.
EliminarAl igual que he escrito con anterioridad: ¡¡¡FELIZ DÍA DE TU ONOMÁSTICA, PILAR!!!
Un fuerte abrazo, querida María Pilar.
Jaja! Este Cortázar era genial...es genial...y lo seguirá siendo! Habrá que ver como se debe tomar la palabra "genial"...Me parece, doctor Lastra, que algunas palabras ya no hay manera de tomarlas, que han sido bien tomadas previamente por otros seres irrepetibles!...E irrepetibles?
ResponderEliminarAbrazo, Antonio (PD: abrazo se toma con los dos brazos extendidos alrededor del océano)
Sí, creo que ese es el significado y la forma de aplicar la palabra abrazo. Creo que también se debe decir cuando se procede a darlo: "¡AAAyyyyy!". En este caso se llama "abrazo chillao", Mi encantadora Patzy, posees una imaginación portentosa y sin tus palabras, genialidad y amistad no tendrían sentido. Cortázar crearía una forma especial para expresar el prieto encuentro entre pecho y espalda, vertical, claro.
EliminarUn fuerte chillido para el inmenso abrazo que te envío, querida Patzy.
Él sí que dominaba bien las palabras. Las ponía patas arriba y luego les daba la forma que él quería.
ResponderEliminarBicos, querido Antonio.
Aprender de un maestro es siempre tan satisfactorio que esperas que algo se te pegue de él. Cortázar es un mago de las palabras y es capaz de coger una y sacar mil cerezas enlazadas.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Ohma.
Extraordinario menú de vocablos. No terminas de degustar uno cuando, con su genial maestría e ingenio, te introduce en el sabor del siguiente.
ResponderEliminarPero también se me ocurre hacer algún paralelismo con nuestra clase política cuyo título le vendría al pelo: "Pida la palabra, pero tenga cuidado", aunque mejor lo dejo. En estos momentos estoy demasiado cabreada, por lo que empezaría "por tomar por la piel del pescuezo a más de uno".
Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
María José, los políticos poseen tres importantes "cualidades": la incultura lectora que provoca incapacidad de lectura comprensiva, la oratoria estúpida plena de barbarismos y la incapacidad gestora. Ni siquiera nombrarlos, salvo escasísimas y muy dignas excepciones, cuando se habla de palabras, vocabulario y genios de la escritura y oratoria.
EliminarUn fuerte abrazo, querida María José.
Excelente Cortázar.
ResponderEliminarUn gran homenaje el tuyo con este gran texto.
Un beso.
El gran cronopio era así, de una palabra a otra y de esta a la siguiente... Les encontraba patitas de mosca, patillas de gafas, coronas de flores, coronas de latón... Todo, todo se esconde en las palabras.
Eliminar¡Queremos tanto a Julio!
Un grandísmo abrazo, querido Antonio.
Sin paliativos, Amalia. Tienes toda la razón. Cortázar merece más que un homenaje. Merece ser leído por los jóvenes actuales.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Amalia.
Sí, Isabel, lo queremos quienes lo sabemos, lo leemos y aprendemos con humildad de él. Otros personajillos no soportan la agradable, sorprendente y crítica catarata de palabras que son tan agradables para bañarse en ella.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Este hombre es genial y va como Ej.. lo que supo decir : " Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo. " .
ResponderEliminarGracias Antonio por seguir estando a pesar de mi ausencia.
Beso grande y todo mi cariño AMIGAZO.
Sí, ËMy£iâ, Cortázar es el faro que ilumina esos libros, único lugar para sentirse con gusto. Tú nunca estás ausente ËMy£iâ, escribas o no, sé que procuras leer a los amigos y desarrollar tu trabajo con la profesionalidad que siempre lo haces. Tu amistad es muy importante para mí. Siento no poder estar más cerca pero estoy siempre en este pequeño punto, en donde te encuentras tú también, en el cosmos. Todo es cuestión de escala: si la escala duese mil trillones a uno estaríamos juntos. Es la teoría de quien quiere vender una casa a cien kilómetros de la playa y realiza un plano a escala inmensa. El resultado es que se encuentra en primera línea de playa. Es broma...
EliminarUn fuerte abrazo, querida ËMy£iâ.
Creo que no ha quedado recogido mi comentario. Decía que me parecía encantador ese ajetreo napolitano, justo adecuado para cogerlo con una mano arriba y otra abajo. Cortázar hace la lengua viva. Besazos.
ResponderEliminarComo sabes, Isabel, Nápoles es la anarquía libertaria y ordenada. Nadie se molesta, todas las miles de motocicletas te sortean sin que te preocupes de hacerlo tú, viven y comen en la calle y se respira como en pocas ciudades del mundo. Ajetreo es una palabra que siempre me gustó y la relaciono con la permisividad y paz en libertad.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Magnífico, Antonio. Cortázar es, siempre, ....
ResponderEliminarSí, Enrique, Cortázar es siempre y único Cortázar. Su imaginación nos ayuda a ser un poco mejores cuando lo leemos y nos divertimos con sus inmensos recovecos en donde las palabras siempre son las verdaderas protagonistas.
EliminarUn fuerte abrazo, mi querido amigo Enrique.