Las
tres fórmulas para viajar en el tiempo
Antonio Campillo Ruiz
Heavy Black Hole
Jets in 4U1630-47
“¿Es posible viajar
en el tiempo? ¿Podemos abrir un portal al pasado o encontrar un atajo al
futuro?”. Stephen
Hawking asegura que la idea no es tan descabellada y reflexiona sobre las posibilidades
reales de encontrar un atajo al futuro. El genial físico británico se hacía
estas preguntas en un artículo publicado en el diario Daily Mail. El cosmólogo
ofrecía no sólo una, sino tres fórmulas, teóricamente realistas, para responder
a las tres propuestas que pueden hacer posible una idea que durante mucho
tiempo ha sido una herejía científica.
Plasma Jets From Radio Galaxy Hercules A
A su juicio, una
aventura semejante ya no es tan descabellada. Hawking sugiere que es indispensable abrir la mente a la idea de la cuarta
dimensión: el tiempo. El científico utiliza un ejemplo muy sencillo, el de
la conducción. Cuando hacemos un viaje en automóvil y conducimos en línea
recta, viajamos en una dimensión. Si giramos a la derecha o a la izquierda,
añadimos una segunda dimensión. Si además subimos o bajamos una carretera de
montaña, encontramos la tercera dimensión. La cuarta dimensión es el tiempo,
pero ¿cómo encontramos un camino para viajar a través de él?:
The View near a Black Hole
1 – Los agujeros de gusano: “Las películas de ciencia ficción muestran
una vasta máquina hambrienta de energía que crea un túnel a través del tiempo.
Un viajero del tiempo, un valiente, preparado para quién sabe qué, puede
penetrar en el túnel y emerger quién sabe dónde. La realidad puede ser muy
diferente a esto, pero la idea en sí no es tan loca”, admite Hawking.
Para los físicos, los túneles en el tiempo pueden ser los agujeros de gusano. “Están
a nuestro alrededor, en las grietas del espacio y del tiempo, pero son
demasiado pequeños para poderlos ver. Se localizan en una escala muy pequeña,
incluso más pequeña que las moléculas y los átomos, se encuentran en la espuma
cuántica. Aquí es donde existen los agujeros de gusano: pequeños túneles o
atajos a través del espacio y el tiempo que se forman y desaparecen
constantemente”.
Neutron Bounce Quantized in Earth Gravity
Por
desgracia, estos túneles son demasiado pequeños para que un ser humano pueda
mirar por sus minúsculas cerraduras. Miden sólo mil millones de billones de una
billonésima de centímetro. Un tamaño cuasi infinitesimalmente pequeño pero
quizás sea posible coger uno de ellos y hacerlo lo suficientemente grande para
el ser humano o incluso para una nave espacial. De esta forma, podríamos viajar
a otros planetas situados a años luz de distancia o “quizás los dinosaurios de la
Tierra podrían ver aterrizar una nave”. Claro, que el agujero de gusano
tiene un pequeño problema, lo que Hawking llama la “Paradoja del científico loco”.
¿Qué pasaría si un científico usa el agujero para disparar contra su yo del
pasado? Ahora está muerto, pero ¿quién disparó? Es una paradoja, no tiene
sentido. El tipo de situación que provoca pesadillas a los físicos. Este tipo
de máquina del tiempo violaría una regla fundamental que gobierna el Universo
entero: las causas suceden antes de los efectos, y nunca al revés. El viaje al
pasado sería imposible, pero, ¿y al futuro?
ARP81 HLA
2 – Hawking plantea que en los
agujeros negros “Nos parece que el tiempo fluye como un río, a diferentes velocidades
en diferentes lugares, y esa es la clave para viajar al futuro”. Esta
idea fue propuesta por Albert Einstein hace cien años, al darse cuenta de que
debería haber lugares donde el tiempo transcurre lento y otros donde se
acelera. “Tenía razón y la prueba está sobre nuestras cabezas”, en el
espacio. El tiempo va más rápido en el espacio. Supongamos que dentro de cada
nave espacial hay un reloj muy preciso, pero a pesar de ello, todos ganan
alrededor de un tercio de billón de segundo cada día. El problema no está en
los relojes. Lo que ocurre es que la masa de la Tierra arrastra al tiempo y lo
hace más lento.
En el centro de la
Vía Láctea, a veintiséis mil años luz de distancia a nosotros, está el objeto
más pesado de la galaxia: un agujero negro super masivo que disminuye la
velocidad del tiempo más que cualquier otra cosa en la galaxia. “Es
como una máquina del tiempo natural”, dice Hawking. Si una nave
espacial entrara en la órbita en el agujero, tardaría dieciséis minutos en
completar una órbita para la agencia espacial que controlara la misión desde la
Tierra. Para los astronautas, sólo habrían pasado ocho minutos. Si pasaran
orbitando cinco años, en realidad habrían transcurrido diez en nuestro planeta.
Cuando llegaran a la Tierra, todos los que no hubiesen viajado, habrían
envejecido cinco años más que ellos. ¿El problema? Acercarse a un agujero negro
es excesivamente peligroso.
21st Century M101
3 – Para Hawking, la solución puede pasar por viajar muy, muy rápido, más aún
que la velocidad requerida para evitar ser arrastrados por un agujero negro. Viajar
a casi la velocidad de la luz. Según
Hawking, viajar a casi la misma velocidad de la luz, trescientos mil kilómetros
por segundo, nos transportaría al futuro. Para explicarlo, el científico
imagina un tren superveloz que diera vueltas a la Tierra siete veces por
segundo, lo que no alcanza la velocidad de la luz, algo que las leyes de la
física prohíben. Entonces el tiempo empieza a transcurrir lentamente a bordo,
como si estuviéramos cerca de un agujero negro, pero en mayor medida, como a
cámara lenta. En una semana, el tren viajaría cien años en el futuro. Por supuesto,
construir un tren que alcance esas velocidades es imposible, pero se ha
construido algo muy parecido: el acelerador de partículas LHC del Centro
Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en Ginebra, Suiza. Lo sabemos por
unas partículas, pi-mesones, que generalmente se desintegran ipso facto pero
que, cuando son aceleradas a casi la velocidad de la luz, poseen una vida
treinta veces mayor.Hawking concluye que si queremos viajar al futuro, simplemente tenemos que ir muy rápido, algo que solo es posible en el espacio. Para ello, haría falta una nave dos mil veces más rápida que el Apollo 10, de enorme tamaño y que pudiera cargar una gran cantidad de combustible, el suficiente para acelerarla a casi la velocidad de la luz. “Cuatro años después de haber despegado, la nave comenzaría a viajar en el tiempo. Por cada hora en la nave, pasarían dos en la Tierra”. Después de otros dos años de velocidad máxima, la nave llegaría a su tope, el 99% de la velocidad de la luz. Entonces, sólo un día a bordo representaría un año en la Tierra. Nuestra nave volaría al futuro.
Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.
Maravilloso, maestro Campillo. Jamás creí que fuera así. A veces acabo creyendo que la belleza suprema no esté a nuestro alcance solo en la Tierra.
ResponderEliminarCierto, Enrique. No es fácil establecer una similitud entre lo enormemente grande y pequeño. La respuesta final la encontraremos en la Física Cuántica para, cuando la apliquemos a lo inmensamente grande posamos disfrutar de una belleza que es extasiante.
EliminarUn abrazo, querido amigo Enrique.
!Hola,Antonio!
ResponderEliminarLlevan años hablando de los viajes al futuro y, dirás que soy una crédula,pienso que al final se hará realidad.Un espectacular vídeo.Muchos besitos.
Es posible, amiga Cristal, muy posible. Lo cierto es que muchos realizadores de cine, con pequeños o grandes errores, han ido recogiendo las complejas teorías de cosmólogos y visionarios y nos han convencido que viajar a través del tiempo es tan fácil que hasta un coche puede hacerlo. La paradoja del científico loco descubre algún inconveniente. Sin embargo, Cristal, estamos de acuerdo. No será mañana pero en unos cuantos cientos de años, si se resuelven las necesidades de nuestro planeta de forma pacífica y se reconduce una investigación sobre la materia que es muy necesaria, la posibilidad de estos viajes, en otras condiciones más favorables podrían producirse, De momento, todos somos viajeros del tiempo en nuestra fantasía personal y nuestra mente.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Cristal.
Y... ¿al pasado, no tienen viajes? : ) Besitos.
ResponderEliminarNo, Sara, a pesar de parecer más fácil, al pasado no habrá viajes. Ni desde la Física Cuántica ni desde la Cosmología. Se produciría la paradoja del científico loco y cambiaría todo el futuro, que es nuestro presente. McFly, en una de las películas de "Regreso al futuro", lo intento y armó un impresionante lío. En una de la propuesta de Hawking se explica. Lo siento, los felices años de pubertad y juventud nunca volverán.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Sara.
Acabo de volver de unos dias por Marruecos. Te aseguro que nosotros hemos encontrado el atajo al futuro. Ellos viven todavia en lo que fue nuestro pasado. Un abrazo.
ResponderEliminarEste si que es un atajo al futuro sin necesidad de estudiar estas teorías tan complejas, Mariano. Tribus ancestrales y pueblos sometidos a regímenes inmovilistas que, además admiten, pueden ser un ejemplo de vivencias del pasado y cuando subimos en un medio de transporte moderno nos trasladamos, por un agujero de gusano, hasta el futuro sin que los familiares o amigos hayan envejecido el doble que nosotros. Es una solución que podíamos estudiar para enviársela a Hawking y que la incluya en sus teorías cosmológicas. Excelente.
EliminarUn abrazo, Mariano.
Amigo Antonio, después de leer tu buen currado post, dices que dice el profesor Hawking que si queremos viajar al futuro, haría falta una nave dos mil veces más rápida que el Apollo 10, de enorme tamaño y que pudiera cargar una gran cantidad de combustible, ese punto del combustible parece que no encuadra, hablar de combustible para desplazarse parece arcaico, es de otra época, no te parece? el tiempo nos dará mejores y mas rápidas naves y será mas fácil transportarse en el tiempo. yo así lo creo.
ResponderEliminarUn abrazo tocayo
Amigo Toni, el combustible al que se refiere Stephen Hawking no es el que utilizamos en el momento actual en nuestros vehículos, sean cuales fueren. La nave que viajase hacia el futuro debe acelerar constantemente hasta alcanzar una velocidad cercana a la de la luz y esto significa que debe llevar combustible para hacerlo. En el momento actual, el combustible empleado en las naves espaciales, sólido o líquido, es el que se utiliza para conseguir que la nave principal alcance más de 100 kms. desde la Tierra, lugar en el que ya no existe atracción gravitatoria. Después, solamente unos paneles solares proporcionan la energía suficiente para el funcionamiento de los aparatos de la nave. Pero en el espacio exterior ni el combustible puede ser el que se utiliza en este momento, ni la velocidad es la que imprimen a las naves la atracción gravitatoria en función de sus órbitas. El combustible será Hidrógeno para que la energía sea proporcionada por un reactor de fusión (¡Ojo!, no fisión nuclear sucia como la que utilizamos ahora). La fusión es la reacción química que tienen lugar en nuestro SOL: dos átomos de Hidrógeno se unen (fusionan) para generar un átomo de Helio. La cantidad de energía que se desprende es inmensa, no contaminante y con la suficiente potencia como para la aceleración en el espacio exterior de la nave. No de otra forma se podría conseguir tal velocidad. La naves del futuro, si logran arreglar un poco este planeta consumista y destrozado, será la fusión nuclear que, por cierto, se tiene en la punta de los dedos en el CERN de Ginebra. En cualquier caso, interesa poco su puesta en marcha: ¿te imaginas una habitación que produjese una energía absolutamente limpia, como la del Sol, solo con Hidrógeno? ¿Qué iban a hacer las multinacionales del petroleo y otros productos combustibles tan anticuados como contaminantes? Soñemos con la fusión nuclear y obtendremos la posibilidad de los viajes en el tiempo.
EliminarUn abrazo, Tocayo.
Estoy absolutamente segura de que se puede viajar en el tiempo. De hecho es muy posible que alguien del futuro esté entre nosotros sin enterarnos si quiera de su presencia. Ahora, eso sí, es imprescindibel que esos seres viajeros no interfieran en los acontecimientos. ¿Te imaginas que alguien hubiera parado la 2ª Guerra Mundial por conocer su destrucción?
ResponderEliminarUn saludo
Querida amiga Carmen, viajamos todos los días, a todas horas, al pasado y al futuro. El problema es materializar este viaje puestoq ue es nuestra mente quien se encarga de realizar, de forma instantánea, las idas y venidas sin naves, trajes espaciales ni otros medios. Sí, estamos de acuerdo en su posibilidad pero, sinceramente creo que en unos cientos de años, cuando se ponga una especie de orden a esta inapropiada vida que el ser humano se ha dado, admitido y aceptado. Claro, siempre existen personas razonables que creen en un futuro que mejorará los avances técnicos y sociales de la humanidad en este planeta maltratado hasta la irracionalidad. La paradoja del científico loco, que en una de las posibilidades que se apunta en el texto es, precisamente, el problema que planteas. Te invito, sin decirte nada, a que visiones completa la película "El final de la cuenta atrás" de Don Taylor, 1980, y que comenté el 3 de agosto de 2010 en "Cine de verano": http://elbamboso.blogspot.com.es/2010/08/viaje-en-el-tiempo.html
EliminarComo en auella época no se tenía acceso a la película completa y nunca reformo nada de lo publicado, la película no se encuentra completa pero sí se puede hacer uno una idea suficiente para buscarla, no es difícil, y visionarla completa. Después hablamos porque será muy interesante relacionarla con "El experimento Filaderlfia" de Stewart Rafill, 1984.
Un cariñoso abrazo, querida amiga Carmen.
¡Impresionante! Uno de mis hijos, el pequeño, cuando era jovencito, pasábamos horas y horas hablando del tema, tratando de imaginar como se podría viajar en el tiempo. El estaba, y creo que aun lo esta, convencido de que llegara el día en que se descubrirá como hacerlo...¡ojala también lo creyese yo!
ResponderEliminarQuerido amigo Antonio ha sido un placer visitarte y aprender contigo.
Un cálido abrazo.
maría.
Pues si tu hijo, querida amiga India, se interesa por estas teorías tan complejas e interesantes, no le quites la ilusión de saber más cada día. Teniendo acceso a la Nasa y a las investigaciones del CERN se puede saber casi hora a hora los avances científicos que se producen. Gracias por tus palabras.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga María.
Lección espectacular en un festín literario Eso de los microscópicos “agujeros de gusano que se encuentran en la espuma cuántica, se crean y desaparecen y sólo miden mil millones de billones de una billonésima de segundo”, es difícil mejorarlo. Y en cuanto a rebatirlo, a ver quien atreve a contradecir a Hawking. Porque primero debe estar Dios y después Hawking. O viceversa, querido amigo.
ResponderEliminarSí, querida amiga Ana María, esa cantidad es tan pequeña que se aproxima a lo que debe ser lo infinitamente pequeño. La quise poner en letra para que los lectores leyesen su complejo nombre. Si pones potencias de diez elevadas a números negativos no se tiene una idea real de su tamaño. Agradezco mucho tus palabras porque un ser humano, enfermo desde temprana edad, haciéndose entender mediante sintetizadores de voz, ocupa la Cátedra Newton. Algo maravilloso para considerar al cerebro y a la constancia de la imaginación teorías tan importantes que han abierto las puertas a la Ciencia moderna. Considerando la infinitud del Cosmos ningún dios creado por el hombre, en general represor y justiciero, represor o bondadoso, puede haber imaginado la maravilla del Universo. Si lo hay debe ser un personaje tan maravilloso como la belleza que ha sido capaz de crear para que el hombre la disfrute. Tu comentario es tan importante que hablaremos de él. Gracias.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Ana María.
Muy interesante, Antonio. Yo me conformo y me atrae la aprehensión de nuestro tiempo cotidiano, dependiendo de nuestros estados de ánimo, la comprensión de la diferencia entre tiempo subjetivo y tiempo objetivo... Pero lo que tú planteas está a otro nivel para mí. ¡Qué envidia me dais los científicos! Normalmente me pierdo en estos asuntos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pepe, esos tiempos, los subjetivos y los objetivos, son los que existen verdaderamente en nuestro quehacer cotidiano. Son de los que disfrutamos y lo hacemos con alegría. Cuántas veces pasa un acto que es agradable en un instante mientras que una espera se ralentiza eternamente. Estamos siguiendo la Teoría de la Relatividad de Einstein mentalmente. Él se limitó a construir las bases para el entendimiento de mis tiempos vividos. La cuestión, Pepe, sobre el entendimiento o no de algunas teorías se encuentra en el tratamiento pedagógico que se haga de ellas. Cuando el científico habla solo para quienes poseen unos conocimientos previos similares a él su lenguaje es ininteligible para todos. Sí, todos. Pero si vamos relacionando todos los hechos físicos con nuestras experiencias personales, comprendemos hasta la más compleja de las teorías de las supercuerdas, que para tí sería muy sencillo comprender porque eres Profesor de Música. De esto sabes tú mucho más que yo.
EliminarUn abrazo, Pepe.
Sería estupendo poder viajar al futuro.
ResponderEliminarUn tema fascinante el que nos traes y, como siempre, un auténtico placer leerte y continuar aprendiendo.
Gracias de verdad.
Un abrazo muy grande, querido Antonio.
Mi querida amiga Amalia, sí sería estupendo y... ¡Prometido que si se puede realizar antes de que esa señora fea de negro nos alcance, te invito a uno de estos viajes! Al futuro, siempre al futuro porque si tocamos algo del pasado, cuando volvamos igual no somos Amalia ni Antonio. Es fascinante, como bien dices, pero posee tantos elementos encontrados en su teoría que, a veces, debes dejar las investigaciones sin leer y pensar, pensar en la realidad de esta mínima vida que tenemos. Por seguir sabiendo estas teorías querría ser tan viejo como Yoda, unos mil ochocientos años. Creo que con esta cantidad podría ser feliz.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Amalia.
Querido amigo Antonio, no te haces idea de cuánto he disfrutado leyendo esta entrada. Conocía lo de los aguejeros negros de Hawking pero jamás había oído hablar de los de gusano. Me encanta el tipo de preguntas como esa de dispararse a si mismo…he leído hasta los comentarios que has contestado. El tema del tiempo es atractivo a todo el mundo supongo. En alguna ocasión había escuchado que no hay pasado ni futuro; siempre es presente. No sé que veracidad pueda tener. Sí sé que esta tarde he tenido la fortuna de entrar hoy a tu blog...una joya en la Red.
ResponderEliminarGracias por tanto, querido amigo. Un abrazo grande y feliz semana
Muchas gracias, querida amiga Pilar, es un honor para mi tus halagos. Quisiera conservarlos con la garantía que podría tener el ser crédulo con los cosmólogos, seguidores de las teorías de Stephen Hawking, cuando pronostican que la solución para lo inmensamente grande pasa por comprender lo inmensamente pequeño. Sería una garantía de que tus palabras deberían encontrarse dentro de la Física Cuántica y desde ella, salir al espacio exterior para alcanzar la posibilidad de viajar a tal velocidad que el tiempo se contrajese para los viajeros. Serían unas palabras eternas. Quiero aclararte que jamás digo la palabra infinito, infinitesimal o eterno porque todo es inmenso, bien pequeño o grande, pero no infinito aunque sea una expresión "popular" en matemáticas y física. El tiempo, como dices, Pilar, es tan atractivo para el ser humano debido a su propia capacidad de poder pensar en él y, probablemente, en la subjetividad de sentirlo pasar: cuando esperamos un beso parece que el tiempo se expande enormemente y cuando lo sentimos poseemos la sensación de la brevedad. Además, ¿viajar en el tiempo. dice usted? Eso lo hago yo todos los días en el momento que quiera: basta visionar una colección de fotografías pertenecientes a un viaje que fue maravilloso, rememorar aquel paseo por la orilla del mar,...Como existencia real, el tiempo, al ser lineal y unidimensional, jamás se encuentra en estado de quietud para disfrutar de él. "Todo fluye, todo pasa", decía Heráclito, tal vez con razón.Sin embargo Parménides se rebelaba contra la unidimensionalidad del tiempo, siendo, que efectivamente es una dimensión más, la cuarta, de nuestro mundo actual. En breve se podrá pensar en el número de dimensiones que la Física Cuántica establece, once. En ese momento nuestra concepción del mundo será tan diferente que sería una pasada encontrarse en la Tierra para poder admirar tal evento. Me ha encantado tu comentario, Pilar.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida Pilar.
ResponderEliminarCultivemos el optimismo sobre todas las cosas.
Al mal tiempo, buena cara. Usando el positivismo en todo y por todo,
buen humor en las palabras,
la alegría siempre presente en el espejo del pensamiento,
con una sonrisa de felicidad en las pupilas de los ojos…
¡Recordando que el corazón siempre permanece joven!
Un feliz y luminoso día te deseo desde la distancia,
pero muy cercano desde el corazón.
Atte.
María Del Carmen
Mi querida Gatita Coquetuela, ¡cuánto tiempo necesitamos para poder hablar y ser felices! ¡Cuánto tirmpo nos falta para poder seguir expandiendo, como el sembrador en la fértil tierra, la semilla de la amistad y del amor! Menos mal que, como dices, permanecemos siempre jóvenes para iluminar días y noches, frutos maduros y en sazón. Tener siempre presente el espejo del pensamiento en unión perfecta con los seres humanos queridos es el mejor regalo que el tiempo nos puede hacer. Menos mal que eso no nos lo puede quitar este cabezota que siepre camina en una dirección sin tener en cuenta que cuando pasa sobre nosotros nos puede ajar un poco pero no nos puede destruir jamás. Siempre sobreviviremos a su manía persecutoria cuando trata de alcanzar algo que jamás termina, que tuvo un principio pero no un fin y que en ese fin, él mismo se ve atrapado por no hacernos caso cuando le pedimos ese recuerdo grato o esa pasión preparada para sentirla. A ti, Gatita Coquetuela, siempre te bendecirá con optimismo, alegría y amor. Algo especial que hace con las personas preferidas.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida María Del Carmen.
Es apasionante, aunque da cierto vértigo, aunque me encantaría meterme por uno de esos minúsculos agujeros temporales. ¿A quién no?
ResponderEliminarComo de costumbre, documentado y completísimo, querido Antonio.
Un abrazo enorme.
¡Sin miedo, Isabel! Es como una montaña rusa con looping y todo. Sería fantástico poder, siquiera echar una mirada a través de los agujeros de gusano. La fantasía del caos ordenado se nos presentaría con tal realismo que, quizás, solo quizás, pudiésemos entender de una vez los millones de secretos de lo enormemente pequeño. De ahí a pasar a lo enormemente grande va solo un paso. Los inmensos black hole espaciales nos ayudarían a seguir eternamente jóvenes con respecto al resto de habitantes de este planeta de once dimensiones cuánticas pero sólo aceptadas tres y una más a regañadientes, el tiempo. Gracias por tu apreciación, Isabel.
EliminarUn cariñoso abrazo, querida Isabel.
Excelente post ! Hawking es el responsable - a través de sus ideas- de haber cambiado la visión del Universo. En muchos puntos y como un responsable hombre de ciencia, se desdijo de algunas de sus propias conclusiones,pero, indudablemente ha abierto un increíble amplio concepto a nuestra visión, tal vez un tanto obsoleta, de lo desconocido.
ResponderEliminarComo dijo un colega suyo " Stephen nos hace participar en - acaso - la más grande aventura de nuestra EDAD."
Me ha encantado tu artículo así como también las fotografías.
Un abrazo, amigo Antonio (desde donde ya probamos la "máquina del tiempo" pero para atrás)
Para no variar en ti, autentica maestría.
ResponderEliminarComo me gustaría a mi perderme por un pequeñito agujero, y ver otras cosas...
Besos
Um tema bastante interessante sobre o tempo.
ResponderEliminarSaludos: Geraldo
De momento, todos somos viajeros del tiempo en nuestra fantasía personal y nuestra mente.....osea....nada ha cambiado.
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