EL CARPINTERO
Vicent van Gogh
Orlando Goicoechea reconoce las maderas por el olor, de qué árboles vienen, qué edad
tienen, y oliéndolas sabe si fueron cortadas a tiempo o a destiempo y les
adivina los posibles contratiempos.
El es carpintero desde que hacía sus propios
juguetes en la azotea de su casa del barrio de Cayo Hueso. Nunca tuvo máquinas
ni ayudantes. A mano hace todo lo que hace, y de su mano nacen los mejores
muebles de La Habana: mesas para comer celebrando, camas y sillas que te da
pena levantarte, armarios donde a la ropa le gusta quedarse.
Orlando trabaja desde el amanecer. Y cuando
el sol se va de la azotea, se encierra y enciende el video. Al cabo de tantos
años de trabajo, Orlando se ha dado el lujo de comprarse un video, y ve una
película tras otra.
No sabía que eras loco por el cine ¬le dice
un vecino.
Y Orlando le explica que no, que a él el cine
ni le va ni le viene, pero gracias al video puede detener las películas para
estudiar los muebles.
Eduardo Galeano
Vicent van Gogh
Un hombre práctico Orlando amigo ANtonio, fijarse en todo y extraer lo que interese, buena e inteligente manera de actuar
ResponderEliminarUn abrazo tocayo
Me identifico con Orlando, aunque también me gustan las películas. Ah! que rico es el olor de la madera y de las diferencias entre unas y otras. Es uno de los olores que adoro.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Antonio!
A mi me pasa como a orlando, amigo Campillo, pero con la vida: La paro para ver si encuentro personas.
ResponderEliminarMe has tenido leyendo sin moverme, amigo. MB.
Pasamos a saludarte, a dejarte un besazo enorme y a invitarte a participar en nuestro reto de halloween, queremos hacer un libro como hemos realizado otros años y esperamos que tus letras puedan formar parte de sus páginas.
ResponderEliminar♥ . .))(
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Esperamos que tengas una buena semana.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHombre afortunado, acaricia y ama su trabajo y, por ese
ResponderEliminarse transforma en arte.
Un abrazo querido amigo, ¡ya tenia ganas de 'verte'!
''y por ese amor''... Jajaja, No era cosa de volverlo a borrar!
ResponderEliminarUn hombre fuera de lo común. No sé si llamarle amor u obsesión, jajaja
ResponderEliminarUn largo abrazo querido amigo.
¡Genial, Eduardo Galeano!
ResponderEliminarGracias por acercarnos este sugerente relato.
Un abrazo
Las pinturas son preciosas.
ResponderEliminarBuena forma de actuar la de Orlando.
Estupendo texto.
Un fuerte abrazo.