EL IMÁN
Antonio
Campillo Ruiz
Laimonas Smergelís
Había una vez un imán y en el vecindario
vivían unas limaduras de acero. Un día, a dos limaduras se les ocurrió
bruscamente visitar al imán y empezaron a hablar de lo agradable que sería esta
visita.
Otras limaduras cercanas sorprendieron la conversación
y las embargó el mismo deseo. Se agregaron otras y al fin todas las limaduras
empezaron a discutir el asunto y gradualmente el vago deseo se transformó en
impulso. ¿Por qué no ir hoy?, dijeron algunas, pero otras opinaron que sería
mejor esperar hasta el día siguiente. Mientras tanto, sin advertirlo, habían
ido acercándose al imán, que estaba muy tranquilo, como si no se diera cuenta
de nada. Así prosiguieron discutiendo, siempre acercándose al imán, y cuanto
más hablaban, más fuerte era el impulso, hasta que las más impacientes
declararon que irían ese mismo día, hicieran lo que hicieran las otras. Se oyó
decir a algunas que su deber era visitar al imán y que hacía ya tiempo que le
debían esa visita. Mientras hablaban, seguían inconscientemente acercándose.
Al fin prevalecieron las impacientes, y en un
impulso irresistible la comunidad entera gritó:
– Inútil esperar. Iremos hoy. Iremos ahora.
Iremos en el acto.
La masa unánime se precipitó y quedó pegada
al imán por todos lados. El imán sonrió, porque las limaduras de acero estaban
convencidas de que su visita era voluntaria.
Óscar Wilde
Laimonas Smergelís
Impulsos ... brillante contenido maestro Campillo, Wilde es, siempre, una garantía de éxito ... como el poema de Saramago que he visto no se donde con tu nombre y tu ... “Es tan inmenso, tan vital, tan genial, que solo se puede leer o escuchar con los ojos y oídos, del alma”. (Antonio Campillo)
ResponderEliminarUn abrazo-e
Oscar Wilde siempre me ha gustado. Ya desde muy jovencita, cuando comencé a conocerlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Feliz semana.
Aunque es peor la atracción de la llama para la polilla.
ResponderEliminarQue texto tan divertido. Hay una gran lectura detrás de estas letras ya que sobre atracciones podríamos estar visitándonos muchos días.
ResponderEliminarMe encantan las imágenes que has elegido, transmiten unas sensaciones únicas.
Un fuerte abrazo mi querido Antonio.
El final es espectacular. ¿Nos querría decir algo más Wilde con este cuento? ¿Quiénes son las limaduras? ¿Nosotros? ¿Y quién es el imán? ¿Los políticos, los comercios, las religiones?
ResponderEliminarUn saludo
Buen catalizador de reflexiones en días de captación, este cuento.
ResponderEliminar¿Ríe nuestro imán particular? Nos interesa lo que ofrece o nos mueve el simple poder de la costumbre…
Saludos, amigo.
Buen catalizador de reflexiones en días de captación, este cuento.
ResponderEliminar¿Ríe nuestro imán particular? Nos interesa lo que ofrece o nos mueve el simple poder de la costumbre…
Saludos, amigo.