UNA IDEA GERMINAL UNIVERSAL
Antonio Campillo Ruiz
Es bastante difícil que las ideas germinales originales, obtenidas de vivencias reales o de textos escritos, posean un alcance universal. La Historia del Cine está llena de sorpresas y, de vez en cuando, solo en algunas ocasiones, el promotor de una idea germinal, sea posteriormente su guionista o no, ha vislumbrado una trama que posee un carácter universal.
Para entender estos casos haré una pregunta a los lectores. El planteamiento es un poco largo pero fácil de deducir la contestación correcta:
Se trata de encontrar el nombre de un ser que proviene originariamente del cielo, es amigo de los niños, realiza milagros, es perseguido por las personas adultas, muere a causa de esta persecución, resucita y vuelve al cielo desde el que parece ser que vino ¿De quién se trata?
NO. No es correcta su respuesta. La solución es:
“E.T. The extra-Terrestrial”
Claro que… habiendo contestado que se trataba de Jesucristo, efectivamente ha dicho usted la solución correcta. La idea germinal y trama argumental sobre la que se sustenta la famosa película “E.T., El Extraterrestre” de Steven Spielberg, 1982, es la historia universal por excelencia en los países occidentales de doctrina cristiana: la historia de Jesucristo.
por un insigne escultor?
Piense. Piense un poco y vaya hilando, desde la idea básica, la trama de la película. No, no diga: “… bueno, desde ese punto de vista…”, con una duda sombreando su rostro. No tenga dudas, querido lector. No se trata de una apreciación personal o punto de vista particular, se trata de la famosa idea germinal que empezamos a desentrañar hace pocos días con “La idea germinal como base argumental”.
Steven Spielberg consiguió, probablemente, el ejemplo más claro y más rentable de lo que significa una idea universalmente aceptada. Claro que en la película no se explica la idea, se expone mediante un lenguaje cinematográfico excelente basado en un guión que, esta vez sí, desarrolla la trama argumental inicial.
Melissa Mathison, guionista de la película, realizó un magnífico trabajo cuando tradujo a lenguaje cinematográfico una idea tan elocuente, grande y aceptada, como la expuesta y Steven Spielberg llevó a la pantalla idea y guión con una maestría difícilmente superable.
Cuando en 1969 Spielberg con su cortometraje “Amblin” consiguió un premio en el Festival de Atlanta, empezó una carrera que, aunque ya se había iniciado con “The Last Gun” a principio de los años sesenta, ha tenido como protagonista, en reiteradas ocasiones, el mundo de la infancia.
“E.T., El Extraterrestre” consiguió cifras de espectadores jamás alcanzadas hasta entonces y, por tanto, logró el primer puesto de recaudación, consagrando a Spielberg como uno de los personajes más importante de la industria cinematográfica.
Es evidente que una idea germinal universal y, por supuesto, un guión realizado magníficamente, conducen al éxito sin paliativos. Estimado lector, nos sorprenderemos con algunos ejemplos similares al expuesto.
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