miércoles, 2 de marzo de 2011

CIRCUNCISIÓN

OPERACIÓN ANCESTRAL

 Antonio Campillo Ruiz

The circumcision of Christ, Preobrazhenski monastry
Bulgaria

   En el “Génesis” 17, del versículo 1 al 14 está relatada la historia del porqué de la circuncisión masculina. En concreto la traducción Reina Varela de 1995 dice del versículo número 11: “Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre yo y vosotros”. Y en el Evangelio de san Lucas, 2, 21, se lee: “Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción”.

Circuncisión de Jesús
 Musée National de l'Age Médiévale Paris

   Conforme al Talmud, Tratado de Kidushín 29,1, la circuncisión es un precepto que tiene que cumplir todo padre judío, al igual que Abraham lo llevó a cabo con Isaac (la tradición cuenta que Adán y Moisés nacieron circuncidados y que también lo haría el Mesías). El rito es efectuado hoy por un “mohel”, un hombre experimentado en circuncidar, y la ceremonia, llamada “Berit Milá”, es celebrada en la mañana del octavo día de vida del recién nacido. Los cristianos, aunque pretendan ignorarlo, conmemoran el día de Año Nuevo la circuncisión de Jesús, pues nació judío y, según la fecha que eligió la Iglesia cristiana para su nacimiento, ese día llega el plazo de los ocho que prescriben para la operación.

 Ceremonia religiosa

   Se podría decir sarcásticamente que, junto al misterio de la Encarnación, figura el de la circuncisión de Jesús, porque nunca tan exiguo pellejillo dio para tantas reliquias como se han documentado en tantas iglesias. El culto al Santo Prepucio fue abolido en 1900 y, tras desaparecer progresivamente todos los prepucios de los que se tenía noticia, Calcata, pequeña localidad italiana de la provincia de Viterbo, siguió afirmado que era la última depositaria de un prepucio hasta que le robaron el relicario que lo contenía en 1983.

Circuncisión de Jesús, Gil de Siloé
Catedral de Burgos

   La transmisión oral del Talmud presenta la dificultad de conocer desde cuándo se realiza la circuncisión entre los judíos, no obstante tengo la convicción de que esta práctica, asumida por un pueblo como marca de origen por transacción divina, tuvo que ser posterior a las operaciones quirúrgicas que se hacían en Egipto a tenor del relieve siguiente.

Escena de una tumba egipcia, c. 2350-2000 a.n.e.

 Circuncisión egipcia y otomana

   Fuera de los judíos y hasta llegar el siglo XIX, la circuncisión en el ámbito europeo se efectuaba sólo en circunstancias que la salud lo requiriera, por ejemplo, la fimosis (DRAE: estrechez del orificio del prepucio que impide la salida del glande). Entre las anécdotas raras que pueden ilustrar lo que digo están los siete largos años que tuvo que esperar Francia a tener un heredero a causa de la fimosis de Luis XVI o la conclusión a la que llegaron los médicos que hicieron la autopsia a Charles Guiteau, asesino del presidente de EEUU James Garfield, pues la fimosis que padecía la creyeron motivo de la locura que le indujo a cometer el crimen.

Anónimo

   A finales del siglo XIX se inició la circuncisión profiláctica. En esa época coincidieron diferentes teorías científicas y aspectos sociales que posibilitaron su incorporación como medida preservadora de la salud. La teoría bacteriana, que asociaba la suciedad con diferentes miasmas, y la moral victoriana, que introdujo una creciente obsesión por la higiene personal, jugaron un papel decisivo a la hora de dejar paso a la operación hospitalaria, que si bien no prevenía la extendida sífilis sí evitaba otros males. Incluso se echó mano de Darwin para justificar la eliminación del prepucio como residuo primitivo. 

                 Kouros d'Anavyssos              David, Miguel Angel
                          525 a.n.e.


   Desde la Antigüedad el hombre ha apreciado los atributos de la generación y los ha ensalzado en todo tipo de representaciones. En cuanto a la influencia iconográfica poco edificante y escabrosa,  los vigilantes padres de la moral dominante velaron hasta dejarse las pestañas y escamotearon las escenas corruptoras con “retoques de pudor” como en “Hymenaeus travestido durante un sacrificio a Príapo”, obra de Poussin que restauró Regina Pinto.

 Hymenaeus travestido durante un sacrificio a Príapo, Poussin

   Querría mencionar de paso a los circuncidadísimos actores que se dedican al cine pornográfico, permítaseme el superlativo, porque, de negar las operaciones por las que han pasado, tendríamos que llegar a la conclusión de que lo suyo es algún tipo de malformación congénita que debiera incluirse en la literatura médica. Con todo, existe todavía memoria del culto ancestral al falo en la necesidad de buscar la fertilidad de los campos y de los recién casados. Así, en Los Hinojosos, Cuenca, quedan ocho falos cristianizados que, hasta 1928 fueron objeto de súplica para conseguir descendencia, yendo los novios después de la boda a bailar al “SANTO”.



   Por último y por no ser prolijo al haber hablado en otro momento de la ablación femenina, no quisiera eludir la comparación de la circuncisión masculina que, en definitiva, puede ser entendida como una medida para evitar patologías con esa monstruosidad. A las niñas se les ha inculcado que la ignominiosa amputación es un trance necesario para desarrollarse como mujer, nada más falso, y los niños siempre han sentido curiosidad por el “tamaño” y han envidiado los penes circuncidados. Lo beneficioso de la operación masculina acarrea en la horrenda mutilación femenina secuelas sin cuento: infecciones urinarias, vaginales y pélvicas, retención de orina, hemorragias, dolores menstruales, laboriosos y largos partos, episiotomías múltiples, etc., en un intento por sustentar las normas machistas y controlar la sexualidad femenina. ¡Menuda diferencia entre hombres y mujeres! 

Cabeza rafaelesca estallando, Dalí, 1951
Galería Nacional Escocesa, Edimburgo

A LOS LECTORES: El documento audiovisual que se adjunta es la película completa "Europa Europa" ("Hitlerjunge Salomon", “Joven hitleriano Salomon”) de Agnieszka Holland, 1990.  

NOTA ADICIONAL: Siento mucho que hayan anulado la película completa mencionada en la nota anterior por "defectos de códigos". La sustituyo por dos partes de la misma y recomiendo a todos que la visionen en su totalidad.





3 comentarios:

  1. Esos cambios en el blog me gustan, mucho...

    Y que puedo decir de la entrada que nos ocupa???... Interesantísima, como siempre por otra parte...

    Besos.

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  2. Datos muy interesantes; no conocía esta película aunque ya me habían comentado aqui en Holanda de ella. Abrazo.

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  3. Muy interesante entrada, Antonio. El pene, ese tema.
    Un abrazo.

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