TERRAZA DE VERANO II
UN SANTO LLAMADO PEPE ISBERT
Antonio Campillo Ruiz
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla
Sí, todos los jueves habrá un milagro. Este es el plan de las fuerzas vivas de Fuentecilla. Como están tan abandonados en su querido pueblo, que ni siquiera los trenes de mercancías se detienen…, “Los jueves, milagro”, y se lo encargamos a Luis García Berlanga en el año de gracia de 1957.
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Claro, el problema se presenta con la elección del santo. No, no existe problema, el más parecido a una vieja escultura de San Dimas es…, claro, D. José, Pepe Isbert, un santo perfecto para un lanzamiento a la prosperidad y la riqueza a…, ¿Fuentecilla? No, hombre no, a las fuerzas vivas que se han desvivido por los vecinos, lo han montado todo y han tenido que invertir tiempo e ingenio en esta papanatería.
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En el hipervínculo que he elegido para el título de la película F. Javier Pulido explica muy acertadamente pormenores interesantes de la misma. Acontecimientos como el que sucedió en Cuevas de Vinromá pudieron influir en la idea germinal del argumento, pero es obvia la autoridad… de las fuerzas vivas sobre Luis G. Berlanga para dar un giro al guión hacia la mitad de la historia aproximadamente, además de la mutilante censura general que sufrió.
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Pepe Isbert solo fue un santo. Es posible que la culpa de este hecho la tuviese la pérdida del Imperio Austrohúngaro, como siempre. Los milagros se hacían mejor en el extranjero con jerarquías de más alto rango.
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Magistral obra de referencia, Antonio. Esta película despliega en clave de humor un certero abanico de la rentabilidad a la que se suma la Iglesia católica con sus "milagros", "apariciones" y demás farándulas.
ResponderEliminarBerlanga fue en esto un genio. Supo denunciar burlando a la censura como en "Bienvenido mister marshall", diciendo sin decir, denunciando sin denunciar, acercando el dedo a la llaga pero no sabiendo si para presionar o para curar. Siempre quiso denunciar en clave, y burló a la censura en multitud de ocasiones ya que su mensaje era tan inteligente y correcto que no dejaba fisuras para meterle mano.
Dices que esta magnífica película sufrió censura (algún censor inteligente debió haber...). En todo caso, celebro que la hayas elegido para este archivo de "Cine de verano".
Espléndida.
Un fuerte abrazo.
Hola, encontré este blog a través de Isabel la Romana y lo encontré muy interesante. Saludos.
ResponderEliminarSí, Marisa, he sido amigo durante mucho tiempo de varios censores de la época oscura.
ResponderEliminarBerlanga y el gran guionista Azcona, tuvieron que hacer malabarismos muy sagaces para poder expresar en un medio de tan amplia difusión la realidad de la sociedad del momento.
“Plácido”, rodada en 1961, después de la “sequía” que dejó “Los jueves, milagro”, es corrosiva. Siempre nos sorprenderán unas costumbres tan hirientes con tan pueriles conciudadanos sin recursos. ¿Hacían esas “promociones” navideñas? ¡Qué horror!
Afortunadamente el doble juego de inteligencia y humor negro han aportado el cine español una historia de excelentes realizadores.
Nunca puede faltar Berlanga en “Cine de verano”.
Un fuerte abrazo.
Me alegro mucho de tu visita, Xixe, y te agradezco sinceramente tu opinión.
ResponderEliminarEspero que puedas seguir visitando el blog. Yo frecuento el tuyo que me parece interesante e importante.
Confío que podamos estar enlazados ya ha sido rechazada mi inscripción de seguidor en tu blog.
Un saludo
Antonio:
ResponderEliminarDesde hace unos días vengo teniendo problemas en mi blog debido a que no se actualizan mis entradas ni en el Reader ni en vuestros blos, no se a qué puede ser debido, pero lo he comunicado en ayuda de blogger, y no me han respondido todavía.
En cuanto a tu bonita entrada, te comento:
Cuando he visto a Pepe Isbert no he podido evitar pensar en la película: "La gran familia", la que tantas veces he visto, y me encantaba cuando era jovencita, y donde él aparecía como un maravilloso abuelito, con esa voz tan ronca, y que siempre le recuerdo en la escena que tantas veces me sacó lágrimas cuando buscaba a su pequeño nieto perdido.
Rica entrada la que has hecho con sus correspondientes vídeos, siempre merece verla varias veces.
Gracias, Antonio, por tanta riqueza que nos dejas.
Besos.
Fantástico cine. Fue un tiempo verdaderamente heroíco de la cinematografía españole. He disfrutado con estos vídeos.
ResponderEliminarUn abrazo
Carla, siento mucho tus problemas con el blog. Es frecuente que sucedan alteraciones significativas que desaparecen, en general, antes de 24 horas.
ResponderEliminarPepe Isbert es el alma de todas sus películas. Y lo es de esta. Sin él incluso podría haberse hundido hasta la primera parte de la misma. Fue el actor por excelencia del cine español.
Sí, Carla, diálogos y actuaciones son inimitables. Merece la pena verla varias veces por saber un poco más de cine y mucho más de historia, las dos cosas.
Un fuerte abrazo.
Pilar, el ingenio y la capacidad de síntesis en diálogos desenfadados es todo un tratado “censurable”. Merece el calificativo que le das, heroica. Yo diría también que fue singular y asombrosa.
ResponderEliminarPosiblemente, debido a estas genialidades, la paupérrima industria cinematográfica española de la época consiguió alcanzar respeto mundial.
Me alegro mucho de que te hayan gustado las secuencias que he seleccionado.
Un fuerte abrazo.