María Luisa Arnaiz Sánchez
The hand in the clouds, Yves Tanguy
TOPOS
Después de una larga experiencia, los agricultores llegaron a la conclusión de que la única eficaz arma contra el topo es el agujero. Hay que atrapar al enemigo en su propio sistema.
En la lucha contra el topo se usan ahora unos agujeros que alcanzan el centro volcánico de la tierra. Los topos caen en ellos por docenas y no hace falta decir que mueren irremisiblemente carbonizados.
Tales agujeros tienen una apariencia inocente. Los topos, cortos de vista, los confunden con facilidad. Más bien se diría que los prefieren, guiados por una profunda atracción. Se les ve dirigirse en fila solemne hacia la muerte espantosa, que pone a sus intrincadas costumbres un desenlace vertical.
Juan José Arreola
Inteligente metáfora...si lo es, o genial microrrelato.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo diría, Rosa, que es una metáfora genial en forma de microrrelato. En todo caso coincido en la valoración que es lo importante.
ResponderEliminarLo cierto es que yo estaría encantada de poder llegar a materializarse en realidad...
ResponderEliminarBesos...
Todo un deseo. Magnífico ML.
ResponderEliminarCreo, Rosa, que has tenido la misma intuición que yo. Un cordial saludo.
ResponderEliminarLo que dice Rosa, Amando. Un abrazo.
ResponderEliminarEl tiempo, Beatriz, ya sabes… La Historia es otra cosa. Un beso.
ResponderEliminarA veces, Enrique, los sueños se cumplen. Soñemos como expresa el cuadro. Saludos.
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