viernes, 4 de noviembre de 2011

VULNERABILIDAD


EL BUITRE

Antonio Campillo Ruiz

Tríptico de Prometeo, Kokoschka

EL BUITRE

   Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra. Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
   - Estoy indefenso -le dije-, vino y empezó a picotearme, yo le quise espantar y hasta pensé en torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos.
   - No se deje atormentar -dijo el señor-, un tiro y el buitre se acabó.
   -¿Le parece? -pregunté-, ¿quiere encargarse usted del asunto?
   - Encantado -dijo el señor-; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?
   - No sé -le respondí- , y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí: por favor, pruebe de todos modos.
   - Bueno -dijo el señor-, voy a apurarme.
   El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que había comprendido todo: voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.
Franz Kafka

18 comentarios:

  1. Me gusta Kafka, Antonio. Me fascina su mundo simbólico y sus escenas oníricas, producto de su gran desgarramiento interior, de su infelicidad cotidiana.
    Aquí, en este cuento, el buitre acaba con el protagonista, pero en su acto de crueldad infame, también perece él, pues la saña cosecha saña y se refleja como una maldición en los injustos.
    Un abrazo, querido amigo, y hablamos.

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  2. La primera vez que leí este cuento en mi juventud, se me pusieron los pelos de punta. Ahora, gracias a ti, han hecho un nuevo amago... Gracias.

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  3. Para mí la clave de este cuento está al principio: "Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre"
    Hay gente que se siente así, "Estoy indefenso" y no lucha lo suficiente, prefiere rendirse en parte -"Preferí sacrificar los pies"- por miedo a un mal mayor.
    De todas formas, ya sabes, cada uno tendremos una interpretación diferente.

    Me gusta mucho Kafka y me alegra que nos lo traigas por aquí.

    Un abrazo.

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  4. A Thornton: tienes razón, el cuento ofrece diversas interpretaciones y yo le he buscado sentido en clave política: el buitre, la derecha (morirá de éxito); el señor, los oportunistas; la víctima, la izquierda (se lamerá las heridas).

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  5. Ay maria luisa, ¿pereceremos con el buitre metido en la garganta? Porque yo no veo tan claro que el buitre muera, al contrario que Kafka, creo que el buitre engordará bebiendo esa sangre nuestra en la que se ha sumergido y resurgirá triunfante y mucho más fuerte y poderoso que nunca. ¡Y las ganas que tengo de equivocarme...! Un abrazo.

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  6. Kafka es siempre una buena fuente de simulaciones, algunas tan próximas como la que traes tan acertadamente aquí, hoy, Antonio.

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  7. Un mundo tan simbólico, Isabel, es interpretable con múltiples posibilidades. La cuestión es cuál de entre ellas se puede aproximar más a la que quiso expresar el autor.
    Creo que nunca sabremos si la aparente pasividad de quien sufre tamaña crueldad es tal o, como expresa, ante su impotencia, prefiere que el castigo sea más leve.

    Un fuerte abrazo, Isabel.

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  8. Creo como tú, Mariano, que en una etapa joven es un cuento terrorífico.
    Posiblemente la vida ya nos está poniendo un caparazón tan fuerte como las tortugas. Y como no poseen pelo, sólo notamos el amago del tiritar.

    Un fuerte abrazo, Mariano.

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  9. Thornton, estamos de acuerdo.
    A pesar de ello, la lucha en solitario depende de tantos factores que, a veces, cuando la voluntad es pobre, la tolerancia se admite como mal menor.
    Me alegro de la coincidencia en autores magistrales.

    Un fuerte abrazo, Manri.

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  10. María Luisa, tu interpretación en clave política espero que no se siga cumpliendo. Ahora incluso puede tener mayor fuerza.
    De fuerza y de acabar con los despojos generados por ella misma sabe mucho la derecha.

    Un beso, María Luisa.

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  11. DEBEMOS equivocarnos, Isabel.
    En caso contrario, estoy de acuerdo contigo: nunca dejará de beber la sangre de los débiles el buitre de los poderosos. Es su maldito medio de subsistencia y poder.

    Un fuerte abrazo, Isabel.

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  12. El buitre, como alma carroñera, lamentablemente solo puede sucumbir ahogándose en la sangre de los demás.

    Un texto sin desperdicio, con inquietantes y suculentas plurilecturas.

    Un abrazo, Antonio.

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  13. Sí, Enrique, estas simulaciones pueden aplicarse a tantas facetas de sucesos cotidianos que su metafórica interpretación puede ayudar o destruir por igual.
    Esperemos que complazca a todos por igual, interpreten lo que interpreten.

    Un fuerte abrazo, Enrique.

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  14. Verdaderamente, Marisa, la multiplicidad de lecturas es tan inquietante como suculenta ya que pueden ser válidas, defendibles y racionales, sea cual sea la elección realizada.
    Sin embargo, sospecho que Kafka, al elegir a un buitre como protagonista malvado dirige la atención hacia un animal simbólicamente despreciable.
    Por otro lado, sin el buitre no existiría limpieza en los lugares salvajes.
    La singularidad, no pequeña, es que el buitre, que come carroña, en este caso está comiendo a un ser vivo. Esta es la anomalía que dirige, posiblemente, la atención hacia el escarnio a los débiles, todavía vivos, aunque se muera en el empeño. Terrible.

    Un fuerte abrazo, Marisa.

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  15. Escalofriante este cuento de Kafka. Lo he leído varias veces y cada vez que lo hago me devora un poco más. Te deja condenado a la soledad y a la muerte. Pero es grandioso.
    Saludos y buen fin de semana.

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  16. Este cuento tiene infinitos niveles de interpretación que dependen de la edad que tienes, del país donde vives, de tu punto de vista hacia el mundo y hasta del estado de ánimo del momento.
    Estos son los cuentos que más me gustan, abiertos a todo.
    Gracias por compartirlo Antonio, ya te dije que me encanta este espacio.

    Un abrazo desde una Italia lluviosa,

    Clara

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  17. Maribel, acabo de llegar de tu jardín y tu pequeña fuente apagada por la lluvia. Deliciosos.
    Para acabar con el horror de este maldito buitre lee otra vez tus poemas. Son tan tranquilizadores y tan suaves que ahuyentarán al miedo.
    Como dices, en su grandiosidad, este cuento te condena a la soledad eterna.
    Me agrada que te haya gustado.

    Un fuerte abrazo, Maribel.

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  18. Clara, vengo de tu apasionado invierno, y como el cuento de Kafka, tus veros solicitan múltiples interpretaciones.
    De entre ellas la tuya, la pensada y sentida, te pertenece en una intimidad tan peculiar como dulce.
    La mezcla de horror y lucha en el cuento induce a un fin sin esperanzas para atacante y atacado.
    La imaginación realiza el resto.

    Un fuerte abrazo, Clara.

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