MARIE HORTENSE FIQUET
María Luisa Arnaiz Sánchez
Madame Cézanne in the Conservatory, Cézanne, 1891-92
“Nadie puede pintar almas. Pintamos cuerpos pero cuando los cuerpos están bien pintados, entonces…el alma…irradia a través del cuerpo y se muestra por todas partes” escribió Paul Cézanne a Joachim Gasquet. Cézanne, 1839-1906, pintó veintisiete veces a Hortense entre 1872 y 1895 y tal fue su maestría que tendríamos que ver el interior de ella en sus retratos. Su relación, no obstante, fue estrambótica, escribiendo el suegro de su único hijo: “La vida de Paul Cézanne no conoció las aventuras amorosas…El amor no ocupó un lugar en esta existencia de recluso únicamente consagrada al arte”. Marie Hortense tenía diecinueve años cuando conoció al treintañero Cézanne en París, donde ella trabajaba encuadernando libros y decidió marcharse con él a Provenza. Tres años después nació Paul y en 1886 se casaron. Ninguno de los amigos de Cézanne la nombra, por lo que sorprende el vínculo que los unió. El pintor dejó todos sus bienes a Paul y ella no recibió nada. Cuando Matisse acudió a conocer a Hortense para que le hablara de Cézanne, ella le dijo al despedirse: “¡Ah, si hubiera sabido pintar como Monet o Renoir!”.
Hortense Breast Feeding Paul, Cézanne, 1872
Madame Cézanne, Cézanne, 1873-74
Madame Cézanne, Cézanne, 1877
Madame Cézanne, Cézanne, 1885
Madame Cézanne, Cézanne, 1886
Madame Cézanne, Cézanne, 1888-90
Madame Cézanne, Cézanne, 1890-92
Madame Cézanne, Cézanne, 1894-95
Hortense Fiquet en la boda de Claude Renoir, 1922
Grandes figuras tras grandes hombres, M.L. me ha encantado, contenido y gráficos.
ResponderEliminarGrandes figuras tras grandes hombres, M.L. me ha encantado, contenido y gráficos.
ResponderEliminarEnrique, te confieso que yo nunca me he cansado de mirar a la mujer de Cézanne. ¿Qué esconderá su apretada boca?
ResponderEliminarHola Antonio, interesante repaso a la historia, las pinturas son excepcionales.
ResponderEliminarque disfrutes el fin de semana.
un abrazo.
Agradezco tu visita, Ricardo. Saludos.
ResponderEliminarQué halo de tristeza melancólica plasmó en su mirada su marido.
ResponderEliminarMadame Cézanne me impacta con esa mirada. ¡Me dice tanto!
Un abrazo, Mª Luisa.
¿Qué sabemos de nadie, Isabel? Para mí madame Cézanne es enigmática como casi todos los que nos rodean. Besos.
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