EN EL BALCÓN
Antonio Campillo Ruiz
En el balcón, Giovanni Segantini
Muchos pintores cayeron en la tentación de crear una obra con un balcón como pretexto de una anécdota. Hoy, recién salido del fiasco de Spanair, he pensado en las mozuelas que se habrán quedado frustradas por el “cese de actividad” de la compañía subvencionada con dinero público y en manos de ciertos “hundempresas”: Gonzalo Pascual y Gerardo Díez Ferrán, que hicieron lo propio con el Grupo Marsans. El último, orondo por haber hecho quebrar todas las suyas, o quizás por ello, llegó a presidente de la CEOE y, aunque cesó de su puesto, sigue recibiendo sahumerio allí donde se halle. Disculpen que hable de quienes dictaminan sobre los trabajadores, porque hay mucho crédulo que se compadece de los pobrecitos que les roban y solo dicen “es lo que hay”. Para pobrecitas las del balcón, esperando frustradas por una aeronáutica. La primera, anonadada, está a punto de quebar la diminuta flor recogida en las montañas; la segunda, insolente junto a ipomeas trepadoras, está indignada. ¿Justicia?, ¿dónde la Justicia ?
Mujer en el balcón, Pedro Lira
Ambas pinturas me parecen preciosas, cada una en su estilo, ya que la primera me llena de serenidad y la segunda me hace sonreís por ese gesto de enojo de la mujer.
ResponderEliminarOmitiré los otros vuelos de triste recuerdo.
Un abrazo, querido Antonio.
Bonita entrada, amigo Antonio, en la que nos haces reflexionar, en ese balcón de la vida, en el que se ve pasar, algunas veces la vida, y otras veces, la angustia y el dolor.
ResponderEliminarMi beso.
Ese tono ácido-social, me encanta en ti, amigo Antonio. Las fotos, ambas, preciosas.
ResponderEliminarInicio y remate:La primera anonadada, la segunda indignada, ¿la tercera revolucionaria? Dice mi vecino que esto va a pegar un trueno que se va a oir en las Quimbambas. Un abrazo
ResponderEliminarNo este mundo, querido amigo. O, al menos, no en esta España que estamos viviendo. La justicia al revés, o quizá debería decir, la justicia y la sociedad como siempre, pero sin careta. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarAunque de autores distintos, la similitud costumbrista es muy similar.
ResponderEliminarEl problema de los altos vuelos es que son consecuencia de la indolencia de los "vigilantes" y el descaro de los ineptos.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Ambas pinturas preciosas assim como as ideias que delas podemos intuir.
ResponderEliminarUm grande beijo querido amigo
Así es, María. El paso del tiempo nos aporta conocimientos que son queridos o despreciables.
ResponderEliminarLas pinturas son antagónicas con el texto. Las primeras poseen una vitalidad y ternura que lo expresado en el texto ensucia y corrompe.
¡Alguna vez deberá ser al contrario!
Un fuerte abrazo, querida María.
Enrique, te agradezco dos cosas: tu sinceridad y tu sapiencia psicológica.
ResponderEliminarEsto es muy importante para mí. Los amigos deben conocerse hasta en las mínimas expresiones.
Esto no quiere decir que la personalidad descubierta, la anécdota sugerente o la opinión distinta, pueda separarlos. ¡Jamás! Los enriquece y une más.
Sí, las pinturas son para que te entrenes en el mundo de la critica de arte, curso que sigues con gran éxito.
Un fuerte abrazo, amigo Enrique.
Yo creo, Mariano, que va a "pegar una tronaera" más grande que la del Krakatoa.
ResponderEliminarMientras, paniaguados de pacotilla, excelsos empresarios, y sinvergüenzas amigos del amigo que le abre todas las puertas de la desfachatez, harán su agosto en pleno invierno.
Revolución es poco para lo que debería pasar en esta España engalanada últimamente con peinetas y panderetas más grandes. Han sido muchos los cirios que han ardido para que se lograse retroceder socialmente a los años setenta: donde dejaron "la cruzada".
Un fuerte abrazo, Mariano.
Así debe ser, Isabel, así debería ser... Estamos inmersos en un país en el que parece que todo vale para los poderosos y nada para quienes se sienten estafados, engañados y desprotegidos.
ResponderEliminarBien, dependerá de nuestro conocimiento de la Constitución por la que nos regimos el que podamos dejar de tener los brazos caídos ante tanta piltrafa humana.
Un fuerte abrazo, Isabel.
Gisa, es muy grato que estas pinturas te gusten en un entorno, el contenido del texto, que es muy desagradable.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Gisa.