EL HOMBRE QUE RÍE
Antonio Campillo Ruiz
El Joker
“La naturaleza había sido extraordinariamente pródiga con Gwynplaine. Le había dotado de una boca que se abría hasta las orejas, de orejas que se replegaban hasta los ojos, de una nariz deforme hecha a propósito para sostener las oscilaciones de las gafas del que hace muecas, y de un rostro que no se podía mirar sin reír…Todas las apariencias hacían pensar que industriosos modeladores de niños habían trabajado en aquella cara. Parecía evidente que una ciencia misteriosa, probablemente oculta, que era a la cirugía lo que la alquimia era a la química, había cincelado aquella carne, por supuesto a muy tierna edad, y había creado con premeditación, aquella cara. Esa ciencia, hábil en los cortes, en las obturaciones y en las suturas, había cortado la boca, desbridado los labios, descubierto las encías…y de esta obra…había surgido una máscara: Gwynplaine.”
“El hombre que ríe” de Víctor Hugo, 1869
The Man Who Laughs (El hombre que ríe)
La primera adaptación que se hizo de la novela de Víctor Hugo, fagocitado por la naciente industria cinematográfica desde 1905 con “Esmeralda”, un cortometraje de diez minutos basado en “Nuestra Señora de París” y dirigido por la primera directora conocida de cine, Alice Guy-Blaché, y V. H. Jasset, fue “The Man Who Laughs” de Paul Leni en 1928. Si el escritor francés dijo de su novela: “He querido forzar al lector a pensar en cada línea”, el filme homónimo, cuya planificación es aceptable, se concibió como una metaatracción con un desenlace distinto al del drama francés. Me interesé por él cuando vi “Batman” de Tim Burton, 1989, porque la caracterización de Jack Nicholson como Joker se inspiró en el protagonista de “El hombre que ríe”.
The Joker
The hacker, The Laughing Man
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Interesante entrada, Antonio.
ResponderEliminar¿Y vos? ¿Cómo andás de la risa?
Muy bueno, Antonio. La primera vez que lei la novela (era, quizás demasiado joven), me entró una llantera que aún me acuerdo. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo tiras de las cerezas y se van enredando unas con otras. Eres un artista.
ResponderEliminar"Nació con el don de la risa..."
Un abrazo.
La risa y como trasladar su efecto. +++++++++++++++++.
ResponderEliminarGracias, Antonio
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ResponderEliminarLa risa... esa terapia divina que hace que nos llenemos de optimismo, de vida, de luz, de oxígeno.
ResponderEliminarTu entrada está envuelta en arte.
Mi admiración y un beso.
PD.- ¿Tú sabes cómo se hace para recibir los comentarios que nos dejes?
Um é a evolução do anterior. Adaptações são válidas quando a essência permanece.
ResponderEliminarUm grande bj querido amigo
Me alegro que te resulta interesante, Alicia.
ResponderEliminarBien, la risa y yo somo íntimos amigos. Reír expande los pulmones y ayuda a una respiración amplia y sana.
Estoy convencido de que vos tenés una risa sincera y contagiosa.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.
Como siempre, Mariano, la novela la conocí a través de María Luisa.
ResponderEliminarEsa llantera denota tu sensibilidad.
Un fuerte abrazo, Mariano.
Thornton, sabes mejor que yo que el juego de desenredar cerezas es una ocupación tan entretenida como placentera. Difícil de conseguir pero siempre seduce.
ResponderEliminarLa sensación de alcanzar la última cereza es tan dulce como su sabor.
Un fuerte abrazo, Manri.
Sí, Enrique, creo que sabe trasladar la risa. Lo que no conocemos muy bien son sus sentimientos al tener que reír siempre aún sin quererlo.
ResponderEliminarPrometido que he hecho y estoy haciendo todo lo posible por recuperar el correo para los comentarios. Sigo pensando que es de la configuración nueva de los comandos de Blogger. Veremos...
Un fuerte abrazo, Enrique.
Creo, como tu, María, que la risa es un don que nos lleva directos a saber vivir mejor.
ResponderEliminarPues en ello estamos, María. Como puedes observar en diversos comentarios, mi amigo Enrique Tarragó trata de obtener respuesta, como lo estoy haciendo yo, a lo que creo que es una transformación o error.
No tengo más remedio que decirte: "... de momento no, María, no puedo decirte cómo leer mis respuestas porque alguna orden no funciona bien..."
Un fuerte abrazo, querida María.
De acuerdo contigo, Gisa. Cuando se mantiene la esencia de la base fundamental del guión técnico, el denominado guión literario, es cuando la adaptación, la evolución histórica y las tansformaciones en el tiempo, se adaptan a la narración original.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Gisa.