MANIPULACIÓN
GENÉTICA PELIGROSA
Antonio Campillo Ruiz
En sus décadas finales, el siglo XX ha
destacado, entre otras muchas investigaciones, por los descubrimientos
tecnológicos de la ingeniería genética. De indudable importancia, ha tenido
lugar una revolución científica sin precedentes que continúa a gran velocidad
en el momento actual. Perfeccionadas las técnicas de manipulación genética en
el laboratorio y con una visión de futuro para un rápido enriquecimiento,
multinacionales fabricantes de herbicidas, pesticidas, insecticidas y
fertilizantes sintéticos agroquímicos, cuyas ganancias habían descendido de
forma muy importante, centraron su atención en la posibilidad de realizar transformaciones genéticas en plantas que
produjesen dos efectos: uno, la resistencia a herbicidas y por tanto la obtención
de los mismos para eliminar las malas hierbas, excepto el cultivo principal,
aumentaría su fabricación; la generación en las propias plantas y por tanto en sus semillas, de
compuestos químicos insecticidas producidos por la propia planta; un desmesurado
aumento de fertilizantes sintéticos que contaminan suelo y aguas subterráneas, y
todo ello con la promesa de una mayor cosecha que evitase el hambre en el mundo
subdesarrollado.
Para ello debieron influir decisivamente en los
medios políticos consiguiendo algo que
hasta hace muy poco tiempo era inconcebible: la patente de las semillas que, generalmente,
los agricultores guardaban o intercambiaban. Instituciones importantes en la
lucha por los derechos de todos, en este caso Greenpeace, empezaron a trabajar por una agricultura beneficiosa para la
Tierra y los seres que la habitan. Rechazaron la liberación de cultivos
transgénicos (OMG, organismos modificados genéticamente). Los OMG
amenazan nuestra salud, deterioran el medio ambiente y destruyen la agricultura
familiar o sostenible, agravando el hambre en el mundo.
La demostración de las afirmaciones anteriores
las podemos analizar desde los informes que se poseen sobre esta nueva y oscura
lacra que para la alimentación humana y animal suponen los cultivos
transgénicos:
1 - Sólo diez multinacionales controlan casi el 70% del
mercado mundial de semillas lo que significa que los agricultores poseen
muy poca capacidad de elección.
2 - El 80% del cultivo de transgénicos está concentrado en
sólo cuatro países, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Canadá. Y a pesar
de esa concentración, también en estos lugares son minoritarios. Además, en
EEUU, primer país productor de transgénicos, los agricultores están pensando en
volver a las semillas tradicionales debido a los bajos rendimientos en las
cosechas por el aumento de la resistencia de las plagas y la proliferación de
malas hierbas.
3 – Los cultivos transgénicos no alimentan al mundo. El
99,5% de agricultores no los cultivan. En Europa están restringidos ya en 11
países y de los cinco que los cultivaron en 2012 en tres ha disminuido la
superficie, con la vergonzosa excepción de España, cuyo gobierno sigue
apostando por ser el único país de la Unión Europea que cultiva maíz
transgénico MON810 a gran escala (116.306 hectáreas en 2012, según estimaciones
del Ministerio basadas en la información de la industria).
4 - La agricultura industrial usa fertilizantes
sintéticos que contaminan nuestros suelos y aguas, poseen dudosa rentabilidad debido a la adicción que crean en las plantas para conseguir un crecimiento rápido pero se derivan graves carencias de microelementos esenciales en una alimentación equilibrada de los cultivos vegetales.
5 - El excesivo uso de herbicidas, pesticidas y fertilizantes
de síntesis en la agricultura industrial contribuye al agravamiento del
cambio climático. Después de 16 años de comercialización, el 75% de estos
cultivos se han diseñado para ser resistentes a los herbicidas producidos por
las mismas empresas que comercializan los cultivos transgénicos. No
aumentan los rendimientos, sino que impulsan las ganancias de un puñado de
empresas multinacionales, siendo éste el verdadero objetivo, nada que ver con
solucionar el hambre en el mundo que sigue aumentando. Los fracasos en la producción
de maíz y el inmenso escándalo y decepción de la patata transgénica Amflora de Basf produjo
un efecto sin precedentes: Basf anunció el fin de sus cultivos transgénicos en
Europa. Es urgente aplicar el principio de precaución y parar el experimento genético que se está llevando a cabo a escala mundial.
No sabía mucho de lo que dices. Creo que prefiero ni saber. Yo intento dentro de lo que puedo comer frutas y verduras ecológicas, además de que los huevos sean serie 0 o 1, y soy vegetariana (aunque como pescado).
ResponderEliminarFlipo con todo lo que está pasando con la comida.
Muy interesante Antonio.
Un beso
No, Eva, hay que saber. Cuando se sabe lo que tratan de hacer a espaldas de la sociedad y en contra de ella, hay que obligar a que gobiernos y esclavos del dinero afloren y se sepa todo de ellos. La comida ecológica es un recurso, caro, pero recurso al fin y al cabo. Y es caro porque no dejan que se abaraten los precios con su exigua producción.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Eva.
Muy bien expuesto, Antonio, los transgenicos son una ruina para todos. Un día de estos la Tierra se hartará de tanta estupidez y nos echará a hacer puñetas. Un abrazo.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo, Mariano. El problema es que los vecinos se contaminan con las cosechas que están manipuladas genéticamente: pasan a sus cultivos a través del polen y las semillas que se difunden naturalmente. Y lo peor es que los cultivos transgénicos han sido un fracaso de producción, no así de reiterados monocultivos que salinizan el suelo con los fertilizantes sintéticos.
EliminarUn abrazo, Mariano.
Es que no dejan limpio y en paz nada. Todo es querer abusar, querer ganar dinero a toda costa. ¿Donde quedó la ética en los negocios? Un abrazo, querido amigo.
ResponderEliminarJamás la ha habido, Isabel. Siempre se ha dicho: “… los amigos son los amigos pero el dinero es lo primero.” La ética es una asignatura que no se estudia en las Facultades de economía ni en los denominados negocios.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Es una lastima que solo vean su propio interes económico y hablando de comida cuando hay tanta gente muerta de hambre
ResponderEliminarHoy, precisamente, han expuesto como noticia que la FAO ha contabilizado que, en el año 2013, MIL MILLONES DE PERSONAS PASAN HAMBRE EN EL MUNDO. Lo pondremos en números para que comparemos con las distancias galácticas: 1.000.000.000 de hambrientos. Mientras, uno de los objetivos de los transgénicos es la obtención de combustibles vegetales para el funcionamiento de coches y otros motores.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Alicia.
ME PARECE importante que informes sobre el cultivo de los transgénicos.
ResponderEliminarLos docentes lo tuvimos como contenido en la currícula ,en el S.XX.
El que comenzó con el "el banco de los ADN",por decirlo de alguna manera, fueron las multinacionales de EE.UU.
Aquí (AR.) producen alimentos para alimentar a todo el Mundo, pero ocurre que el poder político distribuye ....ya sabemos cómo.
Muy interesante y necesario.
Un abrazo:Elsa
Me alegra mucho tu comentario, Elsa. Incluso sistemas educativos han estudiado estos problemas que provocan un grave perjuicio a la economía y alimentación mundial. A pesar de ello, no existe ni una sola etiqueta, en bolsas de alimentos que informe debidamente de la naturaleza transgénica del alimento que contiene. ¡Ni una sola! ¡Ah!, y no comas palomitas cuando asistas al cine. En los centros de comida rápida es donde se da salida a los productos insuficientemente estudiados.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Elsa.
Nos atacan por todos los frentes, Antonio. Qué post tan interesante que nos pone al corriente de lo que está sucediendo. La codicia de unos pocos acabará con muchos.
ResponderEliminar¿Cómo vamos a ir bien?
Por contra está surgiendo la agricultura ecológica que prescinde de pesticidas abonos etc y apuesta por métodos naturales consiguiendo resultados magníficos como he podido comprobar.
Se llamaba agricultura biodinámica. Y te prometo que los frutos que yo compraba en el mismo huerto eran exquisitos. Los auténticos sabores de la tierra. Pasa que con estos métodos no llegamos para alimentar a toda la Humanidad. A menos que nos volviéramos todos agricultores.
Todo es muy difícil.
Lamento no haber podido venir antes. Pero ya estoy aquí.
Así es, Tecla. La agricultura y ganaderías ecológicas, que no maltrata a animales, que no utiliza compuestos químicos artificiales y que producen alimentos con sabores y olores naturales es la idónea para la alimentación humana. Como dices, tiene un grave inconveniente: su escasa producción es insuficiente para la demanda que tiene y encarece los productos, precisamente por su escasa producción.
EliminarProbablemente, ser agricultores y ganaderos para el propio consumo no es mala idea. Existen países que están comprobando si este sistema de explotación, en minifundios, es rentable para quienes los mantienen.
Un fuerte abrazo, querida Tecla.
Así es María Del Carmen, la salud, la paz y el amor son la clave de la felicidad. Tus versos son siempre tan delicados que leerlos produce un bienestar interior que te agradeceré siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida María Del Carmen.