OIGAMOS Y VEAMOS XI
Muchos musicólogos prefieren llamar a este Cuarto Movimiento, muy corto con respecto a los demás, el canto de la mezzosoprano “O Röschen rot!”, “¡Oh rosa roja!”, una poesía de "El cuerno mágico de la juventud", y que expresa la fe y la esperanza. En uno de sus versos afirma, en traducción libre: "Yo pertenezco a Dios y a él retornaré". En el Quinto Movimiento la representación de la resurrección la expresa Mahler en un largo Movimiento, con una entrada del coro suave y lenta, tras la explosión de vientos anterior, que va creciendo en importancia y armonía hasta un estado de felicidad que bien podría representar la resurrección a la juventud, la belleza, y la vida.
Antonio
Campillo Ruiz
La Sinfonía nº 2 en do menor, "Resurrección", de Gustav Mahler es una de las obras
más bellas de este compositor. Fue compuesta entre 1888 y 1894. En este tiempo,
y desde la temprana edad de dieciséis años Mahler había perdido ya a seis de
sus diez hermanos y hermanas. La idea de la muerte y la melancolía le debía
obsesionar y a pesar de que siempre la consideró de forma mística, la juventud,
la naturaleza y su belleza, la vida, han sido temas recurrentes en sus obras.
Mucho más lo es en esta bellísima “Resurrección”
, plena de contrastes.
Consta de Cinco Movimientos,
de los que el Primero es el que oiremos en sus tres partes y que,
probablemente, es la representación mística de esa muerte temprana que
contrasta, casi chocando, con el Segundo Movimiento, de menor tiempo, que
podría representar un pasado alegre, el recuerdo feliz de los sueños vividos. E
inmediatamente, en el Tercer Movimiento podemos hasta imaginar una música que
representa un baile, una alegría de la que duda y, a través de algún
instrumento de viento (clarinete especialmente), otra vez aparece esa
recurrente tristeza.
En el Cuarto
Movimiento una solista, mezzosoprano, canta “Urlicht”, “Luz prístina o primordial”, que proviene de la famosa Des Knaben Wunderhom, La
trompa o Cornucopia, la famosa antología poética alemana que canta la
juventud y su alegría. Mahler musicalizó varios textos de esta antología, al
igual que en el Quinto Movimiento, con la entrada de los coros. Traducido
literalmente, verso a verso, sin métrica ni rima, directamente, dice:
Original alemán.
Urlicht!
O Röschen rot!
Der Mensch liegt en
größter No!
Der Mensch liegt en
größter Pein!
Je lieber möcht 'ich im
Himmel sein.
Da kam ich auf einen breiten Weg:
Da kam und ein Engelein wollt 'abweisen
Ach nein! Ich Liess
Ich bin von Gott und wieder zu Gott será!
Der liebe Gott wird mir ein Lichtchen geben,
Wird leuchten mir bis in das ewig selig Leben!
Des Knaben Wunderhorn
|
Español. Traducción literal y libre.
¡Luz Primordial!
¡Oh rosa roja!
¡El hombre se encuentra
más necesitado!
¡El hombre se encuentra en
el dolor más grande!
¿Cómo preferiría estar en
el cielo.
No he venido en un camino
amplio
cuando llegó un angelito y
me querían alejar.
¡Ah no! ¡Yo no dejaré
rechazarme!
¡Yo soy de Dios y voy a
volver a Dios!
El Dios de amor me conceda
un poco de luz,
¡Qué me va a encender en la
vida eterna y buenaventura!
De Des Knaben
Wunderhorn
|
Muchos musicólogos prefieren llamar a este Cuarto Movimiento, muy corto con respecto a los demás, el canto de la mezzosoprano “O Röschen rot!”, “¡Oh rosa roja!”, una poesía de "El cuerno mágico de la juventud", y que expresa la fe y la esperanza. En uno de sus versos afirma, en traducción libre: "Yo pertenezco a Dios y a él retornaré". En el Quinto Movimiento la representación de la resurrección la expresa Mahler en un largo Movimiento, con una entrada del coro suave y lenta, tras la explosión de vientos anterior, que va creciendo en importancia y armonía hasta un estado de felicidad que bien podría representar la resurrección a la juventud, la belleza, y la vida.
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ResponderEliminarComo tu mismo dices, OIR LA BELLEZA.
ResponderEliminarComo en todos tus posta, donde ella reside.
Besos mi grande Antonio
Muchas gracias, Inma. Vamos a dedicarle este agradecimiento a Gustav Mahler. Su música, sus direcciones de orquestas y sus lieders, son magistrales. Siempre es una satisfacción poder oírle.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Inma.
Buenos días Antonio
ResponderEliminarRespecto a la música en general yo me inclino más por ser protagonista que espectador, no me atrevo a hacer crítica de lo que no conozco suficiente; en mi experiencia en tocar la guitarra y armónica, disfruto mas siendo el protagonista.Con el flamenco me pasa una cosa que no me pasa con la música de cámará y es que se me pone la piel de gallina.
Salud y buenos días a todos
Amigo Toni, también a mi me restalla un pequeño latigazo interno al escuchar un buen flamenco. Pero, la música sinfónica y de cámara, así como los solos de instrumentos me traslada a un mundo especial. Al contrario que tú, no sé tocar nada pero sí traducir mucho la armonía. Mientras que mi hermana estudiaba piano, posee la carrera de piano completa, fui aprendiendo con ella los tempos, notas y modulaciones especiales que posee este inimitable instrumento. Sí, si me atreví a aprender e interpreto, bajo mi personal preferencia, bastantes composiciones para piano… pero, como yo digo, “de oreja”, nunca he tenido ni tiempo ni facilidad psicomotriz para un nocturno complicado.
EliminarUn gran saludo, amigo Toni.
Fantástica reseña. Nunca había leído ninguna sobre esta obra a la que desde escuché por vez primera le guardo mucho respeto, casi tanto, como emoción me despierta. Coincido con la interpretación que das en la última frase de la entrada.
ResponderEliminarTe agradezco y me congratulo, Amando, de poder coincidir contigo en este aspecto tan personal, que es la privacidad subjetiva, al escuchar una música tan bella como emotiva. En verdad, me he dejado llevar por los sentimientos mientras la oía una y otra vez. Siempre, desde la primera vez que la escuché, he sentido lo que trato, torpemente, de traducir a palabras en esta reseña. ¡Se lee tan bien! ¡Se imagina tan perfecta y recurrente! Como a ti, me parece una sinfonía maravillosa.
EliminarUn fuerte abrazo, Amando.
Extraordinario post amigo Campillo, pienso que ya no se compone como lo hacian los grandes, lo que te hace sentir Mahler, por buenos que sean los compositores actuales nunca serán lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, Alicia, Mahler posee también detractores a favor de los barrocos puros. Personalmente pienso que su trabajo es modélico en la Historia de la Música y posee una armonía difícilmente superable en las composiciones actuales. En cualquier caso, compositores posteriores a él también poseen obras que son ineludibles. En otras publicaciones hemos podido escuchar a alguno de ellos.
EliminarUn abrazo, querida amiga Alicia.
Antonio, he venido por tu blog en busca del artículo que me recomendaste “la matanza artística”…no sé si lo titulaste así, pero no lo encontré (si puedes déjame el link porque me interesa mucho leerlo y tienes mucho publicado sobre el tema de la muerte y sobre los toros). De todas formas, es un placer para mí visitar tu espacio, tu blog es de esos que dan gusto visitar. He leído tu perfil y te comento que compartimos mucho: la educación (soy docente de medio ambiente en mi país), el arte (soy una gran cinéfila, escenógrafa, pintora y artista digital) y, por sobre todo, también practico como tú eso del “deseo del saber”, como alguna vez filosofó Lyotard, el disfrute del saber en movimiento, el ida y vuelta que genera la búsqueda de lo deseado. Hay tanto para leer aquí, que sólo me queda felicitarte por este espacio, y avisarte que te incorporé a mi blogroll porque tu blog es imperdible y lo quiero compartir. Felicitaciones! Ah!, también compartimos el gusto por Mahler (con la dirección de Lenny Bernstein incluída), a propósito de este post. En mi otro blog, el de Italia, suelo darme más estos “gustos” musicales, siempre en el contexto italiano, claro, pero lo disfruto mucho. Gran abrazo!
ResponderEliminarSí, Patzy, ya he leído que en el blog “de Italia” escribes un sinfín de contrastes que son excelentes. Empecemos por “los toros”. Hace un tiempo me invitaron a escribir en una revista sobre las corridas de toros en Murcia. La plaza de Murcia posee el segundo albero más grande de España, no capacidad, sino ruedo. Como el director es muy amigo escribí este pequeño artículo para justificar el cambio que se puede producir en un aficionado y conocedor del llamado arte taurino con el tiempo. A mi también me ha costado encontrarlo porque creo que es de septiembre de 2010, época de la feria de Murcia. el link es: http://elbamboso.blogspot.com.es/2010/09/me-niego-la-muerte.html
EliminarEl método para buscarlo es fácil: póngase Google, escríbase una frase de lo que se quiere buscar “… en DACTYLIOTHECA” y aparece. Retorcido pero eficaz. ¡Menos mal que recordaba cómo empezaba!
Bueno, Patzy, tu versatilidad como maestra del saber me asombra… Y, sí, tenemos muchas “aficiones profesionales” en común. Me ha encantado que te gustase el cine. Para mí, desde siempre, es uno de mis pocos saberes que hago, explico y comento. Muchas gracias por tu comentario y visita. Seguiremos hablando.
Un abrazo, querida amiga Patzy.
Magnífico, amigo Antonio. Vibrante y hasta emotivo. Gracias.
ResponderEliminarEnrique, eres vibrante, tú sí que eres vibrante. Somos tan iguales en la apreciación e ilusión por la belleza que cada vez que te leo parece que lo hago en un espejo mirándome. Mahler es mucho Mahler, querido amigo. Creo que nos abrió un mundo especial cuando lo escuchamos la primera vez. Me encanta que el rey de la bloguería sienta paralelo a mí.
EliminarUn inmenso abrazo, querido Enrique.
Agradeço imensamente o quanto nos oferece de aprendizado e entretenimento.
ResponderEliminarEstarei alguns dias fora, sem internet, aproveitando o sossego e a alegria das férias.
Até a volta, querido Antonio.
Beijos e flores.
Disfruta de estos días de férias y sé muy feliz, mi querida amiga Teca.
EliminarUn fuerte abrazo.
Con la reproducciones de estos clásicos imperecederos tienen garantizado el mayor éxito para tus entradas y nuestro deseo y añoranza de la próxima obra.Un genio en su técnica de la "tonalidad progresiva" muy presente también en la sinfonía que hoy nos presentas .
ResponderEliminarCierto, amigo Marcos, la tonalidad progresiva en Mahler es reiterativa pero siempre expresando armonías con diferentes apreciaciones subjetivas. Me alegro que compartas la majestuosidad de las sinfonías de Mahler. Creo, por la razón que aludes, que incluir alguno de los lieders, traducidos, por primera y única vez, gracias al trabajo de un íntimo amigo mío, Fernando Pérez Cárceles, serían un poco incomprendidos en este medio. Es muy agradable que a los amigos les gusten las músicas seleccionadas.
EliminarUn abrazo, amigo Marcos.
Hola amigo Antonio:
ResponderEliminarHe venido a visitar tu espacio porque siempre es un deleite para mi. En esta ocasión me encuentro con otra estupenda entrada, reseña y orquesta incluida, de modo que deberé volver con más tiempo. ¡No es para dejar unas palabritas, esto merece mucho más!
Un abrazo afectuoso, Sylvia
Cuando quieras, Sylvia. Y si deseas algo concreto de las publicaciones dímelo a través del e-mail que aparece en el perfil. Es muy agradable que amigas como tú se esfuercen en volver por escuchar la selección musical. Para mí es excelente porque Mahler posee una música que está más allá de la perfección.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Sylvia.
Bravo, maestro. Me repantigo.
ResponderEliminarY, así repantigado, Mariano, sé que has escuchado más de una vez la música de Mahler. El inicio de la sinfonía lo disfrutaría tu padre con tanta pasión como lo compuso Mahler. Ahora, nuestro homenaje a él es escucharla con la atención que lo hacía.
EliminarUn abrazo, Mariano.
Gratamente bellísimo.
ResponderEliminarEs como si el alma realmente resucitara.
Excelente post.
Saludos cordiales Antonio.
Debe ser difícil la resurrección, Genessis. A pesar de ello, Mahler la compuso con la maestría que merece un hecho tan alegre así como terroríficas es la muerte. Como dices, es muy grata y de una belleza excelsa.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Genessis.
Una buena manerta de disfrutar de la mñusica y relajarse, liberarse del estres cotidiano absorbida por la música.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, Carmen. Si de vez en cuando nos detuviésemos un tiempo y escuchásemos música que elevase nuestro espíritu, el nivel de stress y de pantomima de la vida cotidiana bajaría hasta cotas insospechadas. ¿Por qué no lo hacemos? ¿El tiempo? ¿La pequeña dejadez? ¿Lo cotidiano que no posee coincidencia con esta relajación? Es una lástima. Podríamos disfrutar de nuestra propia sensibilidad mucho más intensamente.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
La he escuchado tranquilamente hoy y llevas razón en tus apreciaciones.
ResponderEliminarEs una sinfonía bellísima y así lo atestigua este primer movimiento que nos traes.
Que sepas que, por ti, he hecho la excepción, pues siempre me acompañan en el despacho Mozart o los barrocos. Los demás me distraen mucho la atención, pero me ha gustado el aire sinfónico que adquirió mi mañana.
Un abrazo, querido Antonio.
Que tampoco es ninguna tontería escuchar a los geniales barrocos y, como no, a Mozart. Pero podemos, alguna vez, solo alguna vez, Isabel acercarnos en el tiempo a compositores que, han creado su obra en tiempos más próximos y con otra sociedad y sensibilidad, es agradable y sorprendente. Me alegro de que te haya acompañado. En Gustav Mahler I, la anterior publicación, el Adagietto de la Sinfonía nº 5, utilizado por Luchino Visconti en “Muerte en Venecia”, 1971, es una de las músicas que han ayudado más a una película para alcanzar el honor de ser la más cautivadora de la década de los setenta y posteriores.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.