ESTRUCTURA INTERNA
Antonio
Campillo Ruiz
“Si buscas
resultados diferentes,
no hagas
siempre lo mismo.”
Albert Einstein
Es muy
frecuente que se nos aconseje prudencia, que no hagamos sino fijarnos en
quienes nos han precedido y han experimentado vivencias denominadas normales. Es difícil aconsejar la intrepidez por desconocida, lo
valeroso por tener dudas sobre su naturaleza y lo arriesgado por peligroso. No
es fácil encontrar, entre quienes nos rodean, un consejo en el que
nuestra propia iniciativa prevalezca sobre lo cotidiano, sobre lo establecido,
sobre lo considerado como posicionamiento ante la vida.
Encontrar
la necesidad ineludible de confeccionar una estructura armónica con los
distintos caminos emprendidos o abandonados conforme se trazan,
realizar muescas en los armazones cada día más complicados que sustenten un
edificio suficientemente sólido, ni indestructible ni macizo, es fácil: basta con la firmeza de nuestra voluntad. Debe ser tan grácil como
enmarañada, tan comprometida como única, tan débil que siempre necesite un
nuevo aliento, una nueva reforma, una transformación, a pesar de haber sido muy
costosa su cimentación y del gran esfuerzo invertido en levantar nuestro proyecto.
Conforme
vamos construyendo nuestra vida nos percatamos de la complejidad y número de
hechos que somos capaces de concebir, realizar y acumular. A veces nos
convertimos en los doctos aconsejadores que rechazamos; en otras ocasiones somos permisivos sin discriminación. La
gran cantidad de acontecimientos vividos permite un equilibrio en ese fiel de balanza con que medimos nuestra responsabilidad por irrelevante que sea en el devenir del tiempo. Quizás quede el imperecedero recuerdo de una anécdota, una
enseñanza, una loa o una maldición en la memoria de quienes nos conocieron. Nada más pues, cuando la urdimbre de la vida
desaparece, no es posible volver a tejer. El importante cortometraje
que se adjunta, “Balance”, ha sido realizado por Tobias Hutzler y puede
ser paradigma de la formación del complejo entramado del que hablamos.
Es importante visionar el documental a plena
pantalla
Tobias Hutzler -
BALANCE from Tobias Hutzler on
Vimeo.
Belas palavras vindas de um mestre como você.
ResponderEliminarNada como uma boa dose de esperança e determinação para prosseguir...
Beijos e flores de inverno.
No solo es genial la entrada, si no cargadito de tanta razón.
ResponderEliminarBesitos
Buena entrada para meditar. se viene a la cabeza de que el equilibrio en la vida es de lo mas difícil de conseguir; quizás la felicidad radique en el equilibrio
ResponderEliminarConozco muchas personas con un gran dominio de un tema, unos estudios universitarios, un oficio,etc. pero en la mayoría de los casos andan por la vida como cojeando, muchos son infelices y otros por no decir la gran mayoría no están equilibrados. Mientras mas sabemos de una cosa concreta menos sabemos de tantas otras, quizás mas comunes.Dicen que Miguel Angel no sabia ni freir un huevo, claro, se pasaba el dia pintando..Me gusta la gente equilibrada y sin querer alardear de nada.
Un abrazo y salud Marcos
Antonio que la magia de esta noche de San Juan te colme de alegría,
para divertirse, sonreír y disfrutarla con mucho amor
haciendo que sea un día diferente y a la vez especial.
Un abrazo que hago extensible para ti
y para todos los presentes.
(El comentario de Toni Almagro merece un aplauso por su forma de pensar a la cual yo me adhiero...)
Atte.
María Del Carmen
Interesante tu entrada. Encantada de hallar tu sitio.
ResponderEliminarUn beso
Así tenemos que movernos por la vida para no romper el equilibrio, frágil como una pompa de jabón.
ResponderEliminarEl artista del vídeo es admirable por el pulso y concentración que demuestra. Componiendo una bella figura perecedera que nos hace ver como en un segundo todo se puede venir abajo.
Besos querido amigo.
Todo puede ser eterno o tan frágil como una pompa de jabón, depende de lo vivido.
ResponderEliminarNo estoy recibiendo tus correos.
Abrazos, Antonio.
Sólo un suspiro, puede hacer volar la pluma y, con su ausencia, derrumbar toda la estructura que la sostenía. De la misma manera, como tú dices, puede desaparecer el armazón que conformamos en nuestra vida...sólo ante un acontecimiento inesperado, indeseado, incalculado...sólo uno, que puede echar por tierra nuestros mejores anhelos. Es imprescindible, evidentemente, que la seguridad, la convicción, la certeza, la buena autoestima, la capacidad de levantarse tras una caída, se constituyan en parte de esos pilares que construimos, casi te diría en la "argamasa" que amalgama cada pieza, de lo contrario, sería complicado seguir, porque levantar una pluma no era tan fácil, no? Saludos, Antonio, un post para pensar.
ResponderEliminarImpresionado, Amigo Antonio. Texto, imágenes y vídeo. El vídeo lo he mandado a mi Tumblr pues debieran verlo todos mis amigos.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Encontrar el equilibrio en la vida es sumanente difícil. Haciendo uso del símil de la balanza, en un platillo habría que poner muchos de nuestros miedos, prejuicios, la incapacidad de ver la felicidad aún teniéndola delante de nuestras narices... Y en el otro, el valor de enfrentarse a la adversidad, la auoestima, la voluntad...
ResponderEliminarTodo lo que pongamos en ambos platillos es nada más y nada menos que toda nuestra vida. Y creo que sólo se puede alcanzar la felicidad plena cuendo el fiel de esa balanza deje de oscilar, pero para ello hay que tener mucha seguridad en sí mismo, concentración en los actos que hacemos y las cosas que recibimos, alcanzando la armonía en la construcción de nuestra vida como hace Tobias Hutzler en el vídeo tan extraordinario que nos has dejado. Un buen ejemplo ilustrativo para tu magnífico texto.
Un fuerte abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSon tan ciertas tus palabras, que no me resulta fácil dejarte un comentario. Consejos, consejeros, sometimiento a las leyes de la razón o de lo práctico o de aquello que la vida ha enseñado a nosotros o a otros; estructuras construidas, destruídas en gran parte ya, equilibrio... Espero que no nos falte de esto último y que también seamos capaces de luchar por lo construido con tanto esfuerzo, aún con sus errores, sus faltas y sus fallos, porque mucho me temo que se estén quitando los palos del sombrajo sin que haya nada que los sustituya. Un abrazo muy fuerte.
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