miércoles, 18 de diciembre de 2013

PREPOSICIONES: POR

POR LA SOLEDAD

Antonio Campillo Ruiz

Andrius Kovelinas

   Un flash cegador, una suavidad infinita, un sabor dulce, fueron algunas de las sensaciones que experimentó cuando aquel hombre comió con delicadeza su labio inferior. Súbitamente reaccionó y separó su cara dejando en su boca el sabor a miel, que se convirtió en hiel al ser consciente de su momentánea debilidad. Todo había empezado por la soledad y los vanos consejos de una de las amigas que, con asiduidad, se reunían en animadas tertulias tratando de paliar la languidez de sus vidas y la monotonía de sus trabajos. Puchi expuso, una de esas largas tardes, el gran descubrimiento que había realizado para tener amigos. Ella, siempre recriminada por dar la nota con su incredulidad, dudó en voz alta de la posibilidad de ir encontrando amigos como el que recoge aceitunas tras hacer vibrar al olivo. Su amiga Puchi, en esta ocasión no se enfadó y siguió con su discurso. 
Les descubrió su secreto explicándoles cómo, a través de su dirección en una red social, había conocido a varias personas y que, de entre ellas, dos tenían su residencia en la ciudad. De cómo se habían conocido y de lo bien que se lo pasaba cuando hablaban o realizaban cualquier otra actividad. Unas risitas fueron la respuesta de todas las amigas, excepto de ella. Todas dijeron que eso era ya antediluviano y se reían cada vez más alegres. Ella, que ni siquiera sabía cómo manejar estas cosas raras, exceptuando la informática que debía aplicar en su trabajo, rió disimuladamente pero se sorprendió. Desde ese día, con el método más viejo para aprender a utilizar muy mal la informática, prueba-ensayo-error, inició una indagación y puesta al día de estos recursos. Para cuando se volvieron a encontrar, se consideraba una experta en cuanto a captación de amigos se trataba, su selección a través de sus publicaciones y todas sus pequeñas necesidades. Ese día fue Dori la que desconcertó a todas. Contó quedamente cómo había establecido una cita con un hombre y disfrutaron el uno del otro. Ella, además del impacto emotivo que le produjo tal hecho, nunca lo creyó. Le parecía inusitado. Sin embargo, por la soledad en la que se encontraba durante las largas horas de aquel invierno oscuro y frío, continuó leyendo a los amigos con interés. 
Se le había abierto un mundo inesperado y tan atractivo como vedado. De entre todas las páginas que leía, encontró una que era muy sugerente y delicada en sus publicaciones. Escribió en ella varias opiniones y comentarios hasta que un día recibió, sin explicarse cómo, un escrito personalizado. Inició una correspondencia a ciegas hasta que en otra ocasión, al cabo de unas semanas, le solicitaron conocerse personalmente. Asombrada, estuvo con los nervios a flor de piel días y días, sin responder. Inopinadamente, tras este pequeño martirio, se tranquilizó cuando escribió dando su consentimiento para la cita. Ante ella se presentó un hombre, prácticamente de su misma edad, que, tras saludarla efusivamente, le hablo de qué buscaba y qué quería; qué ofertaba y qué poseía; qué harían y cuándo lo llevarían a cabo. En no más de cinco minutos, sin acabar de tomar el café que había solicitado, su mente comenzó a girar y a preguntarse obsesivamente: “¿Qué hago yo aquí?” La respuesta, salió involuntariamente de sus cuerdas vocales dejando mudo y pasmado a aquel hombre: “¡Estoy aquí por la soledad!”. Todo sucedió muy deprisa. Se levantó, empezó a despedirse prestamente, el hombre, medio inclinado por no haber tenido tiempo para elevar todo su cuerpo tenía la cara blanca… 
Cuando llegó a casa, lloró. Lloró por sentirse mujer a la que se le leía la cartilla nada más conocerla, por su genio, por su incredulidad, por sus amigas que la creían feliz, por la soledad. Pasó tiempo, mucho tiempo, hasta que un huracán vestido, un soplo continuo de palabras desenfadadas, alegres y, parecía que sinceras, unas anécdotas mezcladas con la sal y la pimienta dicharachera y segura de una buena y fresca ensalada, otro hombre, conocido hacía dos horas por casualidad y sin ningún tipo de contacto previo, le supo a miel y a yerba recién cortada. Entendió que quizás, sólo quizás, su amiga Puchi y. probablemente, Dori, podían haber vivido esta experiencia arrolladora y atropellada. Sus dudas nunca estaban lejos de su mente pero se preguntaba, al comparar a gran velocidad la diferencia con su pésima experiencia anterior, ¿cómo era posible?, ¿cómo con su severo pensamiento y su vida atareada, podía haber explotado en su interior una bombilla de luz que la iluminaba tan serena e intranquilamente? Se encontraba asimilando este cúmulo de dudas cuando su embelesamiento se vio preso por aquellos labios que absorbían los suyos en otro beso furtivo y tierno. Un erizón severo en su cuerpo la sorprendió, ¿cuánto tiempo hacía que no sentía estas sensaciones? Tanto como había tardado en percibir aquel bullicio silencioso, aquel entramado de solicitudes, aquel empuje irrefrenable. Por la soledad se encontraba en aquella situación y por la soledad seguiría sintiendo la fascinación del placer hasta que huyeran de ella las quimeras que le habían impedido soñar hasta el momento de saborear el entusiasmo, de percibir el bienestar, de deleitarse con el placer y de alimentarse de paz por un instante, sólo por un instante. 
            
Antonio Campillo Ruiz

Elena Nelson Reed

24 comentarios:

  1. ¡Qué bello Antonio! Un placer leer tus post. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Lou, muchas gracias por atreverte a leer esta serie de preposiciones. Me sonrojas pero me gusta, me gusta leerte en todos los artículos, poemas y novelas de tus blog. Poseen la imaginación que nos falta a los pioneros en este complejo y difícil arte.
      Recomiendo que lean los bogs de Lou:
      El príncipe del Nimbo
      Los ojos de Douglas Craig
      Vulturific
      Outtakes Linaje inmortal
      Ya estoy con el nuevo capítulo. Hablaremos de él.

      Un fuerte abrazo, querida Lou.

      Eliminar
    2. Qué bonito relato "Por la soledad" y hasta dónde se puede llegar cuando se logra que huyan las quimeras que le impiden soñar. Por la soledad: todo puede ocurrir, por se tan buscada y otras veces tan denostada.
      Te dejo mi cariñoso abrazo junto con mis deseos de paz y felicidad para estos días.

      Eliminar
    3. Así es, querida María Pilar: buscada y denostada. Creo que, a veces,, quienes se creen solos no lo están, siente alguna pequeña añoranza y, quienes la buscan, tratan de tranquilizar pequeños o grandes hechos que han alterado su paz interna. Como dices, lo importante es desarmar a las quimeras que tratan de clavar sus ponsoñosas lanzas en nosotros bajo la apariencia de soledad.

      Un fuerte abrazo, querida Pilar.

      Eliminar
  2. ¡¡Qué inmenso relato!!. Me gusta mucho leer tus escritos.

    Te mando un beso y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Amalia, me alegro, me alegro mucho que te gusten estos pequeños pensamientos de mujer que componen un mundo muy personal. Tu "Lo que el viento se llevó" es tan importante que jamás debes dejar que sople y produzca remolinos de placer al leerte.

      Un fuerte abrazo, querida Amalia.

      Eliminar
  3. Olá Antonio!
    Muito bonita história.
    Hoje passei exclusivamente para agradecer o carinho, à amizade, e a tua presença nesse ano de 2013 no meu blog. O meu desejo é que em 2014 possamos estar juntos novamente.
    Desejo um abençoado Natal pra você e toda a sua família. Que os dias do Ano Novo sejam uma seqüência de profundas realizações e vitorias com fartas colheitas chegando a seus campos, e belas flores surgindo em seus jardins.
    Feliz Natal e Próspero 2014!
    Um um grande abraço!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Smaresis, es de justicia leerte siempre que escribes. Te agradezco tus palabras pero, si me lo permites, creo que seguiré aprendiendo de tus publicaciones. He confeccionado ua felicitación general que publicaré en el blog y, si es posible hacerlo por otro medio personal, personalizaré mis deseos de paz y amistad con grandes mujeres como tú. ¡¡¡FELICIDADES Y MUY PROSPERO AÑO 2014 PARA TI Y TODA TU FAMILIA!!!

      Un inmenso abrazo, querida Smaresis.

      Eliminar
  4. Un verdadero laberinto en el que se internarse la persona, tratando de escapar de la soledad.
    Abrazo grande grande, Antonio! Con mi deseo de todo lo mejor del mundo para ti y tu hermosa familia...cuídate y cuídalos mucho... disfruta al máximo, que tengas un 2014 ¡FELIZ!
    De todo corazón!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, querida Sara. Eres un Sol. Tu lucha por todos y tus publicaciones me han enseñado. día a día, la inmensa calidad de tu espíritu y tus bellos artículos son siempre ejemplo de serena paz. A pesar de felicitaros en general con una pequeña publicación, trataré de personalizar mis ¡¡¡MEJORES DESEOS DE PAZ Y FELICIDAD EN ESTAS FIESTAS Y AÑO 2014 EN COMPAÑÍA DE TODA TU FAMILIA!!!

      Un inmenso abrazo, querida Sara.

      Eliminar
  5. Precioso Antonio. Estoy casi acostumbrado a la soledad en los mayores, que en casos son tremendos problemas, pero no había pensado en la soledad de los medio jóvenes, y su frustración e indefensión,. tal como lo cuentas. Felices Fiestas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido amigo Marcos, tu labor es encomiable, tanto con tu bello blog como con las actividades que realizas. La soledad, especialmente entre quienes se encuentran más desfavorecidos en esta sociedad, no es buscada sino impuesta. Eludirla con la ayuda de amigos y personas que, como tú, sois imprescindibles por la labor que realizáis. Es una de las acciones más emotivas y placenteras que podemos realizar.
      Querido amigo, ¡¡¡FELICES FIESTAS Y AÑO 2014!!!

      Un abrazo, Marcos.

      Eliminar
  6. Hay un placer secreto - casi hiriente - en traspasar un umbral que no se cruza sin riesgo... Estupendo relato, querido amigo.
    Te deseo que tengas unas fiestas muy felices y satisfactorias. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es tan cierto tu pensamiento, querida Isabel, que se debe desarrollar en una nueva publicación. Su profunda verdad encierra un conocimiento de la vida y los sentimientos tan sensible como atinada. ¡¡¡FELICES FIESTAS Y AÑO 2014!!!

      Un inmenso abrazo, querida Isabel.

      Eliminar
  7. Por la soledad... Que bien trabajado, Antonio!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Mariano, tus palabras de verdadero escritor siempre las tendré en cuenta para percatarme de que el trabajo y la constancia, a veces, es leído por los grandes de las letras.

      Un fuerte abrazo, Mariano.

      Eliminar
  8. Y bueno, es dificil escaparle a la soledad y nos metemos en caminos confusos, gran relato, felicitaciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Boris, escapar de las turbulencias de este tornado que envuelve sin avisar es difícil, muy difícil. Sin embargo, en ocasiones, ha sido cantado como una bella búsqueda de paz por los poetas. Muchas gracias por tu apreciación.

      Un gran saludo, Boris.

      Eliminar
  9. La soledad es un tema que me cuesta mucho comprender...Por fortuna, nunca me he sentido sola, aún estando "sola". Ojalá muchos de los que la padecen, pudieran verdaderamente explorar y descubrir sus riquezas interiores. Allí hay tanta compañía! Claro, que la soledad del amor es otra cosa, y tú lo has contado aquí tan bien, en su puno justo, además ilustrado por dos de mis preferidos : Kovelinas y Reed. Qué más pedir! Como los otros aprovecho, querido amigo, para dejarte mis mejores deseos para estas Fiestas, y que comiences un año estupendo del que puedas disfrutar con alegría, trabajo y salud. Me voy de vacaciones unos días, nos "leemos" a mi regreso. Gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Patzy, siento una gran alegría por tu buen sentido de la soledad. Me ha encantado que tengamos gustos similares en pintura actual e imaginativa. Tu comentario, como siempre, complementa y amplía el texto del relato, algo que te agradezco siempre por tu buen tino y pormenorizado análisis. Espero que tengas unas vacaciones muy alegres, bulliciosas, de paz y belleza,,, Y no, no nos leeremos a la vuelta, nos leeremos siempre...

      Un inmenso abrazo, querida Patzy.

      Eliminar
  10. Gracias, Poeta, por tus cálidas palabras. Mi deseo de todo lo mejor. /n gran abrazo con mi más seguro afecto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Antonio, amigo, ¿cómo el más grande de los grandes poetas se atreve a poner este nombre al más pequeño de sus aprendices? Eres tan afectuosamente sensible y amigo, Antonio, que me sonrojas hasta el encarnado puro. ¿Qué se puede decir de ti si no es un canto a la ternura, una satisfacción que me engrandece cuando te leo, una permanente enseñanza que provoca azarosa vibración al leer y sentir tanta belleza en tus palabras? Amigo Antonio, tus poemas han limado asperezas de insensibilidad en mi alma.
      ¡¡¡FELICES FIESTAS Y AÑO 2014!!!

      Un abrazo, querido amigo Antonio

      Eliminar
  11. Preciosa bloguería amigo Antonio. Sugieres y nos haces creer y crear tantas cosas que ...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Enrique. Cada día no tengo más remedio que quererte más. Creo que no sé nada del alma femenina pero, como muy bien has captado: sugiero, hago creer, opino, observo, soy sujeto pasivo de un entramado complejo... y, creo que nos gusta, nos gusta a todos los hombres pensar en este mundo de sentimientos tan diferentes a los nuestros.

      Un abrazo, Enrique.

      Eliminar