UN TRABAJO SEGURO
Antonio
Campillo Ruiz
La maldición bíblica es, día a día, difícil de cumplir. Posiblemente
nos castiguen también por desobediencia. Mientras, en una sociedad depredadora,
el trabajo de la mayoría de quienes la componen es, cuanto menos, desatinado. Los
dueños de un sistema social reiteradamente criticado y cuestionado no perciben la decadencia autodestructora de su propio invento. De hacerlo, quizás no
existiría un descontrol tan controlado con el fin de obtener beneficios
inmediatos y no a medio o largo plazo. Las profesiones se perciben como meros
trámites para poder obtener el dinero suficiente para vivir. ¿Suficiente? No,
no es correcto: mínimo. Se aceptan trabajos para los que no se está preparado,
se vende el tiempo invertido en realizarlos y los beneficios posibles que se generan
a la empresa, por unos salarios que cada vez son más mezquinos. Se admite un
trato de obediencia servil que destruye la autoestima y, como solución, se nos indica que
en otros países se trabaja en régimen de “movilidad geográfica”. Se nos estafa,
roba y miente, siempre para ayudarnos, para llevarnos a un estado de felicidad
en el que la palabra trabajo no exista, desoyendo la maldición bíblica que,
previamente, ha sido perdonada y erradicada mediante una bula o cualquier otro
panfleto al que nos tienen acostumbrados. La vejación que sufren millones de
personas cuando no pueden trabajar o deben hacerlo en puestos para los que han
debido reciclarse a pesar de sus profesiones o estudios de experiencia y
rentabilidad profesional impecables, son humillantes. No rebelarse contra tanta tropelía no es
cobardía, es supervivencia. Ya no necesitamos cursos similares a los de Rambo
para supervivir, basta que te acepten en un trabajo a tiempo parcial, hasta por
minutos, no indefinido, para que el curso de supervivencia sea completo.
En 2008, basándose en la idea original de Patricio Plaza, el
animador argentino Santiago “Bou” Grasso, reflexiona en “El empleo” sobre la explotación del
trabajador, su puesto de trabajo y su papel en la sociedad actual. ¿De cuantos
países esta mágica luz animada es un ejemplo?
Es importante visionar el cortometraje a plena
pantalla
Todo esto es una pesadilla en la que nos vemos atrapados hasta el punto de agradecer cualquier mísero trabajo y por eso que encima nos consideremos afortunados.
ResponderEliminarUn beso
Tu lucidez debieran tenerla los altos capitostes que manejan el tinglado, pero a ellos les interesa la sumisión, la cosificación de las personas para obtener sus fines teñidos de avaricia.
ResponderEliminarEl vídeo es estremecedor, uf.
Un beso enorme, querido Antonio.
eso no se compra, amigo Campillo, pero uan vez visto el vídeo te diré lo mismo que a una querida amiga de toda la vida, hoy: "La amistad y el empleo, es como la mayonesa: cuesta un huevo y hay que tratar de que no se corte."
ResponderEliminar¿Para que comentar, hace falta? ¡Menudo atajo de sinvergüenzas
ResponderEliminary filibusteros 'dirigen' (al desastre) los países..¡Es indignante!
Me gusta como lo expones..,gracias.
Un abrazo Antonio.
Me están entrando unas ganas horribles de llorar por todos nosotros y por nuestra descendencia, Antonio. Esto no tiene arreglo y no sabemos qué camino tomarán los acontecimientos.
ResponderEliminarMuy bueno Antonio! osea el hombre al servicio del hombre, parece que no se escapa nadie, aunque a diferentes niveles
ResponderEliminarEsta sociedad, creo que vamos equivocados, no vivimos dando la importancia a lo que realmente la tiene y solo vemos lo material por encima de todo, no, no vamos bien.
Un abrazo
Es una verdadera vergüenza lo que está pasando y lo malo es que nos estamos dando perfectamente cuenta de lo que pasa. Las voces se alzan, la gente se manifiesta y los de arriba sordos, sin querer escuchar. Y, ¡dale que te pego a los recortes! Hagámonos a la idea de que nuestro estado del bienestar ha sido roto en mil pedazos.
ResponderEliminarUn saludo
No es vergonzoso , ya es que pasa de castaño a oscuro ,muy oscuro.
ResponderEliminarRecuerdas que no hace mucho hablamos de esto? pues aun siguen con la llamada...
Besos amigo, muchos
Estremecedor, ahora bien puede decirse "La realidad supera a a la ficción" para no dormir de puro pánico.
ResponderEliminarUn beso.
Que sociedad tan absurda!!. La verdad es que es para ponerse a llorar.
ResponderEliminarRealmente sobrecogedor
Un enorme abrazo querido amigo., .
Dinero rápido a costa de lo que sea. No importa hacer las cosas bien o disfrutar de lo que haces, incluso aunque estes trabajando. Lo importante es el dinero. Si el trabajo es de representación institucional la depredación es doble.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio