VOLVER A CERVANTES

LA REALIDAD INICUA

Antonio Campillo Ruiz

Pablo Ruiz Picasso 

Trecientos noventa y nueve años llevas lejos de nosotros, querido y admirado Maestro de maestros, sabedor del espíritu humano y Creador de creadores. Uno de tus hijos, posiblemente el más famoso, ese hidalgo altivo, huesudo y felizmente enamorado de la más bella dama del mundo, nos acompaña siempre de la mano cuando nuestras vivencias sufren un pequeño desliz y no cumplimos con el deber de ser nosotros mismos, seres humanos con la inmensa capacidad de amar, ser libres y justos. 

Sí, querido Maestro, D. Alonso Quijano, hidalgo con nombre de bien D. Quixote de la Mancha, nos ha recordado desde tu desaparición de este pequeño gran mundo que compartimos muchos y benefactores hechos para que la convivencia  entre las personas de bien sea tan recta como su figura, tan meditada como sus largas vigilias, tan justa como sus perdidas batallas. Sí, D. Quixote, sí, porque si en este momento te encontrases realizando tus largas andanzas tendrías mucho, mucho trabajo. Desfacer estos entuertos te supondría un altísimo coste en tu armonía vital. Te sorprendería cómo se ha mancillado la justicia de los más desfavorecidos, uno de tus principales empeños por remediar, cómo se ha olvidado el noble amor cambiándolo por simples muestras de un afecto interesado y rígidamente establecido, cómo se inmola a quienes tratan de alcanzar la libertad que es perseguida constantemente por ti y alcanzada cuando fantasía y realidad se unen. Continíuan estableciéndose normas y preceptos que han sido odiados por tu sensatez, tu perturbada e imprudente cordura reflexiva, inteligente y lógica.

Pablo Ruiz Picasso y Vicent van Gogh 

Hoy, que hemos removido tus restos materiales, Maestro Miguel de Cervantes y Saavedra, quizás para comprobar que eras real, que fuiste capaz de enseñarnos a saber vivir uniendo estrechamente espíritu con cuerpo, fantasía con realidad, amor con pasión y comprensión, el mejor regalo que podría hacerte ante tamaña falta de delicadeza que poseemos los mortales, es recordarte y releerte. Todos sabíamos dónde te encontrabas: en las Pléyades con todos tus amigos, plebeyos o pensadores, blancos, negros o amarillos, lectores o escritores, con todos los que han comprendido tus siempre hermosas historias y con tu fiel amigo, aquel genial y pequeño gordito con su rucio, llamado Sancho. Servidor, que no servil, escudero, que no ayudante de cuadra, y escapista de la miseria con el saber y la sagacidad de un mago. Maestro, mi mejor momento es leyéndote una y otra vez, a ello vamos. Sin embargo creo que es muy importante que también leamos a quien te sustituye en el podio que lleva tu nombre, un escritor tan magistral como tú, tan sencillo y parco en todo que nos ayuda a seguir constantemente tu huella uniendo, en abrazo inseparable, fantasía y realidad, como se deben sentir cuando se es un ser humano: Juan Goytisolo.

Angie Rossel

PRIMERA PARTE

DEL INGENIOSO

Hidalgo D. Quixote de

la Mancha.

Capítulo Primero. Que trata de la condi-

cion, y exercicio del famoso hidalgo don

Quixote de la Mancha.

http://quijote.bne.es/libro.html?pagina=1-026

"Volver a Cervantes y asumir la locura de su persona como una forma superior de cordura, tal es la lección de El Quijote. Al hacerlo no nos evadimos de la realidad inicua que nos rodea. Asentamos los pies en ella."

Juan Goytisolo