FLAVIA
Antonio Campillo Ruiz
A Flavia
Gustav Klimt
Flavia
observaba con atención un punto indefinido del lejano horizonte. Sabía que
aquella mañana primaveral no sería grata para ella. La noche la atraía. Inmersa
en su silencio trataba de alcanzar, sin conseguirlo, la serenidad que unos
veloces pensamientos desasosegaban su espíritu mostrando espectros que
atemorizaban sus recuerdos. Como otras muchas noches, su tiempo de descanso fue
corto. Solía hablarse a sí misma y recordarse, volver a percibir manos, piel,
besos, caricias…
Gustav Klimt
“Fue la
primera vez que estuviste en mi casa. Una mañana, mientras desayunábamos, la
primavera se iniciaba como si se tratase de un verano. Tú estabas sentado
frente a mí, después de un despertar intenso. En ese instante te percibí, te sentí
y te admití en mi corazón. No puedo olvidar cómo me miraste. Esa mirada la
atesoro en mi cabeza y en mi corazón. No
hay hombre en el mundo que me pueda gustar tanto como tú, al que pueda amar
tanto como a ti .Tienes la capacidad de hacer que sienta que no necesito
absolutamente nada porque me lo das todo, todo lo tengo cuando estoy a tu lado.
Gustav Klimt
¡Cuánto te
echo en falta! Cada día es peor. Sí, lo
sé, no me lo digas, soy consciente de ello. Tengo que conformarme con traer a
mí tu aroma, tus besos al despertar, tu presencia a mi alrededor, como si
fueras un torbellino que me envuelve a cada paso que doy. Ese torbellino que se
envuelve entre mis piernas, que se enrosca alrededor de mis caderas y sube,
sube, sube hasta besarme para dejarme sin aliento. ¿Sabes una cosa? Cuando me
despierto por las mañanas me falta el aire, porque lo único que quiero
respirar, el único aroma que quiero que me llegue a lo más profundo de mi corazón,
no es otro que el tuyo. El levantarme por la mañana sin ti, lo llevo fatal,
¡como no voy a echarte en falta! Todas esas cosas que me dices hacen que me
sienta la mujer más feliz del mundo, tranquila, rodeada por tus brazos y
acariciada por tus manos, sintiendo que nada ni nadie puede hacer que esa
felicidad, plena felicidad, pueda romperse.”
Gustav Klimt
Flavia
leía absorbiendo miles de letras que, escritas con pasión, le llegaban día tras
día, con la lentitud de un tiempo pausado y perniciosamente retenido. En ellas
encontraba la compleja explicación de unos sueños reiterativos, anhelantes, en
los que un erotismo siempre presente ocupaba todos sus sentidos y percibía por
igual suavidad y fortaleza, ansias y dulzura, deseos desenfrenados y caricias
sin fin. La búsqueda de su instinto animal y la delicadeza del amor la empujaba
a imaginar diferentes aspectos de su inmensa atracción desde una Naturaleza permanente
y cambiante. Mar y tierra, aridez y vegetación, llenaban diariamente su
espíritu con la llamarada de un fuego inextinguible y placeres infinitos. Se
dejaba absorber por quienes deseaban poder sentirla y por él, por aquel ser que
la llenaba de su savia para, posteriormente, lamerla y alimentarse de su néctar
puro. Y así, sueño tras sueño, caricia tras caricia, placer tras placer, su
vida recorría su etapa sin que un solo instante fuese olvidado, traspapelado,
no vivido con la intensidad y emoción permanentes del amor y placer íntimamente
unidos.
Gustav Klimt
“Supongo que todo tiene una razón de ser, una
explicación lógica, coherente, racional.
En este momento imagino no querer encontrar respuesta. Me sucede cuando me rebelo ante ciertas circunstancias. La ignorancia no facilita la
felicidad pero percibo la levedad de su caricia para poder sentirla.”
Gustav Klimt
Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.
Buenos días Antono,tú,como siempre tan profundo en tus pensamientos y es-posiciones
ResponderEliminarme quedo con esa frase para reflexionar.. .La ignorancia no facilita la felicidad pero creo que la acaricia levemente para que pueda sentirla.
Un abrazo
Maravillosa Flavia, capaz de vivir entre la ensoñación de una historia de amor que se resiste a abandonarla entre escritos y deseos y una eterna primavera, llena de emociones, placer y amor. Sin el deseo de saber más allá, sin explicaciones añadidas, sin lógica aparente ella vive y desea en un mundo eterno entre la piel el corazón.
ResponderEliminarUn texto fantástico, al igual que los cuadros que has elegido. Por cierto, intenso también el Tango To Evora.
Un abrazo entrañable y sincero mi querido Antonio.
No sé que me emociona más, si las palabras o las pinturas. No sé que me sugiere más, si las pinturas o las palabras.
ResponderEliminarDefinitivamente, las palabras.
He llorado mientras sonreía emocionada. Gracias por tanta exquisitez.
ResponderEliminarGenial amigo Antonio ... el vídeo me ha rematado, es EXTRAORDINARIO ... Y TÚ TAMBIÉN, AMIGO, con Flavia o sin ella, o como ella.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Qué y qué. Ay, las emociones te hacen olvidar la ortografía. Al volver a ver la publicación, merecía una segunda lectura, me doy cuenta de mi fallo.
ResponderEliminarEspero no encontrar algún otro en la tercera lectura.
ACLARACIÖN. Las faltas ortográficas que indico no se refieren al texto de Flavia, sino a mi primer comentario.
ResponderEliminar