CONVERSACIONES CON MI HIJA LAURA VII
LA GUINDILLA MAYOR
Antonio Campillo Ruiz
¡No me puedo creer que mutilasen las películas como narran en alguna de ellas! Pues, créelo, Laura. La obsesión por el sexto y noveno mandamientos de la iglesia católica, que “más obligatoriamente que otros debían ser guardados”, era propia de los confesionarios. Nuestro país era la punta de lanza mundial de la “decencia y buenas costumbres”. Pareciese que no existían más preceptos que nos elevaran a ese lugar de recompensa por ser buenos, muy buenos, acatando las órdenes y consignas que “por nuestro bien, sólo por nuestro bien”, nos imponían. Recuerda aquella cartelera en la que se censuró el vestido de Rita Hayworth en “La dama de Trinidad” con un recatado vestido con mangas y sin escote:
http://elbamboso.blogspot.com/search/label/La%20censura%20en%20el%20cine
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Bueno, es cierto, cuando aprecié los desafueros que se hacían empecé a creer que hubo un tiempo, afortunadamente no vivido por nosotros, en el que expresarse con libertad era perseguido y castigado. Estoy comparando esta fase histórica con el anuncio de ayer sobre la red social Twitter: “No se permitirán opiniones que “atenten” contra la legalidad de un país”. Creo que deberían haber anunciado que ya no van a permitir “revoluciones sociales por medio de convocatorias vía digital” porque van a establecer una vigilante y férrea censura mundial. Esta medida supone que Twitter desaparecerá de varios países y en otros... ¡hum! Pues sí, Laura, acaba de producirse un estado de vigilancia y censura en un medio digital y las noticias son muy preocupantes.
Últimas noticias Twitter
Hoy 09:04 hrs
La sospecha de que la compañía, hasta ahora acérrima defensora de la libertad de expresión en internet, se ha plegado a los deseos censores de ciertos gobiernos con el objetivo de no frenar su expansión internacional inundaba tuiteos y artículos de medios especializados en tecnología.
Claro que, lo sucedido en España iba más lejos. A causa del miedo y de la represión metódica e implacable se llegó a implantar la autocensura. Fue algo parecido al síndrome de Estocolmo: tal era la potencia represora que los más débiles se autocensuraban. El 28 de marzo de1995 murió Ana María Rodríguez Arroyo, ¿sabes quien era? No, ni recuerdo que se dijese nada de esta señora. Claro, su desaparición pasó rápida, demasiado rápida para su gran trabajo por el cine y teatro españoles. Era Ana Mariscal, una actriz tan extraordinaria como excelente directora de cine.
Durante tres décadas, los cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado, fue un mito del cine español. Posteriormente, en los setenta y ochenta, interpretó gran cantidad de obras de teatro y teatro filmado para TVE. Fue una de las actrices más respetada y sobresaliente de un largo tiempo de censura y falsedades. Una de las más celebradas, bien dirigida y realizada, de sus películas fue “El camino”, de 1963, título homónimo de la magnífica obra de Miguel Delibes en la que está basado su guión.
A censura é uma mácula derivada do poder reinante em cada sociedade. Detestável como todos os atos arbitrários. O Brasil sofreu muito a sua ação nos anos militares. Tristes lembranças.
ResponderEliminarUm grande bj querido amigo
Realmente preocupante, Antonio.…”contra la “legalidad” del país”… ¿Qué quiere decir esto? ¿Quién decide lo que se subsume en la norma de un país?... En donde, por ejemplo, la pena de muerte este reconocida, como en varios estados de EEUU, hay que callar?.....Haría falta hoy muchas Antígonas……La censura siempre será una tentación del PODER…. Y los medios para interiorizarla en la población son cada vez más sutiles. Hoy habría que no twitear…. Y mañana tampoco, aguantando “el mono”…. ! decir que NO ¡ ¡que no estamos POSTUMOS!....…Aunque no lo sepamos, esta medida NOS AFECTA.
ResponderEliminarUn abrazo, Antonio
Ayer cuando escuché en las noticias la "censura" de Twitter, Antonio, yo también me preocupé... Y mientras te leía, mi preocupación aumentó.
ResponderEliminarSin embargo, cuando he visto el vídeo que has dejado, (EXCELENTE), me he relajado un poco más. Aún me duran en el rostro las risas y sonrisas que me ha despertado, porque a pesar de esa triste y lamentable mirada leída en los rostros de esa gente de pueblo asistiendo a misa (potente fotograma), a pesar de esa España en gris y negro y blanco inmaculado, los deseos, los sueños, la tolerancia, la libertad del hombre, flota por encima de toda esa tortura (incluido el escrutinio del cine). En el recinto sagrado de la Iglesia flota ese "acercamiento" entre hombre-mujer vigente hasta bien entrado el siglo XX, como forma de conocimiento. En el cine, a pesar de su "Marcelino, pan y vino", las caricias y el deseo vuelven a sublevarse contra la intolerancia. Asesinado el cine, en el bosque florece la pasión, los instintos, el amor y todo aquello que la Iglesia nunca ha querido compartir como ave de rapiña que solo desea para sí misma de sus devotos.
Entre carcajada y carcajada, he llegado a la conclusión de que, a pesar de lo preocupante que es lo que está pasando con Twitter y otros asuntos relativos a la censura (en pleno siglo XXI), el hombre jamás va a dejarse amilanar por esos estallidos de intolerancia, sinrazón, absolutistas, mutiladores ideológicos y naturales. Seguirá haciéndoles frente como siempre ha hecho, en silencio o a voces, pero desatando lo que otros se aferran en atar con sólidas cadenas que acabarán oxidadas y corroídas por su propio poder, y aniquiladas por el propio rebaño que se empeñan en formar.
No nos callarán.
Mis felicitaciones por tan magnífica entrada, Antonio. Veo latir en ella una gran fuerza a pesar de los pesares.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Bienvenido al mundo de la sana crítica, amigo Antonio C. ....
ResponderEliminarAna Mariscal, Twitter, censura, ......., cantos celestiales sobre algo que se nos ha ido, que se nos va y que viene, cada una en su cosa o palabra refrescada por este admirador.
Un fuerte abrazo.
Dándome un baño de realidades me he leído este artículo de Enrique dans que adejo aquí por si nutre la esperanza: http://www.enriquedans.com/2012/01/twitter-la-censura-y-los-disparos-desde-la-cintura.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+ElBlogDeEnriqueDans+%28El+Blog+de+Enrique+Dans%29
ResponderEliminarCensura, una palabra fea que encierra una realidad aún más fea.
ResponderEliminarLo de Twitter es el principio. Veremos cómo acaba todo esto, que huele muy mal.
Y coincido con tu valoración sobre Ana Mariscal, una gran mujer.
Un abrazo, querido Antonio.
Tus palabras sobre la censura, Gisa, son tan acertadas como el daño que provoca.
ResponderEliminarUna mancha, sí. Una mancha en el raciocinio de los seres humanos.
Detestable y arbitraria, como todo los actos que se realizan para conseguir un adocenamiento de los súbditos.
Y, pos supuesto, es un triste recuerdo para quien la han padecido porque trataron de limitar su capacidad de entendimiento, su libertad y su opinión.
Es la hez de la hez de los poderosos.
Gracias por este comentario, tan preciso como didáctico para muchas personas.
Un fuerte abrazo, Gisa.
Sí, Nicolás, así está escrito: "...que atente contra la legalidad del país..." Absurdamente irritante.
ResponderEliminarCreo que la censura ES CONSUSTANCIAL CON EL PODER.
Nos dicen aquello que el poder considera correcto.
Nos dirigen por los caminos que para el poder son los adecuados.
Nos reiteran hasta la saciedad, como el tristemente famosito nazi, aquello que debemos aprender y que les interesa.
Se nutren de mensajes censurados, muy personales, que son intransferibles como la intracomunicación, para que la discordia cunda entre quienes no saben defenderse de estas tropelías.
Y, así, Nicolás, poco a poco, lo que "era" graciosito, como en las secuencias de la película, se convierte en falaz y comienza el proceso del síndrome de Estocolmo.
Twitter nos ha hecho reaccionar, pero los años que llevamos soportando censura, en tiempo de democracia, son ya insoportables.
Espero, después de haber luchado toda mi vida contra ella, que la censura, del signo que sea, quede vencida y sea un mal recuerdo de generaciones pasadas.
Me animo yo mismo..., con pesar.
Un fuerte abrazo, amigo Nicolás.
Querida Marisa, como siempre, no se puede ni añadir ni quitar una acento, un coma, a tu comentario.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo en este rincón.
Esta es la cuestión, Marisa. Entre risita y risita voy poniendo en entredicho el valor de palabras tan sagradas como libertad, tolerancia, amistad, etc., etc.
Una vez deformadas, es muy posible que se consiga el objetivo de zafiedad y mediocridad para los súbditos hacia los que dirige su mirada una y otra vez el poder. Si lo logra, sabe que se perpetuará por tiempo indefinido, sean quienes sean los verdaderos dirigentes sociales del país sometido.
Si, a la vez, se logra el "todos conmigo", ya puede el poder echarme a descansar ese séptimo día.
Estando absolutamente de acuerdo contigo, Marisa, no soy tan optimista como tu respecto a la dificultad de censura en el siglo XXI.
Mis clases de Comunicación y Nuevas Tecnologías, así como el trato directo con mis alumnos, me han enseñado algo fundamental y terrible: La facilidad de influencia, positiva o negativa, en los humanos que aprecian la tecnología como medio de comunicación y "aprendizaje", es directamente proporcional al avance técnico del software que se les facilita.
Esta "ley", que no está escrita pero sí demostrada, es temible. La confianza en una información asistematizada, censurada, reformada y corrosivamente inductora de aprendizajes, aparentemente necesarios pero que en realidad son procesos meticulosamente estudiados es infinitamente más peligrosa que la "censura al uso", y por supuesto, de la torpe censura de quienes no era técnico en aprendizaje condicionado.
Twiter es uno más de los eslabones del poder, que no dudo que se podrán atacar para corroerlo y romperlo pero, Marisa, ¡con un ácido muy fuerte!, como mínimo tricloroacético, a al menos la famosa mezcla de clrohidrico y nítrico, aguafuerte. Es decir con una inmensa dificultad.
El poder es como un lamado "perro de presa", cuando da una dentellada no suelta jamás.
Un inmenso abrazo, querida Marisa.
Efectivamente, Enrique, este baño de verdades censuradas, medias mentiras, medias verdades, estudios de psiquiatría parda en TV, torpezas de censores incultos, represores al uso vestidos de negro (con un olor característico y desagradable), que no pudieron con nosotros porque seguíamos con "... cinco veces...", a pesar de sus clamores, está desapareciendo para convertirse en una sibilina maquinita que todo lo puede.
ResponderEliminarEnrique, sé que querrías, como yo, ver que sucederá en unos cien años y que parece imposile que lo consigamos. Pues no, querido amigo, no. Desde el Cosmos vamos a ver, como en una película de 3D, todo lo suceda en este planeta bonito, azul, salvaje y lleno de miedicas que se llaman seres humanos.
Nos vamos a reír con las tonterías que les harán hacer los poderosos.
¡Tengo ya las entradas de primera fila sacadas! No las compres tu que son muy caras.
Un inmenso abrazo, Enrique.
P.D.: Ya he visionado lo que me has enviado. ¡Viene al pelo! Hablaremos tranquilamente de ello.