COINCIDENCIA
Antonio Campillo Ruiz
El dinero, Frantisek Kupka
Una primavera de hace cincuenta años con las huelgas iniciadas en Asturias hubo un asomo de esperanza en España. La mayor parte de los intelectuales discrepantes con el régimen franquista se unieron a las demandas de los obreros, las cuales estribaban en el derecho a ser informados por los medios de comunicación sobre lo que sucedía en España y en la búsqueda de fórmulas para resolver los conflictos laborales por medio de la negociación. Obviamente, dichas peticiones traducen la censura de la información y la falta de libertad para hacer huelga, reunirse, asociarse, expresarse, etc., que se padecía por entonces. La carta que contenía las peticiones, fechada en los días inmediatos a la declaración del estado de excepción, iba dirigida al director del Instituto de Estudios políticos, Fraga Iribarne, con el fin de que se la hiciera llegar al dictador. Estaba encabezada por Menéndez Pidal, a la sazón director de la Academia de la Lengua , y estaba firmada, entre otros, por: Vicente Aleixandre, Camilo J. Cela, Gabriel Celaya, Alfonso Sastre, Buero Vallejo, José Bergamín, López Aranguren, José María Gil Robles, Dioniso Ridruejo, Laín Entralgo, Torrente Ballester, etc.
Asturias 1963, Picasso
En respuesta a las detenciones y multas impuestas a las mujeres que se manifestaron en Madrid y a los estudiantes en Barcelona (la duquesa de Medina Sidonia, Josefina Aldecoa, Gabriela Sánchez Mazas, Dolores Medio, Vázquez Montalbán, etc.) se escribieron los días 23 y 24 de mayo de 1962 otras cartas, de nuevo encabezadas por Menéndez Pidal, pidiendo el derecho de huelga y la suspensión de las sanciones impuestas para dar paso a una vía democrática en España. Entre los cuarenta y un firmantes de Madrid estaban: Lauro Olmo, Juan Goytisolo, Caballero Bonald, Carmen Martín Gaite, García Hortelano, Ángel González, Dolores Medio, Carlos Saura, Fernando Fernán Gómez, Francisco Rabal, etc. Entre los ciento diecisiete de Barcelona estaban: Vicente Aranda, Román Gubern, Salvador Espriu, José Agustín Goytisolo, Ana María Matute, Joan Fuster, Carlos Barral, José María Castellet, Joan Corominas, Joan Brossa, Gabriel Ferrater, Ferrán Soldevilla, Jordi Maluquer, Oriol Bohigas, Antoni Tapies, José María Subirachs, Ernest Lluch, Josep Benet, los marqueses de San Román de Ayala y de Ballestar, y por la Iglesia católica: Casimir Martí, Josep Dalmau, Ricard Pedrals, etc.
The Pillars of Society, George Grosz, 1926
Además de los hombres y mujeres anónimos que lucharon por derechos hoy puestos en entredicho, sirva esta somera relación para criticar a quienes quieren cantarnos el trágala. Si durante este año el paro va a llegar al 24,3 % y la economía se va a contraer el 1,7% ¿por qué el gobierno ha aprobado la reforma laboral? ¿Para que lo augurado por el Presidente del Gobierno se cumpla o para darle todos los derechos a los empresarios?
O jogo político de alguns governantes contém muitas vezes o "agradar" classes ditas favorecidas antes de qualquer coisa.
ResponderEliminarTriste.
Um bj querido amigo
La historia se repite, Antonio. Quizás esta vez, encubierta en un trágala como dices.
ResponderEliminarCada vez entiendo menos lo que está ocurriendo en este país. Creo que todos estamos "rejuveneciendo" porque la situación social, económica y política cada vez nos traslada con mayor rapidez a décadas pasadas.
Admiraba a Ramón Menéndez Pidal por su labor lingüística, pero después de leer tu texto, mi admiración ha crecido aún más.
Que la voz de los derechos del ciudadano no se calle o no la acallen jamás. Nunca lo han conseguido ni lo conseguirán.
Un gran abrazo y buen fin de semana, Antonio.
Es curioso que no entendiendo nada de política, conocerla me duele tanto o más, que si supiese algo de ella, Antonio. Gracias por divulgar esos nombres que a muchos de los de hoy les parecerá una tontería, pero los que estuvimos allí, sabemos que eso fue un tremendo acto de valor.
ResponderEliminarLástima que siga sin poder recibir tus comentarios por correo-e, amigo. Supongo que ya lo habrás intentado todo pero ...
ResponderEliminarLas clases poco favorecidas de la sociedad occidental actual son tan relegadas, tan menospreciadas y tan maltratadas, que es posible que algún día las clases poderosas tiemblen.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Gisa.
Estamos tan "rejuvenecidos" que, para mi, Marisa, hemos empezado el camino donde quedó tras las primeras elecciones democráticas.
ResponderEliminarEn ese punto acabó, inesperadamente, lo que estaba bien atado. Los herederos de aquel nudo han vuelto a sus orígenes y han empezado a rehacer esa atadura.
Ahora no será Alejandro Magno quien la deshaga, será la unión de un pueblo cansado y con el hastío del engaño y el servilismo.
A pesar de faltar nombres en las relaciones expresadas, es muy importante conocer a alguno de los mencionados. Nos enseñaron que jamás estuvieron relacionados con la justicia social.
Tu último deseo es el mío, Marisa.
Un fuerte abrazo, querida Marisa.
Así es, Enrique, fue un gran acto de valor en unos tiempos en los que el mínimo desliz suponía la ignominia.
ResponderEliminarAdemás, cuando volvemos la vista atrás, a veces encontramos a personas anónimas que han ayudado a implantar la dignidad en este país. Sus semillas han germinado a pesar de no conocer al sembrador.
La hoz que empieza a segar los campos, todavía inmaduros, se ha fundido con técnicas de nefasto y peligroso recuerdo.
Querido amigo, ya no sé qué hacer con los mails. Me han prometido que quizás, tal vez, acaso... sea posible..., que se pueda hacer una coca y en plan pirueta adherir a la configuración el parámetro que falta. Poco creíble porque como es una configuración que no está renovada y muy simple no me deja hacer muchas de las sencillas operaciones que se realizan en los blogs actuales. Esperemos...
Un fuerte abrazo, querido Enrique.