MUCHO GUSTO
Antonio
Campillo Ruiz
Se habían
encontrado en la barra de un bar, cada uno frente a una jarra de cerveza, y
habían empezado a conversar al principio, como es lo normal, sobre el tiempo y
la crisis; luego, de temas varios, y no siempre racionalmente encadenados. Al
parecer, el flaco era escritor, el otro, un señor cualquiera. No bien supo que
el flaco era literato, el señor cualquiera, empezó a elogiar la condición de
artista, eso que llamaba el sencillo privilegio de poder escribir.
–No crea que es algo tan estupendo –dijo el Flaco–, también
hay momentos de profundo desamparo en lo que se llega a la conclusión de que
todo lo que se ha escrito es una basura; probablemente no lo sea, pero uno así
lo cree. Sin ir más lejos, no hace mucho, junté todos mis inéditos, o sea un
trabajo de varios años, llamé a mi mejor amigo y le dije: Mira, esto no sirve,
pero comprenderás que para mí es demasiado doloroso destruirlo, así que hazme
un favor; quémalos; júrame que lo vas a quemar, y me lo juró.
El señor cualquiera quedó muy impresionado ante aquel gesto
autocrítico, pero no se atrevió a hacer ningún comentario. Tras un buen rato de
silencio, se rascó la nuca y empinó la jarra de cerveza.
–Oiga, don –dijo sin pestañear–, hace rato que hemos hablado
y ni siquiera nos hemos presentado, mi nombre es Ernesto Chávez, viajante de
comercio –y le tendió la mano.
–Mucho gusto –dijo el otro, oprimiéndola con sus dedos
huesudos–, Franz Kafka, para servirle.
Mario Benedetti
NOTA IMPORTANTE.-
Desde el pasado día 28 de febrero, un error informático me impide poder realizar comentarios, entre otras anomalías, en las publicaciones de los blogs amigos. Siento mucho el contratiempo y espero solucionar el problema lo antes posible.
PUBLICACIÓN PROGRAMADA.
Extraordinaro Mario Benedeti. Uno de los grandes. Leer un párrafo así es una delicia.
ResponderEliminarUn abrazo
Fascinante siempre Benedetti, gracias por traerlo.
ResponderEliminarBesos, Antonio.
Cualquier lectura de sus escritos nos complace. Gracias.
ResponderEliminarHace poco leí una reseña de un magnífico y entrañable escritor acerca de Franz Kafka, y, desgraciadamente, discrepaba de muchas de sus afirmaciones.
ResponderEliminarNo era precisamente un timorato, apocado, doblegado ante la figura del padre dictadorzuelo, ...sino antes bien una figura valiente. Kafka se atrevió como ningún otro a criticar desde sus más íntimas raíces una sociedad anclada en el absurdo de estar constituida por humanos inhumanos, una sociedad embaucadora, que, como una tela de araña enreda hasta hacer al individuo incapaz de reconocer los propios fines. Una sociedad masificadora, que obliga a adaptarse a unas normativas que nadie comprende,pero que le permiten sobrevivir.
Si algo sintió Kafka, al igual que sentimos muchos otros, fue IMPOTENCIA, incapacidad de enfrentarse en solitario a un gigante egoísta y ciego. Quizás fuera esa la razón por la que tomó la decisión de quemar sus escritos (nunca agradeceremos en su justa medida la desobediencia de Max Brod), porque presentía la inutilidad de describir, desvelar, rebelar un absurdo ante el cual nadie alzaría un puño de protesta.
Menos mal que en ese escrutinio no se incluyó "La Metamorfosis"... Para mí, hubo un antes y un después, tras leer esta novela de Kafka.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Antonio.
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Maravilloso siempre Benedetti.
ResponderEliminarEn cuanto a Kafka, afortunadamente podemos disfrutar de sus escritos.
Un abrazo bien grande. Feliz fin de semana.
Leer a Kafka es siempre estimulante, amigo Antonio. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarSi eso es verdad me quito el sombrero ante Benedetti y ante quien sea.
ResponderEliminarHe leído varios libros de Kafka. Siempre lo hice con impaciencia porque parecía que nunca pasaba nada y me resultaban sosos. Pero a la vez me apasionaban.
La paradoja es que no solo es que no los he olvidado, sino que me salen al paso con una frecuencia inesperada ante las situaciones más absurdas y endiabladas.
Mi admirado Kafka. Mi genio preferido.
Tengo que agradecer a la Vida que te me pusiera en mi camino para poder andar por ella contigo de la mano.
SI, KAFKA ES DE LOS QUE NO DEJA INDIFERENTE. O SE ODIA, POR TEDIO, O SE AMA, TAMBIÉN POR TEDIO DE ESTA ABSURDA SOCIEDAD.
EliminarTAMBIÉN EN MI VIDA ESTÁ CONTINUAMENTE PRESENTE, LO QUE NOS UNE A AMBAS.
RESPECTO A BENEDETTI, POCO MÁS QUE DECIR. POCOS SOMBREROS HABRÁ PUESTOS ANTE ÉL.
GRACIAS, Y ENHORABUENA POR SER SENSIBLE MUJER
ResponderEliminarMaravilloso y mágico este poder de sintetizar toda una historia en unas pocas líneas. Posibilidad sólo conferida a los grandes como Benedetti. Saludos. Antonio.
ResponderEliminarConocí este relato por mediación de un amigo, tras comentarle que debería destruir todos mis escritos porque consideraba que estaba perdiendo el tiempo, pues cuánto más leía más convencida estaba de que lo que escribía no merecía la pena. Mi amigo me dio dos respuestas, y una de ellas fue hablarme de este relato.
ResponderEliminarYo aún sigo buscando a ese desconocido que los destruya, él, como amigo, se negó.
Un abrazo.