viernes, 28 de noviembre de 2014

¡MALDITOS SEAN!

LA LARGA BÚSQUEDA  IV

Antonio Campillo Ruiz


"Los hombres olvidan siempre
que la felicidad humana es una
disposición de la mente y no una
condición de las circunstanciasª

John Locke


Hic iuxta situs est JOHANNES LOCKE. Si qualis fuerit rogas, mediocritate sua contentum se vixesse respondet. Literis innutritus eo usque tantum profecit, ut veritati unice litaret. Hoc ex scriptis illius disce, quae quod de eo reliquum est majori fide tibe exhibebunt, quam epitaphii suspecta elogia. Virtutes si quas habuit, minores sane quam sibi laudi duceret tibi in exemplum proponeret; vita una sepeliantur. Morum exemplum si squaeras in Evangelio habes: vitiorum utinam nusquam: mortalitatis certe (quod prosit) hic et ubique.
Natum Anno Dom. 1632 Aug. 29
Mortuum Anno Dom. 1704 Oct. 28
Memorat haec tabula brevi et ipse interitura.

“[Detente, viajero.] Aquí yace JOHN LOCKE. Si te preguntas qué clase de hombre era, él mismo te diría que alguien contento con su medianía. Alguien que, aunque no fue tan lejos en las ciencias, sólo buscó la verdad. Esto lo sabrás por sus escritos. De lo que él deja, ellos te informarán más fielmente que los sospechosos elogios de los epitafios. Virtudes, si las tuvo, no tanto como para alabarlo ni para que lo pongas de ejemplo. Vicios, algunos con los que fue enterrado. Si buscas un ejemplo que seguir, en los Evangelios lo encuentras; si uno de vicio, ojalá en ninguna parte; si uno de que la mortalidad te sea de provecho, aquí y por doquier.
Que nació el 29 de agosto del año de Nuestro Señor de 1632,
y que falleció el 28 de octubre del año de Nuestro Señor de 1704”


   Admitir la probabilidad matemática y rechazar la idea absoluta de lo determinado e innato acerca del conocimiento son aspectos fundamentales de las teorías de René Descartes, contrarias al origen sensorial que desarrolló John Locke. El conocimiento solo alcanza al cómo y el porqué de las relaciones entre diferentes hechos. Poder alcanzar una armonía total desde la percepción que se sustenta en supuestos y evidencias propias implica poseer un alto grado de racionalismo, así como un mecanicismo, que son aceptados a regañadientes por creacionistas y creyentes del malogrado sentido de un destino preestablecido. Por medio de la libertad de pensamiento, de la objetividad y de la privacidad, es como debe el hombre asumir el proceso religioso en la sociedad, liberándose de imposiciones dirigidas e incluso producidas por eclesiásticos que pretenden basarse en la Biblia en un estado confesional, y si lo hacen en uno aconfesional...  


   En su obra “An Essay Concerning Human Understanding”, “Ensayo sobre el entendimiento humano”, escrita en 1666 y publicada en 1690, Locke concibió la gran aportación que la Filosofía debía suministrar a los nuevos descubrimientos científicos, como los trabajos de Christiann Huygens o Isaac Newton, por nombrar solamente alguno de los investigadores cuyas teorías incidían directamente en el pensamiento humano. La gran relación entre los diversos contenidos posibles del pensamiento permite el medio de eliminar, por medio de múltiples instrumentos críticos, los diversos conocimientos erróneos desde un análisis sistemático. El hombre debe vivir, en el estado natural, en una paz sometida únicamente a las leyes naturales. Si muchos salen de él, se adhieren a una sociedad civil mediante un contrato que les exige aceptar y cumplir las leyes sometidas a la voluntad de todos los ciudadanos, sabiendo que, de violarlas, deberá someterse, igualmente, al cumplimiento de las penas correspondientes, sin poder volver al estado natural.

   
   Es, pues, imprescindible ante estos razonamientos y profundos pensamientos de racionalidad, paz y libertad, hacer mención a hechos acaecidos en el propio seno de quienes, a lo largo de la historia de Occidente, ha manipulado, constreñido y maltratado sistemáticamente, desde sus múltiples raíces judeo/cristiano/islámicas, la voluntad, a través de la osadía de  creencias irracionales fundamentadas en tratados y hechos inventados, traslocados y retocados a sangre y fuego. De entre los acontecimientos cotidianos, es evidente que los más recientes son conocidos a causa de la rápida transmisión de los mismos. Así, los autodenominados guías espirituales, que solo aspiran a dominar, se convierten día a día en depredadores de jóvenes de ambos sexos desde su púlpito, cantando las alabanzas de una maldita, soez y desnaturalizada mención a credos irreverentes, perversos y malvados, a los que mentes en una primavera inicial no saben hacer frente por la gallarda hipocresía y barato fundamentalismo de sus adoctrinadores. 
A ello hay que añadir la admisión de un invento execrable que les salva de todo y a todos: el perdón. A él se suben, cual barco salvavidas en plena tormenta, quienes con su pasividad cubren la espalda de la justicia y el honor. ¡Malditos sean por siempre!, diría John Locke, a pesar de sus creencias calvinistas. ¡Malditos sean!, exclama el pueblo encerrado en su masa amorfa dentro del redil que los poderosos han construido para ellos. Aquel que como Locke escribe en su epitafio “…alguien contento con su medianía. Alguien que, aunque no fue tan lejos en las ciencias, sólo buscó la verdad” es digno de  admiración por sus enseñanzas y el legado que nos dejó.

Antonio Campillo Ruiz  

La Paz y la Libertad

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla.

6 comentarios:

  1. Ciertos son los límites empíricos del conocimiento humano, y prepotente es toda actitud omnipotente contraria a la de Locke, que se enorgullece de conocer verdades absolutas cuando nadie, con el mínimo sentido común necesario, debería ser capaz de realizar tal afirmación. El conocimiento es proceso que se cuestiona a sí mismo continuamente, que reconoce la falsedad de lo que anteriormente creía axioma. La única verdad que podemos intuir es ese "solo se que no se nada" socrático.
    No obstante, coincidiendo plenamente contigo en la absurda "infalibilidad" de la que ha alardeado y siguen alardeando muchos sectores eclesiásticos, desde mi agnosticismo y peculiar ateísmo, y pretendiendo no caer en la intolerancia de muchos, he de reconocer, desde aquí, que aunque lentamente, con muchas trabas y demasiadas verdades infalibles, el actual papa, el jefe supremo de una institución que en múltiples ocasiones ha practicado la intolerancia y el asesinato en aras de una supuesta verdad, está haciendo verdaderos esfuerzos aperturistas en el ámbito social. Ha condenado y es partidario de la condena de los casos de corrupción en el seno de la iglesia (lo que muchos otros, casi todos, han negado y encubierto), lo que, desde mi punto de vista es loable. Si no alabamos los esfuerzos sociales de los demás, coincidamos con ellos o no, no tendremos esa actitud aperturista y unificadora que podría hacernos sentir parte de todos y de todo, humanidad, en su más amplio sentido.
    Muchas gracias, Antonio, por tus magníficas entradas. Vuelvo, una vez más a felicitarte con toda sinceridad.

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  2. Amigo Campillo, tu perfil de Locke invita a profundizar en su pensamiento, precisamente ahora, que estoy haciendo repostería y es lo más parecido a la alquimia, puro racionalismo que no admite más que los ingredientes puestos en origen, ni adición ni sustracción que valga.
    En cuanto a la utopía de que el hombre sea capaz de hacer un análisis sistemático y objetivo de la realidad, ¡Ay!
    Ya lo quisiera, pero algo me dice que el estado puro sólo sometido a las leyes naturales no es lo mejor para el comportamiento humano. No creo en el juicio del buen salvaje del buen Rousseau, el profundamente ignorante. Lo que si he comprobado es que la mirada limpia y sin contaminar de alguien inteligente y muy joven, o testada por alguien ya cuajado y sabio, sobre conceptos dañinos pero muy arraigados como los que apuntas, puede aportar la lógica y sentido común que los desmonte.
    Me ha gustado tu analogía entre el perdón y ese barco, al que se sube o lo intenta todo corrupto que nos sorbe vivos.

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  3. Tiene sus "zonas grises", al menos así me parece.
    Pero también, luces. Locke, digo.
    Vos, no sé. Veremos el color según el día.
    Abrazos, Antonio.

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  4. Siempre me sorprendes, maestro Campillo. Gracias.

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  5. Ya estoy viendo la película...leerte a tí es siempre una invitación a revisar las ideas de algunos pensadores y, por qué no, a ver alguna película interesante que grafique el pensamiento. Ahí voy. Abrazo, maestro.

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  6. ¡Malditos sean todos! ¿Tú crees, Antonio, que serán perdonados? ¿Por quién?

    Un abrazo.

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