LA
MIRADA IMAGINADA
Antonio Campillo Ruiz
El
progresivo y rápido cambio en la grandiosidad ornamental que inició el arte gótico,
probablemente, con la diferenciación arquitectónica que transformó los lugares
dedicados al culto y a la meditación, provocó un avance en la representación
escultórica y pictórica de gran relevancia. El plano y, a veces, el indiferente
sentido que el artista poseía de lo sagrado continuó siendo
el protagonista principal de los pobres elementos artísticos que poseía en la
pintura y escultura el Románico, fruto de la imaginación personal del artista, sus
fantasías o dictados orales transmitidos por gentes caracterizadas por vidas,
para ellos, errantes y de seguimiento de
Aquel al que se adoraba y a sus familiares, amigos y predicadores de su
doctrina. Exceptuando su función catequética y docente, dedicadas a peregrinos y
cristianos que solo sabían leer las portadas y retablos en imágenes, el arte no
poseía un sentido placentero con el disfrute de las obras pintadas o
esculpidas.
La
escultura gótica empieza a superar a los elementos arquitectónicos con masivas
representaciones de las portadas en las que predomina un naturalismo sereno.
Durante los siglos XIII, XIV y XV, se recargan los elementos ornamentales
escultóricos en los elementos ampliados de la novedosa arquitectura. Pero hasta
que se separan, hasta que la representación tridimensional de personajes
bíblicos respetados y adorados se establece aislada y progresa su evolución
hacia la desaparición de los elementos esquemáticos, apareciendo la
humanización más real y comprensiva para los fieles, se recorre el largo camino
de la proporcionalidad en las formas, el estudio inicial de anatomía, tan pobre
como incorrecto y, por fin el inicio de la representación de la perspectiva en
las pinturas que manifestaban su soledad sin tener en cuenta los posibles
elementos que las envolvían en su entorno.
La mirada de las representaciones en uno u otro medio, escultura o pintura, poseen una luz poco estudiada pero, muchas veces, eficaz, la humanización y el horror van de la mano e incluso escenas de naturalidad humana se representan sin pudor en personajes sagrados. Incluso en retratos de quienes no han sido vistos jamás la dulcificación de rostros o el terror son manifestados con naturalidad humana. Por el contrario, la mirada es impasible, tal vez porque el artista no sabe plasmar la sensación de sentimiento de sus sueños. Al espectador, en muchas ocasiones, no le alcanzan las grandes emociones ni el sentido de una adoración a través del amor sino del respeto y el miedo. En los albores del Renacimiento, la vuelta a manifestaciones artísticas mucho más perfectas cambiarán sustancialmente percepción y sentimientos.
Es importante visionar el montaje a plena pantalla.
Mi queridísimo Amigo , Sr Antonio Campillo Ruiz, eres para mi , lo mas ! A saber : súper sabio ..erudito.. ilustrado, etc..etc. Pues con " La Mirada Imaginada " me dejaste " deslumbrada !. Esplendido , peculiar y muy logrado lo tuyo.
ResponderEliminarFELICITACIONES .
Cariñossss, Antonio.
Maestro ... no me equivoco al llamarte así, amigo campillo. El vídeo es +++++++++++++++++++
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno el texto y fantástico el vídeo. Has hecho una importante selección de obras bajo el efecto de "la mirada". ¡Gracias por este regalo!.
ResponderEliminarEstupenda lección del arte religiosa a a través de esas tres etapas tan importantes. Me encanta el arte y por tanto disfruto con todo lo que leo al respecto.
ResponderEliminarFelices días y un cariñoso abrazo :)
Querido amigo
ResponderEliminarSabes tanto y lo contas tan bien
Sos uno de eso profesore
s que uno se sienta en la primera fila
y no le quita los ojos asombrándose.
No hay vez que no venga que no salga aprendiendo
Tu blog es unico por la calidad que tienes Sos un maestro del arte de narrar historias
te dejo un abrazo
ResponderEliminarno beso ya que estoy apestada
con un resfrio que me esta moliendo jajaja
Maravilloso!!.
ResponderEliminarMi sincera felicitación.
Un vídeo genial.
Mil gracias .
Un abrazo fuerte. Feliz semana
No había caído yo en esa evolución de la mirada imaginada. Un gran vídeo como todos los tuyos. Siempre aprendemos de ti...
ResponderEliminarDurante el gótico el arte se espiritualiza y empieza a apartarse de la rigidez propia del románico. Las figuras se vuelven sensibles y bellas, adquiriendo una fineza poco común. Poco a poco se dejaba atrás la oscuridad y empezaban a abrirse camino elementos nuevos como las ciudades, la burguesía o el comercio. El hombre comienza a sentirse más protagonista del mundo y en Italia se inicia el gusto por el mundo clásico. Todo ello desembocará en el Renacimiento y no podría entenderse éste sin el gótico.
ResponderEliminarUn saludo
Querido amigo, antes de nada enhorabuena por el vídeo, que nos da posibilidades de añadir a la colección de miradas, la visión de ese delicado esbozo de sonrisas que tan bien supo trasladar Leonardo a su cuadro inmortal. Ojos y labios haciendo por su cuenta la transición románico-gótico-renacentista, que no siempre cuentan a la vez una misma historia. Personajes cuya mirada va por libre, escapando de lo accesorio y del sentido coral de la pintura y contándonos que ni el pintor, ni el posado ni el tema, le importan lo más mínimo. Pero para descubrirlo será preciso que sea otra mirada la que capte la situación. En este caso, la tuya
ResponderEliminarTe explicas tan bien que es como asistir a clase y escuchar absorta la maravillosa clase que impartes.
ResponderEliminarUn placer pasear por tus letras, querido Antonio
una lluvia de besos