ETERNAMENTE
“Mamá”. Violeta Campillo. Carboncillo sobre papel.
El amor junta los cetros con los cayados;
la grandeza con la bajeza;
hace posible lo imposible;
iguala diferentes estados y
viene a ser poderoso como la muerte.
Alonso Quijano, D. Quijote de la Mancha
Se
ha marchado MARISA. Se ha marchado una mujer buena. Ha sido madre, esposa,
amante, compañera y jefa de una familia que la ha querido hasta el infinito y
un poco más allá. Sus hijos, Laura, Antonio y Violeta han sido para ella
principio y fin de su amor de madre, de su vida y de su constante atención.
Ellos siempre la han amado y la aman porque será muy difícil que exista un
pasado sin Mamá, como siempre la han llamado. Se ha ido sólo en materia.
Un
día, en un mercadillo de antigüedades a los que gustábamos ir y admirar, la
llamé por el apelativo cariñoso que utilizábamos entre nosotros: Coco. Un
espabilado vendedor, con parte de sus ofertas de venta en brazos y manos, se
dirigió a ella con prestanza y le dijo; “Doña Coco, Doña Coco… mire qué piezas
tan preciosas… Llévese una…” Y “Doña Coco” fue su nombre desde ese momento. Sí…
era una gran Doña en todo lo que emprendió y realizó en su vida familiar y
profesional.
Nunca te gustó que se parasen…
Las
palabras fueron su mundo. La Literatura bien estructurada formaba parte de su
vida. Ese mundo mágico de imaginación, sueños y complejo léxico sintáctico la
atraía y la empujaba hacia un perfeccionismo extremo cuando escribía o se
expresaba oralmente. Siempre ha sido una delicia escucharla y leerla.
La abuela Marisa con Paola y
Valeria
Para
sus nietas, Paola y Valeria, fue su referencia como cuentahistorias,
cuentacuentos, fantasías, juegos, inventos… Se lanzaban en tromba para ocupar
un lugar, lo más cercano posible, si era posible estar más pegadas a ella y
solicitaban día tras día la nueva narración, juego desconocido, explicación de
sus recuerdos o anécdotas con sus alumnos que, la abuela Marisa, siempre tenía
preparadas para ellas.
Su nueva casa... Las Pléyades
Ahora
ya está en la Pléyades. Me encargó que contase la historia de su inmenso viaje
a nuestras nietas como si fuese un cuento, observando a través del telescopio,
que tanto les gusta, ese bello cúmulo de estrellas, ocupado también por muchos
amigos, que es su nueva casa. Me hizo asegurarle que les ayudaría a mirar las
Perseidas que recorrieron el cielo durante los días inmediatamente posteriores a su partida. Dos de ellas, que
pudo ver también su hija Violeta, llevaban mensajes y cuentos escritos con una
tinta mágica que sólo las niñas y niños podrán leer.
Marisa
ha sido un ejemplo de generosidad y dedicación hacia los demás antes que por
ella misma. Su espíritu solidario estaba impulsado por su rectitud moral y
ayuda constante a los más desfavorecidos. La realidad social de su entorno fue
su lucha personal contra la injusticia social.
Marisa
El
primer día de clase, los alumnos quedaban impresionados cuando les llamaba por
su nombre propio, leído solamente una vez. Creía, explicaba y defendía que
poder comunicarse con sus alumnos tal cual si la clase fuese una prolongación
de sus vidas y no un paréntesis cerrado y sin sentido, creaba un interés
añadido por el saber. Siempre ha estado orgullosa de sus alumnos y su
profesionalidad ha sido avalada por la admiración y cariño que le han expresado
ellos en todo momento, en cualquier lugar, ciudad o profesión que han alcanzado
gracias, en parte, a sus enseñanzas.
Estoy
convencido de que, ahora, la primera vez que nos encontramos separados desde
hace cuarenta y nueve años, seguiremos unidos hasta que nos volvamos a reunir
por y para siempre.
Antonio Campillo Ruiz
Marisa
Tu magnolia…
ES IMPORTANTE VISIONAR EL VÍDEO A PLENA PANTALLA Y CON SONIDO DE CALIDAD
Antonio ! Lo siento !!! La conocí a través de mis blogs y sí ! era una GRAN MUJER!... Mi más sentido pésame, amigo !
ResponderEliminarya llore cuando me distes la noticia.
ResponderEliminarsabes que en las noches de verano la busque justo donde estas seguro que esta.
Es precioso tu homenaje y muy merecido.
No se que mas decirte en este momento.
Ya sabes de mi cariño por ti, por ustedes.
BEsitos muchos
ya llore cuando me distes la noticia.
ResponderEliminarsabes que en las noches de verano la busque justo donde estas seguro que esta.
Es precioso tu homenaje y muy merecido.
No se que mas decirte en este momento.
Ya sabes de mi cariño por ti, por ustedes.
BEsitos muchos
Antonio, Antonio, nada diré que no hayamos hablado ya, pero añadiré solo una palabra más, una que siempre citas cuando te refieres a Ella ... amor.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, amigo
Bellísimo y sentido homenaje, querido Antonio, a una mujer excepcional no sólo para ti y tu familia, también para aquellos que tuvimos la gran suerte de conocerla.
ResponderEliminarSiempre guardaré con extremo cariño su imagen tomándonos un té en el salón de mi casa pocos días antes de que la visitara la enfermedad que nos la ha arrebatado.Así que me quedo con esa imagen, con su aprecio,su saber estar y, sobre todo, su sabiduría académica y humana que tanto me enriqueció.
Desde aquí le envío un cálido beso que le alcance en las Pléyades, y para ti todo mi afecto y cuantos tés quieras con el deseo de hacerte más llevadera su ausencia.
El duelo por una perdida así siempre estará presente. Y en su memoria, un buen homenaje es el doble que le has dedicado con tus sentidas palabras y retomando la vida.
ResponderEliminarEstoy convencida de que las flores hay que recibirlas mientras uno está aquí, sintiendo el amor de los tuyos. Y basta leerte y ver las imágenes que nos muestras para comprender que tu esposa fue afortunada.
Con mi condolencia, mis mejores deseos.
Querido amigo Antonio..dices que se ha ido solo la materia, siempre he pensado que la vida continua en nosotros los que vamos quedando, en el recuerdo, en nuestro cerebro creo que se forman esas imágenes que de alguna manera dan vida propia al que no está, de hecho, cuando estamos visionando a ese ser querido vemos que nos habla y eso quiere decir que está vivo en otra dimensión.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Una persona no muere mientras esté en el recuerdo de los que la aman. Con este precioso homenaje he podido conocer a una mujer que me merece una profunda admiración y ha sido gracias al recuerdo que le dedica su marido.
ResponderEliminarLo que más me ha llegado al corazón, es el legado que quiso dejar a sus preciosas nietas. Ese mirar a las estrellas para ver por siempre la sonrisa de su abuela. Estas niñas seguro que no la olvidarán.
Un abrazo a toda la familia.
Querido Antonio, me has hecho llorar. Marisa y tú habéis sido afortunados por haberos encontrado y podido crear una hermosa familia. Y estas separaciones creadas por la Dama Negra son temporales...Te envío un enorme abrazo.
ResponderEliminarQuerido Antonio, me has hecho llorar. Marisa y tú habéis sido afortunados por haberos encontrado y podido crear una hermosa familia. Y estas separaciones creadas por la Dama Negra son temporales...Te envío un enorme abrazo.
ResponderEliminar¿Qué decir, Antonio? ¿Qué decir ante un golpe así?.....
ResponderEliminarUn sincero y fuerte abrazo, Antonio.
Carlos.
Es una gran demostración de amor, y las personas que se aman no se separan nunca.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y mi admiración para tus emociones.
José Antonio.
Es un emocionante y precioso homenaje.
ResponderEliminarLo siento mucho.
Siempre estará en tu corazón.
Un fuerte abrazo.
Es un emocionante y precioso homenaje.
ResponderEliminarLo siento mucho.
Siempre estará en tu corazón.
Un fuerte abrazo.
Estoy absolutamente emocionada, después leerte y escuchar a ese piano derramando sus lágrimas...
ResponderEliminarUn enorme, cálido y sentido abrazo.
Mamá, siempre me has acompañado en mi camino y sé que lo sigues haciendo desde allí, donde ahora estás. Te siento todos los días. Aún te escucho, te veo, te huelo. No renuncio a tenerte conmigo. Quiero que sigas a mi lado como siempre hiciste. Ahora y siempre.
ResponderEliminarQué difícil debió ser despedirse de tan linda hija. Pero qué felicidad le darías sin duda en vida con ese cariño que muestras. Eso es lo que debe quedarte.
ResponderEliminarBuenas noches querido Antonio. Ya sé que estás de duelo...pero vengo para decirte que como ya sabes, Marisa ahora está con las estrellas...y piensa que no morimos mientras alguien nos recuerde...y será por mucho, mucho tiempo en esas lindas nietas que nunca la olvidarán y que se lo contarán a sus hijas...Así que ya ves que Marisa vivirá aún por mucho tiempo.
ResponderEliminarYo la leía casi siempre, tiene un encanto muy personal, me encanta leerla, aunque no dejaba mis huellas...pero sí alguna vez la dejé comentarios.
Besos y abrazos, y la música exquisita.
Preciosa foto con las nietas. Un abrazo.
ResponderEliminarEmoción y una carga afectiva muy grande me dejan tus palabras por las apenas empiezo a conocerla ya siento quererla, admirarla... Tan lejos y tan cerca, porque nadie se va del todo si se piensa en ella con ese cariño, admiración y orgullo de haberla tenido como madre y como abuela. Gracias por compartir algo tan bello Antonio. Abrazo.
ResponderEliminarQuerido Antonio:
ResponderEliminarMi más sentido pésame, mi más sincero abrazo y todo mi ánimo para estos duros momentos.
Mi hábito bloguero ha decrecido notablemente en los últimos años pero hoy haciéndote una visita para siempre recrearme con tu belleza y sabiduría, me encuentro con esta lamentable despedida.
Siempre estará, Antonio, en el corazón de todos los que la habéis querido y en ese cielo repleto de luces maravillosas que tú conoces tan bien.
Lo siento sinceramente. Todo mi ánimo y apoyo.
El más grande de todos los abrazos.
Solamente un ser sensible como tú, podías dedicar un homenaje tan sentido a "tu Marisa". Bella mujer, por lo que leo, en todos los sentidos. Un enorme abrazo, querido amigo. De verdad lo siento.
ResponderEliminarMe alegro de que estés de vuelta en el blog, Antonio. Y magnífica la música preferida de Marisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo siento mucho Antonio, tus palabras rebosan tanto amor que es difícil no emocionarse al leerte. Un abrazo enorme...
ResponderEliminar¡Cuanto me entristece tu dolor querido Amigo!
ResponderEliminarTienes unas maravillosas nietas ¡Que dulces y
tiernas se las ve!
Te envio mi cariño
Siempre te recuerdo, María Luisa. Con el mismo cariño que logré sentir por ti, con la misma admiración y respeto. Haces mucha falta. En cada palabra brindada nos enseñaste. La blogósfera nunca ha sido mejor sin ti.
ResponderEliminarBesos hasta donde estés...
¡Qué belleza de homenaje desde el corazón! Como bien dices, su espiritu está presente en el recuerdo de todos sus seres queridos. Un inmenso brazo con todo mi cariño.
ResponderEliminarUna gran mujer, querido amigo. A mí me resulta emocionante repasar algunos escritos de mi blog y ver allí sus siempre acertados y animosos comentarios. Aprendí mucho con Ella y de Ella. Un abrazo muy fuerte, Antonio.
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