SECRETOS
María Luisa Arnaiz Sánchez
Serge Marshennikov
Qasida en nun (fragmento)
BEN ZAYDUN DE CÓRDOBA, XI
Alejados uno de otro, mis costados están secos de pasión por ti
y en cambio no cesan las lágrimas…
Al perderte, mis días han cambiado y se han tornado negros,
cuando contigo hasta mis noches eran blancas…
cuando contigo hasta mis noches eran blancas…
Diríase que no hemos pasado juntos la noche, sin más tercero
que nuestra propia unión, mientras nuestra buena estrella
que nuestra propia unión, mientras nuestra buena estrella
hacía bajar los ojos de nuestros censores:
éramos dos secretos en el corazón de las tinieblas, hasta que la
lengua de la aurora estuvo a punto de denunciarnos.
lengua de la aurora estuvo a punto de denunciarnos.
BEN HAZM DE CÓRDOBA, XI
Viniste a mí un poco antes de que los cristianos tocasen
las campanas, cuando la media luna surgía en el cielo
como la ceja de un anciano cubierta casi del todo por las canas,
o como la delicada curva de la planta del pie. Y, aunque era aún
de noche, con tu venida brilló en el horizonte el arco del Señor,
vestido de todos los colores como la cola de los pavones.
de noche, con tu venida brilló en el horizonte el arco del Señor,
vestido de todos los colores como la cola de los pavones.
ESCENA DE AMOR
BEN BAQUI DE CÓRDOBA, XII
Cuando la noche arrastraba su cola de sombra,
le di a beber vino oscuro y espeso como el almizcle
en polvo que se sorbe por las narices. La estreché
como estrecha el valiente su espada, y sus trenzas
eran como tahalíes que pendían desde mis hombros.
Hasta que, cuando la rindió la dulce pesadez del sueño,
la aparté de mí a quien estaba abrazada. ¡La alejé
del costado que amaba, para que no durmiese
sobre una almohada palpitante!
Bellísima la imagen.
ResponderEliminarSecretos abrazados
detenidos en el tiempo
silencios acariciados
que brillan en el alma.
Besos.
Y con el olor del almizcle, contra el que clamaban los cristianos porque embriagaba a los mahometanos.
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